En esta serie de enseñanzas hemos examinado las raíces o fundamento para un ministerio fructífero, duradero y valorado en los Ojos de Dios. Se requiere mucho más que dones y manifestaciones sobrenaturales.
Sus dones pueden abrir puertas a posiciones en donde su carácter no le podrá sostener.
En la iglesia moderna hemos visto un énfasis exagerado sobre los dones y no lo suficiente sobre el fruto del Espíritu. Cristo NO nos dijo que conoceríamos a los profetas por sus profecías ni por sus milagros. Sino por su FRUTO.
Podemos definir el fruto en dos maneras:
- El fruto del Espíritu (el carácter, el fruto de nuestras vidas),
- El resultado de la ministración (edificación o división y heridas).
La realidad es que todo hijo de Dios puede profetizar (1ª Corintios 14:31). De hecho todos somos mandados a procurar los dones del Espíritu, especialmente la profecía (1ª Corintios 12:31; 14:1, 12, 39-40). En Marcos 16:17-18 Cristo nos declaró que los milagros, la profecía, y sanidades no son limitados a unos cuantos ministros súper estrellas, sino a todos los “creyentes”.
A Dios no le importa que profetice si no ama a su hermano, o si no vive en integridad. No importa cuántos estadios usted puede llenar o cuántas personas le llaman “padre,” si está usando métodos no éticos, si no está motivado por el amor, de nada le sirve.
Como los magos del Faraón, los curanderos y santeros también pueden producir manifestaciones sobrenaturales. Las señales y maravillas no confirman al hombre; confirman a la Palabra de Dios (Marcos 16:20). Por eso nunca debamos pensar que la manifestación de milagros en nuestro ministerio significa que estamos bien con Dios.
PARA PRODUCIR BUEN FRUTO CONSISTENTEMENTE, SE REQUIERE RAÍCES PROFUNDAS Y BIEN DESARROLLADAS.
Ya hemos examinado las raíces de
- Intimidad con Dios
- Relaciones sanas
- Estudio y conocimiento bíblico
- El fruto del Espíritu
EN ESTA ULTIMA PARTE DE LA SERIE HABLEMOS DE UN CORAZÓN SERVICIAL. No importa cuántos libros hemos escrito, cuántos títulos universitarios llevamos, o cuántas iglesias están bajo nuestra cobertura, NUNCA nos graduamos del servicio.
EL SERVICIO ES UNA CUALIDAD INTRÍNSECA DEL CRISTIANISMO.
La palabra MINISTERIO significa SERVICIO. La palabra MINISTRO significa SIERVO. Cristo es el Ejemplo máximo de un siervo.
Filipenses 2:5-11 “5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo (griego: “doulos”), hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Cuando dice que Cristo tomó la forma de siervo, la palabra griega es “doulos” (NT 1401) que significa uno que ha escogido seguir como esclavo por amor a su amo.
Éxodo 21:5-6 nos describe lo que es un doulos.
“5 Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor…, no saldré libre; 6 entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.”
Versículos 9 al 11 del pasaje en Filipenses 2 nos revelan que fue precisamente esta cualidad de servicio por amor en Cristo por la cual Dios Le exaltó. Aunque era necesario que Cristo hiciera milagros, Cristo no fue exaltado por manifestar gran poder milagroso, sino porque se hizo un doulos.
“9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
COMO CREYENTES, DEBAMOS SEGUIR EL EJEMPLO DE CRISTO. Cristo no exigió de Sus discípulos que Le dieran “doble honor” con aplausos y ofrendas, ¡Cristo buscó servir a Sus discípulos! Literalmente lavó sus pies, la cual era una tarea de los esclavos de menos rango. Luego los dijo:
“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. 15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.” Juan 13:14-17
SOMOS CREADOS Y PREDESTINADOS A IMITAR A COMO CRISTO. Eso significa SERVIR A OTROS.
Romanos 8:29 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.”
Como Pueblo de Dios, somos mandados a alumbrar al mundo con la LUZ DEL SERVICIO
Mateo 5:14-16 “14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
NUESTRO SERVICIO A OTROS ES CÓMO PODEMOS GLORIFICAR A DIOS.
¿Qué tan brillante está alumbrando su luz de servicio por amor a otros?
