7 Pasos Prácticos para ver su Cumplimiento

CÓMO RESPONDER A LA PROFECÍA PERSONAL – PARTE 3

7 Pasos Prácticos para ver su Cumplimiento

Esta es la TERCERA PARTE de tres enseñanzas acerca de cómo responder a la profecía personal. En esta última parte voy a destacar ocho pasos prácticos que puedes implementar para responder bíblicamente a tus profecías personales para ver el cumplimiento.

En la primera parte yo compartí cómo el vocero humano y falible pueda afectar a la profecía, y por qué tenemos que juzgar las profecías.  La segunda parte examina la naturaleza de la profecía personal. Recomiendo que te tomes el tiempo de leer toda la serie. Al final ofreceré los enlaces para las primeras dos partes.

SIETE PASOS PRÁCTICOS EN RESPUESTA A UNA PROFECÍA PERSONAL

1) ESCRIBA LA PROFECÍA SOBRE UN PAPEL

«Escribe la visión y grábala claramente en tablas para que corra el que las lea.» Habacuc 2:2

Cuando transcribes una profecía, te ayuda mucho porque así puedes leer y analizar el contenido de la profecía sin la voz y la personalidad de la persona que te profetizó. Podrás ver, entonces, precisamente qué fue declarado en la profecía.

Es por eso por lo que, en Christian International, insistimos que grabemos todas las profecías personales. Si creemos que Dios nos está hablando, ¡entonces queremos tener alguna forma de documentar lo que nos dijo!

Cuando tienes una transcripción de la profecía, puedes juzgarla con mayor precisión. Si la profecía no está grabada, entonces estás a merced de tu memoria. No podemos recordar cada palabra pronunciada y, como seres humanos, tendemos a escuchar lo que queremos en vez de lo que Dios quería decirnos. Además, tendemos aplicar y acomodar la profecía a nuestro gusto, ¡y ambas tendencias son peligrosas!

2) JUZGA LA PROFECÍA CONFORME A PRINCIPIOS BÍBLICOS Y EL TESTIMONIO DEL ESPÍRITU SANTO

El Testimonio de la Escritura. (2ª Timoteo 3:16; Salmo 89:34; Hebreos 13:8; Malaquías 3:6; Gálatas 1:8). Toda profecía personal está sujeta a la Santa Biblia (2ª Pedro 1:20). Dios no se contradice. Si la profecía no está de acuerdo con los principios bíblicos y la doctrina de los apóstoles del Nuevo Testamento, no es de Dios.

Dios nunca te instruirá a romper uno de Sus principios bíblicos establecidos. Dios nunca te instruirá a divorciarte de tu pareja, sino a vivir en fidelidad y guardar los pactos, porque Él ya ha establecido, «lo que Dios juntó, no lo separe el hombre» (Mateo 19:6).

Dios nunca te instruirá para calumniar a otros o dividir una congregación para lanzar tu propio ministerio (Efesios 4:1-3). Dios nos ha mandado honrar a los que están en autoridad y buscar la paz con todos tanto como sea posible (2 Timoteo 2:1-3; Romanos 12:18). Cristo quiere edificar su Iglesia, no dividirla (Mateo 16:18).

El Testimonio del Espíritu Santo.

De la misma manera que el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu humano redimido de que somos hijos de Dios (Romanos 8:16), el Espíritu Santo puede dar testimonio a nuestro espíritu cuando una profecía, o una porción de una profecía personal, es de Dios o no.

Normalmente, el testimonio del Espíritu Santo viene en forma de una paz interior e inexplicable. Tu mente aún puede tener preguntas. Es posible que no tengas idea de cómo se podría cumplir la profecía, pero si es de Dios, habrá una paz inexplicable y una confianza de que Dios, de alguna manera, lo cumplirá.

TESTIMONIO PERSONAL – Hace muchos años, Dios dio a mi esposa y a mí una profecía diciendo que nos daría una casa propia. La profecía fue confirmada múltiples veces. No sabíamos cómo se podía cumplirse, pues en lo natural era imposible. No obstante, sabíamos sin duda que si seguíamos viviendo en fe y en obediencia, Dios lo haría posible.

Por fin, sabíamos que se acercaba el tiempo del cumplimiento. Interesantemente nuestras circunstancias naturales estaban aún menos favorables que antes. Pero teníamos una paz inexplicable a pesar de las circunstancias contrarias. Seguíamos orando juntos como familia. Dios nos dio dirección específica, y comenzamos a hacer pasos de fe.  Dios honró nuestros pasos de fe y abrió camino en donde no hubo camino antes.  Por medio de una serie de milagros Dios hizo posible lo imposible y cumplió Su promesa profética.

UNA PALABRA DE EQUILIBRIO: No es suficiente tener un “buen sentir” acerca de una profecía. TODA profecía está sujeta a los principios de las Escrituras. A veces la carne o la mente natural se sentirá muy a gusto con algo que Dios prohíbe.  Tenemos que discernir entre lo que procede de la mente natural y lo que procede de la Mente de Dios.

Si Dios te ha ordenado que hagas algo y no lo haces, entonces no estás en condiciones de recibir el favor de Dios. Además, si la desobediencia se convierte en un patrón de comportamiento, te vuelves vulnerable a un espíritu de autoengaño (Santiago 1:22).

Es posible engañar a ti mismo si deseas fuertemente algo que Dios no ha autorizado.

Había una mujer que estaba obsesionada con la idea de casarse con su pastor. ¡Estaba orando para que la verdadera esposa de su pastor muriera para que ella pudiera tomar su lugar! ¡Eso es un fuerte engaño!  Esas “oraciones” suyas eran brujería, pero a su mente carnal le gustó tanto la idea que no estaba dispuesta a aceptar la corrección de nadie. Cerró los ojos a las Escrituras y sus oídos a la verdadera Voz de Dios.

Esa mujer estaba sorda a la Voz de Dios. Te recomiendo una serie de enseñanzas que tengo publicadas en YouTube acerca de las cosas que provocan ceguera y sordez espiritual… La serie se llama, «Removiendo los Obstáculos Para Oír la Voz de Dios.»

