Parte 1 ¿Qué pasó? Cuando una profecía personal NO se cumple.

Después de haber ministrado como profeta por 23 años, y haber profetizado a aproximadamente 50,000 personas puedo atestiguar que la palabra profética verdadera trae vida.  Yo mismo he recibido bastantes profecías que me han sido de provecho.

Tenemos miles de testimonios de vidas edificadas, gente transformada y milagros realizados.  Es raro que voy a un lugar ahora en donde no encuentro alguien que me dice, “usted me profetizó tal y tal cosa, y todo se ha cumplido al pie de la letra.”

Pero cuando una profecía NO se cumple tal como habíamos anticipado, nos deja con muchas preguntas.  No es justo ignorar este tema como si no existe.  

Obviamente Dios no miente.  Entonces, ¿qué pasó?   ¿Fue una profecía falsa? ¿Acaso no respondemos adecuadamente?  ¿Quién falló?  ¿Fue un profeta falso?

Primero, le avisaré que esta publicación será larga, porque hay muchas variables que considerar, y con cada situación las variables cambian.  Solo Dios conoce el cuadro completo.

Pero todos conocemos de profecías que no se cumplieron.  En algún momento tenemos que tratar con las preguntas difíciles con relación a los profetas y las profecías personales.  Necesitamos ofrecer entendimiento bíblico con relación a algunas posibilidades que considerar cuando no se cumplen.

Algunos de los temas que vamos a investigar son:

  • ¿Es absoluta la prueba de Deuteronomio 18:20-22?
  • ¿Existen otras pruebas bíblicas que debamos considerar?
  • La naturaleza condicional de las profecías.
  • ¿Cuáles responsabilidades tiene la persona que fue ministrada?
  • ¿Son infalibles los profetas verdaderos?
  • O ¿Puede un profeta verdadero equivocarse o hablar presuntuosamente en ocasiones?
  • ¿Qué diferencia hay entre los profetas que Dios usó para darnos la Santa Escritura y otros profetas?
  • ¿Qué responsabilidad tiene el profeta si es comprobada que la profecía fue presuntuosa? ¿Cómo debamos responder?
  • ¿Qué dijo Cristo acerca de cómo discernir entre los profetas falsos y los verdaderos?
  • ¿Qué hacemos con nuestras preguntas que quedaron sin respuestas?

Le invito a conseguirse una taza de café, abrir su Biblia, y acompañarme en este estudio revelador.

PRIMERA PREGUNTA: ¿CUÁLES SON LAS PRUEBAS DE UN PROFETA VERDADERO?

Muchos citan a Deuteronomio 18:20-22 como la única prueba para determinar profetas verdaderos o falsos.  La prueba es simplemente: si lo que profetiza se cumple se le consideren un profeta verdadero; y si no se cumple, entonces es un profeta falso. Se le acuerdo que los falsos profetas fueron apedreados.  ¿Ahora cuántos se animan a ser un profeta?

Veamos primero lo que dice este pasaje:

“20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.

21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?;

22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.”

Este pasaje es bastante claro.  Pero cualquier alumno serio de la Biblia sabe que para hallar sana doctrina tenemos que comparar Escritura con Escritura para saber lo que dice el pleno consejo de la Escritura. 

EJEMPLO:  Sabemos que Dios es amor (1ª Juan 4:8) y que hizo la provisión para la salvación de todos.  Algunos llevan esa verdad a un extremo para decir que un Dios amoroso no enviaría nadie al infierno.  Obviamente se les olvidaron interpretar la Escritura que habla del amor de Dios con las que hablan de cómo Dios es un Dios también de Verdad, Justicia, Santidad, y de Juicio.  Para hallar la sana doctrina tenemos que tomar en cuenta el pleno consejo de la Palabra.

Obviamente, que las profecías sean precisas (inspiradas por Dios, de acuerdo con las Escrituras y con los hechos), es una prueba muy importante, pero no es la única prueba bíblica de un profeta.

CONSIDERAMOS LO SIGUIENTE:

PRIMERO, notamos que muchas de las profecías de los profetas en la Biblia NO se cumplieron durante sus vidas. La mayoría de sus profecías eran para futuras generaciones. Por lo tanto, si los hebreos hubieran usado los cumplimientos como su ÚNICA plomada para los profetas, entonces casi todos los profetas del Antiguo Testamento hubieran sido considerados falsos durante sus vidas.

SEGUNDO: Consideremos que algunas de las profecías de los profetas verdaderos y bíblicos NUNCA se cumplieron tal cual como fue profetizado, pero no fueron considerados falsos profetas.

