Actitudes de semilla de mala hierba, y problemas de raíz que sabotean tu vida y ministerio.

¿Te encuentres en medio de un proceso de Dios?  Romanos 11:22 declara, «…toma en cuenta la bondad y la severidad de Dios.»

La bondad de Dios se manifiesta en que nos otorga de Sus dones y nos llama a servirle. ¡Qué privilegio!  Su severidad se revela en el proceso de prepararnos para que seamos dignos y competentes para ser comisionados a ese llamado.  Entre el llamado y el tiempo de comisión siempre hay una serie de procesos.

Este es un principio que se aplica a todo cristiano, especialmente a todo aquel que tiene un llamado al ministerio.  A pesar de tu llamado individual, todos tenemos más potencial que alcanzar en Dios y todos somos llamados a ser hechos conformes a la imagen de Cristo (Rom. 8:29).

No podemos ignorar que el diablo también está enterado de tu potencial y busca sabotearte. En la parábola del trigo y de la cizaña…  “mientras durmieron” un enemigo vino y sembró cizaña entre el trigo (Mateo 13).  Nadie se dio cuenta hasta que brotó y comenzó a crecer. Esa tierra tuvo que someterse a un proceso largo para eliminar la cizaña del campo.

De la misma forma, tienes un enemigo que busca abortar o limitar la eficacia de tu testimonio o ministerio, y espera los tiempos cuando estás dormido o distraído para sembrar semilla mala. La semilla mala, sin ser tratada y eliminada, se desarrolla en problemas de raíz, y produce toda clase de fruto malo que puede limitar severamente o hasta abortar a un ministerio por completo.

¿Cuáles son las actitudes de semilla mala? ¿Cómo sabemos si ya se convirtió en un problema de raíz? ¿Cuál es el remedio de Dios?  ¿Cómo podemos someternos al proceso de Dios, ser restaurado, y avanzar?

En esta serie vamos a investigar las vidas de diferentes personajes bíblicos para identificar los problemas de raíz y actitudes negativas que les impidieron en sus ministerios y cómo nosotros podemos evitar esas mismas trampas y permitir que Dios nos siga moldeando para hacernos conformes a la imagen de Cristo.

Le comparto una nueva serie de enseñanzas basadas en la primera parte del libro por el Dr. Bill Hamon, «Los Profetas, Peligros y Principios».

Aquí está el video de la primera parte de la serie:

 

Para ver la lista de la serie completa de 14 partes, sigue este link:

https://www.youtube.com/playlist?list=PLZSO6hYMnUYXRU-RzygiOu-4xo4meXVmr

 

 



7 Pasos Prácticos para ver su Cumplimiento

CÓMO RESPONDER A LA PROFECÍA PERSONAL – PARTE 3

7 Pasos Prácticos para ver su Cumplimiento

Esta es la TERCERA PARTE de tres enseñanzas acerca de cómo responder a la profecía personal. En esta última parte voy a destacar ocho pasos prácticos que puedes implementar para responder bíblicamente a tus profecías personales para ver el cumplimiento.

En la primera parte yo compartí cómo el vocero humano y falible pueda afectar a la profecía, y por qué tenemos que juzgar las profecías.  La segunda parte examina la naturaleza de la profecía personal. Recomiendo que te tomes el tiempo de leer toda la serie. Al final ofreceré los enlaces para las primeras dos partes.

SIETE PASOS PRÁCTICOS EN RESPUESTA A UNA PROFECÍA PERSONAL

1) ESCRIBA LA PROFECÍA SOBRE UN PAPEL

«Escribe la visión y grábala claramente en tablas para que corra el que las lea.» Habacuc 2:2

Cuando transcribes una profecía, te ayuda mucho porque así puedes leer y analizar el contenido de la profecía sin la voz y la personalidad de la persona que te profetizó. Podrás ver, entonces, precisamente qué fue declarado en la profecía.

Es por eso por lo que, en Christian International, insistimos que grabemos todas las profecías personales. Si creemos que Dios nos está hablando, ¡entonces queremos tener alguna forma de documentar lo que nos dijo!

Cuando tienes una transcripción de la profecía, puedes juzgarla con mayor precisión. Si la profecía no está grabada, entonces estás a merced de tu memoria. No podemos recordar cada palabra pronunciada y, como seres humanos, tendemos a escuchar lo que queremos en vez de lo que Dios quería decirnos. Además, tendemos aplicar y acomodar la profecía a nuestro gusto, ¡y ambas tendencias son peligrosas!

2) JUZGA LA PROFECÍA CONFORME A PRINCIPIOS BÍBLICOS Y EL TESTIMONIO DEL ESPÍRITU SANTO

El Testimonio de la Escritura. (2ª Timoteo 3:16; Salmo 89:34; Hebreos 13:8; Malaquías 3:6; Gálatas 1:8). Toda profecía personal está sujeta a la Santa Biblia (2ª Pedro 1:20). Dios no se contradice. Si la profecía no está de acuerdo con los principios bíblicos y la doctrina de los apóstoles del Nuevo Testamento, no es de Dios.

Dios nunca te instruirá a romper uno de Sus principios bíblicos establecidos. Dios nunca te instruirá a divorciarte de tu pareja, sino a vivir en fidelidad y guardar los pactos, porque Él ya ha establecido, «lo que Dios juntó, no lo separe el hombre» (Mateo 19:6).

Dios nunca te instruirá para calumniar a otros o dividir una congregación para lanzar tu propio ministerio (Efesios 4:1-3). Dios nos ha mandado honrar a los que están en autoridad y buscar la paz con todos tanto como sea posible (2 Timoteo 2:1-3; Romanos 12:18). Cristo quiere edificar su Iglesia, no dividirla (Mateo 16:18).

El Testimonio del Espíritu Santo.

De la misma manera que el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu humano redimido de que somos hijos de Dios (Romanos 8:16), el Espíritu Santo puede dar testimonio a nuestro espíritu cuando una profecía, o una porción de una profecía personal, es de Dios o no.

Normalmente, el testimonio del Espíritu Santo viene en forma de una paz interior e inexplicable. Tu mente aún puede tener preguntas. Es posible que no tengas idea de cómo se podría cumplir la profecía, pero si es de Dios, habrá una paz inexplicable y una confianza de que Dios, de alguna manera, lo cumplirá.

TESTIMONIO PERSONAL – Hace muchos años, Dios dio a mi esposa y a mí una profecía diciendo que nos daría una casa propia. La profecía fue confirmada múltiples veces. No sabíamos cómo se podía cumplirse, pues en lo natural era imposible. No obstante, sabíamos sin duda que si seguíamos viviendo en fe y en obediencia, Dios lo haría posible.

Por fin, sabíamos que se acercaba el tiempo del cumplimiento. Interesantemente nuestras circunstancias naturales estaban aún menos favorables que antes. Pero teníamos una paz inexplicable a pesar de las circunstancias contrarias. Seguíamos orando juntos como familia. Dios nos dio dirección específica, y comenzamos a hacer pasos de fe.  Dios honró nuestros pasos de fe y abrió camino en donde no hubo camino antes.  Por medio de una serie de milagros Dios hizo posible lo imposible y cumplió Su promesa profética.

UNA PALABRA DE EQUILIBRIO: No es suficiente tener un “buen sentir” acerca de una profecía. TODA profecía está sujeta a los principios de las Escrituras. A veces la carne o la mente natural se sentirá muy a gusto con algo que Dios prohíbe.  Tenemos que discernir entre lo que procede de la mente natural y lo que procede de la Mente de Dios.

Si Dios te ha ordenado que hagas algo y no lo haces, entonces no estás en condiciones de recibir el favor de Dios. Además, si la desobediencia se convierte en un patrón de comportamiento, te vuelves vulnerable a un espíritu de autoengaño (Santiago 1:22).

Es posible engañar a ti mismo si deseas fuertemente algo que Dios no ha autorizado.

Había una mujer que estaba obsesionada con la idea de casarse con su pastor. ¡Estaba orando para que la verdadera esposa de su pastor muriera para que ella pudiera tomar su lugar! ¡Eso es un fuerte engaño!  Esas “oraciones” suyas eran brujería, pero a su mente carnal le gustó tanto la idea que no estaba dispuesta a aceptar la corrección de nadie. Cerró los ojos a las Escrituras y sus oídos a la verdadera Voz de Dios.

Esa mujer estaba sorda a la Voz de Dios. Te recomiendo una serie de enseñanzas que tengo publicadas en YouTube acerca de las cosas que provocan ceguera y sordez espiritual… La serie se llama, «Removiendo los Obstáculos Para Oír la Voz de Dios.»

Aun cuando tenemos confirmación que una profecía es de Dios, tenemos que vivir en obediencia para realizar el cumplimiento. Por ejemplo, una de las cosas más básicas para recibir el favor de Dios en nuestras finanzas es el diezmar y ofrendar con fidelidad, gratitud y alegría (Malaquías 3:8-12; 2ª Corintios 9:6-12; Mateo 23:23). El que no lo hace no tiene derecho de anticipar la bendición de Dios sobre su vida. Todas las promesas de Dios son CONDICIONALES (una de las cualidades de la naturaleza de la profecía personal explicada en la segunda parte de esta serie).