Aun cuando tenemos confirmación que una profecía es de Dios, tenemos que vivir en obediencia para realizar el cumplimiento. Por ejemplo, una de las cosas más básicas para recibir el favor de Dios en nuestras finanzas es el diezmar y ofrendar con fidelidad, gratitud y alegría (Malaquías 3:8-12; 2ª Corintios 9:6-12; Mateo 23:23). El que no lo hace no tiene derecho de anticipar la bendición de Dios sobre su vida. Todas las promesas de Dios son CONDICIONALES (una de las cualidades de la naturaleza de la profecía personal explicada en la segunda parte de esta serie).

La profecía personal no anula la necesidad de recibir consejo sabio de nuestros pastores (Hebreos 13:7-9, 17; Deuteronomio 19:15). El hecho que hemos recibido una palabra verdadera del Señor no es una licencia para regresar a casa como un independiente sintiéndonos espiritualmente superiores.

La profecía personal es sólo UN MÉTODO ENTRE MUCHOS por los cuales podemos conocer la voluntad específica de Dios. El consejo pastoral es otro método legítimo y necesario y los dos deben complementarse y fluir juntos.

Tus pastores te pueden ayudar a analizar tu vida para identificar problemas que puedan bloquear o tardar el cumplimiento de tus profecías personales. Tus pastores también te pueden ayudar a identificar en dónde estás ubicado con relación al cumplimiento, y los pasos que puedes tomarte para apurar el cumplimiento. Puede ser que la profecía se refiere al Capítulo Nueve de tu vida mientras que estás viviendo actualmente en el Capítulo Tres.

La mayoría de las personas creen que están en mejor forma ante Dios de lo que es la realidad. He conocido a personas quienes pensaban que estaban lo suficiente maduras para ser lanzados a un ministerio profético mientras que su carácter estaba en completo desorden. Esto es lo que llamamos tener un “punto ciego” y el problema con los puntos ciegos es que no puedes verlos.

Un granjero sabio entiende que no puede comer su semilla y esperar una cosecha el siguiente año. Conocí a una persona que esperaba que Dios le regalara una empresa propia sin hacer ningún esfuerzo. Mientras tanto no diezmaba, no ofrendaba, malgastaba lo que sí tenía, consumió toda la semilla que Dios le había dado. Ese hombre sigue esperando y viviendo en la misma pobreza y situación desesperante que antes.

3) MEDITA EN LA PROFECÍA, Y PIDE QUE EL ESPÍRITU SANTO TE AYUDE A JUZGAR, ENTENDER, INTERPRETAR Y APLICARLA. (Josué 1:8; Juan 14:26 y 16:13)

Cuando Dios te habla mediante una profecía, no está tratando de confundirte sino comunicarse contigo.  El mismo Espíritu Santo que inspiró la profecía te quiere ayudar a entenderla. Pídale Su ayuda. Juan 14:26 dice que parte del trabajo del Espíritu Santo es enseñarte todas las cosas.

Si hay terminología en la profecía que no entiendes, puede ser útil preguntar a la persona que te profetizó qué precisamente es lo que percibió al profetizarle, o qué quiso decir al usar cierta palabra.  Diferentes grupos cristianos tienen definiciones diferentes para algunas palabras.

4) RESEÑE LA PROFECÍA PARA DETERMINAR CUALES ÁREAS DE TU VIDA REQUIEREN UN CAMBIO.

¿Cuáles actitudes o hábitos tuyos necesitarán ser ajustados antes de que tu profecía pueda cumplirse? Puede ser que sea solo un cambio de actitud, como pasar de la duda a la fe; de una mentalidad de víctima a una de vencedor, de la murmuración a la gratitud, etc. Puede ser que tengas que arrepentirte de un pecado que te tiene atado.

Puede ser que haya una debilidad de carácter que debes corregir para que Dios pueda bendecirte. Tal vez sea necesario desarrollar tu capacidad para ser un administrador competente de las finanzas. Si ese es el caso, ¡entonces la gracia de Dios se extiende hacia ti para que des esos pasos!

¡Dios te ama tal como eres, pero te ama demasiado para dejarte en esa condición! Su meta es que seas como Cristo: santo, justo, íntegro, victorioso, productivo, gozoso y bendito. (Romanos 8:29)

¿Cuál es la debilidad que Dios quiere quitar de tu vida antes de que se cumpla tu profecía? No podemos avanzar al siguiente nivel en Dios si estamos atados a una debilidad pasada. Si te arrepientes y te sometes a su proceso, Dios te ayudará a convertir tu debilidad en fortaleza. En la mayoría de los casos, el área donde tienes tu mayor lucha es precisamente donde Dios te ha llamado a tener la mayor unción y fortaleza si te sometes a Él. Su gracia y poder se perfeccionan en nuestra debilidad. Así Él recibe la gloria (2 Corintios 12:9).

¿Cuáles acciones tuyas serán necesarias para ver el cumplimiento? Si Dios te habló de un ministerio internacional, no solamente será necesario prepararte para el ministerio, ¡tendrás que conseguir un pasaporte! Si Dios te habló acerca de abrir un negocio, necesitas planear ese negocio y aprender cómo administrarlo.

Hay algunos elementos las profecías que solo Dios puede hacer cumplir y con tales elementos, no podemos forzar nada, sino simplemente esperar con fe y paciencia (Hebreos 6:12).

5) ESPERA LA CONFIRMACIÓN ANTES DE TOMAR CUALQUIER DECISIÓN IMPORTANTE.

No hagas ninguna decisión grande basada solamente en una profecía (Proverbios 11:14, 15:22). Estoy hablando de decisiones como la de mudarse geográficamente, despedirse de un empleo, el casarse en matrimonio, el hacer una inversión grande, etc.

Cuando nosotros nos mudamos a la frontera de Texas y México y compramos la casa en que ahora vivimos, Dios lo había confirmado múltiples veces. Las confirmaciones nos dan mayor seguridad de actuar con la fe.