(EJEMPLO 1) El Profeta Jonás profetizó que Nínive sería destruido en 40 días (Jonás 3:4). Esa era una profecía muy específica. Pero como la ciudad se arrepintió DIOS CAMBIÓ SU PLAN y les extendió misericordia (Jonás 3:10). La profecía no se cumplió.

(EJEMPLO 2) Moisés y lo que profetizó a la primera generación que salió de Egipto. Moisés les profetizó que Dios les llevará a la tierra prometida (Levítico 20:24, y muchas más). Pero como esa generación no creyó esa profecía NO se cumplió tal como fue profetizada. El cumplimiento fue trasferido a la siguiente generación (Números 14:26-35). DIOS CAMBIÓ SU PLAN por la rebeldía y por la duda de esa primera generación.

Estos dos primeros ejemplos nos confirman LA NATURALEZA CONDICIONAL DE LAS PROFECÍAS PERSONALES.

EL PRINCIPIO DE LAS CUATRO CLASES DE TIERRA

La profecía viene como una semilla, y tenemos que ser buena tierra y cumplir la palabra y voluntad de Dios.  No queremos perder el provecho de la semilla por causa de nuestra dureza de corazón, falta de madurez o por ser distraídos por los afanes de la vida.  (Lea la parábola del sembrador en Mateo 13:1-23.  Esa parábola se podría ser llamada “la parábola de las cuatro clases de tierra.”)

Después de determinar que una profecía es de Dios, tenemos que creer la palabra, cambiar las cosas en nuestras vidas que están contrarias a Su voluntad, tomar pasos de preparación y de fe hacia adelante, y militar la buena milicia en guerra espiritual (1ª Timoteo 1:18).  Pues, el diablo siempre buscará abortar el plan de Dios influenciando o tentando a los hombres.

EJEMPLO PERSONAL Yo recibí muchas profecías que estaría ministrando en muchas diferentes naciones.  Pero si yo nunca hubiera servido en la iglesia local, si no me hubiera preparado, si no hubiera desarrollado mi relación con Dios, si no hubiera conseguido un pasaporte, ¿a cuántas naciones piensa usted que yo hubiera ministrado?

No quiero en ninguna manera echar culpa sobre nadie, ni agregar dolor a alguien que ya esté sufriendo.  Pero si queremos un estudio completo, tenemos que preguntar:

  • ¿Cuántas profecías fueron abortadas porque no regamos la semilla de la profecía con las lágrimas de la intercesión?  Dios nos mandó orar en Mateo 6:10 que venga Su Reino y que Su voluntad se cumpliese.  ¿No necesita Dios, entonces, que nosotros oremos para que estas cosas sucedan?
  • ¿Cuántas profecías no llegaron a su cumplimiento porque hubo resistencia demoníaca, y no hubo suficientes que entrasen en la guerra espiritual?1ª Timoteo 1:18 “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,”
  • ¿Cuántas fueron abortadas porque alguien rehusó creer la palabra ministrada?  Hebreos 4:2 “…pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.”
  • ¿Cuántas fueron abortadas porque alguien no quiso abandonar el pecado?Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
  • ¿Cuántas no se cumplieron porque la persona nunca quiso tomar un paso de fe y hacer algo que nunca antes había hecho?  Santiago 2:17  “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
  • ¿Cuántas fueron canceladas porque la persona no quiso desarrollar una disciplina necesaria en su vida? Mateo 25:26-27  “Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente… 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.”

PROFECÍAS VERDADERAS CAÍDAS EN MALA TIERRA

Conozco de un hombre que tiene mucho más potencial que yo.  Tenía unción.  Tenía dones.  Parece que pudo hacerlo todo.  Tuvo un buen inicio y Dios le estaba usando poderosamente al nivel de la iglesia local.  Recibió profecías que indicaron un llamado como profeta.  Esa era la intención y voluntad de Dios por aquel hombre.

Tristemente, ese hombre rehusó disciplinarse.  Siempre estaba distraído con otras cosas. En fin, cayó en pornografía, adulterio, y terminó en divorcio.  Hoy en día no está involucrado en ningún ministerio, y ni se congrega.  Todos que le conocemos estamos convencidos que las profecías fueron precisas, pero el provecho de la profecía nunca se realizó.

El tener un llamado no es suficiente.  Muchos son llamados, pero pocos son escogidos. 

(EJEMPLO 3) EL PROFETA NATÁN Y LA PALABRA PRESUNTUOSA

Desde su oficio y autoridad de profeta, Natán proclamó al Rey David que podía implementar su plan de construir un templo para el Señor. Le declaró, “Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo” (2ª Samuel 7:5).