La profecía personal no anula la necesidad de recibir consejo sabio de nuestros pastores (Hebreos 13:7-9, 17; Deuteronomio 19:15). El hecho que hemos recibido una palabra verdadera del Señor no es una licencia para regresar a casa como un independiente sintiéndonos espiritualmente superiores.

La profecía personal es sólo UN MÉTODO ENTRE MUCHOS por los cuales podemos conocer la voluntad específica de Dios. El consejo pastoral es otro método legítimo y necesario y los dos deben complementarse y fluir juntos.

Tus pastores te pueden ayudar a analizar tu vida para identificar problemas que puedan bloquear o tardar el cumplimiento de tus profecías personales. Tus pastores también te pueden ayudar a identificar en dónde estás ubicado con relación al cumplimiento, y los pasos que puedes tomarte para apurar el cumplimiento. Puede ser que la profecía se refiere al Capítulo Nueve de tu vida mientras que estás viviendo actualmente en el Capítulo Tres.

La mayoría de las personas creen que están en mejor forma ante Dios de lo que es la realidad. He conocido a personas quienes pensaban que estaban lo suficiente maduras para ser lanzados a un ministerio profético mientras que su carácter estaba en completo desorden. Esto es lo que llamamos tener un “punto ciego” y el problema con los puntos ciegos es que no puedes verlos.

Un granjero sabio entiende que no puede comer su semilla y esperar una cosecha el siguiente año. Conocí a una persona que esperaba que Dios le regalara una empresa propia sin hacer ningún esfuerzo. Mientras tanto no diezmaba, no ofrendaba, malgastaba lo que sí tenía, consumió toda la semilla que Dios le había dado. Ese hombre sigue esperando y viviendo en la misma pobreza y situación desesperante que antes.

3) MEDITA EN LA PROFECÍA, Y PIDE QUE EL ESPÍRITU SANTO TE AYUDE A JUZGAR, ENTENDER, INTERPRETAR Y APLICARLA. (Josué 1:8; Juan 14:26 y 16:13)

Cuando Dios te habla mediante una profecía, no está tratando de confundirte sino comunicarse contigo.  El mismo Espíritu Santo que inspiró la profecía te quiere ayudar a entenderla. Pídale Su ayuda. Juan 14:26 dice que parte del trabajo del Espíritu Santo es enseñarte todas las cosas.

Si hay terminología en la profecía que no entiendes, puede ser útil preguntar a la persona que te profetizó qué precisamente es lo que percibió al profetizarle, o qué quiso decir al usar cierta palabra.  Diferentes grupos cristianos tienen definiciones diferentes para algunas palabras.

4) RESEÑE LA PROFECÍA PARA DETERMINAR CUALES ÁREAS DE TU VIDA REQUIEREN UN CAMBIO.

¿Cuáles actitudes o hábitos tuyos necesitarán ser ajustados antes de que tu profecía pueda cumplirse? Puede ser que sea solo un cambio de actitud, como pasar de la duda a la fe; de una mentalidad de víctima a una de vencedor, de la murmuración a la gratitud, etc. Puede ser que tengas que arrepentirte de un pecado que te tiene atado.

Puede ser que haya una debilidad de carácter que debes corregir para que Dios pueda bendecirte. Tal vez sea necesario desarrollar tu capacidad para ser un administrador competente de las finanzas. Si ese es el caso, ¡entonces la gracia de Dios se extiende hacia ti para que des esos pasos!

¡Dios te ama tal como eres, pero te ama demasiado para dejarte en esa condición! Su meta es que seas como Cristo: santo, justo, íntegro, victorioso, productivo, gozoso y bendito. (Romanos 8:29)

¿Cuál es la debilidad que Dios quiere quitar de tu vida antes de que se cumpla tu profecía? No podemos avanzar al siguiente nivel en Dios si estamos atados a una debilidad pasada. Si te arrepientes y te sometes a su proceso, Dios te ayudará a convertir tu debilidad en fortaleza. En la mayoría de los casos, el área donde tienes tu mayor lucha es precisamente donde Dios te ha llamado a tener la mayor unción y fortaleza si te sometes a Él. Su gracia y poder se perfeccionan en nuestra debilidad. Así Él recibe la gloria (2 Corintios 12:9).

¿Cuáles acciones tuyas serán necesarias para ver el cumplimiento? Si Dios te habló de un ministerio internacional, no solamente será necesario prepararte para el ministerio, ¡tendrás que conseguir un pasaporte! Si Dios te habló acerca de abrir un negocio, necesitas planear ese negocio y aprender cómo administrarlo.

Hay algunos elementos las profecías que solo Dios puede hacer cumplir y con tales elementos, no podemos forzar nada, sino simplemente esperar con fe y paciencia (Hebreos 6:12).

5) ESPERA LA CONFIRMACIÓN ANTES DE TOMAR CUALQUIER DECISIÓN IMPORTANTE.

No hagas ninguna decisión grande basada solamente en una profecía (Proverbios 11:14, 15:22). Estoy hablando de decisiones como la de mudarse geográficamente, despedirse de un empleo, el casarse en matrimonio, el hacer una inversión grande, etc.

Cuando nosotros nos mudamos a la frontera de Texas y México y compramos la casa en que ahora vivimos, Dios lo había confirmado múltiples veces. Las confirmaciones nos dan mayor seguridad de actuar con la fe.

Algunos buscan una confirmación de una manera no prudente. Por ejemplo, no es prudente ir a un profeta y decirle, “Dios me dijo tal y tal cosa y necesito que me des una confirmación.”

En primer lugar, llenaste la cabeza de ese profeta con información natural. Ahora está “contaminado” con información que le puede influenciar. En segundo lugar, si dices: “Dios me dijo”, entonces le presentaste esa información como inspiración divina, y ¿quién puede discutir con Dios? ¡Acabas de poner palabras en la boca del profeta! Necesitamos que Dios ponga las palabras en la boca del profeta.

No pidas una confirmación de un profeta. No se busca confirmación, hay que esperarla. Dios iniciará a Su manera y en Su tiempo. Entre tanto, siga orando y pídale a Dios que Él confirme lo que a Él Le parece bien.  Espera confiando en que Él te dará la confirmación a Su manera y en Su tiempo perfecto. Dios te ama y será fiel en confirmar lo que es Su Palabra en el tiempo perfecto. Puedes confiar en Su fidelidad.

6) ACTÚA CON LA FE

Después de averiguar lo que es una profecía verdaderamente de Dios, responda con fe, recordando que la fe implica acción. (Santiago 2:17,18) La fe sin acción está muerta e inútil.  Haces lo que crees, y crees solamente lo que estás dispuesto a respaldar con tus acciones.

Define algunas metas de corto plazo y de largo plazo. Pida a Dios la sabiduría y gracia para cumplir tu parte confiando que Él será fiel para hacer Su parte, lo que tú no puedes.

Cuando Dios te dice, “Voy a hacer esto con tu vida,” normalmente significa que tú lo harás mientras que Él te habilita divinamente para hacerlo. Dios utilizará tus manos y tus pies; tus pasos de fe.

7) MILITE LA BUENA MILICIA

“Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia…” 1ª de Timoteo 1:18

La profecía es una “rhema” de Dios. “Rhema” es la palabra griega que es traducida “palabra” en Mateo 4 cuando Jesús le dijo al diablo, “No solamente de pan vivirá el hombre sino de toda PALABRA que sale de la boca de Dios.” Se refiere a una palabra específica que Dios te habla por Su Espíritu a tu vida.

En Efesios 6, la «espada del Espíritu» es la palabra (rhema) de Dios. Por lo tanto, cuando Dios te da una profecía te está entregando una espada con la cual tendrás que guerrear. 1ª de Timoteo 1:18 nos indica que somos MANDADOS (no sugeridos) a guerrear con nuestras profecías. Esto significa que debes orar e interceder según lo que Dios te ha declarado en la profecía personal.

El diablo siempre se opone a la voluntad de Dios. No es de extrañar, entonces, que el diablo se resista al cumplimiento de la voluntad de Dios en tu vida. La profecía que has recibido es una espada con la que puedes luchar para obtener la victoria. Si eres pasivo y no asumes la responsabilidad de luchar contra las promesas que Dios te dio en la Biblia y en tus profecías personales, entonces corres el riesgo de perder (o al menos retrasar) el cumplimiento y la bendición que Dios quiere darte.

El enemigo pone obstáculos en nuestro camino, trata de desviarnos, distraernos o tentarnos a pecar para que dejemos la protección y bendición de Dios. Cuando esto sucede, muchos se desaniman y desisten de concluir que la profecía no debe haber sido de Dios.

Tenemos que aceptar nuestra identidad como guerreros y decidirnos a actuar. Si usamos las herramientas y las armas que Dios nos ha dado, tenemos todo lo que necesitamos para vivir en santidad, en victoria y ver el cumplimiento de nuestras profecías personales.

«Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia…» 2ª Pedro 1:3

«Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.» Mateo 11:12

Es mi oración sincera y ferviente que leyendo estas enseñanzas, que te levantarás ahora con mayor comprensión y una renovada dedicación para colaborar con Dios. ver el cumplimiento de tus profecías personales y poseer la tierra prometida personal que Dios tiene reservada para ti.