Algunos buscan una confirmación de una manera no prudente. Por ejemplo, no es prudente ir a un profeta y decirle, “Dios me dijo tal y tal cosa y necesito que me des una confirmación.”

En primer lugar, llenaste la cabeza de ese profeta con información natural. Ahora está “contaminado” con información que le puede influenciar. En segundo lugar, si dices: “Dios me dijo”, entonces le presentaste esa información como inspiración divina, y ¿quién puede discutir con Dios? ¡Acabas de poner palabras en la boca del profeta! Necesitamos que Dios ponga las palabras en la boca del profeta.

No pidas una confirmación de un profeta. No se busca confirmación, hay que esperarla. Dios iniciará a Su manera y en Su tiempo. Entre tanto, siga orando y pídale a Dios que Él confirme lo que a Él Le parece bien.  Espera confiando en que Él te dará la confirmación a Su manera y en Su tiempo perfecto. Dios te ama y será fiel en confirmar lo que es Su Palabra en el tiempo perfecto. Puedes confiar en Su fidelidad.

6) ACTÚA CON LA FE

Después de averiguar lo que es una profecía verdaderamente de Dios, responda con fe, recordando que la fe implica acción. (Santiago 2:17,18) La fe sin acción está muerta e inútil.  Haces lo que crees, y crees solamente lo que estás dispuesto a respaldar con tus acciones.

Define algunas metas de corto plazo y de largo plazo. Pida a Dios la sabiduría y gracia para cumplir tu parte confiando que Él será fiel para hacer Su parte, lo que tú no puedes.

Cuando Dios te dice, “Voy a hacer esto con tu vida,” normalmente significa que tú lo harás mientras que Él te habilita divinamente para hacerlo. Dios utilizará tus manos y tus pies; tus pasos de fe.

7) MILITE LA BUENA MILICIA

“Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia…” 1ª de Timoteo 1:18

La profecía es una “rhema” de Dios. “Rhema” es la palabra griega que es traducida “palabra” en Mateo 4 cuando Jesús le dijo al diablo, “No solamente de pan vivirá el hombre sino de toda PALABRA que sale de la boca de Dios.” Se refiere a una palabra específica que Dios te habla por Su Espíritu a tu vida.

En Efesios 6, la «espada del Espíritu» es la palabra (rhema) de Dios. Por lo tanto, cuando Dios te da una profecía te está entregando una espada con la cual tendrás que guerrear. 1ª de Timoteo 1:18 nos indica que somos MANDADOS (no sugeridos) a guerrear con nuestras profecías. Esto significa que debes orar e interceder según lo que Dios te ha declarado en la profecía personal.

El diablo siempre se opone a la voluntad de Dios. No es de extrañar, entonces, que el diablo se resista al cumplimiento de la voluntad de Dios en tu vida. La profecía que has recibido es una espada con la que puedes luchar para obtener la victoria. Si eres pasivo y no asumes la responsabilidad de luchar contra las promesas que Dios te dio en la Biblia y en tus profecías personales, entonces corres el riesgo de perder (o al menos retrasar) el cumplimiento y la bendición que Dios quiere darte.

El enemigo pone obstáculos en nuestro camino, trata de desviarnos, distraernos o tentarnos a pecar para que dejemos la protección y bendición de Dios. Cuando esto sucede, muchos se desaniman y desisten de concluir que la profecía no debe haber sido de Dios.

Tenemos que aceptar nuestra identidad como guerreros y decidirnos a actuar. Si usamos las herramientas y las armas que Dios nos ha dado, tenemos todo lo que necesitamos para vivir en santidad, en victoria y ver el cumplimiento de nuestras profecías personales.

«Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia…» 2ª Pedro 1:3

«Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.» Mateo 11:12

Es mi oración sincera y ferviente que leyendo estas enseñanzas, que te levantarás ahora con mayor comprensión y una renovada dedicación para colaborar con Dios. ver el cumplimiento de tus profecías personales y poseer la tierra prometida personal que Dios tiene reservada para ti.

 

Por Cliff Bell, © primera publicación, 4 de marzo, 2012. Editada y ampliada el 9 de julio, 2022, Todos los derechos reservados.

Para leer la primera parte, haz un clic aqui.

Para leer la segunda parte, haz un clic aqui.

 

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Las maldiciones – la causa ¡y la cura!

Las maldiciones son reales, no siempre imaginadas ni siempre apenas “mala suerte”. Las buenas nuevas son que ¡Cristo ha hecho la provisión para que seamos libres de toda maldición!

Algunos piensan que si recibieron la salvación que no les podrá afectar ninguna maldición. Esa es la voluntad de Dios, pero el hecho de que se haga provisión no significa que la provisión haya sido apropiada. En Oseas 4:6 Dios declara, «Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento.»

La realidad triste es que hay muchos cristianos quienes están involucrados en actividades por las cuales Dios promete maldición. Por lo tanto, aunque reciban oración y alivio temporal, el problema siempre regresa porque no han tratado con la raíz. También tenemos que considerar que la causa puede ser por algo que sucedió en uno de sus ancestros (Éxodo 29:5).

Dios quiere que seas libre de toda maldición y que vivas en Su bendición. «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros…, a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los gentiles….» Gálatas 3:13-14

¿ESTÁS BAJO UNA MALDICIÓN?  Voy a alistar algunas señales de una posible maldición. Estas cosas especificadas no son prueba absoluta en sí, pero son señales que indican una maldición pueda estar operando en tu vida:

  1. Colapso mental/emocional, especialmente cuando es repetido en una familia.
  2. Enfermedades continuas o crónicas, especialmente que pasen de una generación a otra sin un diagnóstico claro.
  3. Abortos involuntarios repetidos.
  4. Ruptura del matrimonio y alienación familiar.
  5. Falta financiera continua a pesar de buena administración.
  6. “Tiende” a sufrir accidentes continuos.
  7. Historial de suicidios o muertes no naturales en la familia.