Lo que Natán declaró pareció estar de acuerdo con las Escrituras y doctrinalmente sana. Pareció una propuesta genial. Pues David ya tenía su palacio. ¿Por qué no construir un templo para la gloria de Dios.  Pero no era la voluntad de Dios para David.  Dios tenía Sus razones.

Aprendemos que no podemos profetizar de una convicción del logos (doctrina bíblica); tenemos que recibir una rhema (palabra inspirada) del Señor.  No podemos profetizar sanidad a cada enfermo simplemente porque está de acuerdo con la doctrina correcta. 

Tal vez la amistad y confianza que tenía Natán con David le influenció.  Puede ser que conocemos y amamos a la persona y no podemos entender por qué Dios permitiera que no fuese sanada.  Puede ser que sienta una convicción fuerte, pero eso no siempre indica que ha recibido una rhema departe de Dios.

Cuanto más conocimiento natural tenemos del asunto, y cuanto más estamos entretejidos emocionalmente con la persona, menos somos indicados para ofrecer una profecía pura y precisa.

La presunción es una trampa demasiada fácil en qué caer. Nuestro conocimiento natural y nuestras emociones gritan tan fuertemente que nos impidan oír claramente el silbo apacible y delicado del Espíritu Santo.  O puede ser que al escuchar esa Voz, no la prestamos atención porque podemos estar tan influenciados convencidos por una conexión personal.

Cuando alguien me cuenta su historia, y me involucra con conocimiento natural y una conexión emocional, le digo que ya no le puedo profetizar.  Le comparto principios bíblicos y hago una oración.  Si percibo que he recibido algo del Señor, se lo comparto sin atribuir a Dios el mensaje.

Regresando a Natán y David…  Esa noche el Señor habló a Natán avisándole que había hablado presuntuosamente y que David no era el indicado para construir el templo sino su hijo que reinaría después de él (2ª Samuel 7:12-13). Natán tuvo que tomar responsabilidad por su error y volver a David y avisarle que había hablado presuntuosamente.  David no pensó mal de Natán, sino que aceptó sus palabras e hizo los preparativos para el templo que si hijo Salomón construyera.  David siguió honrando a Natán como profeta.

Años después, Natán tuvo que confrontar a David acerca de su pecado con Betsabé (2ª Samuel 12:7-12). David pudo haber levantado protesta por causa de la palabra presuntuosa anterior, pero no lo hizo. David le siguió honrando como profeta de Dios.

Esto NO nos da licencia para hablar presuntuosamente, ¡claro que NO!  Sigue siendo una cosa muy seria.  Pero SÍ nos indica que HAY MÁS QUE CONSIDERAR QUE PROFECÍAS CUMPLIDAS con relación a profetas.

Vemos por espejo, oscuramente. Lo que conocemos y profetizamos es en parte.

Dios le habló a Moisés en el Monte de Sinaí, con relámpagos, temblores y humo. Aún en la Biblia eso era muy inusual.  Dios habló de tal manera con Moisés porque era necesario establecer a Israel como nación nueva habiéndoles apenas sacado de Egipto, y quiso sacar la influencia de Egipto de ellos.

En contraste, nosotros, “conocemos en parte, y profetizamos en parte… vemos por espejo oscuramente,” (1ª Corintios 13:9,12).  Dios no revela todo a nadie.  Y lo que nos dice frecuentemente viene a través de impresiones y pensamientos del Espíritu, sueños o visiones.  ¡No conozco de un profeta moderno al cual Dios le envió el Ángel Gabriel sonando una trompeta!

¿QUÉ RESPONSABILIDAD TIENE EL PROFETA CUANDO UNA PROFECÍA ES DETERMINADA COMO PRESUNTUOSA?

Si una profecía personal es juzgada y determinada contundentemente como una profecía no precisa, que no era actualmente inspirada por Dios, el profeta debe de tomar responsabilidad por lo que profetizó tal como lo hizo Natán. 

La disculpa debe de ser tan pública y fuerte como el error.  Cuanto sea posible, debe de haber un esfuerzo de traer la verdad a todos que fueron afectados e involucrados. 

Este es un principio bíblico que se aplica a todo.  Por ejemplo, si alguien acusa a otro erróneamente, y lo hace delante de la congregación, entonces una disculpa sincera debe de ser echa delante de la congregación para borrar las dudas.  No es suficiente hablar a la persona en privado si la acusación fue hecha en público.   

Por otro lado, si era un asunto de poca importancia no hay razón de exigir sangre sobre un asunto trivial.   