 

Por Cliff Bell, © primera publicación, 4 de marzo, 2012. Editada y ampliada el 9 de julio, 2022, Todos los derechos reservados.

Para leer la primera parte, haz un clic aqui.

Para leer la segunda parte, haz un clic aqui.

 

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Al Que Venciere

Algunos publican “profecías” en las redes sociales y que dicen cosas como: «¡Profetizo que tu rompimiento viene hoy! ¡Tu milagro ya está en camino! ¡Hoy es tu día de promociones, aumento de salario, y de ver el favor de Dios! ¡Escribe ‘AMEN’ y comparta si lo recibes!» ¿Las has visto?

Yo no publico tales cosas, pues la verdad es que la mayoría del tiempo esas publicaciones me molestan.  Permítame explicarte el por qué…

Mi problema con tales publicaciones es que son escritas como “profecías” a todo el mundo igualmente, y esa esa clase de profecía nunca es una palabra legitima de Dios para todos.  Para ser muy franco, Dios no está diciendo eso a todo el mundo… ni siquiera si todos fueran cristianos viviendo en fe y en obediencia, …pero mucho menos a los demás.

Teológicamente sabemos que Dios ama y quiere bendecir a todos Sus hijos (Juan 3:16; Deuteronomio 28:1-14).  Él es amor (1ª Juan 4:8), y rico en misericordia (Efesios 2:4). Esas son doctrinas bíblicas y yo las creo.  Sin embargo, tenemos que entender que LOS TRATOS DE DIOS CON SUS HIJOS SON INDIVIDUALIZADOS.  NO SE PUEDE DECLARAR NI APLICAR UNA PROFECÍA QUE PROCLAME PROSPERIDAD A TODO EL MUNDO IGUALMENTE.

Además, nuestra comodidad personal siempre toma segundo lugar al propósito de Dios para nosotros que es que seamos hechos conformes a la imagen de Cristo (Romanos 8:29).

Algunos cuantos cristianos están por entrar un tiempo de bendición y cosecha, mientras que otros hijos de Dios están por entrar en un tiempo de prueba.  Proféticamente, estamos en los tiempos de los dolores de parto antes de la venida de Cristo, y habrá más tiempos de crisis (Mateo 24).

En los tiempos de crisis nuestra definición de “prosperidad” suele cambiar de “ser un millonario” a “tener lo que necesito (comida y techo) para hoy y algo más que compartir con los que están en necesidad.”  Cristo nos ha declarado y garantizado que vamos a pasar por tiempos de prueba. (Juan 16:33).

Con la siguiente Escritura voy a poner en letra mayúscula algunas palabras claves:

«Esto les causa gran regocijo, aun cuando les sea NECESARIO soportar por algún tiempo diversas pruebas y aflicciones; pero CUANDO LA FE DE USTEDES SEA PUESTA A PRUEBA, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!» (1ª Pedro 1:6-7)

La Escritura no dice “por si acaso” sino “cuando” la fe sea puesta a prueba. Y tampoco indica que cuando pasemos por una prueba que es por una falta de fe.  Al contrario, es para que nuestra fe sea probada por fuego, como el oro, para que sea aún más preciosa.  El oro es refinado por el fuego, y al terminar tiene más valor por ser más puro, y eso es de agrado a Dios.  La fe no probada no tiene valor.

No debamos temer las pruebas, ni tener mentalidad de víctima.  Al contrario, el Apóstol Santiago nos amonesta, «Hermanos míos, TENGAN POR SUMO GOZO cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Pero que la paciencia tenga su obra completa para que sean completos y cabales, no quedando atrás en nada.» Santiago 1:2-4

Las pruebas son parte del proceso necesario para ser hechos conforme a la imagen de Cristo (Romanos 8:29), cual es la meta principal de Dios para cada uno de nosotros.

También hay otros cristianos están al punto de ser disciplinados por el Mismo Dios amoroso por cuanto ellos no han guardado pacto.  Aun entre los que son seguidores de Cristo y a quienes Dios quiere bendecir, no todos se han posicionado para recibir el favor de Dios.

El Apóstol Juan nos compartió estas palabras de Jesús:

«Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción…»  (Juan 16:33)

Gracias a Dios, Él tiene paz por nosotros a pesar de la circunstancia.  El versículo continúa, «pero confíen, yo he vencido al mundo.»

Dios siempre es fiel para darnos una palabra de esperanza aun en medio de una amonestación. Dios quiere que tengamos paz y gozo en medio de dificultades porque confiamos en Él sabiendo que Él cuidará de nosotros.  La crisis nos da una oportunidad para ver la Mano poderosa de Dios a nuestro favor.

En Apocalipsis 2:10 Cristo escribió a la Iglesia de Esmirna: «No tengas miedo de lo que vas a sufrir, pues el diablo pondrá a prueba a algunos de ustedes…»  Yo creo que esta palabra se aplica a nosotros ahora.

Si Dios ahora solo da profecías de bendición a todo el mundo, Él tuviera que pedir perdón a los miles de cristianos que acaban de ser asesinados en Iraq, Irán, Afganistán, Nigeria y en muchas otras partes simplemente porque fueron obedientes y siervos fieles de Dios.

Yo entiendo que hay una diferencia entre persecución y las pruebas.  No todos seremos perseguidos como los creyentes actuales en esas naciones que mencioné, pero todos pasaremos por las pruebas de Dios.

Hay pocos profetas que profetizan, «aférrate a la esperanza que tienes en Cristo porque estás entrando un tiempo de prueba.»  No me agrada profetizar esa clase de palabra, pero hay tiempos que lo he tenido que hacer.  Normalmente cuando Dios nos da esa clase de palabra se continúa diciendo algo como, «Te digo esto de antemano para que no estés sorprendido cuando venga la tormenta.  Pero si confíes en Mi, Yo te libraré.»

Dios no desea que vivamos en temor sino en fe.  Así que una profecía verdadera de Dios nos debe aumentará la fe, aunque nos advierte de un tiempo venidero de dificultad.

El Salmo 34:19 declara: «El justo pasa por muchas aflicciones, pero el Señor lo libra de todas ellas.»

Yo creo que algunos que piensan que están profetizando, y que declaran bendición y prosperidad a todo el mundo, están hablando de su convicción doctrinal, y por sus deseos personales para la gente en vez de una verdadera inspiración (rhema) de Dios.  No debamos profetizar de nuestra convicción doctrinal sino de inspiración del Espíritu Santo. Tristemente, otros declaran lo que la gente quiere oír para aumentar su número de seguidores.

Las profecías personales son para una persona o un grupo específico de personas en un momento específico.  Además, debamos recordar que las profecías personales son siempre condicionales, aunque las condiciones no estén especificadas dentro de la profecía.  Voy a estar hablando más acerca de esto en mi transmisión en vivo el 9 de julio, 2022.

Sería prudente incluir con las profecías de bendición alguna aclaración indicando que hay condiciones (la fe y la obediencia), y no declarar esa clase de profecía de manera general para todo el mundo.  Sería aún más prudente

No escribo esto para condenarle a nadie.   Ni estoy diciendo que todos son “falsos”, pues la palabra “falso” implica un deseo de engañar (aunque hay algunos de esos también).   Estoy diciendo que a veces es difícil distinguir entre una convicción fuerte personal y una palabra “rhema” actual de Dios, especialmente cuando estamos entretejidos emocionalmente con una persona o situación.  Debamos usar prudencia en cuanto a lo que atribuimos como palabra de Dios, especialmente si la publicamos en nombre de una «profecía de Dios» en las redes sociales.  Esa es una razón que necesitamos más tiempos de entrenamiento.

Hay cristianos sintiendo condenados porque no están viviendo vidas de comodidad, lujo y de prosperidad a cada rato por causa de esas palabras presuntuosas.  Tenemos que recordar que según 2ª Corintios 3:18, Dios nos lleva «de gloria EN gloria».

«Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.» 2 Corintios 3:18

Esa palabra “en” (entre un tiempo de gloria y otra­) indica que entre los tiempos de gloria habrá algo diferente a gloria.  Es mi experiencia que esa pequeña palabrita «en» pueda durar meses o hasta años.

Si te encuentras en esa posición, sea libre ahora mismo de toda condenación y duda.  Confía en el amor de Dios y reciba Su paz.  Puedes confiar que tu Padre Fiel no te dejará ni te desamparará.  Él que venció al mundo está contigo.

El Apóstol Pablo frecuentemente también sufrió tiempos difíciles, pero aprendemos de él cómo mantener una actitud de gratitud y de fe, pues él escribió: «…el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.»  2ª Corintios 2:14

Dios es fiel para ayudar TODAS las circunstancias para nuestro bien si amamos a Dios y si somos llamados conforme a Su propósito (Romanos 8:28).

Cristo siguió en Su carta a la Iglesia de Esmirna, «SÉ FIEL hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. EL QUE VENCIERE, no sufrirá daño de la segunda muerte.» (Apocalipsis 2:11)

En cada una de las cartas que Cristo envió a las siete iglesias (Apocalipsis 2 y 3), incluyó promesas para “al que venciere”.  Dios no hubiera dado tantas promesas a “al que venciere” si no tuviéramos que vencer algo.  Lo bueno es que Dios nos ha diseñado a ser “más que vencedores” si continuamos fiel a Su Palabra.

«¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligros, o espada? Como está escrito: Por tu causa somos muertos todo el tiempo; fuimos estimados como ovejas para el matadero.  Más bien, EN TODAS ESTAS COSAS SOMOS MÁS QUE VENCEDORES por medio de aquel que nos amó.» Romanos 8:35-37

No sé lo que estás pasando.  Pero quiero animarte que Dios sigue siendo fiel, sigue siendo amoroso, el Todopoderoso, el Fiel y Verdadero, el Libertador, Salvador, Sanador, y Él que levanta tu cabeza.  Tu Padre Celestial sigue presente contigo en medio de las tribulaciones, y nunca te abandonará.  Si sigues posicionado(a) en fe y en obediencia, te llevará a victoria, serás vencedor y más que vencedor, y el Nombre de Jesucristo será glorificado por medio de tu vida.

«Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.» Apocalipsis 12:11

 

Oración:

Padre Santo, Te doy gracias por el privilegio de ser llamado “hijo de Dios”, por Tu gran amor, Tu sublime gracia, Tu grande misericordia, Tu poder infinito, Tu provisión abundante, protección, y por Tu cuidado de mí. 

Gracias por darme la vida eterna, perdón de pecados, y la redención por medio de Jesucristo, mi Señor y Salvador.  Gracias que me amas lo suficiente para impulsarme a cumplir mi potencial y propósito eterno permitiendo el fuego purificador y las pruebas que obran el fruto del Espíritu en mi vida. 

Gracias porque en medio de cualquier prueba, nunca me dejas, sino que me sostienes, me infundes aliento, me fortaleces y me guíes por Tu Espíritu Santo. 

Declaro en voz alta que yo confío en Ti. Rindo mi voluntad a Tu Voluntad y propósito divinos.  Reconozco que esta vida es temporal, y yo valoro y elijo las riquezas eternas.  Me aferro a Tu Palabra, a Tus promesas, y declaro que nada me separará del amor de Cristo. Echo toda mi ansiedad sobre Ti, porque tienes cuidad de mí.  

Perfeccione Tu buena voluntad en mi vida, y me dedico a seguir dependiendo en Tu gracia para ser llamado entre los que han vencido.  En el Nombre de Jesucristo, amén. 

 

Por Cliff Bell, 2 de julio, 2022

 

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Gracias por su comprensión.



Navegando las tormentas de la vida. Parte 3/3

Parte 3 – LAS TORMENTAS CREADAS POR EL DIABLO

Unos pastores se comunicaron conmigo porque habían estado luchando con una “tormenta” de enfermedad. La esposa tenía semanas con síntomas de mareo y de dolor intenso de la cabeza. Los médicos habían hecho toda clase de estudio, pero no pudieron hallar ninguna explicación.

Frecuentemente, cuando no hay una causa clara natural, es una indicación fuerte que pueda ser un ataque espiritual.

Esta tormenta provocada por el enemigo los estaba tratando de robar salud, tiempo y dinero a esos pastores. Discernimos que el ataque fue iniciado por causa de hechicería hecha en su contra. Entonces oramos juntos por teléfono y reprendimos al enemigo en el Nombre de Jesucristo y cancelamos esa tormenta demoníaca. Dentro de minutos los síntomas desaparecieron.

Para reiterar, hay tres clases de tormentas. Cada una requiere una respuesta diferente:

  1. las que Dios nos envía (porque quiere exigir una respuesta de nosotros por nuestro bien),
  2. las que son creadas por las decisiones malas nuestras o por otros, y
  3. las que son ataques del enemigo.

En las previas dos partes de esta serie yo enseñé acerca de las primeras dos clases de tormentas. En esta última parte quiero cubrir las tormentas que son ataques del enemigo.

Para iniciar a leer desde la primera parte, oprime la siguiente foto:

En la Biblia, la palabra “Satanás” literalmente significa “adversario” o “oponente”. Es la naturaleza del diablo oponer a Dios, a todos los que están aliados con Dios o que están colaborando con Dios. Así que no lo debamos contar como algo raro que el diablo nos odia, o que nos intenta atacar.

No debemos temer al diablo. Dios es mucho mayor y peleará por nosotros.

“Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquél que está en ustedes que el que está en el mundo.” 1ª Juan 4:4

Una de las metas del diablo es provocar temor en nosotros. Pues sabe que si respondemos con temor que nos quita de nuestra posición protectora de fe. Si respondemos con temor, le da a él la ventaja. Si queremos mantener la ventaja sobre el diablo tenemos que seguir firmes en la fe y con gozo por nuestra confianza en Dios. Isaías 12:3 dice: “Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.”

Con el fin de resistir a Dios y de estorbar los planes de Dios, el diablo siempre busca destruir (si fuera posible), resistir, desviar, contaminar, engañar o distraer al cristiano.

Por eso somos mandados a vivir sobrios, en alerta, como soldados de luz. Estamos en una guerra verdadera, y no podemos esperar lograr victoria si nos presentamos en el día de batalla vestidos de pijama y pantuflas.

8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” 1ª Pedro 5:8-10

Cristo dijo en Juan 10:10, El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

El Apóstol Juan afirmó el propósito de Cristo: 1ª Juan 3:8, Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”

Cristo envió a los discípulos con poder para vencer al diablo y para librar los cautivos.

17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” Lucas 10:17-20

Yo he incluido el versículo 20 en donde Cristo les amonestó no permitir que ese poder se les inflara la cabeza. Obviamente Cristo sabía que algunos, al ver manifestaciones del poder de Dios, comenzarían a pensar más de sí mismos que lo que deberían. (Algunas cosas no cambian).

Cristo fue enviado por Su Padre como Representante Suyo en la tierra. Por lo tanto, el Padre Le envió con poder sobre el diablo.   Cristo, a Su vez, envió a Sus discípulos, y ahora a nosotros, como representantes Suyos con esa misma autoridad y poder delegada sobre el diablo y sus demonios.

Jesús declaró en Juan 20:21: “Como me envió el Padre, así también yo os envío.”

Esta autoridad y poder está disponible para aquellos que están viviendo dentro del pacto que Él hizo por nosotros. Esto significa que tenemos que vivir en obediencia a Su Palabra y con fe.

Sea usted un apóstol, profeta, diácono, empresario, alumno, ama de casa, anciano o niño, si usted está viviendo dentro del Pacto, usted tiene esa autoridad y respaldo Celestial usando el Nombre de Jesucristo.

Reitero, la autoridad delegada y el poder se ejerza por medio del Nombre de Jesucristo. No está en aceite, ni sal, ni otros objetos. El corazón idólatra del hombre siempre busca un objeto o fórmula (obras nuestras), pero la Biblia nos enseña que el poder y la autoridad están en el NOMBRE de Jesucristo.

9 Por lo cual Dios también le exaltó (a Cristo) hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:9-11

Así como un abogado representa a su cliente, y hace todo a nombre de ese cliente, nosotros representamos a Cristo y todos los “trámites” espirituales que hacemos los hacemos en el Nombre de Jesucristo.

Así como el abogado no puede hacer nada que no representa correctamente a su cliente, nosotros no podemos hacer nada fuera de la voluntad de nuestro Señor y Rey Jesús. No estamos sirviendo a nosotros mismos sino a la Voluntad del Rey. Tenemos que buscar primeramente Su Reino y Su justicia (Mateo 6:33).

Tristemente, muchos cristianos no viven en obediencia a la Palabra de Dios, y como resultado están fuera del pacto, el lugar de protección y poder. Otros tienen más fe en el poder del diablo que en el poder de Dios para librarles. Éstos son vulnerables a más ataques del diablo. El diablo aprovecha de la ignorancia de los hijos de Dios. Por eso somos exhortados a no ser ignorantes de las maquinaciones del diablo (2ª Corintios 2:11).

Si hemos discernido que una tormenta es un plan maligno del diablo, podemos usar nuestra autoridad en el Nombre de Jesucristo para cancelar ese plan. El diablo tiene que sujetarse al Nombre de Jesucristo. Dios diseñó el orden que nosotros tenemos que colaborar con Él para ver Su voluntad hecha en la tierra.

Una palabra de equilibio…

No podemos echar la culpa al diablo por cada situación negativa que se presenta. Si alguien habitualmente no se cuida de sí mismo, sino se desgasta y come mal, eventualmente habrá consecuencias. Eso se llama la ley de la siembra y la cosecha.

Podemos orar que Dios nos sane, y Dios por Su gran misericordia pueda hacerlo. No voy a juzgar a nadie, pero si eso le sucede, por favor, ¡aprenda de la lección y comience a vivir más sanamente! Es necio seguir invitando problemas de salud simplemente por no cuidarnos.

Colaboramos con Dios para cancelar a las tormentas del diablo principalmente a través de la oración. Por eso fuimos instruidos a orar, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mateo 6:10)

Usamos las armas que Dios nos dio:

LA ORACIÓN

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7

EL AYUNO:

Cristo indicó dos razones por las cuales Sus discípulos no pudieron echar fuera el demonio del muchacho. Primero, su falta de fe. En segundo lugar, con algunas batallas espirituales, es necesario combinar la oración con el ayuno.

Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19  Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20  Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21  Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” Mateo 17:18-21

LA ALABANZA:

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.” Salmo 8:2

La NVI dice: “Por causa de tus adversarios has hecho que brote la alabanza de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho, para silenciar al enemigo y al rebelde.

Interpretamos este versículo usando la máxima Autoridad, la manera que Cristo Mismo la citó en Mateo 21:16, “Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: ‘De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza’?”

Vemos que la alabanza es una arma para callar la boca del diablo. Esto es ilustrado a través de toda la Biblia en ambos Testamentos.

EL PODER DE ATAR Y DESATAR (prohibir y permitir) lo que Dios ya atado o desatado en el Cielo:

A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y lo que desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos.” Mateo 16:19 RVA2015

Esto es lo que Cristo hizo al calmar la tempestad. Cristo no empleó la oración de petición ni de súplica. No pidió que Su Padre calmara la tormenta.

Cristo usó Su autoridad y mandó que hubiese calma, …y la tormenta obedeció. Ese fue un decreto profético verdadero. Jesús sabía cuál era la Voluntad de Su Padre, y como Representante Suyo, hizo el decreto que la ejecutó.

Hay tiempos cuando sabemos cuál es la voluntad de Dios. Como representantes Suyos, entonces, podemos dar el orden en el Nombre de Jesús para ejecutarla.

LA OBEDIENCIA:

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.” 2ª Corintios 10:3-6

Dios ha hecho toda la provisión para que podamos vivir en victoria. Podemos colaborar con Él para cancelar los planes del enemigo y establecer Su Voluntad en la tierra como en el Cielo.

Si usted está viviendo dentro del pacto, y ha discernido que hay un ataque del enemigo en su contra, ¡no se desanime! Al contrario, ¡alégrate! Porque estás en una posición para ver una vez más al enemigo avergonzado y el Nombre de Jesús glorificado.

Pida de Dios cuál sea Su estrategia para la victoria, y comience a implementarla.

Dé seguimiento con persistencia. En Lucas 18:1-8 Cristo nos enseñó de la necesidad de persistir en la oración sin desmayar.

A veces un ataque pueda requerir más que una simple oración. Cuando no veamos resultados inmediatos, pida de Dios si hay otra cosa que quiere de usted. A veces será necesario implementar el ayuno, alguna otra forma de guerra espiritual, o reclutar a otros que se unan con nosotros en la oración del acuerdo. Pero la clave más importante es dar seguimiento y no cansarnos en hacer el bien.

Si Dios no le da instrucciones adicionales, sea persistente y consistente en hacer lo que ya le ha mandado. Entre tanto, nunca dude de la bondad de Dios ni de Su amor y gracia que nos es extendida. Manténgase firme en su fe, porque eso agrada a Dios. Al final de las cuentas, Dios es Él que pelea por nosotros, ¡y Él nunca ha perdido una batalla!

Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.” 2ª Corintios 2:14

Por Cliff Bell, © 14 de febrero, 2020, Todos los derechos reservados.

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Para leer la primera parte de esta serie, PARTE 1 – LAS TORMENTAS QUE DIOS NOS ENVÍA, oprime la siguiente foto…

Otra Escritura que considerar y meditar…

“10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”Efesios 6:10-18

 

Navegando las tormentas de la vida. Parte 1/3

PARTE 1 – LAS TORMENTAS QUE DIOS NOS ENVÍA.

Hay tres clases de tormentas que encontramos en la vida:

  1. las tormentas que Dios envía,
  2. las tormentas creadas por las decisiones malas hechas por nosotros o por otros, y
  3. las tormentas enviadas por el diablo.

Cada clase de tormenta requiere una respuesta diferente.

En esta reflexión quiero enfocar en las tormentas que Dios envía…

Algunos no creen que Dios envía tormentas a nuestras vidas, pero veamos que eso es precisamente lo que sucedió con el Profeta Jonás.

Se pudiera argumentar que esta tormenta nunca hubiera sido enviada a Jonás si no fuera por sus propias acciones. Es cierto. Yo pude haber clasificado esta tormenta como “una creada por nuestras malas decisiones.” Pero el hecho sigue vigente que Dios envió la tormenta, y eso requiere una respuesta diferente. Si Dios es Él que envió la tormenta, reprendiendo al diablo no ayudará.

¿Por qué envió Dios una tormenta a la vida de Jonás?

Jonás estaba resistiendo la voluntad de Dios. Jonás no quiso ir a Nínive tal como Dios le mandó. ¿Por qué? Nínive era la capital de Asiria, la nación que había oprimido y devastado a Israel por años. Por lo tanto, Jonás los odiaba, y no quería predicarles ni estar cerca de ellos.

Está fácil criticarle a Jonás, pero ¿cuántas veces Dios nos ha mandado a hacer algo y Le resistimos, o tardamos en obedecer porque era inconveniente o incómodo para nosotros?

Jonás subió a una nave que se dirigía en la dirección opuesta que la Ciudad de Nínive. La tormenta que Dios le envió no enviado para destruirle a él ni a los demás que estaban en la nave. Dios la envió para aplicar la presión necesaria para que Jonás se arrepintiera.

Podemos decir que, en Su amor, Dios estaba “torciendo el brazo de Jonás” para exigir una respuesta correcta de él. La estrategia divina funcionó, y en tiempo Jonás se dio cuenta que sus acciones arriesgaron las vidas de todos que estaban en la nave con él. Jonás instruyó al capitán que le echase al mar para salvar la vida de los demás. Así lo hizo y la tormenta cesó, y Dios envió un gran pez para tragar a Jonás.

Su situación pareció cambiar de mal a peor. En la barriga de ese gran pez, en ese lugar de desesperación, Jonás comenzó a experimentar arrepentimiento por haber desobedecido a Dios. Lo que es más impactante, Jonás se dio cuenta que en su rebeldía a la agenda de Dios él había hecho un ídolo de su propia agenda.

Jonás proclamó,Cuando en mí desfallecía mi alma, del Señor me acordé; y mi oración llegó hasta Ti, hasta Tu santo templo. Los que confían en ídolos vanos su propia misericordia abandonan. Pero yo con voz de acción de gracias Te ofreceré sacrificios. Lo que prometí, pagaré. La salvación es del Señor.” Entonces el Señor dio orden al pez, y éste vomitó a Jonás en tierra firme. (Jonás 2:7-10)

Un ídolo es cualquiera cosa que amamos más que a Dios, es cuando buscamos algo diferente a lo que Le agrada a Dios. Los ídolos nos separan de Su misericordia y de Su bendición. Jonás había removido a sí mismo de la protección y misericordia de Dios por causa de su idolatría.

Lo que es impresionante es que el tiempo entero que estaba dentro del pez, el pez le estaba llevando más cerca de Nínive, hacia la voluntad de Dios. Por fin le dejó sobre tierra firme en donde él podía obedecer a Dios y cumplir su tarea designada.

Cuando Jonás llegó a Nínive entregó el mensaje que Dios le había dado para decirles. El mensaje era que vendría un juicio a Nínive en 40 días y que serían destruidos.

Al cumplir con su tarea, Jonás decidió permanecer en la región, no porque anticipaba que se arrepintieran los ninivitas, sino porque tenía un deseo morbo de ser testigo de la destrucción de esa grande ciudad y sus habitantes. Jonás todavía tenía un disgusto fuerte por los ninivitas. No logró poder verlos desde la perspectiva de Dios.

Todo cristiano, pero especialmente el que tiene llamado profético, necesita aprender a abandonar sus prejuicios y actitudes personales y ponerse de acuerdo con la perspectiva de Dios. El profeta necesita hacer más que anunciar una palabra acertada. Necesita representar correctamente el Corazón del Padre. Si Dios los ama, y no los amamos, nunca podremos representarle bien, y el resultado es que promoveremos nuestra propia agenda en vez de la de Dios, y ministraremos muerte en vez de vida.

Jonás encontró una colina desde donde pudo ver todo. Consiguió un lugar que tenía la sombra de una planta para protegerle del calor del sol. Comenzó a contar los días en anticipación del gran espectáculo. Era como uno de los habitantes de Roma esperando ver a los cristianos ser matados por los leones.

Sin embargo, los ninivitas se arrepintieron, y Dios cambió Su plan. En vez de destruirles, les brindó misericordia. La destrucción profetizada no llegó. Si Jonás estaba de mal humor antes, ahora se puso molesto. Otra vez, surgió su rebeldía en contra del plan de Dios. Creía que Dios había hecho una mala decisión, que su propia sabiduría era mayor que la de Dios.

Dios vio la actitud negativa y la ira de Jonás y le envió otra clase de tormenta… Dios preparó un gusano para que hiriese la planta que le daba sombra a Jonás. Luego

envió un viento recio solano para incomodarle y llevarle al arrepentimiento. Pero al llegar el calor, el viento y el sol tan fuerte, Jonás volvió más enojado y comenzó a quejar diciendo que prefiriera morirse.

Muy dramático, ¿no crees?

Dios le reprendió a Jonás porque tuvo más misericordia de su comodidad personal que por una ciudad entera llena de gente creada en la imagen y semejanza de Dios, ¡gente que se había arrepentido mejor que el profeta!