En esta serie, voy a examinar la naturaleza de una maldición y de una bendición, las causas de maldiciones, y de manera breve, cómo romperlas. Sé que muchos oirán, responderán ¡y serán hechos libres!

Recomiendo fuertemente que también vean las dos partes.  La primera establece fundamento para entender las causas de maldiciones para que puedas cerrar la puerta al enemigo.  En la segunda parte comparto con mayor detalle cómo romper las maldiciones y entrar en la bendición de Dios. Maldiciones: Las causas y la cura. Parte 1 / La naturaleza y las causas de maldiciones

 

Maldiciones: Las causas y la cura. Parte 2 / ¡Tú puedes romper las maldiciones!

 

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Cómo discernir y ganar la victoria sobre los espíritus territoriales.

  • ¿Qué es un espíritu territorial? 
  • ¿Qué lo permite estar presente?
  • ¿Por qué algunos cristianos son afectados por ellos? 
  • ¿Por qué algunos pueden percibirlos y ser afectados por ellos más que otros?
  • ¿Cómo puedes discernir a los espíritus territoriales en tú región? 
  • Y lo que es más importante, ¿Cómo puedes ganar la victoria sobre los espíritus territoriales?
  • ¿Cuáles son nuestras armas más efectivas en contra de tales adversarios?
  • ¿Será posible despojarlos completamente de una ciudad?

¡Qué bueno que tienes tantas buenas preguntas!

Cuanto más idolatría o pecado está en una región, más demonios que promueven esas cosas son atraídos a esa región.  En tiempo se desarrolla en una potestad regional, o «espíritu territorial» que domina la atmosfera … Cuanto más eres sensible al mundo espiritual, más podrás sentir esa presencia maligna y sus efectos en el ambiente.

Muchos cristianos pueden sentir el efecto de estos demonios en cuerpos, y sus pensamientos y emociones, pero pocos se dan cuenta qué es o cómo superarlo.  Por lo tanto, viven en depresión u opresión constante, enfermedad crónica, o luchan una y otra vez con una tentación sintiendo que tal vez ellos mismos son los malos.  Se acostumbran a vivir bajo esa opresión calculando que es normal.

Para el hijo de Dios, ¡«normal» debe de ser lleno con amor, gozo, paz, y el demás fruto del Espíritu Santo que mora en nosotros!

Tú puedes aprender a discernir lo que está en tu territorio, abrir los cielos sobre tu propia vida, hogar o negocio, vivir en gozo y en paz. 

Pero Dios quiere llevarte a un nivel mayor, para ser usado por Dios para despojar ese espíritu maligno de su lugar ¡y establecer el dominio de Cristo en tu territorio! 

En este video, enseño acerca de este tema y respondo a esas preguntas a la luz de la Biblia y compartiendo ejemplos.  Consiga un cafecito o un té caliente, ponte cómodo, y abra tu Biblia, ¡porque es tiempo de ser equipado!

Cliff Bell

 

Navegando las tormentas de la vida. Parte 3/3

Parte 3 – LAS TORMENTAS CREADAS POR EL DIABLO

Unos pastores se comunicaron conmigo porque habían estado luchando con una “tormenta” de enfermedad. La esposa tenía semanas con síntomas de mareo y de dolor intenso de la cabeza. Los médicos habían hecho toda clase de estudio, pero no pudieron hallar ninguna explicación.

Frecuentemente, cuando no hay una causa clara natural, es una indicación fuerte que pueda ser un ataque espiritual.

Esta tormenta provocada por el enemigo los estaba tratando de robar salud, tiempo y dinero a esos pastores. Discernimos que el ataque fue iniciado por causa de hechicería hecha en su contra. Entonces oramos juntos por teléfono y reprendimos al enemigo en el Nombre de Jesucristo y cancelamos esa tormenta demoníaca. Dentro de minutos los síntomas desaparecieron.

Para reiterar, hay tres clases de tormentas. Cada una requiere una respuesta diferente:

  1. las que Dios nos envía (porque quiere exigir una respuesta de nosotros por nuestro bien),
  2. las que son creadas por las decisiones malas nuestras o por otros, y
  3. las que son ataques del enemigo.

En las previas dos partes de esta serie yo enseñé acerca de las primeras dos clases de tormentas. En esta última parte quiero cubrir las tormentas que son ataques del enemigo.

Para iniciar a leer desde la primera parte, oprime la siguiente foto:

En la Biblia, la palabra “Satanás” literalmente significa “adversario” o “oponente”. Es la naturaleza del diablo oponer a Dios, a todos los que están aliados con Dios o que están colaborando con Dios. Así que no lo debamos contar como algo raro que el diablo nos odia, o que nos intenta atacar.

No debemos temer al diablo. Dios es mucho mayor y peleará por nosotros.

“Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquél que está en ustedes que el que está en el mundo.” 1ª Juan 4:4

Una de las metas del diablo es provocar temor en nosotros. Pues sabe que si respondemos con temor que nos quita de nuestra posición protectora de fe. Si respondemos con temor, le da a él la ventaja. Si queremos mantener la ventaja sobre el diablo tenemos que seguir firmes en la fe y con gozo por nuestra confianza en Dios. Isaías 12:3 dice: “Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.”

Con el fin de resistir a Dios y de estorbar los planes de Dios, el diablo siempre busca destruir (si fuera posible), resistir, desviar, contaminar, engañar o distraer al cristiano.

Por eso somos mandados a vivir sobrios, en alerta, como soldados de luz. Estamos en una guerra verdadera, y no podemos esperar lograr victoria si nos presentamos en el día de batalla vestidos de pijama y pantuflas.

8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” 1ª Pedro 5:8-10

Cristo dijo en Juan 10:10, El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

El Apóstol Juan afirmó el propósito de Cristo: 1ª Juan 3:8, Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”

Cristo envió a los discípulos con poder para vencer al diablo y para librar los cautivos.

