Negociad Entre Tanto Que Vengo

¡Estamos viviendo en tiempos proféticos!  En medio del caos que está en el mundo, ¡es emocionante ver lo que Dios está haciendo!  

¡Que privilegio es ser escogido a vivir justamente en este tiempo para colaborar con Dios para ver Sus propósitos eternos logrados en la tierra!

Algunos cristianos están perturbados al escuchar que están declarando paz entre algunas naciones árabes e Israel.  ¿Significa que ya es el fin?

Cristo viene, y viene pronto.  Pero la Biblia está clara que no vendrá HASTA que todas las cosas profetizadas se cumplen de acuerdo con Hechos 3:21 y Hebreos 10:13. 

Entre tanto, ¡tenemos trabajo que hacer!

A través de Su parábola de las 10 Minas (Lucas 19), Cristo dio instrucciones que siguen vigentes para nosotros hoy… «Negociad entre tanto que vengo…»

En este video comparto varios pasajes bíblicos que hablan directamente a nosotros hoy en día, que nos ayudarán a colaborar con Dios para cumplir Sus propósitos eternos, y que resultarán en que mayor bendición de Jehová para tu vida.

Navegando las tormentas de la vida. Parte 3/3

Parte 3 – LAS TORMENTAS CREADAS POR EL DIABLO

Unos pastores se comunicaron conmigo porque habían estado luchando con una “tormenta” de enfermedad. La esposa tenía semanas con síntomas de mareo y de dolor intenso de la cabeza. Los médicos habían hecho toda clase de estudio, pero no pudieron hallar ninguna explicación.

Frecuentemente, cuando no hay una causa clara natural, es una indicación fuerte que pueda ser un ataque espiritual.

Esta tormenta provocada por el enemigo los estaba tratando de robar salud, tiempo y dinero a esos pastores. Discernimos que el ataque fue iniciado por causa de hechicería hecha en su contra. Entonces oramos juntos por teléfono y reprendimos al enemigo en el Nombre de Jesucristo y cancelamos esa tormenta demoníaca. Dentro de minutos los síntomas desaparecieron.

Para reiterar, hay tres clases de tormentas. Cada una requiere una respuesta diferente:

  1. las que Dios nos envía (porque quiere exigir una respuesta de nosotros por nuestro bien),
  2. las que son creadas por las decisiones malas nuestras o por otros, y
  3. las que son ataques del enemigo.

En las previas dos partes de esta serie yo enseñé acerca de las primeras dos clases de tormentas. En esta última parte quiero cubrir las tormentas que son ataques del enemigo.

Para iniciar a leer desde la primera parte, oprime la siguiente foto:

En la Biblia, la palabra “Satanás” literalmente significa “adversario” o “oponente”. Es la naturaleza del diablo oponer a Dios, a todos los que están aliados con Dios o que están colaborando con Dios. Así que no lo debamos contar como algo raro que el diablo nos odia, o que nos intenta atacar.

No debemos temer al diablo. Dios es mucho mayor y peleará por nosotros.

“Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquél que está en ustedes que el que está en el mundo.” 1ª Juan 4:4

Una de las metas del diablo es provocar temor en nosotros. Pues sabe que si respondemos con temor que nos quita de nuestra posición protectora de fe. Si respondemos con temor, le da a él la ventaja. Si queremos mantener la ventaja sobre el diablo tenemos que seguir firmes en la fe y con gozo por nuestra confianza en Dios. Isaías 12:3 dice: “Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.”

Con el fin de resistir a Dios y de estorbar los planes de Dios, el diablo siempre busca destruir (si fuera posible), resistir, desviar, contaminar, engañar o distraer al cristiano.

Por eso somos mandados a vivir sobrios, en alerta, como soldados de luz. Estamos en una guerra verdadera, y no podemos esperar lograr victoria si nos presentamos en el día de batalla vestidos de pijama y pantuflas.

8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” 1ª Pedro 5:8-10

Cristo dijo en Juan 10:10, El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

El Apóstol Juan afirmó el propósito de Cristo: 1ª Juan 3:8, Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”

Cristo envió a los discípulos con poder para vencer al diablo y para librar los cautivos.

17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” Lucas 10:17-20

Yo he incluido el versículo 20 en donde Cristo les amonestó no permitir que ese poder se les inflara la cabeza. Obviamente Cristo sabía que algunos, al ver manifestaciones del poder de Dios, comenzarían a pensar más de sí mismos que lo que deberían. (Algunas cosas no cambian).

Cristo fue enviado por Su Padre como Representante Suyo en la tierra. Por lo tanto, el Padre Le envió con poder sobre el diablo.   Cristo, a Su vez, envió a Sus discípulos, y ahora a nosotros, como representantes Suyos con esa misma autoridad y poder delegada sobre el diablo y sus demonios.

Jesús declaró en Juan 20:21: “Como me envió el Padre, así también yo os envío.”

Esta autoridad y poder está disponible para aquellos que están viviendo dentro del pacto que Él hizo por nosotros. Esto significa que tenemos que vivir en obediencia a Su Palabra y con fe.

Sea usted un apóstol, profeta, diácono, empresario, alumno, ama de casa, anciano o niño, si usted está viviendo dentro del Pacto, usted tiene esa autoridad y respaldo Celestial usando el Nombre de Jesucristo.

Reitero, la autoridad delegada y el poder se ejerza por medio del Nombre de Jesucristo. No está en aceite, ni sal, ni otros objetos. El corazón idólatra del hombre siempre busca un objeto o fórmula (obras nuestras), pero la Biblia nos enseña que el poder y la autoridad están en el NOMBRE de Jesucristo.

9 Por lo cual Dios también le exaltó (a Cristo) hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:9-11

Así como un abogado representa a su cliente, y hace todo a nombre de ese cliente, nosotros representamos a Cristo y todos los “trámites” espirituales que hacemos los hacemos en el Nombre de Jesucristo.

Así como el abogado no puede hacer nada que no representa correctamente a su cliente, nosotros no podemos hacer nada fuera de la voluntad de nuestro Señor y Rey Jesús. No estamos sirviendo a nosotros mismos sino a la Voluntad del Rey. Tenemos que buscar primeramente Su Reino y Su justicia (Mateo 6:33).

Tristemente, muchos cristianos no viven en obediencia a la Palabra de Dios, y como resultado están fuera del pacto, el lugar de protección y poder. Otros tienen más fe en el poder del diablo que en el poder de Dios para librarles. Éstos son vulnerables a más ataques del diablo. El diablo aprovecha de la ignorancia de los hijos de Dios. Por eso somos exhortados a no ser ignorantes de las maquinaciones del diablo (2ª Corintios 2:11).

Si hemos discernido que una tormenta es un plan maligno del diablo, podemos usar nuestra autoridad en el Nombre de Jesucristo para cancelar ese plan. El diablo tiene que sujetarse al Nombre de Jesucristo. Dios diseñó el orden que nosotros tenemos que colaborar con Él para ver Su voluntad hecha en la tierra.

Una palabra de equilibio…

No podemos echar la culpa al diablo por cada situación negativa que se presenta. Si alguien habitualmente no se cuida de sí mismo, sino se desgasta y come mal, eventualmente habrá consecuencias. Eso se llama la ley de la siembra y la cosecha.

Podemos orar que Dios nos sane, y Dios por Su gran misericordia pueda hacerlo. No voy a juzgar a nadie, pero si eso le sucede, por favor, ¡aprenda de la lección y comience a vivir más sanamente! Es necio seguir invitando problemas de salud simplemente por no cuidarnos.

Colaboramos con Dios para cancelar a las tormentas del diablo principalmente a través de la oración. Por eso fuimos instruidos a orar, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mateo 6:10)

Usamos las armas que Dios nos dio:

LA ORACIÓN

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7

EL AYUNO:

Cristo indicó dos razones por las cuales Sus discípulos no pudieron echar fuera el demonio del muchacho. Primero, su falta de fe. En segundo lugar, con algunas batallas espirituales, es necesario combinar la oración con el ayuno.

Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19  Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20  Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21  Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” Mateo 17:18-21

LA ALABANZA:

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.” Salmo 8:2

La NVI dice: “Por causa de tus adversarios has hecho que brote la alabanza de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho, para silenciar al enemigo y al rebelde.

Interpretamos este versículo usando la máxima Autoridad, la manera que Cristo Mismo la citó en Mateo 21:16, “Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: ‘De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza’?”

Vemos que la alabanza es una arma para callar la boca del diablo. Esto es ilustrado a través de toda la Biblia en ambos Testamentos.

EL PODER DE ATAR Y DESATAR (prohibir y permitir) lo que Dios ya atado o desatado en el Cielo:

A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y lo que desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos.” Mateo 16:19 RVA2015

Esto es lo que Cristo hizo al calmar la tempestad. Cristo no empleó la oración de petición ni de súplica. No pidió que Su Padre calmara la tormenta.

Cristo usó Su autoridad y mandó que hubiese calma, …y la tormenta obedeció. Ese fue un decreto profético verdadero. Jesús sabía cuál era la Voluntad de Su Padre, y como Representante Suyo, hizo el decreto que la ejecutó.

Hay tiempos cuando sabemos cuál es la voluntad de Dios. Como representantes Suyos, entonces, podemos dar el orden en el Nombre de Jesús para ejecutarla.

LA OBEDIENCIA:

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.” 2ª Corintios 10:3-6

Dios ha hecho toda la provisión para que podamos vivir en victoria. Podemos colaborar con Él para cancelar los planes del enemigo y establecer Su Voluntad en la tierra como en el Cielo.

Si usted está viviendo dentro del pacto, y ha discernido que hay un ataque del enemigo en su contra, ¡no se desanime! Al contrario, ¡alégrate! Porque estás en una posición para ver una vez más al enemigo avergonzado y el Nombre de Jesús glorificado.

Pida de Dios cuál sea Su estrategia para la victoria, y comience a implementarla.

Dé seguimiento con persistencia. En Lucas 18:1-8 Cristo nos enseñó de la necesidad de persistir en la oración sin desmayar.

A veces un ataque pueda requerir más que una simple oración. Cuando no veamos resultados inmediatos, pida de Dios si hay otra cosa que quiere de usted. A veces será necesario implementar el ayuno, alguna otra forma de guerra espiritual, o reclutar a otros que se unan con nosotros en la oración del acuerdo. Pero la clave más importante es dar seguimiento y no cansarnos en hacer el bien.

Si Dios no le da instrucciones adicionales, sea persistente y consistente en hacer lo que ya le ha mandado. Entre tanto, nunca dude de la bondad de Dios ni de Su amor y gracia que nos es extendida. Manténgase firme en su fe, porque eso agrada a Dios. Al final de las cuentas, Dios es Él que pelea por nosotros, ¡y Él nunca ha perdido una batalla!

Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.” 2ª Corintios 2:14

Por Cliff Bell, © 14 de febrero, 2020, Todos los derechos reservados.

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Para leer la primera parte de esta serie, PARTE 1 – LAS TORMENTAS QUE DIOS NOS ENVÍA, oprime la siguiente foto…

Otra Escritura que considerar y meditar…

“10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”Efesios 6:10-18

 

Navegando las tormentas de la vida. Parte 2/3

PARTE 2 – LAS TORMENTAS CREADAS POR DECISIONES MALAS

Cada clase de tormenta requiere una respuesta diferente. En el artículo anterior investigamos las tormentas que Dios nos envía. En este artículo veremos lo de las tormentas causadas por las decisiones malas, sean las nuestras o las hechas por otros.

Un versículo clave es:

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”  Gálatas 6:7

Nuestras decisiones y acciones siempre tienen consecuencias, para el bien o para el mal. Y no apenas afectan a nosotros, sino también a otros.

El Rey David no pensó en las consecuencias cuando pecó con Betsabé (2ª Samuel 11).  Aunque Dios le tuvo misericordia y le perdonó, hubo consecuencias difíciles que cambiaron el cuadro de su vida, familia y su legado por siempre (2ª Samuel 12:13-14).

Los que rompen los mandamientos de Dios tendrán que vivir con las consecuencias de rechazar el amor de Dios. Es el amor de Dios que nos dio Sus mandamientos. 1ª Juan 5:3 dice: “Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.”

A mí me gusta mucho esa última frase, porque Sus mandamientos son diseñados para que vivamos nuestra mejor vida, no para negarnos nada.

Todos hemos hecho malas decisiones en algún momento, decisiones que nos costaban mucho: una relación, dinero, tiempo, o más.

He aprendido la manera difícil que nunca es una buena idea hacer una decisión de vida en medio de la desesperación. No es sabio hacer esa clase de decisión mientras que estamos presionados por otros o por las emociones. Es mejor esperar para tomarse el tiempo con calma para contemplar bien las opciones y buscar al Señor y Su Voluntad.

Dios siempre está presente, y nos quiere guiar por Su Espíritu Santo (Romanos 8:14). En Salmo 32:8 Dios nos dice: Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.”

Pero después de haber hecho una decisión y acción equivocada, y nos da cuenta de que nos habíamos equivocado, ¿ahora qué?

Cuando hemos hecho una decisión mala, Dios no nos abandona. Como con David, nuestro futuro será diferente que si nunca habíamos hecho esa decisión. Pero Dios no nos deja sin esperanza. Siempre hay esperanza.

Al darnos cuenta de un error, es tiempo de humillarnos delante del Señor, buscar Su Rostro, confesar nuestro error, y pedir de Su misericordia. Si hagamos eso, el Espíritu Santo “recalcula la ruta” como un sistema de GPS, y nos ayudará a encontrar el camino para llegar al destino.

Lamentaciones 3:22-25 dice:

22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.  23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.  24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. 25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.

Cuando identificamos un destino con el GPS del carro (o usando su teléfono) el GPS escoge la ruta mejor. Al comenzar el viaje, si te desvíes de la ruta, de inmediato el sistema lo detecta y le avisa. Te trata de convencer cambiar tu dirección (arrepentimiento) para volver a la ruta preferida.

El GPS no toma control del volante y no nos fuerza llegar a nuestro destino. Podemos resistir y hasta apagar al GPS y terminar en un destino diferente si lo deseamos. Pero si no lo apaguemos, el GPS seguirá hablándonos, guiándonos, y recalculará la ruta hasta que volvamos al camino y lleguemos a nuestro destino. Así es con el Espíritu Santo.

Busque a Dios con sinceridad. Sea sensible a la Voz del Espíritu Santo. Él le ayudará, le dará de Su misericordia para guiarle al destino que tiene para su vida.

UN EJEMPLO BIBLICO: JOSUÉ Y GABAÓN

En Josué Capítulo 9 vemos que los gabaonitas tenían miedo de Israel. Dios había mandado a Israel a aniquilar a los gabaonitas, a no tener misericordia de ellos ni hacer alianza con ellos.

Los gabaonitas enviaron una delegación especial para engañar a Josué a hacer una alianza con ellos. Se disfrazaron y fingieron que venían de una tierra lejana.

