Algunos publican “profecías” en las redes sociales y que dicen cosas como: «¡Profetizo que tu rompimiento viene hoy! ¡Tu milagro ya está en camino! ¡Hoy es tu día de promociones, aumento de salario, y de ver el favor de Dios! ¡Escribe ‘AMEN’ y comparta si lo recibes!» ¿Las has visto?
Yo no publico tales cosas, pues la verdad es que la mayoría del tiempo esas publicaciones me molestan. Permítame explicarte el por qué…
Mi problema con tales publicaciones es que son escritas como “profecías” a todo el mundo igualmente, y esa esa clase de profecía nunca es una palabra legitima de Dios para todos. Para ser muy franco, Dios no está diciendo eso a todo el mundo… ni siquiera si todos fueran cristianos viviendo en fe y en obediencia, …pero mucho menos a los demás.
Teológicamente sabemos que Dios ama y quiere bendecir a todos Sus hijos (Juan 3:16; Deuteronomio 28:1-14). Él es amor (1ª Juan 4:8), y rico en misericordia (Efesios 2:4). Esas son doctrinas bíblicas y yo las creo. Sin embargo, tenemos que entender que LOS TRATOS DE DIOS CON SUS HIJOS SON INDIVIDUALIZADOS. NO SE PUEDE DECLARAR NI APLICAR UNA PROFECÍA QUE PROCLAME PROSPERIDAD A TODO EL MUNDO IGUALMENTE.
Además, nuestra comodidad personal siempre toma segundo lugar al propósito de Dios para nosotros que es que seamos hechos conformes a la imagen de Cristo (Romanos 8:29).
Algunos cuantos cristianos están por entrar un tiempo de bendición y cosecha, mientras que otros hijos de Dios están por entrar en un tiempo de prueba. Proféticamente, estamos en los tiempos de los dolores de parto antes de la venida de Cristo, y habrá más tiempos de crisis (Mateo 24).
En los tiempos de crisis nuestra definición de “prosperidad” suele cambiar de “ser un millonario” a “tener lo que necesito (comida y techo) para hoy y algo más que compartir con los que están en necesidad.” Cristo nos ha declarado y garantizado que vamos a pasar por tiempos de prueba. (Juan 16:33).
Con la siguiente Escritura voy a poner en letra mayúscula algunas palabras claves:
«Esto les causa gran regocijo, aun cuando les sea NECESARIO soportar por algún tiempo diversas pruebas y aflicciones; pero CUANDO LA FE DE USTEDES SEA PUESTA A PRUEBA, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!» (1ª Pedro 1:6-7)
La Escritura no dice “por si acaso” sino “cuando” la fe sea puesta a prueba. Y tampoco indica que cuando pasemos por una prueba que es por una falta de fe. Al contrario, es para que nuestra fe sea probada por fuego, como el oro, para que sea aún más preciosa. El oro es refinado por el fuego, y al terminar tiene más valor por ser más puro, y eso es de agrado a Dios. La fe no probada no tiene valor.
No debamos temer las pruebas, ni tener mentalidad de víctima. Al contrario, el Apóstol Santiago nos amonesta, «Hermanos míos, TENGAN POR SUMO GOZO cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Pero que la paciencia tenga su obra completa para que sean completos y cabales, no quedando atrás en nada.» Santiago 1:2-4
Las pruebas son parte del proceso necesario para ser hechos conforme a la imagen de Cristo (Romanos 8:29), cual es la meta principal de Dios para cada uno de nosotros.
También hay otros cristianos están al punto de ser disciplinados por el Mismo Dios amoroso por cuanto ellos no han guardado pacto. Aun entre los que son seguidores de Cristo y a quienes Dios quiere bendecir, no todos se han posicionado para recibir el favor de Dios.
El Apóstol Juan nos compartió estas palabras de Jesús:
«Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción…» (Juan 16:33)
Gracias a Dios, Él tiene paz por nosotros a pesar de la circunstancia. El versículo continúa, «pero confíen, yo he vencido al mundo.»
Dios siempre es fiel para darnos una palabra de esperanza aun en medio de una amonestación. Dios quiere que tengamos paz y gozo en medio de dificultades porque confiamos en Él sabiendo que Él cuidará de nosotros. La crisis nos da una oportunidad para ver la Mano poderosa de Dios a nuestro favor.
En Apocalipsis 2:10 Cristo escribió a la Iglesia de Esmirna: «No tengas miedo de lo que vas a sufrir, pues el diablo pondrá a prueba a algunos de ustedes…» Yo creo que esta palabra se aplica a nosotros ahora.
Si Dios ahora solo da profecías de bendición a todo el mundo, Él tuviera que pedir perdón a los miles de cristianos que acaban de ser asesinados en Iraq, Irán, Afganistán, Nigeria y en muchas otras partes simplemente porque fueron obedientes y siervos fieles de Dios.
Yo entiendo que hay una diferencia entre persecución y las pruebas. No todos seremos perseguidos como los creyentes actuales en esas naciones que mencioné, pero todos pasaremos por las pruebas de Dios.
Hay pocos profetas que profetizan, «aférrate a la esperanza que tienes en Cristo porque estás entrando un tiempo de prueba.» No me agrada profetizar esa clase de palabra, pero hay tiempos que lo he tenido que hacer. Normalmente cuando Dios nos da esa clase de palabra se continúa diciendo algo como, «Te digo esto de antemano para que no estés sorprendido cuando venga la tormenta. Pero si confíes en Mi, Yo te libraré.»
Dios no desea que vivamos en temor sino en fe. Así que una profecía verdadera de Dios nos debe aumentará la fe, aunque nos advierte de un tiempo venidero de dificultad.