17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” Lucas 10:17-20

Yo he incluido el versículo 20 en donde Cristo les amonestó no permitir que ese poder se les inflara la cabeza. Obviamente Cristo sabía que algunos, al ver manifestaciones del poder de Dios, comenzarían a pensar más de sí mismos que lo que deberían. (Algunas cosas no cambian).

Cristo fue enviado por Su Padre como Representante Suyo en la tierra. Por lo tanto, el Padre Le envió con poder sobre el diablo.   Cristo, a Su vez, envió a Sus discípulos, y ahora a nosotros, como representantes Suyos con esa misma autoridad y poder delegada sobre el diablo y sus demonios.

Jesús declaró en Juan 20:21: “Como me envió el Padre, así también yo os envío.”

Esta autoridad y poder está disponible para aquellos que están viviendo dentro del pacto que Él hizo por nosotros. Esto significa que tenemos que vivir en obediencia a Su Palabra y con fe.

Sea usted un apóstol, profeta, diácono, empresario, alumno, ama de casa, anciano o niño, si usted está viviendo dentro del Pacto, usted tiene esa autoridad y respaldo Celestial usando el Nombre de Jesucristo.

Reitero, la autoridad delegada y el poder se ejerza por medio del Nombre de Jesucristo. No está en aceite, ni sal, ni otros objetos. El corazón idólatra del hombre siempre busca un objeto o fórmula (obras nuestras), pero la Biblia nos enseña que el poder y la autoridad están en el NOMBRE de Jesucristo.

9 Por lo cual Dios también le exaltó (a Cristo) hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:9-11

Así como un abogado representa a su cliente, y hace todo a nombre de ese cliente, nosotros representamos a Cristo y todos los “trámites” espirituales que hacemos los hacemos en el Nombre de Jesucristo.

Así como el abogado no puede hacer nada que no representa correctamente a su cliente, nosotros no podemos hacer nada fuera de la voluntad de nuestro Señor y Rey Jesús. No estamos sirviendo a nosotros mismos sino a la Voluntad del Rey. Tenemos que buscar primeramente Su Reino y Su justicia (Mateo 6:33).

Tristemente, muchos cristianos no viven en obediencia a la Palabra de Dios, y como resultado están fuera del pacto, el lugar de protección y poder. Otros tienen más fe en el poder del diablo que en el poder de Dios para librarles. Éstos son vulnerables a más ataques del diablo. El diablo aprovecha de la ignorancia de los hijos de Dios. Por eso somos exhortados a no ser ignorantes de las maquinaciones del diablo (2ª Corintios 2:11).

Si hemos discernido que una tormenta es un plan maligno del diablo, podemos usar nuestra autoridad en el Nombre de Jesucristo para cancelar ese plan. El diablo tiene que sujetarse al Nombre de Jesucristo. Dios diseñó el orden que nosotros tenemos que colaborar con Él para ver Su voluntad hecha en la tierra.

Una palabra de equilibio…

No podemos echar la culpa al diablo por cada situación negativa que se presenta. Si alguien habitualmente no se cuida de sí mismo, sino se desgasta y come mal, eventualmente habrá consecuencias. Eso se llama la ley de la siembra y la cosecha.

Podemos orar que Dios nos sane, y Dios por Su gran misericordia pueda hacerlo. No voy a juzgar a nadie, pero si eso le sucede, por favor, ¡aprenda de la lección y comience a vivir más sanamente! Es necio seguir invitando problemas de salud simplemente por no cuidarnos.

Colaboramos con Dios para cancelar a las tormentas del diablo principalmente a través de la oración. Por eso fuimos instruidos a orar, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mateo 6:10)

Usamos las armas que Dios nos dio:

LA ORACIÓN

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7

EL AYUNO:

Cristo indicó dos razones por las cuales Sus discípulos no pudieron echar fuera el demonio del muchacho. Primero, su falta de fe. En segundo lugar, con algunas batallas espirituales, es necesario combinar la oración con el ayuno.

Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19  Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20  Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21  Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” Mateo 17:18-21

LA ALABANZA:

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.” Salmo 8:2

La NVI dice: “Por causa de tus adversarios has hecho que brote la alabanza de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho, para silenciar al enemigo y al rebelde.

Interpretamos este versículo usando la máxima Autoridad, la manera que Cristo Mismo la citó en Mateo 21:16, “Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: ‘De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza’?”

Vemos que la alabanza es una arma para callar la boca del diablo. Esto es ilustrado a través de toda la Biblia en ambos Testamentos.

EL PODER DE ATAR Y DESATAR (prohibir y permitir) lo que Dios ya atado o desatado en el Cielo:

A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y lo que desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos.” Mateo 16:19 RVA2015

Esto es lo que Cristo hizo al calmar la tempestad. Cristo no empleó la oración de petición ni de súplica. No pidió que Su Padre calmara la tormenta.

Cristo usó Su autoridad y mandó que hubiese calma, …y la tormenta obedeció. Ese fue un decreto profético verdadero. Jesús sabía cuál era la Voluntad de Su Padre, y como Representante Suyo, hizo el decreto que la ejecutó.

Hay tiempos cuando sabemos cuál es la voluntad de Dios. Como representantes Suyos, entonces, podemos dar el orden en el Nombre de Jesús para ejecutarla.

LA OBEDIENCIA:

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.” 2ª Corintios 10:3-6

Dios ha hecho toda la provisión para que podamos vivir en victoria. Podemos colaborar con Él para cancelar los planes del enemigo y establecer Su Voluntad en la tierra como en el Cielo.

Si usted está viviendo dentro del pacto, y ha discernido que hay un ataque del enemigo en su contra, ¡no se desanime! Al contrario, ¡alégrate! Porque estás en una posición para ver una vez más al enemigo avergonzado y el Nombre de Jesús glorificado.

Pida de Dios cuál sea Su estrategia para la victoria, y comience a implementarla.

Dé seguimiento con persistencia. En Lucas 18:1-8 Cristo nos enseñó de la necesidad de persistir en la oración sin desmayar.