Josué debía de haber consultado a Jehová, pero no lo hizo. Josué confió en su propia sabiduría e hizo alianza con ellos.

Tres días después, Josué se dio cuenta de su decisión equivocada. ¡Había desobedecido a Dios con algo tan serio que afectaba a la nación entera! El problema es que Josué no pudo romper la alianza que él y los líderes habían jurado.

Cuando nos arrepentimos y pidamos misericordia de Dios, Él es fiel para traer un plan redentor. El cuadro será diferente. Todavía hay consecuencias. Pero Dios no nos abandona.

Josué se arrepintió, y Dios le dio un plan redentor. Los gabaonitas fueron permitidos a vivir, pero volvieron esclavos de los judíos y los que llevaban agua y leña para la casa del Señor.

Cuando nos arrepentimos y pidamos misericordia de Dios, Él es fiel para traer un plan redentor. Ahora bien, las acciones no fueron borradas. El cuadro será diferente. Israel estaba ligado a los gabaonitas por siempre. Pero Dios no les abandonó. Todavía entraron a la tierra prometida. Así también con nosotros. El cuadro saldrá diferente, pero Dios nos ayudará a llegar a nuestro destino.

En Capítulo 10, los gabaonitas fueron atacados por cinco reyes (y sus ejércitos combinados) que se juntaron en contra de ellos. Israel tuvo que ir a defenderles y guardar el pacto que había hecho con ellos. Por cuanto se habían arrepentido, Dios les ayudó en la batalla. De hecho, ¡Dios hizo algunos de los milagros más grandes registrados en la Biblia durante esa batalla y literalmente peleó por ellos!

Cuando nos arrepentimos de verdad y clamamos por Su misericordia, Dios no solamente nos ayudará, ¡Él peleará por nosotros!

CUANDO SOMOS AFECTADOS POR LAS DECISIONES MALAS DE OTROS…

Las decisiones malas de David afectaron a él mismo, pero también a muchos más.

  • Betsabé perdió a su esposo Urías y a su hijo.
  • Urías perdió su vida por orden de David.
  • El hijo que nació también perdió su vida.
  • Los padres y familia de Urías perdieron a su hijo / hermano.
  • 2ª Samuel 12:14 dice que las acciones de David hicieron blasfemar a los enemigos de Jehová.

UN EJEMPLO PERSONAL

Mi familia fue cambiada por siempre cuando mi cuñado, en un momento de alta emoción, hizo una decisión que cambió muchas vidas por siempre. Cometió un delito grave y resultó aprisionado. Gracias a Dios, en tiempo, él dio su vida a Cristo dentro de la prisión donde sigue hoy. Pero sus dos hijos que no nos conocían vinieron a vivir con nosotros por varios años. La realidad es que nos costó mucho. Tuvimos que hacer muchos cambios y ajustar a nuestras vidas en maneras radicales.

En vez de resentir lo que sucedió, lo aceptamos como una tarea de Dios para nuestra familia. Doy gracias a Dios que ahora ellos conocen a Cristo y tienen una oportunidad para una vida mejor. Fue un proceso en el cual todos crecimos mucho, pero ahora los contamos como hijos y una parte integral de nuestra familia. Por cuanto buscamos al Señor y dependimos en Él, nos ayudó para cambiar algo negativo en algo positivo.

LA TORMENTA QUE PABLO SUFRIÓ POR LA DECISIÓN DE OTRO.

En Hechos 27, el Apóstol Pablo estaba preso y bajo el cargo de un centurión llamado Julio que lo estaba llevando a Roma por barco. Su vida y su ministerio futuro estaba sujeto a las decisiones del centurión.

Dios le avisó proféticamente a Pablo que hubo una tormenta en el camino y sería mejor esperar. Cuando Pablo lo explicó al centurión, no le hizo caso.

Iniciaron el viaje, y llegó la tormenta tal como Dios había predicho. La tormenta les desvió lejos de la ruta y arriesgó las vidas de todos los que estaban a bordo.

Obviamente no era la voluntad de Dios que sufrieran esa tormenta y que corrieran ese peligro. La decisión mala del centurión afectó a todos.

Pablo clamó a Dios, y Dios le dio otra palabra profética que si todos quedasen en la nave que todos estarían a salvo. Pablo habló al centurión una vez más y esta vez le escuchó. Por fin, en Capítulo 29 vemos que resultaron naufragados pero vivos por una isla llamada Malta.

Parece que Pablo fue desviado de la voluntad perfecta de Dios por la decisión mala del centurión. Pero Dios no abandonó a Pablo. Al contrario, parece que el Espíritu Santo “recalculó la ruta” como el GPS. Le dio influencia para poder predicar el Evangelio delante de las autoridades principales de la isla, abriendo nuevo territorio para el Reino de Dios. Al final de las cuentas, Pablo llegó a Roma y cumplió la voluntad de Dios.

Cuando otros hacen decisiones que nos afectan, tenemos que seguir sensibles a la Voz del Espíritu Santo y depender en Él.

  • Tal vez tendremos que hacer unos cambios no previstos.
  • Quizás el cuadro saldrá un poco diferente que lo que habíamos pensado.
  • Posiblemente nos será costoso, y nos incomodará temporalmente.
  • Pero Dios no nos abandona. Dios puede tomar una situación negativa y cambiarla a una positiva.

Si estamos dispuestos a mantener una buena actitud, oírle y obedecerle, Dios hasta nos puede dar mayor influencia, cosecha y bendición. Él asegurará que nosotros lleguemos a nuestro destino.

Si usted se encuentre en una situación difícil creada por una mala decisión, es mi oración que esto le anima a usted a buscar a Dios y recibir de Su gracia. ¡Dios no le ha abandonado!

Sea dispuesto a arrepentirse si Dios le pide hacerlo, y a cambiar su actitud y perspectiva.

Ejercite su fe para recibir las instrucciones y la sabiduría divina para implementar el plan redentor que Dios quiere realizar. El cuadro tal vez será diferente, pero el Señor le ayudará a llegar a su destino.

Por Cliff Bell, © 21 de diciembre, 2019, Todos los derechos reservados.

Para continuar leyendo de esta serie, Parte 3 – LAS TORMENTAS CREADAS POR EL DIABLO, oprime la siguiente foto…

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Para leer la primera parte de esta enseñanza, oprime la siguiente foto.

Navegando las tormentas de la vida. Parte 1/3

PARTE 1 – LAS TORMENTAS QUE DIOS NOS ENVÍA.

Hay tres clases de tormentas que encontramos en la vida:

  1. las tormentas que Dios envía,
  2. las tormentas creadas por las decisiones malas hechas por nosotros o por otros, y
  3. las tormentas enviadas por el diablo.

Cada clase de tormenta requiere una respuesta diferente.

En esta reflexión quiero enfocar en las tormentas que Dios envía…

Algunos no creen que Dios envía tormentas a nuestras vidas, pero veamos que eso es precisamente lo que sucedió con el Profeta Jonás.

Se pudiera argumentar que esta tormenta nunca hubiera sido enviada a Jonás si no fuera por sus propias acciones. Es cierto. Yo pude haber clasificado esta tormenta como “una creada por nuestras malas decisiones.” Pero el hecho sigue vigente que Dios envió la tormenta, y eso requiere una respuesta diferente. Si Dios es Él que envió la tormenta, reprendiendo al diablo no ayudará.

¿Por qué envió Dios una tormenta a la vida de Jonás?

Jonás estaba resistiendo la voluntad de Dios. Jonás no quiso ir a Nínive tal como Dios le mandó. ¿Por qué? Nínive era la capital de Asiria, la nación que había oprimido y devastado a Israel por años. Por lo tanto, Jonás los odiaba, y no quería predicarles ni estar cerca de ellos.

Está fácil criticarle a Jonás, pero ¿cuántas veces Dios nos ha mandado a hacer algo y Le resistimos, o tardamos en obedecer porque era inconveniente o incómodo para nosotros?

Jonás subió a una nave que se dirigía en la dirección opuesta que la Ciudad de Nínive. La tormenta que Dios le envió no enviado para destruirle a él ni a los demás que estaban en la nave. Dios la envió para aplicar la presión necesaria para que Jonás se arrepintiera.

Podemos decir que, en Su amor, Dios estaba “torciendo el brazo de Jonás” para exigir una respuesta correcta de él. La estrategia divina funcionó, y en tiempo Jonás se dio cuenta que sus acciones arriesgaron las vidas de todos que estaban en la nave con él. Jonás instruyó al capitán que le echase al mar para salvar la vida de los demás. Así lo hizo y la tormenta cesó, y Dios envió un gran pez para tragar a Jonás.

Su situación pareció cambiar de mal a peor. En la barriga de ese gran pez, en ese lugar de desesperación, Jonás comenzó a experimentar arrepentimiento por haber desobedecido a Dios. Lo que es más impactante, Jonás se dio cuenta que en su rebeldía a la agenda de Dios él había hecho un ídolo de su propia agenda.

Jonás proclamó,Cuando en mí desfallecía mi alma, del Señor me acordé; y mi oración llegó hasta Ti, hasta Tu santo templo. Los que confían en ídolos vanos su propia misericordia abandonan. Pero yo con voz de acción de gracias Te ofreceré sacrificios. Lo que prometí, pagaré. La salvación es del Señor.” Entonces el Señor dio orden al pez, y éste vomitó a Jonás en tierra firme. (Jonás 2:7-10)

Un ídolo es cualquiera cosa que amamos más que a Dios, es cuando buscamos algo diferente a lo que Le agrada a Dios. Los ídolos nos separan de Su misericordia y de Su bendición. Jonás había removido a sí mismo de la protección y misericordia de Dios por causa de su idolatría.

Lo que es impresionante es que el tiempo entero que estaba dentro del pez, el pez le estaba llevando más cerca de Nínive, hacia la voluntad de Dios. Por fin le dejó sobre tierra firme en donde él podía obedecer a Dios y cumplir su tarea designada.

Cuando Jonás llegó a Nínive entregó el mensaje que Dios le había dado para decirles. El mensaje era que vendría un juicio a Nínive en 40 días y que serían destruidos.

Al cumplir con su tarea, Jonás decidió permanecer en la región, no porque anticipaba que se arrepintieran los ninivitas, sino porque tenía un deseo morbo de ser testigo de la destrucción de esa grande ciudad y sus habitantes. Jonás todavía tenía un disgusto fuerte por los ninivitas. No logró poder verlos desde la perspectiva de Dios.

Todo cristiano, pero especialmente el que tiene llamado profético, necesita aprender a abandonar sus prejuicios y actitudes personales y ponerse de acuerdo con la perspectiva de Dios. El profeta necesita hacer más que anunciar una palabra acertada. Necesita representar correctamente el Corazón del Padre. Si Dios los ama, y no los amamos, nunca podremos representarle bien, y el resultado es que promoveremos nuestra propia agenda en vez de la de Dios, y ministraremos muerte en vez de vida.

Jonás encontró una colina desde donde pudo ver todo. Consiguió un lugar que tenía la sombra de una planta para protegerle del calor del sol. Comenzó a contar los días en anticipación del gran espectáculo. Era como uno de los habitantes de Roma esperando ver a los cristianos ser matados por los leones.

Sin embargo, los ninivitas se arrepintieron, y Dios cambió Su plan. En vez de destruirles, les brindó misericordia. La destrucción profetizada no llegó. Si Jonás estaba de mal humor antes, ahora se puso molesto. Otra vez, surgió su rebeldía en contra del plan de Dios. Creía que Dios había hecho una mala decisión, que su propia sabiduría era mayor que la de Dios.

Dios vio la actitud negativa y la ira de Jonás y le envió otra clase de tormenta… Dios preparó un gusano para que hiriese la planta que le daba sombra a Jonás. Luego

envió un viento recio solano para incomodarle y llevarle al arrepentimiento. Pero al llegar el calor, el viento y el sol tan fuerte, Jonás volvió más enojado y comenzó a quejar diciendo que prefiriera morirse.

Muy dramático, ¿no crees?

Dios le reprendió a Jonás porque tuvo más misericordia de su comodidad personal que por una ciudad entera llena de gente creada en la imagen y semejanza de Dios, ¡gente que se había arrepentido mejor que el profeta!

¿Y usted? ¿Cómo responde cuando Dios brinda misericordia y bendición a alguien que a usted no le agrada? ¿Está dispuesto a permitir que Dios le muestre Su perspectiva? ¿a cambiar su actitud? ¿que Su amor sea derramado en su corazón?

Otra vez, no es que Dios buscaba provocar dolor a Jonás. La meta de Dios era ayudarle a Jonás a alinearse con Su Corazón para que le pudiera bendecir. Dios le tuvo mucha paciencia, pero tristemente, no tenemos evidencia bíblica de que Jonás cambió de corazón, y ya no escuchamos más de él.

Cuando hay un área de idolatría o rebeldía en nuestros corazones, Dios es fiel para enviarnos una tormenta suficiente para despertarnos y darnos la oportunidad de arrepentirnos y alinearnos con Su Voluntad que trae bendición. Podemos decir que las tormentas que Dios envía muchas veces es una forma de disciplina.

La disciplina del Señor nos muestra que somos hijos y no bastardos. La disciplina no es igual a castigo. La meta del castigo es provocar dolor. La meta de la disciplina es el enseñarnos. Disciplina viene de la misma palabra raíz que “discípulo”.

En Su amor y misericordia, Dios nos da las condiciones necesarias para que nos despertemos, nos arrepintamos y nos alineamos con Su Voluntad para que podamos experimentar Su bendición.

Si usted está experimentando una tormenta ahora mismo, vale la pena examinar a su corazón para ver si hay algo que Dios le pidió hacer al cual usted está resistiendo. ¿Pueda ser que Dios está aplicando presión para exigir de usted un cambio de actitud o un acto de obediencia?

En vez de enfocarse en la maldad de otros, pida a Dios si hay algo en su propia vida que necesita un ajuste, alguna semilla de rebeldía o de idolatría. Si la hay, arrepiéntase. La gracia de Dios está siendo derramada ahora mismo para ayudarle a hacer el ajuste en su vida.

Se le animo a responder correctamente para que Dios pueda derramar sobre usted Su bendición, y para que su ministerio sea duradero.

Por Cliff Bell, © 30 de noviembre, 2019, Todos los derechos reservados.

El Gran Pez, (c) 2006, Ar.Te.Vi

NOTA: La imagen de la pintura, “El Gran Pez”, es por cortesía de la galería Ar.Te.Vi

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Para leer la segunda parte de la enseñanza, oprime la siguiente foto.

REPRESENTANDO BIEN A CRISTO

Milagros y manifestaciones sobrenaturales no significan que Dios aprueba de las acciones, método o carácter del ministro.  Dios frecuentemente permite milagros por amor al pueblo a pesar de un líder que Le está mal representando.

