Después de haber identificado positivamente a un sueño como procedente de Dios, y si ya sabe cuál es el mensaje, ¿ahora qué? Obviamente, cuando Dios habla, debamos responder. En esta tercera y última parte de esta serie investigaremos esa pregunta y cuál sería el protocolo a seguir.
En la primera parte de esta serie aprendimos cómo determinar la FUENTE de un sueño o de una visión. Determinando la fuente es clave. Si usted no ha leído la primera parte, le urjo a hacerlo antes de seguir. Para ir a la primera parte, haga un click sobre esta foto.
En la segunda parte cubrí claves importantes para poder interpretar los sueños y las visiones que suelen contener muchos simbolismos. Investigamos de las tres clases de simbolismos y cómo determinar lo que significan.
Después de haber hecho los primeros dos pasos, ya sabe que recibió un sueño de Dios, y ya sabe cuál es el mensaje, ¿ahora qué?
Obviamente si Dios nos habló, es que desea que respondamos. Dios desea que seamos hacedores de la Palabra (Santiago 1:22).
Siempre es necesario pedir a Dios, “¿Cuáles son Tus instrucciones? ¿Qué quieres que yo haga con esto? ¿Cuál es mi tarea?”
El mismo Espíritu Santo que inspiró el sueño es muy fiel para respondernos cuándo Le pidamos Sus instrucciones. No debamos presumir que ya sepamos. Pídale. Si era de Dios, Él responderá.
Dios nunca nos negará lo que necesitamos para obedecerle. Espera en Él para las instrucciones.
Él nunca es tarde.
RESPONDIENDO AL NIVEL PERSONAL:
Nunca se debe hacer ninguna mudanza o decisión grande sin confirmación y consejo. Nunca es sabio hacer decisiones grandes basadas en una sola profecía o un solo sueño.
Por ejemplo, despidiéndose de su empleo, vendiendo una casa, mudando a otra ciudad, iniciando un ministerio, etc. Dios no le instruirá vender su casa sin primero revelar en dónde mudarse y abrir una puerta. No le instruirá salir de un lugar sin darles primero un destino y propósito positivo.
PALABRA, PREPARACIÓN, TIEMPO y CAMINO tienen que coincidir.
Tener una Palabra Profética de Dios es una parte. La otra parte es seguir con nuestra Preparación y esperar el Tiempo de Dios. El tiempo de Dios coincida con el Camino que Dios prepara. El camino de Dios es la manera o vehículo que Dios usa para llevarle al cumplimiento.
He conocido de gente que quería mudarse a otra parte porque estaban incómodos en donde están. Se afanan tanto que su alma genera toda clase de sueño y pensamientos cargados de emoción para salir.
Le daré una clave: Dios no está frustrado y no nos dará una luz verde hasta que nuestra alma está alineada con Su Corazón en paz. Podemos descansar en el Señor y esperar Su tiempo perfecto. Podemos confiar en Él.
Cuando es tiempo de mudarse, no será para escaparse de una situación incómoda, sino para ir a otra cosa positiva que le espera. No saldrá corriendo para escaparse de nada. Cuando Dios nos mueve es un movimiento positivo para un fin positivo y en victoria.
OTRA CLAVE: NO BUSCAMOS la confirmación. ESPERAMOS la confirmación.
Mucha gente busca a un profeta y le dicen algo como, “Dios me dio un sueño que me indicaba una mudanza geográfica y un ministerio glorioso. Hemos estado considerando una mudanza a Miami. Estamos acercando a usted para ver si nos pueda dar una confirmación.”
Al decirle tal cosa ya ha puesto palabras en la boca del profeta. Le ha contaminado e influenciado ya habiéndole dicho “Dios me dio…” Pues, ¿quién puede discutir con Dios? ¿Cómo puede ahora ese profeta ofrecerle una palabra pura de Dios? Es mucho mejor ESPERAR y CONFIAR que Dios le dará cualquiera confirmación necesaria a Su manera y a Su tiempo.