A veces un ataque pueda requerir más que una simple oración. Cuando no veamos resultados inmediatos, pida de Dios si hay otra cosa que quiere de usted. A veces será necesario implementar el ayuno, alguna otra forma de guerra espiritual, o reclutar a otros que se unan con nosotros en la oración del acuerdo. Pero la clave más importante es dar seguimiento y no cansarnos en hacer el bien.

Si Dios no le da instrucciones adicionales, sea persistente y consistente en hacer lo que ya le ha mandado. Entre tanto, nunca dude de la bondad de Dios ni de Su amor y gracia que nos es extendida. Manténgase firme en su fe, porque eso agrada a Dios. Al final de las cuentas, Dios es Él que pelea por nosotros, ¡y Él nunca ha perdido una batalla!

Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.” 2ª Corintios 2:14

Por Cliff Bell, © 14 de febrero, 2020, Todos los derechos reservados.

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Para leer la primera parte de esta serie, PARTE 1 – LAS TORMENTAS QUE DIOS NOS ENVÍA, oprime la siguiente foto…

Otra Escritura que considerar y meditar…

“10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”Efesios 6:10-18

 

Comprendiendo el propósito del desierto

 

Comprendiendo el propósito del desierto / Apurando la llegada a su destino.

Muchos profetas publican profecías grandiosas y dramáticas como, “¡Tu herencia viene hoy! ¡Dinero hoy llega a tus manos! Arrebate la bendición con un ‘amén’”   Esta clase de post suele ser muy popular.

Yo resisto esa tentación. ¿Quiere usted que le engañe? ¿O prefiere que le diga la verdad? 

La verdad es:

La herencia viene a los quienes primero han pasado exitosamente el entrenamiento del desierto.

¿Se encuentre usted en un desierto? ¿Tiene promesas demoradas? 

No se desespere. Está todavía en el camino correcto.  Pero tenemos que comprender por qué Dios nos llevó por el desierto, y responder a Su voluntad si queremos avanzar más rápidamente hacia nuestra tierra prometida.

El camino al destino es frecuentemente la ruta larga.

Éxodo 13:17-18 “Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18 Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo.”

Hubo una ruta más rápida para llegar a la tierra prometida. Pero Dios, sabía que ellos no estaban listos para encarar la responsabilidad de guerra que sería necesaria para tomar posesión de la tierra.  Todavía pensaron como esclavos de Egipto en vez de conquistadores de Canaán.

Los hebreos estaban acostumbrados a vivir de una manera en la cual siempre hubo otro que era el responsable, otro que hacía las decisiones y que les mandaba. Era incomodo ser un esclavo, pero era una vida sin la responsabilidad de ser dueño de una herencia.

Los hebreos habían vuelto pasivos.

  • No es que no trabajaban, pero se les ha olvidado la pasión y el gozo de sembrar y cosechar en su propia tierra.
  • Habían perdido la iniciativa y la disposición de correr los riesgos del empresario.
  • Ya no conocían el sentido de cumplimiento de haber recibido la ganancia después de planear y ejecutar un buen negocio.
  • No habían tenido que defender una herencia por cientos de años, y por lo tanto, habían perdido su mentalidad de protector y su habilidad de guerrear.
  • Estaban acostumbrados a vivir en temor en vez de por la fe.

Dios sabía esto. Así que, en Su sabiduría divina, Dios llevó Israel por UN CAMINO MÁS LARGO, por un PROCESO, con el fin de desarrollar en ellos la MENTALIDAD y DISPOSICIÓN necesaria para asumir la RESPONSABILIDAD de POSEER, OCUPAR y ADMINISTRAR la tierra.

La incomodidad del desierto nunca era su destino. Dios ya había definido cuál era su herencia, su tierra prometida, y quería que la tomaran, pero sabía que todavía no tenían la capacidad de tomarla ni administrarla.

DIOS TIENE UNA TIERRA PROMETIDA PARA CADA UNO DE NOSOTROS. Tal vez usted ha escuchado promesas preciosas y anhela el día de su cumplimiento.  Me imagino que casi todos piensan que ya están listos para recibir esas bendiciones.  No apreciamos el camino largo por la cual Dios nos ha llevado.

Ni se nos ocurre que Dios pueda estar tratando de desarrollar el guerrero en nosotros, mayor capacidad para administrar nuestra herencia. CON CADA CUMPLIMIENTO DE PROMESAS, CON CADA POSESIÓN VIENE LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGERLA Y SOSTENERLA.

La mayoría de nosotros no entendemos por qué no hemos llegado todavía a nuestra tierra prometida. Como consecuencia, nuestra tendencia es quejar y murmurar igual a los hebreos en el desierto.  Nuestras quejas y murmuraciones en el proceso revelan nuestra inmadurez y falta de fe.

Rara vez pensamos en las responsabilidades que acompañan las bendiciones, las disciplinas personales que se requieren para ocupar nuestra tierra prometida.

Es más fácil rentar un departamento que ser dueño de una casa propia. Muchos de los que rentan una vivienda tienen envidia de los dueños, pero pocos han considerado el precio que fue pagado por los dueños para lograr tener esa posesión, y menos realmente quieren asumir las responsabilidades que acompañan la posesión de la tierra.

  • Si algo se descompone, llaman al dueño para que se lo arregle.
  • Cuando llega la cuenta de los impuestos, la pasan al dueño.

NO HAY TANTA RESPONSABILIDAD, PERO TAMPOCO HAY POSESIÓN.  NO HAY HERENCIA QUE PASAR A LA SIGUIENTE GENERACIÓN.

Antes de que Dios nos entrega una posesión a nuestras manos, nos lleva por un desierto, un proceso, para desarrollar en nosotros la disposición, las habilidades, y las disciplinas necesarias para ocupar la tierra. Si no fuera así la perderíamos rápidamente.

Yo visité a una nación socialista en la cual casas hermosas de lujo fueron expropiadas de los que las edificaron, y que fueron dadas a gente pobre. Dentro de poco tiempo esas casas comenzaron a deteriorarse.  Ya que han pasado unos pocos años, esas casas ahora están literalmente en ruinas.