En Números 20, el pueblo de Israel estaba en el desierto y tenía sed y comenzó a murmurar.   Moisés y su hermano Aarón se presentaron delante del Señor.  En versículo 8 Dios le instruyó específicamente a Moisés que HABLASE a la peña para que agua brotara.

Pero Moisés estaba enfadado con la murmuración de la gente.  Se los habló fuertemente y con rabia los llamó “rebeldes”.

Luego, en vez de hablar a la peña, tomó su vara y la GOLPEÓ

– dos veces. 

El agua fluyó.  Era un milagro. 

El pueblo y todos sus animales pudieron saciarse del agua.   Pareció que fue todo un éxito. 

Pero Dios no estaba contento con Moisés y Aarón. 

Números 20:12 dice: 

“Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.”

La Nueva Traducción Viviente lo dice de esta manera:

“«¡Puesto que no confiaron lo suficiente en mí para demostrar mi santidad a los israelitas, ustedes no los llevarán a la tierra que les doy!».”

Dios permitió el milagro por Su misericordia para con el pueblo.  Pero Moisés no había representado bien a Dios, ni Le había honrado como Santo delante de ellos.

Moisés había desobedecido instrucciones específicas.  Sus acciones híper-dramáticos en combinación con su ira y palabras fuertes hacia el pueblo no representó correctamente al Rey de Gloria.   Le costó su entrada a la Tierra Prometida. 

Hay ministros que parecen tener éxito porque los milagros fluyen.  Tienen el reconocimiento del hombre y los aplausos.   Pero, al final de las cuentas, si no representaron bien a Dios, ¿qué les costará?

Milagros no son suficiente prueba de que Dios está feliz con el ministro o que haya aprobado su método, ni mucho menos de una actitud negativa de su corazón. 

Cuando Cristo fue traicionado por Judas en Getsemaní, (Juan 18:10-11), Simón Pedro no representó a Cristo al herir a Malco con su espada cortándole la oreja derecha.  Cristo le tuvo que reprender e instruir a poner su espada en su vaina, y sanó a Malco.   Gracias a Dios que Pedro aprendió de su experiencia y volvió uno de los líderes más importantes de la Iglesia Primitiva.

¿Cuántas veces ministros se ofenden por alguna ofensa percibida de parte del pueblo y se les “corta las orejas” con sus palabras fuertes?  En muchos casos las personas que les han frustrado ni están presentes, pero toda la congregación recibe los golpes.  ¿Cuántos ministros hacen esto para hacerse sentir más grandes, y se auto justifican por los milagros que Dios permite por Su misericordia al pueblo?

Jonás no representó bien a Dios en Nínive. Ni quiso ir porque tenía un disgusto fuerte para esa ciudad que era la capital de la nación que había devastado a su tierra por años.

Jonás no pudo superar a sus sentimientos negativos hacia los habitantes de Nínive.  No pudo comprender por qué Dios les tuviera misericordia y detuviera el juicio que había proclamado cuando Nínive se arrepintió. Jonás estaba más preocupado acerca de su comodidad personal cuando se murió la planta que le daba sombra.

Después de una sola tarea en la cual no representó bien a Jehová, nunca más escuchamos de Jonás.  Su ministerio fue de corta duración. ¿Cuántos ministerios hoy son de corta duración porque no representan bien a Dios?     

Ministros también somos vasos de barro. Es cierto.  Y Dios en Su misericordia nos ha dado una responsabilidad muy grande y temible.  

No fuimos escogidos por nuestro talento, por nuestra sabiduría, ni buen comportamiento.  Es por la gracia de Dios.

Cuando nos creemos muy importantes y ungidos, debamos meditar nuevamente en esta Escritura:

“26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.” 1ª Corintios 1:26-29

La unción no pertenece a nosotros para lanzar según nuestros caprichos, ni para impresionar a los demás con nuestro ministerio.  La unción pertenece a Dios para cumplir Su propósito, y es una responsabilidad temible. 

Tenemos que aprender a morir a nosotros mismos, obedecerle a Dios, y permitir que Cristo sea visto y escuchado por medio de nosotros. 

No podemos permitir que nuestras emociones nos dominen, ni que nuestro estilo robe la gloria que pertenece a Dios. 

Cuando permitamos ser dominados por la frustración, la ira, el orgullo u otro aspecto de nuestra carne  en nuestras vidas, el resultado es que mal representamos el Corazón del Padre a otros  … dejamos de mostrar la Santidad de Jehová a los demás, y arriesgamos nuestro proprio destino profético.

Sea usted un pastor o no, todos representamos Cristo a alguien.  Le invito a orar lo siguiente conmigo. 

Padre Santo, vengo a Ti en el Nombre poderoso de Jesucristo.  Sólo Tú eres Dios, el Gran Yo Soy.  Sólo Tú mereces recibir toda la gloria y honra.

Gracias por haberme amado, salvado, justificado, y llenado con Tu Santo Espíritu (1ª Corintios 6:11).  Gracias por haberme llamado y dado el gran privilegio de ser primeramente Tu hijo (1ª Juan 3:1), y también la responsabilidad uno de Tus representantes aquí en la tierra. Quiero andar como es digno de la vocación con que me llamaste (Efesios 4:1).

Te pido perdón por las veces que yo me engrandecí en mis propios ojos, cuando tenía un concepto más alto de mi mismo que lo que debía de tener, cuando traté a los otros como si fueran menores que yo.

Te pido perdón por las veces que no Te he representado bien, y no he mostrado Tu Santidad a otros.  Te pido perdón por  las veces que he perdido la paciencia, que me he frustrado con los otros – los que Tú amas más que a Tu Propia Vida.  Te pido perdón por las veces que me he permitido engrandecer al grado que llamé la atención a mí mismo en vez de a Ti.

Gracias por Tus misericordias que se renuevan cada día (Lamentaciones 3:22-23), y por el perdón que me ofreces (1ª Juan 1:9).  Lo recibo ahora mismo por la fe. Y por cuanto he recibido misericordia, puedo ser misericordioso.  Por cuando he recibido de tu amor, puedo amar a otros. Por cuanto has sido paciente conmigo, puedo ser paciente con los demás.  Hoy ejercito mi fe para que Tu amor sea derramado en mi corazón por el Espíritu Santo que me fue dado (Romanos 5:5).

Señor Jesús, Tú eres el Buen Pastor, la Iglesia es Tuya y no mía.  Necesito representarte bien.  Por lo tanto me someto a Ti, y por el poder de Tu gracia mostraré Tu amor y benignidad, hablaré la verdad en amor (Efesios 4:15) para ser un mejor representante Tuyo desde ahora en adelante.  Me dedico a exhibir el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-24), tratando a otros con respeto y con dignidad sabiendo que es Tu benignidad que nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:4).

Glorifica Tu Nombre a través de mi vida y en Tu Iglesia. Tuyo es el Reino, el poder y la gloria por siempre.  Amén.

Por Cliff Bell, © 24 de agosto, 2019, Todos los derechos reservados.

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Parte 1 ¿Qué pasó? Cuando una profecía personal NO se cumple.

Después de haber ministrado como profeta por 23 años, y haber profetizado a aproximadamente 50,000 personas puedo atestiguar que la palabra profética verdadera trae vida.  Yo mismo he recibido bastantes profecías que me han sido de provecho.

Tenemos miles de testimonios de vidas edificadas, gente transformada y milagros realizados.  Es raro que voy a un lugar ahora en donde no encuentro alguien que me dice, “usted me profetizó tal y tal cosa, y todo se ha cumplido al pie de la letra.”

Pero cuando una profecía NO se cumple tal como habíamos anticipado, nos deja con muchas preguntas.  No es justo ignorar este tema como si no existe.  

Obviamente Dios no miente.  Entonces, ¿qué pasó?   ¿Fue una profecía falsa? ¿Acaso no respondemos adecuadamente?  ¿Quién falló?  ¿Fue un profeta falso?

Primero, le avisaré que esta publicación será larga, porque hay muchas variables que considerar, y con cada situación las variables cambian.  Solo Dios conoce el cuadro completo.

Pero todos conocemos de profecías que no se cumplieron.  En algún momento tenemos que tratar con las preguntas difíciles con relación a los profetas y las profecías personales.  Necesitamos ofrecer entendimiento bíblico con relación a algunas posibilidades que considerar cuando no se cumplen.

Algunos de los temas que vamos a investigar son:

  • ¿Es absoluta la prueba de Deuteronomio 18:20-22?
  • ¿Existen otras pruebas bíblicas que debamos considerar?
  • La naturaleza condicional de las profecías.
  • ¿Cuáles responsabilidades tiene la persona que fue ministrada?
  • ¿Son infalibles los profetas verdaderos?
  • O ¿Puede un profeta verdadero equivocarse o hablar presuntuosamente en ocasiones?
  • ¿Qué diferencia hay entre los profetas que Dios usó para darnos la Santa Escritura y otros profetas?
  • ¿Qué responsabilidad tiene el profeta si es comprobada que la profecía fue presuntuosa? ¿Cómo debamos responder?
  • ¿Qué dijo Cristo acerca de cómo discernir entre los profetas falsos y los verdaderos?
  • ¿Qué hacemos con nuestras preguntas que quedaron sin respuestas?

Le invito a conseguirse una taza de café, abrir su Biblia, y acompañarme en este estudio revelador.

PRIMERA PREGUNTA: ¿CUÁLES SON LAS PRUEBAS DE UN PROFETA VERDADERO?

Muchos citan a Deuteronomio 18:20-22 como la única prueba para determinar profetas verdaderos o falsos.  La prueba es simplemente: si lo que profetiza se cumple se le consideren un profeta verdadero; y si no se cumple, entonces es un profeta falso. Se le acuerdo que los falsos profetas fueron apedreados.  ¿Ahora cuántos se animan a ser un profeta?

Veamos primero lo que dice este pasaje:

“20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.

21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?;

22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.”

Este pasaje es bastante claro.  Pero cualquier alumno serio de la Biblia sabe que para hallar sana doctrina tenemos que comparar Escritura con Escritura para saber lo que dice el pleno consejo de la Escritura. 

EJEMPLO:  Sabemos que Dios es amor (1ª Juan 4:8) y que hizo la provisión para la salvación de todos.  Algunos llevan esa verdad a un extremo para decir que un Dios amoroso no enviaría nadie al infierno.  Obviamente se les olvidaron interpretar la Escritura que habla del amor de Dios con las que hablan de cómo Dios es un Dios también de Verdad, Justicia, Santidad, y de Juicio.  Para hallar la sana doctrina tenemos que tomar en cuenta el pleno consejo de la Palabra.

Obviamente, que las profecías sean precisas (inspiradas por Dios, de acuerdo con las Escrituras y con los hechos), es una prueba muy importante, pero no es la única prueba bíblica de un profeta.

CONSIDERAMOS LO SIGUIENTE:

PRIMERO, notamos que muchas de las profecías de los profetas en la Biblia NO se cumplieron durante sus vidas. La mayoría de sus profecías eran para futuras generaciones. Por lo tanto, si los hebreos hubieran usado los cumplimientos como su ÚNICA plomada para los profetas, entonces casi todos los profetas del Antiguo Testamento hubieran sido considerados falsos durante sus vidas.

SEGUNDO: Consideremos que algunas de las profecías de los profetas verdaderos y bíblicos NUNCA se cumplieron tal cual como fue profetizado, pero no fueron considerados falsos profetas.

(EJEMPLO 1) El Profeta Jonás profetizó que Nínive sería destruido en 40 días (Jonás 3:4). Esa era una profecía muy específica. Pero como la ciudad se arrepintió DIOS CAMBIÓ SU PLAN y les extendió misericordia (Jonás 3:10). La profecía no se cumplió.

(EJEMPLO 2) Moisés y lo que profetizó a la primera generación que salió de Egipto. Moisés les profetizó que Dios les llevará a la tierra prometida (Levítico 20:24, y muchas más). Pero como esa generación no creyó esa profecía NO se cumplió tal como fue profetizada. El cumplimiento fue trasferido a la siguiente generación (Números 14:26-35). DIOS CAMBIÓ SU PLAN por la rebeldía y por la duda de esa primera generación.

Estos dos primeros ejemplos nos confirman LA NATURALEZA CONDICIONAL DE LAS PROFECÍAS PERSONALES.

EL PRINCIPIO DE LAS CUATRO CLASES DE TIERRA

La profecía viene como una semilla, y tenemos que ser buena tierra y cumplir la palabra y voluntad de Dios.  No queremos perder el provecho de la semilla por causa de nuestra dureza de corazón, falta de madurez o por ser distraídos por los afanes de la vida.  (Lea la parábola del sembrador en Mateo 13:1-23.  Esa parábola se podría ser llamada “la parábola de las cuatro clases de tierra.”)

Después de determinar que una profecía es de Dios, tenemos que creer la palabra, cambiar las cosas en nuestras vidas que están contrarias a Su voluntad, tomar pasos de preparación y de fe hacia adelante, y militar la buena milicia en guerra espiritual (1ª Timoteo 1:18).  Pues, el diablo siempre buscará abortar el plan de Dios influenciando o tentando a los hombres.

EJEMPLO PERSONAL Yo recibí muchas profecías que estaría ministrando en muchas diferentes naciones.  Pero si yo nunca hubiera servido en la iglesia local, si no me hubiera preparado, si no hubiera desarrollado mi relación con Dios, si no hubiera conseguido un pasaporte, ¿a cuántas naciones piensa usted que yo hubiera ministrado?

No quiero en ninguna manera echar culpa sobre nadie, ni agregar dolor a alguien que ya esté sufriendo.  Pero si queremos un estudio completo, tenemos que preguntar:

  • ¿Cuántas profecías fueron abortadas porque no regamos la semilla de la profecía con las lágrimas de la intercesión?  Dios nos mandó orar en Mateo 6:10 que venga Su Reino y que Su voluntad se cumpliese.  ¿No necesita Dios, entonces, que nosotros oremos para que estas cosas sucedan?
  • ¿Cuántas profecías no llegaron a su cumplimiento porque hubo resistencia demoníaca, y no hubo suficientes que entrasen en la guerra espiritual?1ª Timoteo 1:18 “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,”
  • ¿Cuántas fueron abortadas porque alguien rehusó creer la palabra ministrada?  Hebreos 4:2 “…pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.”
  • ¿Cuántas fueron abortadas porque alguien no quiso abandonar el pecado?Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
  • ¿Cuántas no se cumplieron porque la persona nunca quiso tomar un paso de fe y hacer algo que nunca antes había hecho?  Santiago 2:17  “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
  • ¿Cuántas fueron canceladas porque la persona no quiso desarrollar una disciplina necesaria en su vida? Mateo 25:26-27  “Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente… 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.”