Ahora bien, algunas respuestas nuestras son obvias:
- Si Dios reveló un problema de pecado en su vida, arrepiéntase y reciba su perdón.
- Si Dios reveló una raíz de amargura, una ofensa o herida del alma, entonces perdone aquel que le hirió, renuncie el pecado de no haberle perdonado antes, arrepiéntase, y reciba su sanidad por la fe.
Tal vez usted piensa, “He tratado de perdonar y no puedo.” Anímese. Si Dios lo reveló, es que Su gracia está siendo derramada ahora para ayudarle a hacer lo que no se pudo antes. Lo que Dios revela, Él sana. Dios nunca nos exige un paso sin ofrecernos Su gracia para poder obedecerle.
- Si Dios reveló que es necesario hacer un cambio en sus prioridades, o en sus hábitos, haga la decisión y el paso de fe de obedecerle. Si es para dejar un vicio, o establecer una disciplina positiva en su vida, otra vez, Su gracia (Su habilidad divina) está presente para ayudarle.
- Si Dios reveló que tiene una mentalidad no bíblica (una forma de pensar que no está de acuerdo con la Palabra de Dios), es tiempo de dedicarse a renovar su mente. Entonces identifique la mentira que ha creído, y reemplácela con la Verdad de la Palabra de Dios. Es importante a hacer eso verbalmente, en voz alta. Consiga alguien de confianza y compártelo lo que Dios está renovando en su vida. Una de las maneras que vencemos al maligno es por la palabra de nuestro testimonio (Apocalipsis 12:11).
- Si Dios reveló un área de opresión demoníaca en su vida, utilice su autoridad en el Nombre de Jesucristo para recibir su libertad. Si es necesario, pida a su pastor, o involucre a un amigo de confianza y de fe para orar con usted.
- Si Dios le habló de un ministerio futuro, no tenga prisa. Esté tranquilo. Siga preparándose y sirviendo en donde Dios le puso.
Cuando es el tiempo de Dios la puerta se abrirá sin tener que tumbarla ni forzar a nada. Mientras que servimos nuestros dones serán manifiestos. Nuestros pastores que nos observen puedan detectar cuando hemos crecido y madurado lo suficiente para recibir mayor responsabilidad. No los tendrá que convencer.
- Si tuvo que manipular las cosas para obtenerla,
- si tuvo que hacer algo no ético,
- si tuvo que forzar algo, entonces no es la bendición ni la provisión de Dios.
RESPONDIENDO CUANDO SE TRATA DE OTROS.
Los sueños y las visiones vienen bajo las mismas pautas que la profecía. El don de la profecía es dada para edificación, exhortación, y consolación. Demasiada gente está atorada en el Antiguo Testamento y busca identificar todos los pecados ocultos de otros para pronunciarles un juicio. Tristemente, éstos suelen ser ciegos a su propio pecado. Nosotros vivimos en el Nuevo Pacto.
El don de la profecía no fue dada para enterarnos de los pecados de los demás, ni para satisfacer nuestra curiosidad, ni para actuar como la policía de la congregación. El don de la profecía es para edificación, exhortación y consolación (1ª Corintios 14:3).
La EXHORTACIÓN no significa corrección ni castigo.
En el griego es la palabra “paraklesis” que es una variación de la palabra “parakletos” que es el nombre que Cristo dio al Espíritu Santo cuando dijo que enviaría otro “Consolador” (Juan 14:16). Significa “apoyar, servir como un abogado a favor de otro, ayudar, animar, y consolar.” Es una palabra muy positiva.
Dios no nos llamó para ser el procurador de justicia, ¡sino el abogado de defensa!
En Juan 6:63 Cristo dijo, “las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”
Cristo desea edificar y dar vida a Su iglesia. Si el mensaje no es edificante, si no trae consuelo, si no ministre vida, entonces es probable que no era de Dios, o usted lo mal interpretó. NO se lo comparta.