¿Y usted? ¿Cómo responde cuando Dios brinda misericordia y bendición a alguien que a usted no le agrada? ¿Está dispuesto a permitir que Dios le muestre Su perspectiva? ¿a cambiar su actitud? ¿que Su amor sea derramado en su corazón?

Otra vez, no es que Dios buscaba provocar dolor a Jonás. La meta de Dios era ayudarle a Jonás a alinearse con Su Corazón para que le pudiera bendecir. Dios le tuvo mucha paciencia, pero tristemente, no tenemos evidencia bíblica de que Jonás cambió de corazón, y ya no escuchamos más de él.

Cuando hay un área de idolatría o rebeldía en nuestros corazones, Dios es fiel para enviarnos una tormenta suficiente para despertarnos y darnos la oportunidad de arrepentirnos y alinearnos con Su Voluntad que trae bendición. Podemos decir que las tormentas que Dios envía muchas veces es una forma de disciplina.

La disciplina del Señor nos muestra que somos hijos y no bastardos. La disciplina no es igual a castigo. La meta del castigo es provocar dolor. La meta de la disciplina es el enseñarnos. Disciplina viene de la misma palabra raíz que “discípulo”.

En Su amor y misericordia, Dios nos da las condiciones necesarias para que nos despertemos, nos arrepintamos y nos alineamos con Su Voluntad para que podamos experimentar Su bendición.

Si usted está experimentando una tormenta ahora mismo, vale la pena examinar a su corazón para ver si hay algo que Dios le pidió hacer al cual usted está resistiendo. ¿Pueda ser que Dios está aplicando presión para exigir de usted un cambio de actitud o un acto de obediencia?

En vez de enfocarse en la maldad de otros, pida a Dios si hay algo en su propia vida que necesita un ajuste, alguna semilla de rebeldía o de idolatría. Si la hay, arrepiéntase. La gracia de Dios está siendo derramada ahora mismo para ayudarle a hacer el ajuste en su vida.

Se le animo a responder correctamente para que Dios pueda derramar sobre usted Su bendición, y para que su ministerio sea duradero.

Por Cliff Bell, © 30 de noviembre, 2019, Todos los derechos reservados.

El Gran Pez, (c) 2006, Ar.Te.Vi

NOTA: La imagen de la pintura, “El Gran Pez”, es por cortesía de la galería Ar.Te.Vi

© 2006 ar.te.vi.mail@gmail.com Le invito a conocer su galería virtual haciendo un clic un la foto arriba.

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Para leer la segunda parte de la enseñanza, oprime la siguiente foto.

REPRESENTANDO BIEN A CRISTO

Milagros y manifestaciones sobrenaturales no significan que Dios aprueba de las acciones, método o carácter del ministro.  Dios frecuentemente permite milagros por amor al pueblo a pesar de un líder que Le está mal representando.

En Números 20, el pueblo de Israel estaba en el desierto y tenía sed y comenzó a murmurar.   Moisés y su hermano Aarón se presentaron delante del Señor.  En versículo 8 Dios le instruyó específicamente a Moisés que HABLASE a la peña para que agua brotara.

Pero Moisés estaba enfadado con la murmuración de la gente.  Se los habló fuertemente y con rabia los llamó “rebeldes”.

Luego, en vez de hablar a la peña, tomó su vara y la GOLPEÓ

– dos veces. 

El agua fluyó.  Era un milagro. 

El pueblo y todos sus animales pudieron saciarse del agua.   Pareció que fue todo un éxito. 

Pero Dios no estaba contento con Moisés y Aarón. 

Números 20:12 dice: 

“Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.”

La Nueva Traducción Viviente lo dice de esta manera:

“«¡Puesto que no confiaron lo suficiente en mí para demostrar mi santidad a los israelitas, ustedes no los llevarán a la tierra que les doy!».”

Dios permitió el milagro por Su misericordia para con el pueblo.  Pero Moisés no había representado bien a Dios, ni Le había honrado como Santo delante de ellos.

Moisés había desobedecido instrucciones específicas.  Sus acciones híper-dramáticos en combinación con su ira y palabras fuertes hacia el pueblo no representó correctamente al Rey de Gloria.   Le costó su entrada a la Tierra Prometida. 

Hay ministros que parecen tener éxito porque los milagros fluyen.  Tienen el reconocimiento del hombre y los aplausos.   Pero, al final de las cuentas, si no representaron bien a Dios, ¿qué les costará?

Milagros no son suficiente prueba de que Dios está feliz con el ministro o que haya aprobado su método, ni mucho menos de una actitud negativa de su corazón. 

Cuando Cristo fue traicionado por Judas en Getsemaní, (Juan 18:10-11), Simón Pedro no representó a Cristo al herir a Malco con su espada cortándole la oreja derecha.  Cristo le tuvo que reprender e instruir a poner su espada en su vaina, y sanó a Malco.   Gracias a Dios que Pedro aprendió de su experiencia y volvió uno de los líderes más importantes de la Iglesia Primitiva.

¿Cuántas veces ministros se ofenden por alguna ofensa percibida de parte del pueblo y se les “corta las orejas” con sus palabras fuertes?  En muchos casos las personas que les han frustrado ni están presentes, pero toda la congregación recibe los golpes.  ¿Cuántos ministros hacen esto para hacerse sentir más grandes, y se auto justifican por los milagros que Dios permite por Su misericordia al pueblo?

Jonás no representó bien a Dios en Nínive. Ni quiso ir porque tenía un disgusto fuerte para esa ciudad que era la capital de la nación que había devastado a su tierra por años.

Jonás no pudo superar a sus sentimientos negativos hacia los habitantes de Nínive.  No pudo comprender por qué Dios les tuviera misericordia y detuviera el juicio que había proclamado cuando Nínive se arrepintió. Jonás estaba más preocupado acerca de su comodidad personal cuando se murió la planta que le daba sombra.

Después de una sola tarea en la cual no representó bien a Jehová, nunca más escuchamos de Jonás.  Su ministerio fue de corta duración. ¿Cuántos ministerios hoy son de corta duración porque no representan bien a Dios?     

Ministros también somos vasos de barro. Es cierto.  Y Dios en Su misericordia nos ha dado una responsabilidad muy grande y temible.  

No fuimos escogidos por nuestro talento, por nuestra sabiduría, ni buen comportamiento.  Es por la gracia de Dios.

Cuando nos creemos muy importantes y ungidos, debamos meditar nuevamente en esta Escritura:

“26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.” 1ª Corintios 1:26-29

La unción no pertenece a nosotros para lanzar según nuestros caprichos, ni para impresionar a los demás con nuestro ministerio.  La unción pertenece a Dios para cumplir Su propósito, y es una responsabilidad temible. 

Tenemos que aprender a morir a nosotros mismos, obedecerle a Dios, y permitir que Cristo sea visto y escuchado por medio de nosotros. 

No podemos permitir que nuestras emociones nos dominen, ni que nuestro estilo robe la gloria que pertenece a Dios. 

Cuando permitamos ser dominados por la frustración, la ira, el orgullo u otro aspecto de nuestra carne  en nuestras vidas, el resultado es que mal representamos el Corazón del Padre a otros  … dejamos de mostrar la Santidad de Jehová a los demás, y arriesgamos nuestro proprio destino profético.

Sea usted un pastor o no, todos representamos Cristo a alguien.  Le invito a orar lo siguiente conmigo. 

Padre Santo, vengo a Ti en el Nombre poderoso de Jesucristo.  Sólo Tú eres Dios, el Gran Yo Soy.  Sólo Tú mereces recibir toda la gloria y honra.

Gracias por haberme amado, salvado, justificado, y llenado con Tu Santo Espíritu (1ª Corintios 6:11).  Gracias por haberme llamado y dado el gran privilegio de ser primeramente Tu hijo (1ª Juan 3:1), y también la responsabilidad uno de Tus representantes aquí en la tierra. Quiero andar como es digno de la vocación con que me llamaste (Efesios 4:1).

Te pido perdón por las veces que yo me engrandecí en mis propios ojos, cuando tenía un concepto más alto de mi mismo que lo que debía de tener, cuando traté a los otros como si fueran menores que yo.

Te pido perdón por las veces que no Te he representado bien, y no he mostrado Tu Santidad a otros.  Te pido perdón por  las veces que he perdido la paciencia, que me he frustrado con los otros – los que Tú amas más que a Tu Propia Vida.  Te pido perdón por las veces que me he permitido engrandecer al grado que llamé la atención a mí mismo en vez de a Ti.

Gracias por Tus misericordias que se renuevan cada día (Lamentaciones 3:22-23), y por el perdón que me ofreces (1ª Juan 1:9).  Lo recibo ahora mismo por la fe. Y por cuanto he recibido misericordia, puedo ser misericordioso.  Por cuando he recibido de tu amor, puedo amar a otros. Por cuanto has sido paciente conmigo, puedo ser paciente con los demás.  Hoy ejercito mi fe para que Tu amor sea derramado en mi corazón por el Espíritu Santo que me fue dado (Romanos 5:5).

Señor Jesús, Tú eres el Buen Pastor, la Iglesia es Tuya y no mía.  Necesito representarte bien.  Por lo tanto me someto a Ti, y por el poder de Tu gracia mostraré Tu amor y benignidad, hablaré la verdad en amor (Efesios 4:15) para ser un mejor representante Tuyo desde ahora en adelante.  Me dedico a exhibir el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-24), tratando a otros con respeto y con dignidad sabiendo que es Tu benignidad que nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:4).