PROFECÍAS VERDADERAS CAÍDAS EN MALA TIERRA

Conozco de un hombre que tiene mucho más potencial que yo.  Tenía unción.  Tenía dones.  Parece que pudo hacerlo todo.  Tuvo un buen inicio y Dios le estaba usando poderosamente al nivel de la iglesia local.  Recibió profecías que indicaron un llamado como profeta.  Esa era la intención y voluntad de Dios por aquel hombre.

Tristemente, ese hombre rehusó disciplinarse.  Siempre estaba distraído con otras cosas. En fin, cayó en pornografía, adulterio, y terminó en divorcio.  Hoy en día no está involucrado en ningún ministerio, y ni se congrega.  Todos que le conocemos estamos convencidos que las profecías fueron precisas, pero el provecho de la profecía nunca se realizó.

El tener un llamado no es suficiente.  Muchos son llamados, pero pocos son escogidos. 

(EJEMPLO 3) EL PROFETA NATÁN Y LA PALABRA PRESUNTUOSA

Desde su oficio y autoridad de profeta, Natán proclamó al Rey David que podía implementar su plan de construir un templo para el Señor. Le declaró, “Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo” (2ª Samuel 7:5).

Lo que Natán declaró pareció estar de acuerdo con las Escrituras y doctrinalmente sana. Pareció una propuesta genial. Pues David ya tenía su palacio. ¿Por qué no construir un templo para la gloria de Dios.  Pero no era la voluntad de Dios para David.  Dios tenía Sus razones.

Aprendemos que no podemos profetizar de una convicción del logos (doctrina bíblica); tenemos que recibir una rhema (palabra inspirada) del Señor.  No podemos profetizar sanidad a cada enfermo simplemente porque está de acuerdo con la doctrina correcta. 

Tal vez la amistad y confianza que tenía Natán con David le influenció.  Puede ser que conocemos y amamos a la persona y no podemos entender por qué Dios permitiera que no fuese sanada.  Puede ser que sienta una convicción fuerte, pero eso no siempre indica que ha recibido una rhema departe de Dios.

Cuanto más conocimiento natural tenemos del asunto, y cuanto más estamos entretejidos emocionalmente con la persona, menos somos indicados para ofrecer una profecía pura y precisa.

La presunción es una trampa demasiada fácil en qué caer. Nuestro conocimiento natural y nuestras emociones gritan tan fuertemente que nos impidan oír claramente el silbo apacible y delicado del Espíritu Santo.  O puede ser que al escuchar esa Voz, no la prestamos atención porque podemos estar tan influenciados convencidos por una conexión personal.

Cuando alguien me cuenta su historia, y me involucra con conocimiento natural y una conexión emocional, le digo que ya no le puedo profetizar.  Le comparto principios bíblicos y hago una oración.  Si percibo que he recibido algo del Señor, se lo comparto sin atribuir a Dios el mensaje.

Regresando a Natán y David…  Esa noche el Señor habló a Natán avisándole que había hablado presuntuosamente y que David no era el indicado para construir el templo sino su hijo que reinaría después de él (2ª Samuel 7:12-13). Natán tuvo que tomar responsabilidad por su error y volver a David y avisarle que había hablado presuntuosamente.  David no pensó mal de Natán, sino que aceptó sus palabras e hizo los preparativos para el templo que si hijo Salomón construyera.  David siguió honrando a Natán como profeta.

Años después, Natán tuvo que confrontar a David acerca de su pecado con Betsabé (2ª Samuel 12:7-12). David pudo haber levantado protesta por causa de la palabra presuntuosa anterior, pero no lo hizo. David le siguió honrando como profeta de Dios.

Esto NO nos da licencia para hablar presuntuosamente, ¡claro que NO!  Sigue siendo una cosa muy seria.  Pero SÍ nos indica que HAY MÁS QUE CONSIDERAR QUE PROFECÍAS CUMPLIDAS con relación a profetas.

Vemos por espejo, oscuramente. Lo que conocemos y profetizamos es en parte.

Dios le habló a Moisés en el Monte de Sinaí, con relámpagos, temblores y humo. Aún en la Biblia eso era muy inusual.  Dios habló de tal manera con Moisés porque era necesario establecer a Israel como nación nueva habiéndoles apenas sacado de Egipto, y quiso sacar la influencia de Egipto de ellos.

En contraste, nosotros, “conocemos en parte, y profetizamos en parte… vemos por espejo oscuramente,” (1ª Corintios 13:9,12).  Dios no revela todo a nadie.  Y lo que nos dice frecuentemente viene a través de impresiones y pensamientos del Espíritu, sueños o visiones.  ¡No conozco de un profeta moderno al cual Dios le envió el Ángel Gabriel sonando una trompeta!

¿QUÉ RESPONSABILIDAD TIENE EL PROFETA CUANDO UNA PROFECÍA ES DETERMINADA COMO PRESUNTUOSA?

Si una profecía personal es juzgada y determinada contundentemente como una profecía no precisa, que no era actualmente inspirada por Dios, el profeta debe de tomar responsabilidad por lo que profetizó tal como lo hizo Natán. 

La disculpa debe de ser tan pública y fuerte como el error.  Cuanto sea posible, debe de haber un esfuerzo de traer la verdad a todos que fueron afectados e involucrados. 

Este es un principio bíblico que se aplica a todo.  Por ejemplo, si alguien acusa a otro erróneamente, y lo hace delante de la congregación, entonces una disculpa sincera debe de ser echa delante de la congregación para borrar las dudas.  No es suficiente hablar a la persona en privado si la acusación fue hecha en público.   

Por otro lado, si era un asunto de poca importancia no hay razón de exigir sangre sobre un asunto trivial.   

EJEMPLO: 

Hubo un “profeta” que visitó una congregación. Durante su visita el pastor le comentó en privado que tenía un conflicto con cierta hermana, y que sospechaba que estaba en rebeldía. 

Cuando el profeta se había ido, el pastor tuvo oportunidad de platicar con la hermana, y se dio cuenta que había mal entendido la situación y que ella estaba en orden. El pastor y la hermana quedaron reconciliados y siguieron adelante. 

Varios meses más tarde volvió el profeta, y viendo a la hermana en la congregación la profetizó públicamente que estaba en rebeldía, y que estaba bajo maldición.  Ella quedó devastada. 

Aquí vemos que el profeta profetizó de su conocimiento natural y equivocado, no de inspiración de Dios.  Pero lo hizo con tanta fuerza a gritos que hasta el pastor (que sabía que no era cierto) sintió intimidado y no dijo nada.

El pastor debería haber interrumpido al “profeta” y corregido el error de inmediato, cancelado toda palabra de maldición.  Pero como no lo hizo, la mayoría de la congregación siguió creyendo la acusación falsa y pensando mal de la hermana.

Unos ancianos me llamaron preocupados por la hermana que se había caído en una depresión sintiendo confundida, y rechazada por el pastor y por Dios por causa de la “profecía”.

Cuando yo me enteré, conversé con el pastor, y le pregunté si él creyó que la profecía era precisa, y me dijo que no.  Él también admitió que no era justo que la hermana fuera acusada públicamente.  Entonces le dije que necesitaba declarar delante de la congregación que esa profecía no era de Dios y romper la maldición tan públicamente como había sido declarada.

Tristemente, nunca lo hizo porque era muy pasivo.  Gracias a Dios, yo pude orar por la hermana para romper la maldición.

Tenemos que ser discernidos, pero al mismo tiempo no vivir en la sospecha ni andar buscando a quién apedrear.

¿QUÉ DE PROFECÍAS QUE PARECEN SER NO PRECISAS?

Es necesario comprobar que una profecía es no precisa sin lugar a duda antes de declararla como tal.    A veces una profecía que parece faltar precisión hoy, pueda ser comprobada como profecía precisa si es dada suficiente tiempo para su cumplimiento. No siempre sabemos el tiempo de lo que profetizamos.

EJEMPLO:  En Juan 11:4 Jesús profetizó acerca de Lázaro, “Esta enfermedad no es para muerte.”  Otras versiones traducen Sus palabras, “Esta enfermedad no terminará en muerte.”

Los discípulos pensaron que Lázaro no iba morirse. Tenían una profecía precisa, pero una interpretación incorrecta.  Sabemos que Lázaro falleció antes de que Cristo pudiese llegar.  Pero Cristo le levantó de los muertos cuatro días después, así que no terminó en muerte.

¿PUEDE UN PROFETA VERDADERO EQUIVOCARSE?

Tal como con los médicos cirujanos, entre los profetas no hay lugar para errores porque le puede costar la vida o destino de alguien.   Pero si decimos que nunca fallamos, entonces nos convertimos en herejes, porque la Biblia nos revela que solo Dios es infalible.   

Muchos han puesto sobre los profetas un estándar imposible de cumplir y que en muchos casos es motivado por un espíritu legalista y fariseo que últimamente le lleva a manipulación y control.   Por otro lado, si el profeta revela su humanidad haciendo un error, corre el riesgo de ser acusado de ser un  falso profeta.

CONSIDERE LO SIGUIENTE:

(1) Si mantenemos la posición de que profetas tienen que profetizar siempre 100% precisos y acertados, siempre libre de errores…  ¿Cómo, pues, entrenaremos a más profetas?

Para los que dicen que a profetas no se les entrena, se le acuerdo que aún en el Antiguo Testamento tenían escuelas de profetas.  Los “hijos de los profetas” estaban bajo la tutela de los profetas experimentados, reconocidos y maduros.

EJEMPLO: Eliseo era uno de los hijos de los profetas, sirvió a Elías, su mentor y padre espiritual. En el tiempo correcto, el manto fue pasado de Elías a Eliseo (2ª Reyes 2).  A su vez, Giezí era el criado de Eliseo y uno de los hijos de los profetas; tristemente no pasó la prueba y nunca se realizó la plenitud de su ministerio (2ª Reyes 5).

Se requiere preparación, entrenamiento y tutela antes de ejercer cualquiera clase de ministerio.

  • Se le nota cuáles son los ministros que faltan preparación bíblica porque son vulnerables al engaño, a los movimientos de hombre que vienen como “modas,” y a las doctrinas de demonios.
  • Los que faltan preparación en su carácter en mayor parte son los que lastiman y trasquilan al pueblo de Dios.
  • Los que faltan preparación en asuntos de liderazgo y administración permanecen con ministerios de poco impacto.  (Lea la parábola de los talentos: Mateo 25:14-30.)
  • Los que no reciben entrenamiento y tutela en la ministración profética típicamente lastiman a multitudes.  En tiempo, vuelven lastimados ellos mismos, o se convierten en adivinos, o líderes manipuladores de grupos pequeños de seguidores ciegos.

(2) Si mantenemos la posición de que los profetas nunca puedan equivocarse, y que sus profecías son siempre 100% puras y tal como Dios lo hubiera dicho, la conclusión sería que son infalibles. 

Si son infalibles, entonces requiere que sus seguidores consideren sus declaraciones proféticas al mismo nivel de autoridad y de revelación como las Escrituras.  ¿Cuál sería el resultado de tal percepción?  Esa es herejía. 

EN EL ANTIGUO PACTO DIOS PUSO MAYOR LA RESPONSABILIDAD SOBRE SUS PROFETAS.   La razón primordial, es que las Escrituras no estaban completas y los profetas eran la manera principal que Dios utilizaba para hablar a Su Pueblo.

LOS PROFETAS QUE PRODUJERON LAS ESCRITURAS FUERON INSPIRADOS POR DIOS.  Sabemos esto porque 2ª Timoteo 3:16-17 dice:

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

Hubo una protección divina sobre los profetas que Dios escogió para producir las Escrituras porque Dios sabía que fuera necesario para el avance de Su Pueblo e Iglesia.  Dios sabía que necesitaríamos una palabra profética más segura para usar como reglón o plomada. La Escritura es esa “palabra profética más segura” (2ª Pedro 1:19).

Nosotros tenemos que usar esta herramienta que Dios nos dio para medir las demás profecías. Pero la Biblia nunca implica que todos los profetas eran precisos 100% del tiempo.

Al contrario: vemos en Deuteronomio 13:1-5, Dios mandó al pueblo que ellos también tenían que usar discernimiento y sentido común.  Dijo que si acaso llegaba un profeta haciendo milagros y profetizando que deberían de seguir otros dioses, que aquel era un falso profeta y que no le debían de creer.

Aún durante el Antiguo Testamento, cada individuo tenía una medida de responsabilidad con relación a cuánto creer de lo que fue profetizado. Tenían que juzgar a las profecías con la vara de medir de la verdad que Dios había establecido hasta ese punto.  Más parece que la mayoría de la responsabilidad fue puesta sobre el profeta por su POSICIÓN DE INFLUENCIA. 

TODOS tenemos una responsabilidad de juzgar las profecías para no ser engañados, pero los con autoridad e influencia llevan una responsabilidad mayor.

“A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Lucas 12:48).  Con la abundancia de Biblias y de herramientas de estudio bíblico, en mi opinión nuestra  generación tiene más responsabilidad que cualquiera otra.

Dios siempre nos hace responsables por la medida de Su Palabra que está a nuestro alcance.  Hoy en día tenemos más acceso a la Verdad bíblica de Dios que en cualquiera otra época en la historia.  Si usted está leyendo esto usando un teléfono inteligente, hay aplicaciones de la Biblia que pueda descargar y emplear con múltiples versiones.

Con la apertura del Movimiento Profético y Apostólico Dios nos dio todas las herramientas apropiadas para poder juzgar a las profecías para determinar si son de Dios o no. Hasta nos permitió la invención de grabadoras para poder grabar las profecías para poder juzgarlas sin depender apenas de la memoria.  Todos somos mandados a conocer las Escrituras para poder juzgar correctamente las profecías.

Como esta enseñanza ha vuelto muy largo, lo voy a continuar en una segunda parte.  Para continuar leyendo, favor de seguir este enlace haciendo un clic en la foto: 

Por Cliff Bell, © 11 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

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Parte 2 ¿Qué pasó? Cuando una profecía personal NO se cumple.

Esta es la segunda parte de una serie de dos partes acerca de cómo responder cuando una profecía NO se cumple.  Si no lo ha hecho, se le recomiendo leerlo desde el inicio haciendo un clic en la foto a la derecha. 

A continuación…

DIOS UTILIZA  A VASOS DE BARRO

Dios utiliza seres humanos, vasos de barro (2ª Corintios 4:7), y que somos falibles para ministrar en la profecía.  El elemento humano involucrado en la profecía garantiza que habrá errores ocasionales.

Obviamente, los que conocen mejor las Escrituras, la naturaleza de Dios y el Corazón y propósito de Dios, que caminan en el temor de Dios y que aman a los otros tal como Dios los ama podrá comunicar el mensaje de Dios con mayor precisión y consistencia.  Los que faltan en esas cosas lo podrán hacer con menos consistencia. 

SOMOS MANDADOS A JUZGAR A LAS PROFECÍAS

Por causa del elemento humano involucrado, somos mandados por Dios, con relación a las profecías, a “examinad lo todo; retened lo bueno (1ª Tesalonicenses 5:20-21).