Si es un sueño que se repite, o que le resulte en una carga que no puede soltar, ora primero por esa persona. Ora que Dios le ministre, que Dios la hable directamente Su voluntad, que todo estorbo y distracción se desista. Si todavía persiste, es mejor acudir a sus pastores y compartirlo con ellos para pedir su consejo.
Proverbios 11:14 dice: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.”
Si el mensaje puede ayudar a otros, (edificarles, exhortarles, consolarles, ministrar vida, o en alguna manera promover el propósito de Dios en sus vidas), entonces se requiere considerar el PROTOCOLO de compartírselo.
¿POR QUÉ PROTOCOLO?
Cuando conducimos un auto en el transito, siempre es necesario seguir el protocolo correcto para evitar un choque. Los accidentes acontecen a gente de buena motivación, pero que en un momento dado descuidan el protocolo (los semáforos, los letreros, los carriles).
Si seguir el protocolo es necesario en el mundo, ¿cuánto más en la iglesia cuando estamos hablando de profecías que puedan afectar a las vidas de otros?
Tal vez usted tiene un sueño legítimo de Dios. Pero ¿cuál es la tarea que Dios le está encargando? ¿Cuál es la mejor manera de honrar a Dios y Su intención?
Cuando se trata de palabras que puedan afectar a las vidas de otros es esencial usar la sabiduría y cautela.
Este no es un juego. Si Dios le está dando una tarea, es una responsabilidad grande. Tenemos que representar a Dios. Eso requiere más que una palabra acertada. Tenemos representar Su Corazón a otros.
Para representar correctamente a Dios tenemos que ministrar con los principios de HONRA, del RESPETO, y del AMOR.
Es igualmente importante entender que el hecho de que otra persona apareció en su sueño no significa que usted está siendo autorizado por Dios a entregarle un mensaje.
Primero, considere si el mensaje pudiera ser actualmente para usted mismo, pues usted es la persona que recibió el sueño. Si el mensaje fuera para ellos, Dios pudo haber dado a ellos el sueño directamente al menos que fuera una tarea de intercesión a favor de esa persona.
¿Por qué puso Dios esa persona en su sueño, entonces? Muchas veces ni se trata de ellos. Estadísticamente, más que 90% del tiempo se trata de lo que ellos representan a usted y algo en su propia vida que Dios desea tratar o sanar.
Cuando Dios sí nos está dando un mensaje acerca de otro, la mayoría del tiempo es una tarea de intercesión, y no un mensaje para entregar a ellos. La revelación no implica autorización de anunciar. Dios no siempre busca un vocero público. La mayoría de las veces busca un intercesor privado.
Cuando Dios sí nos muestra algo acerca de la vida de otro, no es para satisfacer nuestro deseo carnal de enterarnos de los asuntos personales de otros. Dios no es un chismoso. La manera que tratamos una revelación acerca de otra persona mostrará a Dios si tenemos la habilidad de manejar información privada, y si Él puede confiar en nosotros con más.
Si Dios le ha revelado algo acerca de otro, el primer paso SIEMPRE es orar por esa persona y esperar más instrucciones. Sus oraciones fieles puedan evitar un desastre en sus vidas.
Puede ser que ellos nunca se darán cuenta que usted intercedió por ellos. ¿Puede usted estar contento así? ¿O requiere usted la afirmación de los hombres? Si usted tiene una necesidad para que ellos sepan que usted recibió el sueño y que oró por ellos, revela una inmadurez de su parte. ¿Prefiere el galardón de Dios o la posible admiración del hombre?
Antes de compartir un sueño con otro, SIEMPRE considere el resultado posible al escucharlo. Si pudiera tener un resultado negativo, (como el temor, o la confusión), entonces guarde silencio.
Si Dios puede confiar en usted algo pequeño, si puede manejar bien información delicada sin volver soberbio o perder suelo, entonces Dios podrá confiar en usted algo de mayor pesa en el futuro.
