CÓMO RECIBIR DE DIOS CUANDO MINISTRA UN PROFETA

Me acuerdo de una ocasión cuando ministré en cierta iglesia.  Profeta Cliff BellDios me dio una palabra profética que entregar que se aplicaba a la congregación entera y que tenía varios puntos.   La profecía hablaba mucho acerca de cómo Dios estaba derramando una unción especial sobre la congregación para levantar emprendedores, hombres y mujeres de negocio, y de la prosperidad que Dios quiso traer a la congregación.

Claro, agregué un poco de enseñanza para señalar la responsabilidad que tiene un hijo de Dios al recibir tal profecía.  Pues toda profecía personal es condicional y depende de nuestra fe y obediencia.  En ese caso también depende de la disposición de los miembros a vivir de acuerdo con los principios del Reino de Dios con relación a sus finanzas.

Compartí la profecía a la congregación, y luego tomé un tiempo para ministrar a algunas personas de forma individual.  Tuve que terminar porque la reunión se había alargada y era tarde y yo estaba ya cansado por estar ministrando tanto tiempo.

Al terminar el culto de repente fui rodeado por una muchedumbre deseando más ministración.  Cada uno estaba desesperado porque no les ministré de una forma individual.  ¡Actuaron como si yo era su última oportunidad de escuchar de Dios, y como si ni habían escuchado nada de lo que había ya ministrado!

Una mujer en particular me compartió de cómo estaba iniciando un negocio y quería que yo le ministrara para poder tener la bendición de Dios.

Tengo que admitir que me molestó mucho la falta de revelación de estas personas (me indicaba que su pastor no les estaba enseñando como debía).  Quise preguntarles, “¿Acaso no escucharon nada de lo que ya ministré a la congregación entera?  ¡La profecía que ministré a todos ya habló específicamente de este mismo asunto! Usted fue incluida en esa profecía.  Dios ya le ministró.  ¿No tiene usted oídos para oír?”1 hearing God 2

Por supuesto, no les hablé tan francamente; les hablé con cortesía pero haciéndoles saber que Dios ya les habló por medio de la profecía general, y que necesitaban ejercitar la fe para recibirla.

La verdad es que este escenario se ha repetido demasiadas veces.  Hasta los mismos pastores frecuentemente me presionan para seguir profetizando de forma individual a cada persona – en muchos casos al grado que es un abuso de mi persona, y he llegado a casa completamente desgastado requiriendo dos o tres días para recuperarme.   Obviamente, este no es al plan ni la voluntad de  Dios.

QUIERO LLAMAR SU ATENCIÓN A DOS PUNTOS QUE CONSIDERAR: 

1. Ellos creyeron que si yo no les ministraba de una forma individual, nombrando sus nombres e imponiendo sobre ellos mis manos, que la ministración general no les aplicaba, que no fueron “ministrados”. 

Tenemos que desechar la idea falsa de que ministración profética sólo puede ser ministrada de una forma individual o con imposición de manos.

Una gran parte del Antiguo Testamento es profecía ministrada de una forma general a una nación o ciudad, pero que se aplicaba a cada individuo ciudadano de ese lugar.  La mayoría de esas profecías fueron dadas al profeta en privado y escritas; después fueron llevadas al rey o a la puerta de la ciudad y leídas a los quienes estaban presentes.  …sin nombrar a cada uno.  …sin la imposición de manos.  …sin derramar medio litro de aceite encima de ellos.

El poder de la profecía es desatado simplemente por haberla declarado.  Es la responsabilidad de nosotros creerla, recibirla y obedecerla para realizar la bendición que Dios está prometiendo.  Esta era la verdad en los tiempos bíblicos y es así todavía hoy en día.

El beneficio de la ministración de un profeta es que tiene una unción y llamado: (una lista parcial)

  • para poder comunicar mensajes de Dios
  • para impartir y despertar dones espirituales
  • para proclamar decretos proféticos que abren brecha o que comiencen los engranes a girar para que la voluntad de Dios se cumpla.

La verdad es que cuando ministre un profeta genuino estas cosas puedan suceder en forma colectiva a todos que estén presentes …si es que reciban la palabra por la fe.  

Yo creo en la imposición de las manos, pero no es la única forma vigente que impartir dones.

Cuando Cristo apareció a Sus discípulos después de Su resurrección, les impartió el Espíritu Santo.  No les impuso manos.  Simplemente habló y sopló (Juan 20:21-22).