Estas palabras actualmente implican que dentro de una profecía precisa pueda haber un elemento de origen humano y no “bueno”. El elemento humano involucrado en la profecía garantiza errores ocasionales.

¿Si encontramos un detalle no preciso, desechamos la profecía entera?

¿Le gustan los mariscos?  ¿Cuántas veces al comer un pescado, le ha picado una espina?  Cuando eso sucedió, ¿acaso rechazó el platillo entero? ¿Denunció el chef como chef falso? Por supuesto que no. Eso sería ridículo.  ¿Qué hace uno entonces?  Antes de comer más, lo examina para remover las demás espinas y aproveche de la comida rica.

En vez de rechazar a una profecía o a un profeta por causa de una “espina” de influencia humana, debamos examinarla mejor, dejar a un lado lo que no era de Dios, pedir a Dios cómo interpretar lo que sí es de Dios, y entonces aplicar lo bueno a nuestras vidas.

El Espíritu Santo nos fue dado a cada hijo de Dios para guiarnos a toda la verdad y ayudarnos con tales asuntos. (Juan 16:13-15) Es Su deleite hacerlo, y nunca le negará lo que necesita para poder vivir en Su perfecta voluntad.

RENDICIÓN DE CUENTAS

Cuando los médicos cirujanos hacen un error, tienen que revisar lo acontecido, evaluar lo que fue hecho bien, identificar lo que fue hecho mal o que pudo ser mejorado, y entonces determinar cuáles acciones necesitan tomar la próxima vez para no repetir el mismo error. A veces el médico está puesto bajo la supervisión de otro, o hasta su licencia es suspendida hasta que pueda recibir más preparación y asegurar que no repite el mismo error.    Rinden cuentas con otros médicos y consulten el uno al otro para mejorar su práctica médica.  LO MISMO DEBE DE ACONTECER ENTRE LOS PROFETAS.

“Hablan los profetas dos o tres, y los demás juzguen.” 1ª Corintios 14:29

Cuando dice, “los demás juzguen,” (1ª Corintios 14:29) ¿a quién se refiere?

Puede referir a todos nosotros, pero creo que implica más a los demás profetas presentes y también los líderes de la congregación.

Un profeta verdadero no tendrá ningún problema si alguien tenga una pregunta sincera acerca de lo que profetizó. Los que se ofenden al cuestionar una profecía que han dado revelan su inmadurez y soberbia, cualidades que indican que no es un profeta verdadero o que fue nombrado prematuramente.

Dios pone una responsabilidad mayor sobre los que son líderes de una congregación para que vigilen y que juzguen lo que está siendo proclamado en la iglesia para proteger a los que son nuevos y vulnerables.

Una razón principal por la cual hay tantas iglesias dañadas por falsos profetas no es por tanto por los falsos profetas.  Siempre han existido.  Es la falta de conocimiento bíblico.  Si la estudiaran y si la guardaran en su corazón, podrían detectar una profecía falsa la mayoría del tiempo.  Los pastores necesitan ayudar a sus congregantes a desarrollar la disciplina personal de leer y estudiar la Palabra de Dios.

Para nuestra vergüenza, hay muchos pastores que carecen de conocimiento bíblico y de discernimiento.  Tales pastores que permiten a falsos profetas a devastar a la Iglesia también rendirán cuentas al Señor.

No hay ninguna razón que un cristiano hoy en día no tenga y lea una Biblia. Si usted está leyendo este artículo en su teléfono inteligente, puede descargar una Biblia digital y estudiarla.

Tristemente, mucha gente hoy en día quiere ser entretenida, y mientras tiene comezón de oír, el diablo es fiel para enviar alguien que le dirá lo que desea oír. Los que no valoran a la verdad, y los que son ignorantes de la Biblia son más vulnerables al engaño. (2ª Tesalonicenses 2:9-12)

GRABACIÓN DE LAS PROFECÍAS PERSONALES

En Christian International insistimos en grabar las profecías personales y hacerle llegar una copia a la persona que fue ministrada.  Así hay un registro de todo lo que fue declarado.  Es una protección tanto para el profeta como la persona siendo ministrada.

Es peligroso soltar profecías personales sin grabarlas.  Es demasiado fácil que alguien se acuerde apenas de lo que le agradó, y sacarlo fuera de contexto mal aplicando la profecía. Y después la echa culpa al profeta…

Está el ejemplo clásico involucrando el Dr. Bill Hamon. 

Un hombre vino a su pastor muy feliz y le comentó que Dios le había dado permiso para divorciar a su esposa.  Por supuesto, su pastor no quedó convencido. Entonces el hombre declaró, “Sí, pues el Dr. Bill Hamon me profetizó que yo pudiera divorciar de mi mujer.  De hecho, yo tengo la grabación,” sacando un casete de su bolsillo.

Su pastor no le pudo creer, e insistió en escuchar exactamente lo que había sido profetizado.  Al reproducir el casete, escucharon que la profecía decía, “hijo, te voy a librar de la carga que has llevado por años…”

Otra vez veamos a una profecía precisa, pero una interpretación y aplicación incorrecta.

APLICAMOS LA PRUEBA DE DEUTERONOMIO 18 AL REVÉS… 

¿Puede un PROFETA FALSO proclamar una profecía que se cumple?

La respuesta obvia es que si no fuera así, ¡no tendríamos a tantos falsos profetas, ni adivinos!  ¿Cómo piensa usted que adivinos como Walter Mercado tienen tanto éxito?  El diablo puede inspirar y hacer cumplir una “profecía” cuando el hombre se pone de acuerdo con él y coopere con él.

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” 1ª Juan 4:1-2

Ejemplo 1:  Balaam nos dio la única profecía mesiánica en el Libro de los Números (Capítulo 24:17-19), la cual era actualmente de Dios; pero la Biblia le etiquetó como un adivino (Josué 13:22), no como un profeta.

Creo que el hecho de que Balaam actualmente profetizó unas profecías de Dios fue una intervención especial de Dios, no lo normal.  Números 22:5 dice que, “Jehová puso palabra en la boca de Balaam…” Balaam no sirvió a Dios sino a sí mismo.  Su motivación era el lucro.  La única razón que no maldijo a Israel es que Dios le amenazó con muerte.

Fue otra ocasión como cuando Dios permitió que el espíritu de Samuel apareciera a Saúl cuando Saúl consultó a una bruja.  Hasta la bruja se sorprendió; ¡no era lo que anticipaba!  (1ª Samuel 28:7-20) Dios llama la adivinación y la brujería abominaciones y nos prohíbe que los consultemos. Pero en estas dos ocasiones parece que Dios intervino por causa de Su Pueblo Israel.  Se le acuerdo que Dios todavía considera la adivinación y la hechicería como abominaciones.

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,  11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.” Deuteronomio 18:10-12

Ejemplo 2:  En Hechos 16, lo que gritaba la muchacha que tenía espíritu de adivinación era palabra precisa y correcta según los hechos.  Sin embargo, fue inspirada y controlada por un espíritu maligno y Pablo lo discernió.  El demonio en ella quiso distraer de lo que Dios estaba haciendo, y quiso implicar que ella ofrecía lo mismo que Pablo y Silas.

Se le acuerdo que hay tres fuentes posibles de una profecía:  Dios, el hombre o el diablo.  Salmo 103:20 revela que los ángeles de Dios ejecutan lo que es la palabra declarada de Dios en la tierra.

“Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto.” Salmo 103:20

Por otro lado, los demonios son ángeles caídos dedicados a resistir la Voluntad de Dios, y buscan ejecutar palabras que van en contra de la Voluntad de Dios.  O sea, nuestras palabras pueden ser empoderadas y ejecutadas por ángeles o por demonios dependiendo de la fuente que nos ha inspirado.

“La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios 18:21

Estoy convencido que muchos profetas falsos profetizan inspirados por demonios de adivinación y de hechicería.  Por lo tanto, hay demonios dispuestos a ejecutar la palabra falsa.  Esa es una razón por la cual necesitamos entrar en la guerra espiritual, para atar esa actividad demoníaca, y para militar la buena milicia con lo que Dios ha declarado.

LOS FALSOS PROFETAS PUEDEN HASTA PRODUCIR MILAGROS.

Cristo nos dijo contundentemente en Mateo 7:21-23 que aunque uno hace milagros y señales en el nombre de Jesús, ¡NO significa que es un hijo de Dios! Claramente, el hecho de que produce profecías acertadas o que se cumplan, o que haya milagros NO es suficiente prueba de que son profetas verdaderos de Dios, ni hijos de Dios.

UNA NUEVA PLOMADA PARA LOS PROFETAS EN EL NUEVO TESTAMENTO

Los profetas deban de proclamar profecías precisas,  pero eso nunca ha sido una prueba absoluta.  Cristo estableció una nueva plomada con relación a los profetas del Nuevo Testamento.  Siempre tenemos que considerar el contenido de sus profecías.  Pero Cristo NO dijo que conoceríamos a los profetas por sus profecías acertadas, ni por sus milagros, ni demostración de poder sobrenatural.

Cristo afirmó MÚLTIPLES VECES que conoceríamos a los profetas “POR SUS FRUTOS”  (Mateo 7:15-23).

¿A QUÉ SE REFIERE “LOS FRUTOS”?

Los frutos se refieren al resultado de la profecía y de la ministración. ¿Qué produjo ese ministro?:

  • ¿División o unidad? Dios no anda dividiendo a congregaciones.
  • ¿Muerte o vida? Debe de ministrar vida. (Juan 6:63)
  • ¿Confusión o claridad? Dios no es el Autor de confusión, sino de paz y de orden.
  • ¿Edificación, exhortación y consolación?  ¿O condenación y destrucción?
  • La iglesia de Jesucristo debe de ser edificada y el Nombre de Cristo exaltado.

Además, “el fruto” también habla del fruto de nuestras vidas, aspectos de nuestro carácter:

  • la motivación correcta (1a Corintios 13)
  • un matrimonio sano,
  • en cuanto a su moralidad – intachable,
  • en su ministración es maduro y sabio al tratar con asuntos delicados,
  • no un neófito,
  • que tiene un mensaje bíblico y equilibrado,
  • que usa métodos éticos y bíblicos,
  • que sigue el protocolo correcto,
  • que honra a otros,
  • que maneja bien y con transparencia el dinero, etc.
  • Por supuesto, debe de haber una consistencia en ministrar profecías precisas y edificantes.

¿PROFETA FALSO?

No es sabio etiquetar a una persona como “falso” a la ligera, porque eso implica que tiene la motivación para engañar.  Nunca debamos estar apresurados a etiquetar a nadie así, porque es raro que comprendamos el cuadro completo.  No siempre es tan obvio todo lo que está en el corazón de las personas involucradas.

Sabemos que Dios sana (Isaías 53:5; 1ª de Pedro 2:24; Santiago 5:14-15).   Es la voluntad de Dios que seamos sanos (3ª Juan 2).  El producir sanidad y milagros fueron algunos de los aspectos principales del ministerio de Cristo y los apóstoles en el Libro de Los Hechos.  Cristo Mismo declaró que los que creemos en Él haríamos las mismas obras que Él hizo y aún mayores (Juan 14:12).   Pero nuestra doctrina correcta de sanidad no nos autoriza profetizar sanidad a todos cada vez.

  • La profecía al Rey Ezequías en Isaías 38:1 no era, “te voy a sanar.”  Era, “ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.”  Esa era la rhema de Dios.
  • La profecía dada al panadero del faraón mediante un sueño que José interpretó era que sería ejecutado en tres días.  (Génesis 40:18-19)
  • La profecía que Cristo dio a Pedro en Lucas 22:31-32 era, “Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte.”  Eso no suena como las profecías de prosperidad que son muy populares hoy en día.

Dios sabe mejor que nosotros cuál es Su voluntad.  Él conoce de los detalles y los secretos del corazón de cada individuo.  Nosotros no.  Por eso, tenemos que resistir la tentación de profetizar sanidad a CADA enfermo al menos que realmente tenemos una rhema del Señor.   Cristo no sanó a cada enfermo cada vez (Mateo 13:58).

UN EJEMPLO PERSONAL

Hace varios años el hijo joven de un buen amigo se enfermó con cáncer.  Todos le amaban.  Era un adorador, disciplinado, muy trabajador, y muy devoto a Dios.  Yo estaba convencido que Dios le sanaría.  Pero como yo sabía que pudiera ser influenciado por mi amor por mi amigo y por su familia, yo consulté a varios otros profetas y a mi equipo de intercesión.  El consenso de todos era que Dios le sanaría y que no era la voluntad de Dios que este joven falleciera.

Con el temor de Dios, pero con plena convicción de que hacía lo correcto, yo profeticé que joven sería sanado.  Sin embargo, unos meses después, el joven falleció.  Yo estaba tan seguro de la profecía que creí que si fuera necesario Dios le levantaría de los muertos.  Oré en la casa funeraria anticipando que se levantaría.  Pero no se resucitó.

Yo me quedé devastado.  Sentí que había fallado a mi amigo y a su familia.

Yo había sido tan seguro que había oído correctamente la Voz de Dios.  Yo había visto a otros recibir su milagro, y no entendí por qué este joven no recibió el suyo.  Le pedí perdón a la familia por haber profetizado presuntuosamente.  Su familia fue muy amable conmigo, y me dijeron que la profecía sí se cumplió, porque en la Presencia de Dios su hijo y hermano está sano. Pero yo no estaba en paz.  La profecía no se cumplió tal como yo lo había anticipado y deseado.

¿Tenía la familia razón? ¿Puede ser que yo mal-interpreté lo que recibí del Señor, y que Dios me estaba indicando que la sanidad sería al otro lado del velo?  ¿Me faltó más fe?  No creo que el diablo tenga el poder para quitar la vida de un hijo de Dios sin Su permiso.  Por fin, tuve que dejarlo en las Manos del Señor y seguir adelante.  Un día tendremos las respuestas a esa y a otras preguntas.

Como ministros tenemos que caminar en equilibrio entre (1) ejercitar nuestra fe para operar en los dones del Espíritu para profetizar y ver milagros que Dios promete y (2) usar cautela para no confiar en nuestro conocimiento natural ni profetizar ni ministrar presuntuosamente. 

Siempre debamos depender en el Espíritu Santo y no en nuestra propia habilidad o experiencia.  El momento que pensamos que sabemos cómo hacerlo, cambiamos de fe a la soberbia, y Dios nos puede resistir (1ª Pedro 5:5).

¿HA CAMINADO USTED SOBRE EL AGUA?

Muchos critiquen a Pedro por haber quitado sus ojos de Cristo, y por haber fijado en las olas mientras que caminaba sobre el agua mientras que los demás discípulos se quedaron en la comodidad y seguridad de la barca.  ¡Por lo menos Pedro caminó sobre el agua un poco! (Mateo 14:25-31).