El Salmo 34:19 declara: «El justo pasa por muchas aflicciones, pero el Señor lo libra de todas ellas.»
Yo creo que algunos que piensan que están profetizando, y que declaran bendición y prosperidad a todo el mundo, están hablando de su convicción doctrinal, y por sus deseos personales para la gente en vez de una verdadera inspiración (rhema) de Dios. No debamos profetizar de nuestra convicción doctrinal sino de inspiración del Espíritu Santo. Tristemente, otros declaran lo que la gente quiere oír para aumentar su número de seguidores.
Las profecías personales son para una persona o un grupo específico de personas en un momento específico. Además, debamos recordar que las profecías personales son siempre condicionales, aunque las condiciones no estén especificadas dentro de la profecía. Voy a estar hablando más acerca de esto en mi transmisión en vivo el 9 de julio, 2022.
Sería prudente incluir con las profecías de bendición alguna aclaración indicando que hay condiciones (la fe y la obediencia), y no declarar esa clase de profecía de manera general para todo el mundo. Sería aún más prudente
No escribo esto para condenarle a nadie. Ni estoy diciendo que todos son “falsos”, pues la palabra “falso” implica un deseo de engañar (aunque hay algunos de esos también). Estoy diciendo que a veces es difícil distinguir entre una convicción fuerte personal y una palabra “rhema” actual de Dios, especialmente cuando estamos entretejidos emocionalmente con una persona o situación. Debamos usar prudencia en cuanto a lo que atribuimos como palabra de Dios, especialmente si la publicamos en nombre de una «profecía de Dios» en las redes sociales. Esa es una razón que necesitamos más tiempos de entrenamiento.
Hay cristianos sintiendo condenados porque no están viviendo vidas de comodidad, lujo y de prosperidad a cada rato por causa de esas palabras presuntuosas. Tenemos que recordar que según 2ª Corintios 3:18, Dios nos lleva «de gloria EN gloria».
«Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.» 2 Corintios 3:18
Esa palabra “en” (entre un tiempo de gloria y otra) indica que entre los tiempos de gloria habrá algo diferente a gloria. Es mi experiencia que esa pequeña palabrita «en» pueda durar meses o hasta años.
Si te encuentras en esa posición, sea libre ahora mismo de toda condenación y duda. Confía en el amor de Dios y reciba Su paz. Puedes confiar que tu Padre Fiel no te dejará ni te desamparará. Él que venció al mundo está contigo.
El Apóstol Pablo frecuentemente también sufrió tiempos difíciles, pero aprendemos de él cómo mantener una actitud de gratitud y de fe, pues él escribió: «…el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.» 2ª Corintios 2:14
Dios es fiel para ayudar TODAS las circunstancias para nuestro bien si amamos a Dios y si somos llamados conforme a Su propósito (Romanos 8:28).
Cristo siguió en Su carta a la Iglesia de Esmirna, «SÉ FIEL hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. EL QUE VENCIERE, no sufrirá daño de la segunda muerte.» (Apocalipsis 2:11)
En cada una de las cartas que Cristo envió a las siete iglesias (Apocalipsis 2 y 3), incluyó promesas para “al que venciere”. Dios no hubiera dado tantas promesas a “al que venciere” si no tuviéramos que vencer algo. Lo bueno es que Dios nos ha diseñado a ser “más que vencedores” si continuamos fiel a Su Palabra.
«¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligros, o espada? Como está escrito: Por tu causa somos muertos todo el tiempo; fuimos estimados como ovejas para el matadero. Más bien, EN TODAS ESTAS COSAS SOMOS MÁS QUE VENCEDORES por medio de aquel que nos amó.» Romanos 8:35-37
No sé lo que estás pasando. Pero quiero animarte que Dios sigue siendo fiel, sigue siendo amoroso, el Todopoderoso, el Fiel y Verdadero, el Libertador, Salvador, Sanador, y Él que levanta tu cabeza. Tu Padre Celestial sigue presente contigo en medio de las tribulaciones, y nunca te abandonará. Si sigues posicionado(a) en fe y en obediencia, te llevará a victoria, serás vencedor y más que vencedor, y el Nombre de Jesucristo será glorificado por medio de tu vida.
«Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.» Apocalipsis 12:11
Oración:
Padre Santo, Te doy gracias por el privilegio de ser llamado “hijo de Dios”, por Tu gran amor, Tu sublime gracia, Tu grande misericordia, Tu poder infinito, Tu provisión abundante, protección, y por Tu cuidado de mí.
Gracias por darme la vida eterna, perdón de pecados, y la redención por medio de Jesucristo, mi Señor y Salvador. Gracias que me amas lo suficiente para impulsarme a cumplir mi potencial y propósito eterno permitiendo el fuego purificador y las pruebas que obran el fruto del Espíritu en mi vida.
Gracias porque en medio de cualquier prueba, nunca me dejas, sino que me sostienes, me infundes aliento, me fortaleces y me guíes por Tu Espíritu Santo.
Declaro en voz alta que yo confío en Ti. Rindo mi voluntad a Tu Voluntad y propósito divinos. Reconozco que esta vida es temporal, y yo valoro y elijo las riquezas eternas. Me aferro a Tu Palabra, a Tus promesas, y declaro que nada me separará del amor de Cristo. Echo toda mi ansiedad sobre Ti, porque tienes cuidad de mí.
Perfeccione Tu buena voluntad en mi vida, y me dedico a seguir dependiendo en Tu gracia para ser llamado entre los que han vencido. En el Nombre de Jesucristo, amén.
Por Cliff Bell, 2 de julio, 2022
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