Las casas no se deterioraron porque la gente era pobre, sino porque ellos todavía pensaron como habitantes de favelas en vez de dueños de casas de lujo. No tenían ningún concepto de lo que se necesitaba para mantener y sostener esas propiedades.

Los que recibieron las casas no habían invertido nada en la edificación, y no estaban dispuestos a desarrollar las disciplinas ni la mentalidad necesaria para mantenerlas.

A la mayoría ni se les ocurrió desarrollar la capacidad de hacerlo. En vez de aprovechar la oportunidad de vivir una vida mejor, comenzaron a quejar.  Querían que el gobierno (que les entregó la casa) la mantuviera por ellos.

He visto a personas que ganaron la lotería y volvieron millonarios de noche a la mañana. Pero dentro de seis meses habían gastado todo y más, resultándose endeudados, literalmente más pobres al final que al principio. No todos saben cómo administrar una bendición. No todos han desarrollado la habilidad de invertir en algo para realizar una multiplicación y avanzarse.

Dios permitió Israel a poseer la tierra prometida poco a poco, a la medida que ellos estaban preparados a ocuparla y mantenerla.

Antes que Dios nos permite poseer nuestra tierra prometida, nos guiará por un proceso de preparación. Puede parecer como el entrenamiento básico de un soldado.  Está difícil.  Pero es necesario.  Nos enfadamos del desierto.  Quejamos de la multitud de repeticiones que tenemos que hacer en los ejercicios.  Pero en todo Dios tiene un propósito.

De vez en cuando Dios nos manda una prueba, un examen, para ver si estamos listos para el siguiente nivel. Nos permite tener un encuentro con un escuadrón de filisteos o amorreos.  Resistencia.  Algo que exige de nosotros más disciplina, más fe, una mentalidad de guerrero.

¿Vamos a responder como esclavos? ¿O como conquistadores?

Si respondamos bien, podemos proceder al siguiente paso, más cerca a nuestra herencia. Si no, hacemos otra vuelta rodeando el desierto del proceso.

¿Quiere usted avanzar hacia su herencia? ¿Desea que el tiempo en el desierto sea más corto?  ¿Desea por fin comenzar a entrar a su tierra prometida? 

Una de las cosas que podemos hacer para abreviar nuestro tiempo en el desierto es CAMBIAR NUESTRA MENTALIDAD de esclavo a guerrero, de temor a la fe, de ASUMIR MAYOR RESPONSABILIDAD por donde nos encontramos ahora mismo.

Queremos una ciudad, pero ¿qué hemos hecho con las minas pequeñas que Dios nos entregó para administrar?  (Mateo 25:14-30)

Pida a Dios que le revele las cosas que Él desea ver desarrollado en su vida. ¿Cuáles disciplinas y habilidades son necesarias para sostener, administrar y proteger a la herencia que Dios le quiere dar? Comience a hacer un esfuerzo de desarrollar esas capacidades y habilidades.  Comience a pensar y actuar como un guerrero, como un dueño en vez de un esclavo.

En vez de quejar del calor del desierto, dé gracias a Dios que no le permitió recibir una bendición solo para perderla.

Confíe en el amor de Dios, en Su bondad, en Sus promesas, en Su fidelidad, y milite la buena milicia con las profecías que haya recibido (1ª Timoteo 1:18).

Utilice cada paso en el desierto como un ejercicio para desarrollar los músculos necesarios para trabajar la tierra prometida cuando por fin sus pies llegan a pisarla.

“Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza. 12 No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas.” Hebreos 6:11-12

Mientras que come su sopa de maná, comience a planear cuál será su primera siembra, y visualícese trabajando en su jardín de legumbres.

Un banco no otorga un préstamo a un cliente si no tiene un buen plan de negocio. Dios frecuentemente opera de una manera similar. Comience a hacer un plan para administrar la promesa cuando Dios la entrega a sus manos.  

Sea agradecido por lo que tiene, y sea un buen administrador de lo poco que tiene, para que Dios pueda confiar en usted más.

Los que no son generosos con lo poco, rara vez vuelven generosos con lo mucho.

La herencia viene a aquellos que primero han pasado exitosamente el entrenamiento del desierto.

Por Cliff Bell, © 2 de diciembre, 2017, Todos los derechos reservados.

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500 Años de La Reforma Protestante

Este 31 de octubre, 2017, mientras que el mundo celebra el “Halloween” y algunos adoran a la muerte, nosotros los cristianos estamos celebrando a Jesucristo, Aquel que venció la muerte, y el 500º ANIVERSARIO DE LA REFORMA PROTESTANTE iniciado por Martín Lutero en Wittenburgo, Alemania.  Lutero fue usado por Dios para restaurar algunas verdades bíblicas sumamente importantes a la Iglesia, verdades esenciales para nosotros.

LA SANTA BIBLIA ES LA ÚNICA BASE PARA LA DOCTRINA SANA (Sola Scriptura).

Guiado por el Espíritu Santo, Lutero comenzó a escudriñar las Escrituras, y declaró que la Biblia es la única Autoridad y base para la fe cristiana.

2ª Tim 3:16-17 «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra

En estos días en que sabemos que Dios ha restaurado también a los ministerios de los profetas y apóstoles a Su Iglesia, tenemos que recordar la importancia de esta verdad destacada por Lutero. Cualquiera supuesta “profecía,” “revelación” o enseñanza dada hoy en día está sujeta a las Escrituras ya establecidas.  No importa si es predicada por el papa o por un supuesto apóstol que tiene manifestación de milagros en su ministerio.  La Biblia sigue siendo la Verdad indiscutible, la única vara de medir para toda doctrina y enseñanza.

LA SALVACIÓN ES ÚNICAMENTE POR LA FE (Sola fide)

Lutero también acertó que la justificación viene únicamente por medio de la fe (Sola fide). Él basó esta doctrina sobre Romanos 1:17, Efesios 2:8-9 y muchos otros pasajes de Gálatas y Hebreos.  Esta doctrina era muy radical en ese tiempo porque la iglesia romana estaba vendiendo indulgencias supuestamente para redimir almas del inventado Purgatorio. Esto provocó indignación y tristeza en Lutero porque sabía que somos salvos por la fe, y no por obras.