Glorifica Tu Nombre a través de mi vida y en Tu Iglesia. Tuyo es el Reino, el poder y la gloria por siempre.  Amén.

Por Cliff Bell, © 24 de agosto, 2019, Todos los derechos reservados.

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¿LE HA SIDO DE EDIFICACIÓN ESTE MINISTERIO?

Esperamos que esta reflexión le haya sido de provecho.  Si Dios ha puesto en su corazón sembrar una ofrenda, estaríamos muy agradecidos porque su ofrenda nos ayudará a alcanzar a otros.  En el menú arriba hay una pestaña que dice “Donar con PayPal” que le guiará a un sitio seguro en donde podrá hacerlo.  Por supuesto, no hay ninguna obligación. Muchas gracias.  Creemos que usted estará sembrando en buena tierra. 

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 2

En la primera parte de esta enseñanza, descubrimos que un ministerio legítimo necesita más que dones activados y una unción. Por supuesto que debe de haber esas cosas, pero esas cosas en sí no es suficiente para producir un ministerio fructífero y duradero. Así como un árbol requiere raíces profundas y bien desarrolladas para alcanzar su potencial, producir el fruto esperado, y poder aguantar las tormentas de la vida, un ministerio verdadero necesita raíces también.

Otra analogía que pudiéramos utilizar es de un edificio. Se requiere más que ladrillos, paredes, y techo.  Si no tiene un fundamento, no podrá ser duradero.  Con la primera lluvia fuerte el edificio se debilitará y en tiempo se caerá.  Si acaso viene un temblor, durará menos tiempo.

Cuanto más alto el edificio es, más profundo y fuerte tiene que ser el fundamento. Cualquier ministerio que es una amenaza al enemigo recibirá resistencia y ataques.  Los ministerios que no tiene su fundamento en orden no aguantarán.

Uno puede sostener la apariencia del éxito ministerial por un tiempo corto con unas “fachadas.”  Me refiero a las “fachadas” de música conmovedora, una personalidad carismática, con gritos, la habilidad de hacer un show y de entretener a la gente.

Hasta los del mundo pueden reunir a una audiencia con un buen show, y pagarán para verlo. Pero no medimos el éxito espiritual por el tamaño de la audiencia ni de las ofrendas generadas.  Si no están las raíces, el fundamento correcto, no estará presente la sustancia que produce vidas edificadas ni transformadas, y faltará la unción verdadera que pudre los yugos del enemigo.

Desgraciadamente, hay muchos ministerios que apenas tienen fachadas, una apariencia exterior de vida, pero al examinarlo de cerca, no hay fundamento ni sustancia. Estos ministerios, tarde o temprano, vendrán para abajo hiriendo a muchos en el proceso.  ¿Acaso usted no lo ha observado?  No vuelva usted una estadística de fracaso.  Invierte en desarrollar a sus raíces ministeriales y personales.

Ya hemos examinado las raíces de la INTIMIDAD CON DIOS y el ESTUDIO BÍBLICO sistemático y consistente. Ahora vamos a examinar la raíz de las relaciones sanas.  

RAÍZ 3 – Relaciones sanas con otros.

Ya hemos hablado de nuestra relación con Dios (la intimidad con Dios). Pero un ministerio que permanecerá también se requiere relaciones claves con otros, relaciones sanas y en orden.

Al diablo le es de mucho beneficio cuando hay cristianos, matrimonios o grupos de cristianos (iglesias) llenos de conflicto, ofensa, y división.  Los demonios tienen una fiesta en donde existen esas cualidades en la atmósfera o en un corazón.  El diablo sabe que tales personas o ministerios son contaminados por su ofensa y por su amargura (Hebreos 12:15), y vulnerables a toda clase de influencia demoníaca.

Estos cristianos contaminados están engañados si piensan que pueden funcionar como ministros de reconciliación (2ª Corintios 5:18). En vez de ser una luz en la comunidad, traen vergüenza al Nombre de Cristo.

Si no hay arrepentimiento y sanidad, en tiempo vuelven voceros de demonios: pensando que están profetizando, lanzan adivinación y maldiciones. Sus jóvenes vuelven enfadados y corren de la iglesia pensando que Dios es así (Hebreos 12:15) porque Le hemos mal representado.  Sí, al diablo le encanta esa clase de cristiano.

Por otro lado, Salmo 133 nos revela que en donde hay unidad también viene la bendición de Dios.  Por eso es tan importante guardar en orden nuestras relaciones.

LA PRIMERA RELACIÓN ES CON SU ESPOSA (o si usted es mujer, con su esposo). Bíblicamente tenemos apenas dos relaciones que son de pacto sagrado: la primera es con Dios y la segunda es nuestro matrimonio. Para un ministerio fructífero y duradero nuestras prioridades tienen que estar en este orden:

  1. Dios es siempre Primero.
  2. Matrimonio
  3. Familia
  4. Ministerio

Si nuestra relación con Dios sufre, entonces nuestras demás relaciones sufrirán. Pero tenemos que poner el matrimonio y la familia ANTES que nuestro ministerio.  Si el matrimonio está enfermo, el ministerio también volverá “enfermo,” anémico espiritualmente.  Es igual con la familia.

Tenemos que invertir en nuestro matrimonio.  Somos seres humanos, y cometeremos errores. Un matrimonio sano es uno en el cual ambos han aprendido a comunicarse frecuentemente y abiertamente, a perdonar mucho, a orar juntos, y a buscar juntos el rostro de Dios. Un esposo sabio invierte tiempo con su esposa; es bueno si trabajan o ministren juntos, pero también es necesario tomar tiempos de refrigerio juntos.

Yo he conocido a muchos ministros que se dedicaron tanto al ministerio que descuidaron a sus familias. Muchos de ellos terminaron en divorcio, con hijos desviados, o peor.

No hay caso tener a un ministerio grande si su familia termina destruida y sus hijos en el infierno.

La familia es la primera institución que Dios creó, ANTES que la Iglesia y el ministerio.  El matrimonio es una figura profética de la relación entre Cristo y Su Iglesia, y tenemos que invertir en ello.

Ningún ministro, ningún pastor o apóstol o profeta es El Mesías. Usted no puede hacerlo todo y salvar a todo el mundo.  Dios nunca nos llamó a hacerlo todo a solas.  La carga del mundo entero no está apenas sobre sus hombros.

  • El mejor regalo que puede dar a su esposa es amar a Dios con todo su corazón y buscar agradarle. Esto incluye amarla a ella tal como Cristo ama a la Iglesia y dio Su Vida por ella.
  • El mejor regalo que puede dar a sus hijos es amar a su esposa. Doy gracias a Dios por el ejemplo que me dieron mis padres, el del amor para toda la vida.
  • El mejor regalo que puede dar a su congregación es el ejemplo de un matrimonio sano y una familia sana.

Naciones discipuladas inician con familias discipuladas.   El que sacrifica a su familia sobre el altar del ministerio arriesga perder las dos cosas.

Una necesidad vs. la tarea asignada – Yo he sido criticado por algunos por no viajar y ministrar tanto como ellos. Pero doy gracias a Dios que mi familia está en orden y mis hijos aman a Cristo y buscan servirle.  Aprendí que Dios no me pidió desgastarme respondiendo a cada necesidad.  Dios me llamó a obedecerle y cumplir las tareas que Él me haya asignado.  Cristo no respondió a cada necesidad cada vez. No sanó a cada enfermo cada vez.  Cristo hizo lo que Su Padre Le pidió hacer.

LA SEGUNDA RELACIÓN ES CON NUESTRA COBERTURA ESPIRITUAL.  Cada ministro, aunque sea un apóstol o profeta maduro, necesita cuidado pastoral, alguien a quien rendir cuentas.  Los ministerios que insisten a seguir como independientes tarde o temprano terminan con problemas serios.

Si usted no tiene con quién confesar una debilidad o una lucha y pedir ayuda, oración, o consejo usted es un blanco al enemigo.  2ª Corintios 4:7 nos asegura que Dios ha puesto el tesoro de su gloria en vasos de barro.

Todos somos hechos de barro y necesitamos ayuda de vez en cuando. Si usted no me cree, pregúntale a su esposa o a sus hijos (si no les tiene entrenados a decirle apenas lo que desea oír).  Su familia no está ciega ni tonta, están conscientes de su barro, pero le ama y el amor cubre una multitud de errores.  Si usted se humille y les pida ayuda, no solamente le ayudará, le respetará más. Usted será aún más fuerte y noble en sus ojos. 

Me acuerdo de un ministro de renombre que en su día tenía uno de los ministerios más grandes del mundo, pero cayó en adulterio. Él se había dado cuenta que se estaba resbalando, pero no buscó a nadie.  Comentó después, “yo no tenía nadie con quién platicar.”

La realidad es que ese ministro sí tenía una autoridad, pero se consideró superior a su autoridad por causa de sus logros y audiencias grandes. Se había rodeado de los que nunca expresaba una opinión opositora y  que podía manipular.  Sí tenía con quién hablar, pero no aprovechó de ello. En su orgullo, no deseando que nadie vea que no era perfecto, se aisló.