EJEMPLO: 

Hubo un “profeta” que visitó una congregación. Durante su visita el pastor le comentó en privado que tenía un conflicto con cierta hermana, y que sospechaba que estaba en rebeldía. 

Cuando el profeta se había ido, el pastor tuvo oportunidad de platicar con la hermana, y se dio cuenta que había mal entendido la situación y que ella estaba en orden. El pastor y la hermana quedaron reconciliados y siguieron adelante. 

Varios meses más tarde volvió el profeta, y viendo a la hermana en la congregación la profetizó públicamente que estaba en rebeldía, y que estaba bajo maldición.  Ella quedó devastada. 

Aquí vemos que el profeta profetizó de su conocimiento natural y equivocado, no de inspiración de Dios.  Pero lo hizo con tanta fuerza a gritos que hasta el pastor (que sabía que no era cierto) sintió intimidado y no dijo nada.

El pastor debería haber interrumpido al “profeta” y corregido el error de inmediato, cancelado toda palabra de maldición.  Pero como no lo hizo, la mayoría de la congregación siguió creyendo la acusación falsa y pensando mal de la hermana.

Unos ancianos me llamaron preocupados por la hermana que se había caído en una depresión sintiendo confundida, y rechazada por el pastor y por Dios por causa de la “profecía”.

Cuando yo me enteré, conversé con el pastor, y le pregunté si él creyó que la profecía era precisa, y me dijo que no.  Él también admitió que no era justo que la hermana fuera acusada públicamente.  Entonces le dije que necesitaba declarar delante de la congregación que esa profecía no era de Dios y romper la maldición tan públicamente como había sido declarada.

Tristemente, nunca lo hizo porque era muy pasivo.  Gracias a Dios, yo pude orar por la hermana para romper la maldición.

Tenemos que ser discernidos, pero al mismo tiempo no vivir en la sospecha ni andar buscando a quién apedrear.

¿QUÉ DE PROFECÍAS QUE PARECEN SER NO PRECISAS?

Es necesario comprobar que una profecía es no precisa sin lugar a duda antes de declararla como tal.    A veces una profecía que parece faltar precisión hoy, pueda ser comprobada como profecía precisa si es dada suficiente tiempo para su cumplimiento. No siempre sabemos el tiempo de lo que profetizamos.

EJEMPLO:  En Juan 11:4 Jesús profetizó acerca de Lázaro, “Esta enfermedad no es para muerte.”  Otras versiones traducen Sus palabras, “Esta enfermedad no terminará en muerte.”

Los discípulos pensaron que Lázaro no iba morirse. Tenían una profecía precisa, pero una interpretación incorrecta.  Sabemos que Lázaro falleció antes de que Cristo pudiese llegar.  Pero Cristo le levantó de los muertos cuatro días después, así que no terminó en muerte.

¿PUEDE UN PROFETA VERDADERO EQUIVOCARSE?

Tal como con los médicos cirujanos, entre los profetas no hay lugar para errores porque le puede costar la vida o destino de alguien.   Pero si decimos que nunca fallamos, entonces nos convertimos en herejes, porque la Biblia nos revela que solo Dios es infalible.   

Muchos han puesto sobre los profetas un estándar imposible de cumplir y que en muchos casos es motivado por un espíritu legalista y fariseo que últimamente le lleva a manipulación y control.   Por otro lado, si el profeta revela su humanidad haciendo un error, corre el riesgo de ser acusado de ser un  falso profeta.

CONSIDERE LO SIGUIENTE:

(1) Si mantenemos la posición de que profetas tienen que profetizar siempre 100% precisos y acertados, siempre libre de errores…  ¿Cómo, pues, entrenaremos a más profetas?

Para los que dicen que a profetas no se les entrena, se le acuerdo que aún en el Antiguo Testamento tenían escuelas de profetas.  Los “hijos de los profetas” estaban bajo la tutela de los profetas experimentados, reconocidos y maduros.

EJEMPLO: Eliseo era uno de los hijos de los profetas, sirvió a Elías, su mentor y padre espiritual. En el tiempo correcto, el manto fue pasado de Elías a Eliseo (2ª Reyes 2).  A su vez, Giezí era el criado de Eliseo y uno de los hijos de los profetas; tristemente no pasó la prueba y nunca se realizó la plenitud de su ministerio (2ª Reyes 5).

Se requiere preparación, entrenamiento y tutela antes de ejercer cualquiera clase de ministerio.