Se les comparto un testimonio del poder del servicio a través de Doug Meland:
Enviados por el Ministerio de Traductores Wycliffe, misionero Doug Meland y su esposa llegaron a un pueblo en Brasil entre los indígenas Fulnio, los indígenas le llamaron “el hombre blanco.” Este nombre no era un cumplido porque hombres “blancos” les habían explotado, quemando sus viviendas y robándoles de sus tierras.
Pero en tiempo los Hermanos Meland aprendieron el idioma fulnio y comenzaron a ayudar a la gente con medicina y en otras maneras. Así que los indígenas le comenzaron a llamar “el hombre blanco pero respetable.”
Cuando los Meland se adaptaron a algunos de las costumbres indígenas que no comprometían su fe, los Fulnio les aceptaron aun más y le hacían referencia a Doug como “el indígena blanco”.
Un día mientras que Doug lavaba los pies sucios y sangrientos de un muchacho Fulnio quien se había herido escuchó algunos de los nativos comentando entre sí con sorpresa, “¿Acaso uno de ustedes ha escuchado de un hombre blanco lavando los pies de un indígena? Con certeza este hombre es de Dios”. Desde ese día en adelante, cada vez que Doug entraba un hogar indígena, fue anunciado, “Aquí viene el hombre que Dios nos mandó.”
¿QUIÉN ES EL MAYOR?
Los del mundo quieren hacerse grandes y reconocidos, y pisotean a los demás para ganar posición. Pero Cristo nos mostró que la manera de hacerse grande es por medio del servicio.
En Mateo 20:20-28, leamos de cómo los hijos de Zebedeo buscaron posición y preeminencia. Específicamente querían sentarse cada uno al lado de Cristo para ser visto y honrado. Cristo pudo ver que sus corazones no tenían el concepto correcto. Los demás discípulos oyeron lo que estaba pasando, y de pronto todos estaban enojados y posicionándose. Cristo les reprendió.
En seguida está la declaración de Cristo a Sus discípulos. Pero quiero que usted comprenda el vocabulario que utilizó en el griego.
- Derivados de “diakonos” NT:1249; Definición: “ser un acomodador, un asistente, un servidor. Servir (como servir mesas), uno que hace mandados o tareas domésticas.”
- “doulos” (NT 1401), “esclavo voluntario por amor.”
“25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor (diakonos), 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo (doulos); 28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido (diakonitheenai), sino para servir (diakoneesai), y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:25-28
Hasta Pablo el Apóstol hizo referencia a su apostolado como una función de servicio, no un título. Pablo declaró: “Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio (griego: “diakonia”)” Romanos 11:13
UN CAMBIO DE ENFOQUE ES NECESARIO. El mundo es ego-céntrico. Quiere usar títulos para impresionar a otros y para posicionarse como el mayor. Nuestro ministerio no es un título, sino una función de servicio para la gloria de Dios. Cristo nos llama a estar centrados en servir a otros por causa del Reino, y hacer todo como para el Señor.
Colosenses 3:23-24 declara: “23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”
Como siempre, Cristo está interesado más en nuestra actitud y motivación que el acto actual. Quiere que nuestro servicio sea hecho con el corazón y actitud correcta. De todo corazón. Además, desea que sirvamos delante de Sus Ojos, en vez de delante de los hombres. (Mateo 6:2-4)
APLICACIÓN PERSONAL:
- ¿Cómo está su actitud al servir? ¿Cuál es su motivación?
- ¿Está usted dispuesto a servir de todo corazón y con excelencia aún si nadie le puede ver aparte de Dios?
- ¿Necesita usted los aplausos de los hombres? ¿O está usted contento con la aprobación y la recompensa del Señor?
Es mi oración que Dios nos ayude a examinar nuestros corazones. Que desde hoy comencemos a servir por amor, con buenas actitudes. Que nuestra luz de servicio alumbre a todo el mundo para que Su gloria sea manifiesta.
Por Cliff Bell, © 6 de octubre, 2018, Todos los derechos reservados.
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Para leer la 1ª Parte de esta enseñanza, siga este enlace:
Las raíces de un ministerio fructífero y duradero / Parte 1
Para leer la 2ª Parte de esta enseñanza, siga este enlace:
Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 2
Para leer la 3ª Parte de esta enseñanza, siga este enlace:
Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 3