1 just say the word 2El centurión romano quien llegó a Cristo en Mateo 8:5-13 sabía del poder y la autoridad de la palabra hablada por Cristo.  Jesús ofreció ir a su casa para orar por el siervo enfermo.  Pero el centurión replicó que no era necesario, que sabía que si Jesús solo declaraba la palabra la sanidad será una realidad.  El centurión sabía que una sola palabra de Cristo era suficiente.  Su fe activó la promesa declarada por Cristo.

Cristo quedó maravillado con la fe del centurión, y declaró que ese gentil mostraba más fe que había encontrado en todo Israel…  (Mateo 8:5-13).  No puedo decirles cuántas veces he deseado ver un pueblo con fe tal como ese centurión romano.  Sin embargo hay mucha ignorancia y falta de madurez dentro del Cuerpo de Cristo.

Muchos todavía no lo consideran una ministración aplicable a ellos al menos que los nombra individualmente, preferiblemente con imposición de manos.  …y si se pueda hacer un show con un poco de drama entonces creen que aún más “ungido”.

Creo que es tiempo de que levantemos el estándar más alto.  Tenemos que volver al patrón de la Biblia. Yo creo que hay suficientes creyentes que puedan aprender a creer como aquel centurión.  …que aprendamos a recibir el poder de la palabra profética de Dios sea que viene de forma colectiva o individual.  Eso seguramente traerá gozo al corazón de Cristo.

2. No tenían confianza de su relación con Dios ni de su habilidad de oír la Voz de Dios por sí mismos.

La cultura católica dejó una huella de doctrina falsa que todavía permanece en la Iglesia Evangélica.   Dentro de la Iglesia Católica, se enseña que existe el clero y los laicos.  Promueve la mentira que los sacerdotes tienen un acceso especial con Dios que los fieles no tienen.  Los fieles dependen del sacerdote para poder recibir perdón de pecados y cualquiera otra bendición de Dios.  No es mi intención ofenderle a nadie, pero esta es una clase de control y esclavitud espiritual, un abuso de autoridad espiritual que eleva unos pocos hombres encima de la multitud.

1 trust 2La verdad es que la Palabra de Dios está bien clara que todos podemos acercarnos al trono de Dios con confianza.

Hebreos 4:16 «Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.»

De hecho, cada hijo de Dios tiene acceso directo con el Padre en el Nombre de Jesucristo y cada hijo de Dios ha  sido declarado rey y sacerdote para con nuestro Dios.

Apocalipsis 1:5-6  dice:  «Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,  6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.»  (Vea también Apocalipsis 5:9-10)

2ª de Corintios 5:18-19 nos revela que los que son hijos de Dios hemos sido encargados el ministerio de reconciliación para reconciliar el mundo a Dios.

Los que son hijos de Dios tienen el derecho, el privilegio y la habilidad de oír la voz de Dios directamente por medio del Espíritu Santo que mora en nosotros.  (Juan 10:27; 1ª Corintios 3:16).  Cada uno de nosotros podamos aprender a discernir la voz de Dios y ser guiados por el Espíritu Santo en nuestro diario vivir (Romanos 8:14).

Es maravilloso cuando somos ministrados efectivamente por un profeta verdadero.  Pero si no sucede, ¡no se desespere!  ¡Usted 1 man-reading-bibletiene algo mejor!  El Espíritu Santo fue dado para guiarnos a toda la verdad, a hacernos saber todas las cosas que necesitamos para lograr la voluntad de  Dios para nuestras vidas (Juan 16: 12-15).

Dios no nos negará ninguna cosa necesaria para poder vivir en santidad y en una forma que le da gloria.  De hecho, la provisión ya está hecha (2ª Pedro 1:3-4).

Cuando el Cuerpo de Cristo capta esa revelación seremos una Iglesia poderosa que avanza el Reino de Dios derribando las fortalezas del infierno (Mateo 16:17-19).

Por el Profeta Cliff Bell  © 2013

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2 thoughts on “CÓMO RECIBIR DE DIOS CUANDO MINISTRA UN PROFETA

  1. Gracias Dios porque tú nos das palabra y nos enseñas a escuchar tu Palabra. A veces nos complicamos, queremos oírte de una manera sobrenatural. Pero te gusta la sencillez.

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