Lo mismo se aplica a la profecía y la operación de los donesEstá fácil criticar y acusar a alguien que en medio de una tempestad se equivocó.  Todos afirman después de la situación que pudieron haber hecho mejor.   Pero, ¿en dónde están todos en medio de la tormenta?  Normalmente están en su barca con la boca cerrada y brazos cruzados. 

Los demás se fijen en el momento que falló.  ¡Pero se les olviden que por unos momentos Pedro actualmente caminó sobre el agua!   Pedro no siempre tenía la respuesta correcta para cada situación, pero siempre estaba dispuesto a involucrarse y “echarle ganas.”

Prefiero ser como Pedro y equivocarme de vez en cuando que permitir que mi pasividad le niegue el milagro que otros necesitan.  Gracias a Dios por las multitudes de milagros y cumplimientos, y por las vidas transformadas por causa de profecías precisas.

No siempre sabemos este lado de la Eternidad todo lo que ha pasado aquí en la tierra.

LA NATURALEZA HUMANA QUIERE RESPUESTAS.  DIOS NO SIEMPRE NOS LAS OTORGA.

Cuando algo sucede que percibimos como negativo, la naturaleza humana quiere saber lo que pasó.  Queremos saber quién falló, para poder echarle la culpa y castigarle. Como si pudiéramos causar dolor a otro también que eso solucionara nuestro dolor.  No es así.  Queremos saber ¿por qué?

La realidad es que Dios no siempre nos revela el por qué.  Cuando la respuesta nos es negada, tenemos que dejar ese asunto en las Manos de Dios y seguir confiando en Su amor y bondad aunque no hemos recibido las respuestas.  Uno puede volverse loco tratando de averiguar las respuestas a la pregunta, ¿por qué?

Aún si Dios se lo revelara, ¿qué haría?  ¿Criticar, denunciar y castigar la persona que falló?  ¿En dónde está el provecho en eso?  ¿Cómo recibiera Cristo la gloria en eso? ¿Qué haría si usted mismo era la persona que falló?  Mas vale dar gracias a Dios que la misericordia triunfa sobre el juicio (Santiago 2:13).

Déjalo en las Manos del Juez del Universo.  Siga confiando en Su promesa que ayudará TODAS las cosas para nuestro bien (Romanos 8:28). 

 

En conclusión, permitamos que Dios sea el Juez de los hombres.  Pero nosotros debamos observar y evaluar el fruto de aquellos que ministren en nuestros medios.    Tomamos en cuenta la consistencia en ministrar profecías precisas, pero aún más, prestamos atención a su carácter, el fruto de su vida y ministración. Cuando hay un patrón de demasiado “humo,” a lo mejor hay “fuego” también.   Además, todos somos responsables a juzgar a las profecías a la luz de las Sagradas Escrituras, por el testimonio del Espíritu, y según los hechos.

Espero que esto le ayude a comprender algunas de las dinámicas con relación al ministerio de los profetas y cómo debamos responder.  Es mi oración sincera que el Espíritu de Revelación y de Verdad le guíe a discernir correctamente a las profecías y a los que ministren en sus medios.

Por Cliff Bell, © 11 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

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OTRAS ENSEÑANZAS RELACIONADAS:

 

Diferencias entre los Profetas del Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto

Al oír de un profeta ¿qué visualizas? ¿Acaso surge una imagen de alguien de cabello largo y una barba larga, vestido de piel de camello, que come langostas y que está pronunciando juicio sobre los pecadores?

¿Alguien similar en estilo a Elías, Jonás o Juan el Bautista?

Hay mucho que podemos aprender de las vidas y ministerios de los profetas del Antiguo Testamento, pero no debamos usarles como un modelo en todo. Dios quiere que seamos actualizados al Nuevo Testamento. El modelo del profeta del Nuevo Pacto es Jesucristo Mismo.

El ministerio del profeta es la única de las cinco vocaciones ministeriales (Efesios 4:1,11) que se encuentra en ambos Testamentos en la Biblia.

Cuando Cristo inició Su Iglesia y nos cambió del Antiguo al Nuevo Testamento, dio continuidad al ministerio del profeta, pero los hizo como una parte de un equipo (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros nombrados en Efesios 4:11-16).

Cada una de estas cinco vocaciones ministeriales representa una quinta parte del ministerio de Cristo Mismo a Su iglesia, y son dadas para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para edificar a la Iglesia, cada una con su unción y función particular.

La función del profeta (lo que hace) no ha cambiado entre el Antiguo y el Nuevo Pacto. No obstante, aunque la función no ha cambiado, la apertura del Nuevo Testamento y la época de gracia (en vez de la Ley) demandan un cambio en el enfoque y el mensaje proclamado por los profetas.

Hay algunas personas que luchan con el concepto de profetas modernos por cuanto creen que una función de un profeta es producir más Escrituras. Ese es un concepto erróneo.  Dios usó a muy pocos de los profetas para producir lo que es ahora Sagrada Escritura.

La Biblia hace mención de cientos de profetas, algunos por nombre, pero la gran mayoría no fueron nombrados. 1ª Reyes 18:4 revela que hubo una matanza de profetas por Jezabel (no sabemos cuántos ella logró matar), y que hubo 100 profetas más escondidos en cuevas por Abdías. De los cientos, tal vez miles de profetas que vivieron durante el Antiguo Testamento, menos de a 30, produjeron escritos que están incluidos en la Santa Biblia.

Gracias a Dios, las Escrituras ahora están completas. Nadie hoy puede agregar a las Santas Escrituras. Toda profecía declarada hoy está sujeta a la Biblia ya escrita.

Aquí quiero destacar las diferencias más notables entre el ministerio del profeta del Antiguo Pacto y el del Nuevo Pacto.

DIFERENCIA #1
LOS PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO MINISTRABAN BAJO LA LEY; LOS DE HOY MINISTRAN BAJO LA GRACIA.

Bajo la Ley, la pena de muchos pecados era la muerte, y los culpables fueron apedreados: los blasfemos, idólatras, los que incitaban otros a la idolatría, los fornicaros y adúlteros, y hasta los hijos rebeldes y borrachos. (Deuteronomio 13, 17, 21, 22; Levítico 24). Hubo muchas reglas estrictas que tuvieron que guardar.

CONSIDERANDO LA SEVERIDAD DE LA LEY, NO ES, ENTONCES, UNA MARAVILLA QUE LAS PROFECÍAS DE LOS PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO SE ENFOCARON MUCHO EN EL PECADO Y EL JUICIO.

En el Antiguo Pacto tuvieron que hacer sacrificios continuos de animales para “pagar el enganche” para el pecado hasta que el precio entero pudo ser pagado. …algo que solo la Sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios, pudo pagar el precio en su totalidad (Hebreos 10:11-14).

EN CONTRASTE, LOS PROFETAS DEL NUEVO TESTAMENTO MINISTRAMOS EN LA ÉPOCA DE LA GRACIA. El precio del pecado, de TODO pecado, fue puesto sobre Cristo en la Cruz del Calvario.

Toda la ira de Dios fue derramada sobre Cristo para que nosotros pudiésemos recibir misericordia y gracia. Dios nos ha dado el “ministerio de la reconciliación” (2ª Corintios 5:18). Dios nos ofrece perdón y vida eterna por medio de la obra completa de Cristo.

POR LO TANTO, LOS PROFETAS HOY EN DÍA NO DEBEN ESTAR TAN ENFOCADOS EN PECADO Y JUICIO, SINO EN RESTAURACIÓN, RECONCILIACIÓN (2ª Corintios 5:18), y en EDIFICAR A LA IGLESIA (1ª Corintios 14:3, 12) en EQUIPAR A LOS SANTOS para la obra del ministerio (Efesios 4:11-16) Y PREPARAR CAMINO para la venida del Señor (Lucas 1:17 y 3:4). Debamos proclamar el mensaje de restauración y declarar cuál es el corazón de Dios por ellos.

Poca profecía es para PREDECIR. La mayoría es para PROCLAMAR cual es la voluntad, la mente y el corazón de Dios. Las profecías que ministramos deben de edificar y de ministrar vida (Juan 6:63). Aunque podemos aprender mucho de las vidas de los profetas del Antiguo Testamento, nuestro ejemplo principal que seguir no debe de ser Elías, ni Ezequiel ni Jeremías, sino Jesucristo Mismo, el Profeta (Hechos 3:22-23).

DIFERENCIA #2
EN EL NUEVO PACTO, EL ESPÍRITU SANTO YA DESCENDIÓ Y AHORA HABITA EL CORAZON DEL CREYENTE

Durante el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo moraba entre los querubines que estaban en el propiciatorio del arca del pacto (Éxodo 25), detrás del velo del Tabernáculo o del Templo.

El Espíritu Santo descendía sobre los profetas mientras profetizaban, pero no moraba en ellos. Una y otra vez leemos que “el Espíritu de Jehová vino sobre él…” y la persona hizo cierta cosa. Ejemplo: El Espíritu del Señor vino sobre Jahaziel, y profetizó en 2ª Crónicas 20:14-20. Pero no leamos que el Espíritu Santo “moraba en” alguien como es cierto para los creyentes del Nuevo Testamento.

Cuando Cristo exclamó, “acabado es” y rindió Su Vida, el precio del pecado fue pagado en completo, y el velo que separaba al hombre de Dios fue roto (Mateo 27:51).

Dios ya no habita en templos hechos por las manos de hombres (Hechos 7:44-50), sino que ahora habita en los corazones de aquellos que han creído en Su Nombre (1ª Corintios 3:16-17; Romanos 8:9-11).

Ya no tenemos que esperar que “descienda la unción del Espíritu Santo” sobre nosotros. ¡El Espíritu Santo ya descendió! El Espíritu Santo ha sido derramado desde el Día de Pentecostés, y no se ha ido.

El Espíritu Santo ahora está dispuesto a manifestarse por medio de cualquiera persona que se disponga por la fe.

Los que somos hijos de Dios somos templo del Espíritu Santo Quien habita en nosotros (1ª Corintios 3:16). Ahora debamos buscar Su Rostro y avivar el fuego del don de Dios que ya está en nosotros (2ª Timoteo 1:6).

¿Estás actualizado al Nuevo Testamento? ¡Espero que sí!

DIFERENCIA #3
LA MOTIVACIÓN DEL AMOR EN LA MINISTRACIÓN
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Actualmente, no es tanto un cambio completo.  Dios siempre ha sido amor (1ª Juan 4:8) tanto como verdad y justicia. 

Pero en el Nuevo Pacto, Cristo puso un énfasis mayor sobre la condición del corazón del ministro.  De hecho, el Apóstol Pablo declaró que sin la motivación del amor, un ministerio con milagros y buenas obras no tiene ningún valor con Dios.

En el Nuevo Pacto hemos sido dados el ministerio de la reconciliación. Algunos preguntan ¿entonces no debe el profeta del Nuevo Pacto confrontar al pecado? ¿No debamos llamar las personas al arrepentimiento? Pues sin arrepentimiento no puede haber reconciliación con Dios.

Por supuesto, la profecía puede llamarnos al arrepentimiento. Hay tiempos en los cuales Dios pide a un PROFETA MADURO (estas cosas no se deja a un neófito) a confrontarle a alguien con el fin de restaurarle en amor.

No obstante, la MANERA en la cual lo hacemos no debe de ser una que humilla a las personas, especialmente si estamos ministrando públicamente.

En el Nuevo Pacto, Dios puso un énfasis fuerte y primordial sobre nuestras MOTIVACIONES como ministros. Nos hizo saber que hablando la verdad no era suficiente, no es el mensaje completo.

Las motivaciones del corazón penetran el mensaje que entregamos. Si no somos motivados por el amor, no podemos representar correctamente la Persona de Dios hacia las personas a las cuales estamos ministrando.

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.” 1ª Corintios 13:1-3

Dios es un Dios de verdad y de amor al mismo tiempo.  Tenemos que ministrar de una manera que los impulsa correr hacia Dios, no que se escondan de Él. Debe de ser la verdad EN AMOR. Efesios 4:15 dice:

“Más bien, AL HABLAR LA VERDAD EN AMOR, creceremos en todos los aspectos en Aquél que es la cabeza, es decir, Cristo…” (NBLH)

La triste realidad es que muchos con llamados verdaderos de profeta no se han preparado lo suficiente, y se han quedado atorados en el Antiguo Pacto. No han permitido que el carácter de Cristo, el amor de Dios, sea desarrollado en sus corazones. Se ofenden por el pecado de otros (sin poder ver sus propias debilidades), y se apresuran para juzgar a otros y a pronunciar juicio sobre ellos.

Los que tienen un llamado a la vocación ministerial del profeta deban de prepararse ANTES de ser lanzados o nombrados.

El tener un llamado, una unción y una manifestación de dones no es lo suficiente para ser un representante correcto del Corazón de Dios al nivel de un profeta.

Todos tenemos dones (1ª Corintios 12:7; 14:12,31). El Espíritu Santo vive en cada creyente y todos debamos de manifestar los dones del Espíritu Santo para provecho (1ª Corintios 3:16; Juan 14:12).

El Capítulo 13 de 1ª de Corintios nos explica en gran detalle cuál debe de ser nuestra motivación con la ministración de los dones y la profecía dentro del Nuevo Pacto: el amor.

Medite usted en lo siguiente:

  1. Dios ama aún el pecador más vil más que a Su propia Vida,
  2. Cada ser humano fue creado en la imagen y semejanza de Dios y es digno de ser tratado con dignidad y respeto,
  3. Cristo pagó el precio entero del pecado,
  4. Cristo nos entregó el ministerio de la reconciliación (2ª Corintios 5:18-19),
  5. Todos estamos en necesidad de la misericordia de Dios.

Cuando comprendemos estas cosas como debamos, entonces procuraremos profetizar de una manera que refleja el amor de Dios. No andaremos pronunciando juicios sobre otros a la ligera.

Si nuestro corazón no se rompe como el Corazón de Dios al pensar de la severidad de las consecuencias del pecado en la vida de alguien, no somos cualificados a ofrecer una palabra de corrección a nadie.

Aún en el Antiguo Pacto, Dios buscó oportunidades para extender de Su misericordia y perdón.

El ejemplo clásico es la Ciudad de Nínive en el libro de Jonás. Dios envió Jonás a la Ciudad de Nínive, la capital de la nación que por años había oprimido y devastado a Israel, la niña de los Ojos de Dios. Siendo judío, Jonás tenía una aversión por Nínive y no quiso ir, pero Dios le “torció el brazo”.

Jonás llegó y proclamó el mensaje de juicio y de destrucción que Dios le había dado sin mencionar una oportunidad de recibir misericordia si se arrepintieran. Pero cuando el pueblo se arrepintió, Dios detuvo el juicio.

Al terminar los 40 días especificados en la profecía, el juicio no vino. Tristemente, Jonás no pudo apreciar la misericordia de Dios extendida a Nínive, y Dios le tuvo que reprender al profeta.