  • Se le nota cuáles son los ministros que faltan preparación bíblica porque son vulnerables al engaño, a los movimientos de hombre que vienen como “modas,” y a las doctrinas de demonios.
  • Los que faltan preparación en su carácter en mayor parte son los que lastiman y trasquilan al pueblo de Dios.
  • Los que faltan preparación en asuntos de liderazgo y administración permanecen con ministerios de poco impacto.  (Lea la parábola de los talentos: Mateo 25:14-30.)
  • Los que no reciben entrenamiento y tutela en la ministración profética típicamente lastiman a multitudes.  En tiempo, vuelven lastimados ellos mismos, o se convierten en adivinos, o líderes manipuladores de grupos pequeños de seguidores ciegos.

(2) Si mantenemos la posición de que los profetas nunca puedan equivocarse, y que sus profecías son siempre 100% puras y tal como Dios lo hubiera dicho, la conclusión sería que son infalibles. 

Si son infalibles, entonces requiere que sus seguidores consideren sus declaraciones proféticas al mismo nivel de autoridad y de revelación como las Escrituras.  ¿Cuál sería el resultado de tal percepción?  Esa es herejía. 

EN EL ANTIGUO PACTO DIOS PUSO MAYOR LA RESPONSABILIDAD SOBRE SUS PROFETAS.   La razón primordial, es que las Escrituras no estaban completas y los profetas eran la manera principal que Dios utilizaba para hablar a Su Pueblo.

LOS PROFETAS QUE PRODUJERON LAS ESCRITURAS FUERON INSPIRADOS POR DIOS.  Sabemos esto porque 2ª Timoteo 3:16-17 dice:

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

Hubo una protección divina sobre los profetas que Dios escogió para producir las Escrituras porque Dios sabía que fuera necesario para el avance de Su Pueblo e Iglesia.  Dios sabía que necesitaríamos una palabra profética más segura para usar como reglón o plomada. La Escritura es esa “palabra profética más segura” (2ª Pedro 1:19).

Nosotros tenemos que usar esta herramienta que Dios nos dio para medir las demás profecías. Pero la Biblia nunca implica que todos los profetas eran precisos 100% del tiempo.

Al contrario: vemos en Deuteronomio 13:1-5, Dios mandó al pueblo que ellos también tenían que usar discernimiento y sentido común.  Dijo que si acaso llegaba un profeta haciendo milagros y profetizando que deberían de seguir otros dioses, que aquel era un falso profeta y que no le debían de creer.

Aún durante el Antiguo Testamento, cada individuo tenía una medida de responsabilidad con relación a cuánto creer de lo que fue profetizado. Tenían que juzgar a las profecías con la vara de medir de la verdad que Dios había establecido hasta ese punto.  Más parece que la mayoría de la responsabilidad fue puesta sobre el profeta por su POSICIÓN DE INFLUENCIA. 

TODOS tenemos una responsabilidad de juzgar las profecías para no ser engañados, pero los con autoridad e influencia llevan una responsabilidad mayor.

“A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Lucas 12:48).  Con la abundancia de Biblias y de herramientas de estudio bíblico, en mi opinión nuestra  generación tiene más responsabilidad que cualquiera otra.

Dios siempre nos hace responsables por la medida de Su Palabra que está a nuestro alcance.  Hoy en día tenemos más acceso a la Verdad bíblica de Dios que en cualquiera otra época en la historia.  Si usted está leyendo esto usando un teléfono inteligente, hay aplicaciones de la Biblia que pueda descargar y emplear con múltiples versiones.

Con la apertura del Movimiento Profético y Apostólico Dios nos dio todas las herramientas apropiadas para poder juzgar a las profecías para determinar si son de Dios o no. Hasta nos permitió la invención de grabadoras para poder grabar las profecías para poder juzgarlas sin depender apenas de la memoria.  Todos somos mandados a conocer las Escrituras para poder juzgar correctamente las profecías.

Como esta enseñanza ha vuelto muy largo, lo voy a continuar en una segunda parte.  Para continuar leyendo, favor de seguir este enlace haciendo un clic en la foto: 

Por Cliff Bell, © 11 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

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POSEYENDO SU TIERRA PROMETIDA

(Enfrentando muros y a gigantes armados)

Por el Profeta Cliff Bell   © 2013

1 Tierra PrometidaDios nos ha dado a todos una tierra prometida que poseer.  …algo que es nuestra herencia.  …una promesa que Dios le haya dado.   Así como con Israel, la herencia que Dios quiere que poseamos está diseñada a intimidarnos y a impedir nuestra entrada. 

Jeremías 29:11 nos declara: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.» Continuar leyendo