El hecho que usted recibió una revelación no significa que ha sido autorizado a confrontar a nadie. Reitero, Dios no colocó policías en el Cuerpo de Cristo. Mucho menos jueces ni verdugos. Los que andan buscando confrontar el pecado de todos los demás no conocen el Corazón de Cristo ni tampoco la condición de su propio corazón.
La corrección es una función de un padre, no de un hijo. Es una función desempeñada por uno que tiene autoridad a base de una relacionamiento establecido como líder, y que genuinamente ama.
La confrontación al pecado no se hace a base de sueños ni visiones sino a base de evidencias concretas. Tal confrontación debe de ser hecha con amor, con humildad, con el temor de Dios, con el deseo de traer una reconciliación y únicamente hecho por los que son líderes maduros dentro del Cuerpo de Cristo, personas que tienen una relación establecida de confianza con la persona. Ese es protocolo bíblico.
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” Gálatas 6:1
CLAVE: Si lo comparta, compártalo únicamente con aquellos que tienen autoridad para cambiar la situación. De otro modo, usted apenas está chismeando.
Cuando hay una duda, siempre lo puede someter a su pastor o cobertura espiritual para recibir mayor sabiduría y dirección.
Si la palabra es para la iglesia, usted pueda someter a su pastor algo que puede entender y apreciar.
Algunos pastores se frustran con gente que se le acerca con “pedacitos de información” que independientemente no tienen sentido. Luego, cuando el pastor no responde con entusiasmo, el intercesor se desanima pensando que el pastor no le toma en serio o que no valora las cosas del Espíritu.
La revelación profética es parcial, y es progresiva. Dios nos da una pieza del cuadro un día, y otro día nos da otra pieza. Espere hasta que tenga un mensaje suficiente completo que presentar a su pastor.
Cómo presentar una posible profecía a su pastor:
Cuando usted presente algo de importancia al pastor, ofrécelo en forma escrita y de manera concisa.
- No se requiere contarle toda la historia de cómo consiguió cada detalle de la palabra.
- Simplemente entrégale el mensaje con humildad y con respeto. Sin drama.
- Se someta la palabra al pastor. No se lo avienta.
- No le diga, “Dios me dijo”. Honre a su pastor, dele el derecho de juzgar la palabra por sí mismo y decidir si es de Dios o no.
- Simplemente dile, “Este es lo que yo percibí. Se lo someto a usted para que usted lo pueda juzgar y determinar si es de Dios o no y cómo responder.”
- No le presione a darle una respuesta inmediata. Esa es manipulación.
- Al entregar la palabra al pastor ya no es su responsabilidad. Ora por él y permite que Dios le hable.
Acuérdese. Lo que compartamos con otros siempre debe edificar y traer vida. Debamos compartir de una manera que honra a los otros. Si todos harían eso, habrá menos confusión, más orden y más paz.
Por Cliff Bell, © 6 de abril, 2019, Todos los derechos reservados.
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Soñé que el enemigo me seguía en un caballo negro pero yo en nombre de Jesús lo frene o se fue que quiere decir mi sueño
Hola Mario! Muchas gracias por su comentario y por visitar a mi página. Aunque no tengo el tiempo de interpretar cada sueño que las personas me envíen, creo que es muy obvio el significado de este sueño. Sabemos que el diablo siempre busca matar, hurtar y destruir. Pero usted, como hijo De Dios, tiene autoridad en el nombre de Jesucristo para atarle y anular los planes del diablo.
Hace poco tengo sueños, y no son para interpretar, son cosas que pasan tal cual, y aveces yo no estoy en la situación pero ya la he visto clara en mi sueño, antes de que pase, es algo increible, no entiendo todavia estoy entendiendo ahora , y fue bastante importante para mi leer el contenido de esta publicacion, porque estoy mas clara de como actuar despues de mis sueños, gracias.
Gracias por hacer tan fáci,l la lectura de esta grande enseñanza.
Gracias por su comentario tan positivo. Me alegra que la enseñanza le fue de provecho. Que Dios le bendiga.