Si aún en el Antiguo Pacto Dios buscó oportunidades de tener misericordia de la humanidad, ¿cuánto más ahora, bajo la Gracia, busca Dios oportunidades de extender la misericordia y perdón para los que se arrepienten?

“6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.” Romanos 5:6-11

Dios no solamente ama; Él es amor. Romanos 2:4 nos revela que ES LA BENIGNIDAD DE DIOS QUE NOS GUÍA AL ARREPENTIMIENTO. No el temor de Su ira. Si queremos reconciliar alguien a Dios debamos ser un reflejo de Su benignidad. Dios desea un cambio de corazón motivado por amor a Él no motivado por temor de un castigo.

CLAVES IMPORTANTES ACERCA DE PALABRAS DE CORRECCIÓN

Hay una MANERA de entregar una profecía que llama al arrepentimiento para que el ministrado sepa de qué se trata, y Dios lo sabe, pero que no estamos alimentando al espíritu de chisme dentro de la congregación ni humillando a nadie.

Normalmente esa clase de profecía es DADA EN PRIVADO y por medio de alguien que tenga una relación establecida como una autoridad en la vida de esa persona, …ALGUIEN QUE AMA a la persona y que desea verlo restaurado y no destruido.

1ª Pedro 1:22-23 “22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;”

Reitero que en vez de enfocarnos en juicios sobre los pecadores, debamos enfocarnos en el mensaje de restauración y declarar cuál es el corazón de Dios por ellos. La profecía personal debe de proclamar cual es la voluntad, la mente y el corazón de Dios hacia la persona de una manera que edifica y que ministre vida.

DIOS QUIERE QUE SEPAN CUÁLES SON SUS PLANES BUENOS QUE TIENE POR ELLOS (Jeremías 29:11), CUÁL ES EL POTENCIAL QUE TIENEN EN DIOS, Y LO QUE DIOS PUEDA HACER SI ES QUE RESPONDAN A SU AMOR.

Los que persisten en ministrar con una actitud de ofensa, de ira y de superioridad (como si nosotros no tenemos necesidad de la misma misericordia de Dios) y que juzgan a otros, proclamando juicios sobre otros últimamente cosecharán de lo mismo.

Mateo 7:1-41 No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” (Vea también Lucas 6:27-38)

SEAMOS UN REFLEJO DEL AMOR DE DIOS.

  • Permitamos que Dios purifique nuestras motivaciones y que Su amor sea derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu que nos fue dado (Romanos 5:5).
  • Permitamos que Dios nos ayude a mirar a las personas mediante Sus Ojos, para que veamos el valor que tienen y que les fue impartido por el precio que Él pagó por ellos.
  • Solo entonces podremos ministrar efectivamente como ministros del Nuevo Pacto.

CUALIDADES DEL AMOR DE DIOS

“4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido (“no se comporta con rudeza” NVI), no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” 1ª Corintios 13:4-7 RVR60

Los que ministramos los dones del Espíritu debamos crucificar a la carne y permitir que el FRUTO del Espíritu también sea evidente en lo que ministramos.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” Gálatas 5:22-26

Este mismo pasaje se continúa en Capítulo 6, y nos enseña cómo debamos restaurar a los que son hallados en un pecado. Enfatiza que NUESTRO PROPÓSITO NO ES CASTIGAR, SINO RESTAURAR Y RECONCILIAR. Y otra vez, nos amonesta considerar a nuestro propio corazón.

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” Gálatas 6:1

Juntamente con el amor, nos dice que tenemos que restaurarlos con “un espíritu de mansedumbre.” Mansedumbre (Strongs #4240, “praúteetos”). Significa “con humildad, apacibilidad, suavidad, y templanza.”

El confrontar al pecado en amor con el fin de reconciliar es solo una parte del ministerio profético. Dios quiere animar y edificar a Su Pueblo.

Dios quiere proclamar sanidad a los heridos y quebrantados de corazón, libertad a los cautivos, esperanza a los que no la tienen.

Dios desea impartir visión a los que no han podido ver cuál es el plan de Dios para sus vidas.

“18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor.” Lucas 4:18-19

Además, Dios desea identificar e impartir dones y unciones para empoderar a Su pueblo a ser más efectivos en representarle en la tierra. (1ª Timoteo 4:14).

Es fácil hallar pecado y debilidades. Pero los que son ministros proféticos deban poder ver en otros también su potencial, el tesoro, los dones y talentos que Dios les haya dado a cada uno y entonces proclamar un mensaje que les ministre vida.

Por Cliff Bell, © 16 de junio, 2017, editada y ampliada el 4 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

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¿Era Juan el Bautista el último profeta?

Hay quienes que no creen que el ministerio del profeta es vigente hoy en día.   Para avalar su posición citan algunas palabras de Jesús fuera de contexto e ignoran muchos otros pasajes importantes.  ¿Cuáles palabras de Jesús utilicen? Aquí están:  Le invito a abrir su Biblia para verificar todo esto.

“La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.” Lucas 16:16

“Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan .” Mateo 11:13

Cualquier alumno serio de la Biblia sabe que para hallar la sana doctrina tenemos que leer cada Escritura en su contexto.  Además tenemos que interpretar Escritura con Escritura. 

Si interpretamos estos dos versículos como prueba que Juan era el último profeta y que no habría más profetas después de él, tuviéramos que ignorar y desechar a muchos otros pasajes en el Nuevo Testamento que comprueban que no fue así y que cancelan esa interpretación.  Vamos a cubrir estas otras Escrituras importantes.

¿Puede Cristo contradecirse?

Primero, si Juan el Bautista fuera el último profeta de todo tiempo, entonces Jesucristo contradijo a Si Mismo cuando Él instituyó (después de Juan) a los Cinco Ministerios del Nuevo Testamento en Su Iglesia según Efesios 4:11-16.

Efesios 4:11 establece y nombra los cinco ministerios. apóstoles, PROFETAS, evangelistas, pastores y maestros.  Estos son los líderes Dios puso en Su Iglesia para cumplir Su propósito.

Versículo 12 nos explica el propósito de dichos ministerios.  “…a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo

El versículo 13 nos anuncia la duración de esos cinco ministerios.  De una forma contundente nos dice que los Cinco Ministerios seguirán “HASTA que TODOS lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un VARÓN PERFECTO, a la medida de la estatura de la PLENITUD DE CRISTO.”

Todavía no hemos llegado a esa meta; así que todavía necesitamos a todos los cinco ministerios, incluso a profetas. Esto fue confirmado cuando veamos a múltiples profetas ministrando en el Libro de los Hechos después de Juan.

El Profeta Ágabo ministró unas profecías claves.

Hechos 11:27-28 dice:

“27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. 28 Y levantándose uno de ellos, llamado Ágabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.”

Esto nos hace entender que hubo no apenas un profeta, sino múltiples profetas en la Iglesia Primitiva que vivían en Jerusalén.  Ágabo era uno de ellos.  Vea también Hechos 21:10-14 en donde el Profeta Ágabo ministró una profecía personal a Pablo.

La Biblia revela que hubo también múltiples profetas en la Iglesia de Antioquía.

Hechos 13:1 dice, Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, PROFETAS y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.”

Judas y Silas eran dos profetas más de la Iglesia Primitiva, después de Juan el Bautista.

Hechos 15:32Y Judas y Silas, como ellos TAMBIÉN ERAN PROFETAS, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras.”

Según las palabras escritas a la Iglesia de Corinto, no era inusual que había múltiples profetas dentro de una sola congregación.  Pablo les escribió para que supieran la importancia de mantener orden y de la sumisión mutua.  Esto ni incluye a los creyentes que pudieran profetizar por poseer el don de la profecía.

1ª Corintios 14:29-33  “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. 30 Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. 31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.”

¡Obviamente Juan el Bautista no era el último profeta!

Claro, hay falsos profetas también.  Hubo falsos profetas en el tiempo de la Iglesia Primitiva, y los hay también hoy en día.   Lo falso ayuda a comprobar lo verdadero, porque no puede existir lo falso si no existe lo verdadero.  No debamos sobre-reaccionar por causa de lo falso y de lo mal hecho e ignorar o negar la existencia de lo verdadero.

Después de Juan el Bautista, los profetas del Nuevo Testamento fueron mandados a juzgar las profecías que están siendo proclamadas (1ª Corintios 14:29-33) y a someterse el uno al otro para establecer lo que es de Dios, identificar lo que no es de Dios, y para evitar la confusión.

La mayoría de aquellos quienes niegan profetas modernos fueron enseñados por otros ministros quienes nunca experimentaron ni vieron a profetas verdaderos.  Interpretan las Escrituras según su propia experiencia limitada.  Cuando usamos la experiencia en vez de las Escrituras para formar doctrinas estamos en peligro de caer en error.

Si no es una buena idea formar doctrina a base de nuestras experiencias, mucho menos es recomendable hacerlo a base de la falta de experiencia.  Tenemos que leer la Biblia e interpretarla según el pleno consejo de la Escritura.

Oseas 4:6 revela que el mismo pueblo de Dios es destruido por falta de conocimiento.

Desde el inicio en el libro de Génesis Dios usó profetas para declarar Su voluntad y palabra.  Por todo el Antiguo Testamento Dios usó a los PROFETAS como voceros Suyos para con el Pueblo.  Dios habló por medio de JESUCRISTO (también siendo PROFETA según Hechos 3:22-23).

El ministerio del profeta desde Génesis hasta Apocalipsis

Hasta en el Libro de Apocalipsis veamos que los PROFETAS tienen un rol clave en el final de los tiempos (Apocalipsis 11:10).

Claro, la apertura del Nuevo Pacto cambió algunos aspectos del ministerio del profeta.

  1. Hoy en día ya no agregamos nada a las Escrituras.  Al contrario, todo profeta verdadero entiende que TODA revelación profética hoy es sujeta a la Escritura ya establecida en la Santa Biblia (2ª Pedro 1:20-21).  Dios no se contradice; Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8).En verdad, de los cientos de profetas mencionados en el Antiguo Testamento, la tarea y el honor de escribir el Antiguo Testamento fue concedido a apenas entre 25 a 30 profetas.  De la gran mayoría de los profetas que existieron ni conocemos sus nombres. El mismo principio se aplica al Nuevo Testamento ya los apóstoles del Cordero. De los 12 apóstoles del Cordero, solo cuatro fueron elegidos para escribir algo que se convirtió en parte de las Escrituras del Nuevo Testamento.
  2. Además, como ya no estamos bajo la Ley Ceremonial, sino bajo gracia, los profetas de hoy son ministros de reconciliación (2ª Corintios 5:18).  Cristo es el Ejemplo, el Modelo que debamos seguir del profeta del Nuevo Testamento.

¿Cuál era, entonces el mensaje de Cristo en Mateo 11?  Examinemos el pasaje una vez más en su contexto …

“11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. 12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. 13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan,  14 y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.  15 El que tiene oídos para oír, oiga.”  Mateo 11:11-16

 ¿Qué quiso decir Jesús al mencionar, “…todos los profetas y la Ley profetizaron hasta Juan.” 

  • “LA LEY” se refería a las Escrituras establecidas hasta ese punto – en particular la Ley de Moisés.  El Nuevo Testamento todavía no estaba escrita.
  • “LOS PROFETAS” se refería a todos los demás profetas después de Moisés y hasta ese momento en tiempo.
  • “HASTA JUAN” fue especificado porque todos los oyentes estaban familiarizados con el ministerio del Profeta Juan el Bautista.  

Juan el Bautista era el último profeta HASTA ESE PUNTO EN TIEMPO cuando Jesús estaba hablando.  Jesús NO DIJO que no habría profetas después de Juan, y era Cristo Mismo que estableció los profetas en Su Iglesia según Efesios 4:11. 

Juan el Bautista era el último profeta del Antiguo Testamento, pues ministró ANTES del comienzo del Nuevo Pacto.  El Nuevo Pacto inicio con la muerte y resurrección de Jesucristo.

CRISTO NO ESTABA LIMITANDO EL TIEMPO DE LOS PROFETAS.  El estaba recordándoles a Sus oyentes que todas las profecías desde el inicio hasta ese momento en tiempo habían anunciado el Reino de Dios – el Reino que ahora había llegado a ellos.  Este Reino les fue anunciado una vez más por Juan el Bautista.

Cristo vino a iniciar el Nuevo Pacto para establecer el Reino de Dios en nuestros corazones.  Cristo mencionó en versículo 14 que Juan el Bautista vino con la unción de Elías para preparar el camino del Señor.  Indicó que Juan era el cumplimiento de la profecía de Malaquías 4:5 “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.”

El tema principal de Cristo en este pasaje era del Reino de Dios – el tema principal de todo Su ministerio. El versículo 11 Cristo afirma a Juan el Bautista, pero más importantemente anuncia la apertura del Reino de Dios en la tierra …¡algo poderoso que involucra a cada creyente nacido de nuevo!

Cristo identifica a Juan el Bautista como mayor que toda otra persona que había vivido hasta ese tiempo – mayor que Moisés, mayor que David, mayor que Elías.  ¡Esa fue una declaración radical para los judíos quienes estaban escuchándole a Jesús!

Al mismo tiempo dijo que “el más pequeño en el Reino de los cielos, mayor es que él.”  Según estas palabras, los que son salvos en Cristo dentro del Nuevo Pacto ¡son mayores que Juan el Bautista!!

¿CÓMO PUEDE SER ESTO?  Porque desde que inició el Nuevo Pacto, el Espíritu de Dios ya no vive en templos hechos por las manos de hombres, sino que mora en nuestros corazones (Romanos 8:9).

  • Cada creyente puede ahora vivir con el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8; 1ª Corintios 3:16).
  • Cada creyente puede ahora oír la voz de Dios (Juan 10:27), profetizar (1ª Corintios 14:31), y vivir una vida sobrenatural usando los dones del Espíritu Santo (1ª Corintios 12:7, 31; Marcos 16:17-18; Juan 14:12).

Así que este pasaje que algunos tuercen para negar a los profetas y la voz profética hoy en día ¡actualmente hace todo lo contrario!

Si la comparamos con otras Escrituras, no solamente afirma a los profetas, sino que anuncia que ahora con el Nuevo Pacto y la apertura del Reino de Dios la unción profética pueda fluir por medio de cada hijo de Dios.  Esa es nuestra herencia en Cristo.

El que tiene oído para oír, oiga.

Una Oración:

Padre Santo, gracias por los cinco ministerios que has dado a Tu Iglesia para mi edificación.  Pero aun más Te doy gracias por enviar a Jesucristo a tomar el castigo de mis pecados para que yo pueda recibir la vida eterna.

Yo creo y confieso que Jesús es el Hijo de Dios que murió por mí, que resucitó de los muertos el tercer día, y que ahora interceda por mí a la diestra del Padre.

Yo confieso que Jesucristo es mi Señor y Salvador.  Ahora mismo declaro que Jesucristo es Rey de mi vida.