Efesios 2:8-9 «8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe

Gálatas 2:16-17 «sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado

EL SACERDOCIO DEL CREYENTE

Las doctrina que más provocó conflicto entre Lutero y Roma era la doctrina del sacerdocio del creyente. Lutero predicó que el hombre no necesita un mediador humano, sino que tiene acceso directo para con Dios por medio de Jesucristo, nuestro único y suficiente Sumo-Sacerdote.

Esta verdad bíblica amenazaba el control que tenía la iglesia sobre la gente por medio de su sistema sacerdotal. Cristo declaró que Él aborrece la “doctrina de los nicolaítas” (Apocalipsis 2:15). ¿Qué es esa doctrina?  La palabra nicolaíta viene de dos palabras griegas: nico que significa “triunfo” o “victoria” y lao” que significa “el pueblo.” Implica el conquistar, dominar y controlar a la gente.

¡Dios aborrece los que utilicen una posición del ministerio para dominar y controlar a la gente! El controlar las vidas de otros es la cualidad intrínseca de la hechicería.  ¡Pero eso es precisamente lo que hacía la iglesia católica negando al pueblo la verdad que tenían acceso directo a Dios por medio de Jesucristo!

Lutero, armado con la Escritura, atacó el concepto del gnosticismo que había dividido el pueblo cristiano en dos clases distintos: el secular y lo sagrado, el clero y el laico.  Lutero destacó que cada cristiano bautizado es un “sacerdote” y “espiritual” en los ojos de Dios. No hay división.

Los ministros de púlpito no son más aceptables delante de Dios que otros cristianos.  Todos que hemos sido lavados con la Sangre de Jesucristo somos igualmente aceptables delante de Dios. No existe un sistema de castas.

Lutero escribió:

«Que el Papa u obispo unge, haga tonsura, ordene, consagra o viste de manera diferente que a los laicos, puede hacer un hipócrita o un icono idólatra pintado de aceite, pero de ninguna manera hace a un ser humano cristiano o espiritual. De hecho, todos somos sacerdotes consagrados a través del bautismo, como dice San Pedro en 1 Pedro 2:9: ‘Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio’, y Apocalipsis 5:10, ‘Con Su sangre nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre.’»

La Biblia dice:

Hebreos 4:14-16 «14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro

1ª Timoteo 2:5 «Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre…»

El legado de la Reforma incluye que nosotros podemos tener la certeza de nuestra salvación si hemos creído en la obra redentora de Jesucristo, arrepintiendo de nuestros pecados y confesando a Jesús como nuestro único y suficiente Salvador y Señor. (Romanos 10:9-10)  Dios desea que usted tenga esta certeza de la salvación, sin depender en ningún hombre aparte de Jesucristo.

La Iglesia de Jesucristo todavía tiene estructura y liderazgo, los cinco ministerios que Cristo Mismo instituyó (Efesios 4:11-16).  No estoy proclamando licencia de volver independiente de toda autoridad humana.  Estoy proclamando la verdad que en tiempo de necesidad usted puede acceder el Trono de Dios directamente por medio de Jesucristo sin tener que utilizar un mediador humano cada vez.  Estoy diciendo que Dios quiere hablarle directamente (Juan 10:27; Romanos 8:14), quiere que usted utilice sus dones espirituales para edificar la Iglesia y bendecir a otros (1ª Corintios 12:7; 14:1, 12, 39; Juan 14:12).

Desgraciadamente, dentro de la iglesia Protestante hay muchos quienes todavía promueven una dependencia no sana sobre “hombres de Dios”. Éstos aprovechan de la ignorancia que muchos tienen de las Escrituras para dominar al pueblo y ejercer un control no bíblico ni sano.  Tal vez les conviene ejercer ese poder ilegítimo porque les hace sentir de mayor importancia, más necesitados.  La realidad es que no hay cristianos de segunda clase en el Reino de Dios.  Solamente hay hijos de Dios, y todos los que son hijos de Dios tienen acceso directo al Padre.

¿MÁS CERCA DE DIOS?

Yo recibo a mi inbox mensajes diciendo, “Usted que está más cerca de Dios que yo, por favor, ore por mí.” Esto me desanima mucho porque me revela que hay todavía demasiados cristianos que no tienen ningún concepto de las verdades básicas del cristianismo. Si usted es un cristiano, la Biblia declara que el Espíritu Santo de Dios mora en usted, que su cuerpo físico ha vuelto en un templo de Dios (1ª Corintios 3:16). Si Dios vive en usted por Su Espíritu Santo, ¿cómo puedo yo estar más cerca de Dios que usted? Éstos cristianos todavía no se han actualizado con las verdades más esenciales de la Reforma Protestante, y siguen en una mentalidad católica.  Es tiempo de actualizarse.

¿Y USTED, AMADO LECTOR?

¿Se ha actualizado a la Reforma Protestante? ¿O simplemente asiste a una congregación ‘no católica’?

¿Tiene usted confianza con Dios? La puede tener.  Es la razón por la cual Cristo dio Su Vida por usted.   Si no lo haya hecho, es tiempo de actualizarse.  Usted puede confiar en el amor de Dios y en Su bondad.  Usted puede recibir esta misericordia y gracia que es ofrecida liberalmente a todo aquel que confía en Él.

Por Cliff Bell, © 29 de octubre, 2017, Todos los derechos reservados.

 

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POSEYENDO SU TIERRA PROMETIDA

(Enfrentando muros y a gigantes armados)

Por el Profeta Cliff Bell   © 2013

1 Tierra PrometidaDios nos ha dado a todos una tierra prometida que poseer.  …algo que es nuestra herencia.  …una promesa que Dios le haya dado.   Así como con Israel, la herencia que Dios quiere que poseamos está diseñada a intimidarnos y a impedir nuestra entrada. 

Jeremías 29:11 nos declara: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.» Continuar leyendo