Lléname con Tu Santo Espíritu.  Háblame y guíame a toda Tu Verdad.  Desde hoy en adelante yo me dedico a estudiar las Santas Escrituras para poder saber y recibir más de Tí.   Me dedico a oír y a discernir Tu Voz.   Ayúdame a vivir en la plenitud de Tu poder. Oro todo esto en el Nombre de Jesucristo, Tu Hijo. Amén.

Por Cliff Bell, © 31 de mayo, 2019,  Todos los derechos reservados.  

(Este artículo originalmente fue publicado en 2013. Editado y revisado en 2016 y en 2019).

 

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9 Claves para la Alabanza Poderosa que Rompe Cadenas

Yo acabo de leer un reporte de un tiempo de alabanza y adoración que fue tan ungido y poderoso que la tierra tembló, cambió el ambiente de un lugar de opresión a libertad, literalmente rompió cadenas ¡y resultó en una cosecha de almas!  

No me refiero al último congreso cristiano que llenó un estadio.  Me refiero al tiempo de alabanza que tuvieron Pablo y Silas en la prisión de Filipos y registrado en Hechos Capítulo 16.

Comencé a analizar cómo Pablo y Silas dirigieron ese tiempo tan ungido de alabanza para identificar las claves que son esenciales en los ojos de Dios. 

Es importante notar lo que NO tenían Pablo y Silas tanto como lo que SÍ tenían que transformó una prisión literal de sufrimiento a un avivamiento.

No fue transmitido por Internet, pero fue notado por Dios y registrado en el Nuevo Testamento para nuestro beneficio.

En este artículo voy a comparar esta experiencia sobrenatural de ministración exitosa con lo que es considerado “esencial” en las iglesias de hoy.  ¡Siga usted leyendo!

Para darles contexto, Pablo había echado fuera un espíritu de adivinación de una muchacha que les seguía gritando y distrayendo de la ministración en Filipos.  La muchacha era una esclava y estaba siendo utilizada por sus amos para lucrar adivinando. Estos hombres se enojaron con Pablo y Silas porque la muchacha no podía adivinar sin el demonio.

Así que esos hombres prendieron a Pablo y a Silas y los acusaron delante de los magistrados. Pablo y Silas fueron azotados mucho, encadenados y metidos en la parte interior de la cárcel.  La experiencia completa de Hechos 16 se puede leer al final de este artículo.

Así entraron Pablo y Silas a esta escena.  Estaban en una situación sumamente difícil: sufriendo el dolor ardiente de sus heridas, encadenados en una posición incómoda, y rodeados por oscuridad y olores repugnantes. En la oscuridad se podía oír a otros presos infelices.  Pero en vez de llorar y tener autocompasión de sí mismos, comenzaron a alabar a Dios.

Escuchados por los otros presos, exaltaron a Jesucristo con sus alabanzas.  Dios respondió con un temblor, abrió las puertas y los candados.  En poco tiempo el altar improvisado creado en ese lugar que algunos hubieran considerado el lugar “menos indicado” se llenó de almas entregándose al Señor.

PRIMERO, LO QUE NO TENÍAN:

NO TENÍAN UNA AUDIENCIA FAVORABLE, CRISTIANA NI AVIVADA

Pablo y Silas no tenían una audiencia favorable.  Al contrario, estaban rodeados de paganos, idólatras y criminales.  A lo mejor la mayoría de los demás presos estaban bajo la influencia de demonios. Pablo y Silas no tenían miedo del diablo ni del hombre porque operaban en el temor de Dios.  El temor de Dios le librará del temor del hombre y del temor del diablo

Nunca limite a Dios según cómo responde la audiencia.  Nunca permita que la frialdad o la hostilidad de una audiencia apague la unción que está en usted.  El Espíritu de Dios que está en el creyente verdadero es más poderoso que cualquier demonio.  Pablo y Silas avivaron el fuego del don de Dios y comenzaron a alabar.

“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” 1ª Juan 4:4

“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2ª Timoteo 1:6-7

NO TENÍAN INSTRUMENTOS.  Ni siquiera un pandero.  Algunas iglesias parecen creer que no puede ser profético si no soplan 12 shofares.  La Biblia nos anima a adorar a Dios con instrumentos cuando están disponibles (Salmo 100, y 150), pero la disponibilidad de instrumentos no es lo esencial, porque la adoración en espíritu y en verdad mana del corazón.

Yo he participado en adoración con orquestras completas en auditorios elegantes tanto como en lugares humildes y rústicos sin instrumentos. Cuando la adoración viene del corazón, Dios responde igualmente

Yo creo que debamos ofrecer a Dios lo mejor que tenemos. Si es con muchos instrumentos, ¡gloria a Dios!  Si no hay, ¡gloria a Dios!  La excelencia es hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos.

NO TENÍAN SISTEMA DE SONIDO.

No hubo amplificación artificial con tecnología.  No pudieron subir la reverberación para hacer que sus voces sean más resonantes y bonitas.  Cuando el edificio tembló, no era porque habían subido el volumen con el beneficio de bocinas gigantescas.  El nivel del volumen no tiene nada que ver con el nivel de la unción.

NO HUBO LUCES DE LAZER NI MÁQUINA DE HUMO.

Sin luces.  Sin máquinas de humo. Tampoco hubo pantallas grandes con videos de paisajes hermosos con colores vibrantes para captivar la atención de la gente.   ¡Pero no quedaron sin efectos especiales! Dios Mismo trajo los efectos especiales.  ¡Los efectos de Dios son mucho  mejores y más impresionantes!

Permítame declarar que no estoy en contra de la tecnología.  Sin embargo, siento que muchos ministerios de “alabanza” de hoy están dependiendo en la tecnología para crear un ambiente artificial que entretiene y provoca una reacción de los sentidos naturales (del cuerpo) y a las emociones (del alma) sin afectar al espíritu del hombre. 

Me parece como si con algunos fuera un intento de reemplazar la unción del Espíritu Santo que es lo único que alcanza al espíritu y que pudre los yugos del enemigo.

¿En qué ha dependido usted? ¿En dónde ha invertido más?  ¿En su sistema de sonido y luces o en su intimidad con Dios y su vida de oración?

Tristemente, muchos ministren y muchos cantan apenas al nivel del alma.  Pueden provocar una reacción emocional de la multitud, pero somos llamados a ser ministros del Espíritu no entretenedores del alma.  

El provocar lágrimas en una multitud o el poder guiarles todos a brincar y a gritar no significa que hubo un mover del Espíritu Santo.  Un buen concierto secular puede hacer lo mismo.

Cristo dijo, Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Juan 4:23

Con todo respeto, Hillsong no es el patrón que seguir.  EL PATRÓN QUE SEGUIR ES EL TABERNÁCULO DE DAVID Y EL LIBRO DE LOS HECHOS (Amos 9:11-12;  Hechos 15:15-17).

La Iglesia Primitiva no necesitaba las “muletas” ni “trucos manipuladores” de la tecnología.  No dependían en el carisma de cantores especiales, artistas famosos ni en divas del canto porque tenían una relación con la Persona del Espíritu Santo. Ellos permitieron y facilitaron el mover del Espíritu simplemente adorando a Dios en espíritu y en verdad.

CLAVES QUE IMPLEMENTARON PABLO Y SILAS 

¿Cómo lo hicieron, pues? Voy a destacar unas de las cualidades y acciones de Pablo y Silas que provocaron una respuesta divina que trajo libertad y salvación.

(1)  TENÍAN UNA RELACIÓN Y UNA CONFIANZA CON EL ESPÍRITU SANO

La relación que tenían Pablo y Silas es evidenciado por muchas cosas.  Pero una de las importantes aquí notada es mi siguiente punto…  En medio del dolor intenso no pensaron en sí mismos.  Tenían alabanzas en sus corazones que los azotes no pudieron remover.

(2) OFRECIERON UN SACRIFICIO DE ALABANZA

Lo que Pablo y Silas ofrecieron a Dios era un verdadero sacrificio de alabanza. Si no le cueste nada, no es un sacrificio. 

Pablo y Silas no permitieron que el ambiente de represión les afectara a sus espíritus.  Sabían que hubo un cuadro más grande que su dolor personal.  Mantuvieron su enfoque en Dios, en lo de valor eterno, en su propósito.

(3)  ALABARON CON REVELACION BÍBLICA Y CON FE

Sabían que Dios está entronizado sobre nuestras alabanzas (Salmo 22:3), y si algo pudiera cambiar el ambiente era la Presencia Manifiesta del Rey de reyes.  No estaban apenas entonando cantos. Hacían lo que hacían con propósito, con revelación bíblica, y con fe. Salmo 47:7 lo dice de esta manera: “cantad con inteligencia.”

(4) DIRIGIERON SU ALABANZA A DIOS, NO AL HOMBRE

Obviamente un líder de alabanza necesita estar consciente de la audiencia, pero necesita dirigir su alabanza a Dios.  No es un concierto para agradar el hombre.  Es adoración con la meta de agradar el Corazón de Dios.  La mejor forma de dirigir la alabanza y la adoración es alabar y adorar.  No se puede guiar a otros a un lugar que desconoce.

(5)  UNIDAD

No tenían un “grupo de alabanza”, un coro, ni equipo de panderistas.  Ellos dos eran el “equipo” entero, y no sabemos si tenían mucho talento según los criterios modernos.  Pero su equipo humilde tenía unidad.  No hubo contienda ni celos.  No era una competencia para ver quién puede usar el micrófono más.    

Más vale un grupo pequeño con unidad que un grupo grande con contienda. Dios manda bendición en dónde hay unidad (Salmo 133).

(6)  SANTIDAD

Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.” Salmo 29:2

Pablo y Silas adoraron en santidad.  Sabían la importancia del principio de la pureza (Hebreos 12:14-16). 

La persecución es un fuego que trae pureza porque elimina a los no sinceros.  Ellos estaban en medio de una situación de persecución.  Lo que ofrecieron a Dios era un sacrificio puro.

Conozco de una iglesia en donde el pastor permite a un hombre tocar la guitarra el domingo después de ir a los clubes nocturnos el viernes y sábado y además estaba viviendo en fornicación abiertamente.

Le pregunté al pastor por qué permitía tal cosa, porque aquel hombre va transmitir el espíritu que está en él.

El pastor me dijo, “es que la única razón que viene a la iglesia es que le permito tocar con el grupo de alabanza.  Si le prohíbo tocar, dejará de venir.”  En mi opinión, el pastor debería de dejarlo ir aunque signifique que ya no tengan a quién tocar la guitarra.

Es mejor tener a pocos con unidad y con santidad que un grupo grande y “profesional” que transmite un espíritu ajeno.  Su falta de tratar con eso da aprobación tácita a la vida desordenada que lleva el hombre.

(7)  CANTOS CON BASE BÍBLICA

Cantaron cantos bíblicos de adoración.  Yo sé… La Biblia no nos indica cuáles cantos cantaron.  Pero sabemos que ambos conocían bien la Palabra de Dios.  No hubieran cantado algo simplemente porque era el canto popular en la radio cristiana. 

Pablo nunca siguió la moda del día, sino vivió su vida y alabó a Dios de acuerdo con el cimiento profundo bíblico que tenía.  Estoy seguro que eran cantos que actualmente adoraban a Dios.

¿Ha notado usted que muchos de los cantos que son entonados en las iglesias hoy en día son muy egocéntricos?  ¿o parecen “adorar a la música” en vez de a Dios?  Muchos cantos no tienen ninguna base bíblica; apenas tienen un ritmo o música que conmueve el alma sin afectar al espíritu. Y usted, ¿canta cantos para su propio agrado o el de Dios?

(8)  FLUYERON CON EL ESPIRITU SANTO

Cantaron hasta que cambiaron el ambiente del lugar.  Cuando el Espíritu Santo sacudió el lugar con un temblor y abrió todos los candados, Pablo y Silas fueron sensibles a lo que estaba haciendo el Espíritu Santo y comenzaron a colaborar con Él en lo que Él quería hacer:  para ministrar la salvación a la familia del carcelero. 

Tal vez tenían más cantos en su lista que planeaban cantar, pero cuando el Espíritu Santo comenzó a moverse, ellos lo discernieron y fluyeron con lo que quiso hacer el Espíritu

(9)  DIERON SEGUIMIENTO

Pablo y Silas dieron seguimiento a lo que inició el Espíritu Santo.  No solamente dieron oportunidad para que el carcelero y su familia recibieran a Cristo, pero hasta los bautizaron en agua.

Es posible que otros de los presos presentes también fueron bautizados.  ¿Cómo lo sabemos? Porque cuando el carcelero vio las puertas abiertas, temiendo que todos los presos se habían huido, sacó su espada para suicidarse.  Pablo le vio y le dijo, “no te hagas ningún mal, pues TODOS ESTAMOS AQUÍ.” 

Entonces todos oyeron el mensaje del Evangelio. Todos los que estaban en la casa del carcelero creyeron y fueron bautizados.

Aparte de mantener vibrante y actualizada su propia relación con de Dios, el trabajo del líder de alabanza es preparar un ambiente mediante la adoración en espíritu y en verdad para que Dios pueda comenzar a moverse, y entonces facilitar el mover del Espíritu Santo.  Eso requiere que estemos sensibles a lo que quiere hacer el Espíritu Santo, fluir con Él y dar seguimiento.

LÍDERES DE ALABANZA DEBEN DE SER FACILITADORES DEL MOVER DEL ESPÍRITU SANTO DENTRO DEL CULTO. 

No importa lo que está en el ambiente del lugar cuando lleguen o cómo se sienten en lo natural.  Los líderes de alabanza deben estar convencidos de la Presencia de Dios con ellos, y desatar la unción que cambia el ambiente a un ambiente propicio para el mover del Espíritu Santo. 

La meta no es llegar al punto en que todos puedan sentir la Presencia de Dios.  El percibir la Presencia Manifiesta de Dios no es el fin; es apenas el comienzo.  ¡Ahora sea sensible al Espíritu Santo y siga Su dirección!

Lo mismo se aplica a cada creyente en su tiempo de adoración individual.  Dios desea moverse en su vida y por medio de su vida para bendecir a otros. 

No sea influenciado por el ambiente que le rodea; ¡cambia el ambiente con su alabanza a Dios!

Tenemos que creer en la Presencia del Espíritu en nosotros antes de poder sentirlo.  Aviva el fuego del don de Dios que está en usted, colabore con Dios para cambiar el ambiente, fluya con el Espíritu Santo y dé seguimiento.

Por Cliff Bell, © 11 de mayo, 2019,  Todos los derechos reservados.  

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Hechos 16:23-34

“23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24  El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. 25  Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

26  Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.

27  Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28  Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.

29  Él entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30  y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

31  Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.  32  Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33  Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34  Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.”

 

Isaías 10:27 “…el yugo se pudrirá a causa de la unción”

 

2ª Corintios 3:6  “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.”