Cuando todo vino a luz, aquel ministro no se sometió al proceso de restauración que le dio su autoridad porque tenía mentalidad de orfandad en combinación de un complejo de “El Mesías.” Dijo, “si me bajo del púlpito, aunque por un par de años, el mundo se irá al infierno sin mí.”  Que tremendo engaño y soberbio.

Uno puede tener un buen padre espiritual, pero si piensa como huérfano no le podrá reconocer ni responder a su autoridad.  No es una cuestión siempre de la falta de padres verdaderos. También tenemos que aprender a ser hijos verdaderos, a comunicarnos, a ser humildes y corregibles, a pedir ayuda en los tiempos de necesidad. El ministerio de aquel hombre nunca se recuperó completamente.  Yo he visto a esta misma historia triste volver a repetirse una y otra vez.

Una buena cobertura espiritual ofrece:

  1. Un ejemplo que seguir (1ª Corintios 11:1).
  2. Una visión que promover (Colosenses 2:6).
  3. Una unción que recibir y ministrar a otros (1ª Timoteo 4:14; 2ª Timoteo 1:6).
  4. Una autoridad legítima delegada. El que no está bajo autoridad no tiene autoridad. (Juan 12:49). La definición de “autoridad” implica que uno ha sido autorizado por otro. Si piensa usted que Dios es el Único que le reconoce, está caminando sobre hielo delgado.
  5. Una identidad y una familia a la cual pertenecer (Lucas 1:63-64). Fuimos creados para ser miembros de una comunidad cristiana, una “familia ministerial” así como es ilustrada por la Tribu de los Levitas, y las familias sacerdotales bíblicas.
  6. Un respaldo espiritual en intercesión y la guerra espiritual (Colosenses 1:3; Lucas 22:31-32).
  7. Una sinergia en las oraciones mediante el poder del acuerdo (Mateo 18:19; Deuteronomio 32:30).
  8. Consejo bíblico cuando hay confusión (Hechos 15:23-29).
  9. Un líder o “padre” espiritual, alguien a quién se pueda acudir para resolver un asunto, y que puede servir como un mentor (Deuteronomio 19:15; 2ª Tesalonicenses 2:11; Filipenses 2:19-22).
  10. Corrección y disciplina administradas en amor cuando es necesario (Hebreos 12:7-8).
  11. Y muchos otros beneficios más.

EN TERCER LUGAR, LAS RELACIONES CON OTROS MINISTROS.

Tenemos que asegurar que nuestras relaciones con otros ministros también son sanas.  Aunque pertenezcan a otra denominación o red ministerial, si son cristianos somos hermanos y trabajando para el Mismo Dios. Puede haber diversidad de estilos, de métodos, y tal vez no estamos de acuerdo con cada puntos doctrinal (me refiero a doctrinas no esenciales a la salvación), pero podemos respetar y honrar el uno al otro en la unidad de la fe.

Cuando permitimos divisiones, la ofensa, el rencor, celos, la sospecha u otra cosa afectar a nuestras relaciones con otros ministros, nos contamina y entristece el Corazón de Dios.  Además, frena o limita el avivamiento en la ciudad.  No estamos en competencia.  Si estamos en Cristo, estamos en el mismo equipo.  Cuando mi hermano mete un gol para el Reino de Dios, si Cristo es glorificado, todos ganamos.

Si otro cristiano marca un círculo en la tierra para excluirle a usted, entonces haga usted un círculo más grande para incluirle a él. Sonríe.  Determine ser un agente de reconciliación y de unidad.

EN CUARTO LUGAR, NUESTRAS RELACIONES CON LOS INCRÉDULOS.

Romanos 12:18 dice, Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.”

Sobre todo nuestro testimonio delante del mundo tiene que reflejar los valores del Reino de Dios.

Conozco de pastores que nunca hablan con el regidor ni con el acalde al menos que quieren pedirle un favor.  Ni siquiera toman el tiempo para orar por ellos.  

Nosotros somos mandados a orar por aquellos que están en autoridad civil y a procurar la paz, el bienestar, de ellos y a la ciudad (Jeremías 29:7). Dios quiere que Su Iglesia sea como una ciudad asentada sobre un monte y que bendiga a la ciudad con la Luz de Cristo, las buenas obras, la compasión y la generosidad.

¿Cuál es el testimonio o la imagen que tiene usted y su ministerio delante los líderes de la ciudad?

¿Con sus vecinos? 

¿Pueden ver a Cristo en usted?

Parece que voy a tener que continuar con las otras dos raíces en una tercera parte. Entre tanto, si Dios le habló por medio de esta enseñanza, toma usted unos minutos para responderle.

  • Si el Espíritu Santo le trajo convicción, arrepiéntase.
  • Haga una cita con su esposa.
  • Planea un tiempo para disfrutar con sus hijos.
  • Pida a Dios una estrategia divina para reconciliar con aquel hermano con quien quedó una ruptura.

Por Cliff Bell, © 18 de agosto, 2018, Todos los derechos reservados.

Para leer desde la 1ª Parte de esta enseñanza, sigue este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero / Parte 1

Para leer la 3ª Parte de esta enseñanza, siga este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 3

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Comprendiendo el propósito del desierto

 

Comprendiendo el propósito del desierto / Apurando la llegada a su destino.

Muchos profetas publican profecías grandiosas y dramáticas como, “¡Tu herencia viene hoy! ¡Dinero hoy llega a tus manos! Arrebate la bendición con un ‘amén’”   Esta clase de post suele ser muy popular.

Yo resisto esa tentación. ¿Quiere usted que le engañe? ¿O prefiere que le diga la verdad? 

La verdad es:

La herencia viene a los quienes primero han pasado exitosamente el entrenamiento del desierto.

¿Se encuentre usted en un desierto? ¿Tiene promesas demoradas? 

No se desespere. Está todavía en el camino correcto.  Pero tenemos que comprender por qué Dios nos llevó por el desierto, y responder a Su voluntad si queremos avanzar más rápidamente hacia nuestra tierra prometida.

El camino al destino es frecuentemente la ruta larga.

Éxodo 13:17-18 “Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18 Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo.”

Hubo una ruta más rápida para llegar a la tierra prometida. Pero Dios, sabía que ellos no estaban listos para encarar la responsabilidad de guerra que sería necesaria para tomar posesión de la tierra.  Todavía pensaron como esclavos de Egipto en vez de conquistadores de Canaán.

Los hebreos estaban acostumbrados a vivir de una manera en la cual siempre hubo otro que era el responsable, otro que hacía las decisiones y que les mandaba. Era incomodo ser un esclavo, pero era una vida sin la responsabilidad de ser dueño de una herencia.

Los hebreos habían vuelto pasivos.

  • No es que no trabajaban, pero se les ha olvidado la pasión y el gozo de sembrar y cosechar en su propia tierra.
  • Habían perdido la iniciativa y la disposición de correr los riesgos del empresario.
  • Ya no conocían el sentido de cumplimiento de haber recibido la ganancia después de planear y ejecutar un buen negocio.
  • No habían tenido que defender una herencia por cientos de años, y por lo tanto, habían perdido su mentalidad de protector y su habilidad de guerrear.
  • Estaban acostumbrados a vivir en temor en vez de por la fe.

Dios sabía esto. Así que, en Su sabiduría divina, Dios llevó Israel por UN CAMINO MÁS LARGO, por un PROCESO, con el fin de desarrollar en ellos la MENTALIDAD y DISPOSICIÓN necesaria para asumir la RESPONSABILIDAD de POSEER, OCUPAR y ADMINISTRAR la tierra.

La incomodidad del desierto nunca era su destino. Dios ya había definido cuál era su herencia, su tierra prometida, y quería que la tomaran, pero sabía que todavía no tenían la capacidad de tomarla ni administrarla.

DIOS TIENE UNA TIERRA PROMETIDA PARA CADA UNO DE NOSOTROS. Tal vez usted ha escuchado promesas preciosas y anhela el día de su cumplimiento.  Me imagino que casi todos piensan que ya están listos para recibir esas bendiciones.  No apreciamos el camino largo por la cual Dios nos ha llevado.

Ni se nos ocurre que Dios pueda estar tratando de desarrollar el guerrero en nosotros, mayor capacidad para administrar nuestra herencia. CON CADA CUMPLIMIENTO DE PROMESAS, CON CADA POSESIÓN VIENE LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGERLA Y SOSTENERLA.

La mayoría de nosotros no entendemos por qué no hemos llegado todavía a nuestra tierra prometida. Como consecuencia, nuestra tendencia es quejar y murmurar igual a los hebreos en el desierto.  Nuestras quejas y murmuraciones en el proceso revelan nuestra inmadurez y falta de fe.

Rara vez pensamos en las responsabilidades que acompañan las bendiciones, las disciplinas personales que se requieren para ocupar nuestra tierra prometida.

Es más fácil rentar un departamento que ser dueño de una casa propia. Muchos de los que rentan una vivienda tienen envidia de los dueños, pero pocos han considerado el precio que fue pagado por los dueños para lograr tener esa posesión, y menos realmente quieren asumir las responsabilidades que acompañan la posesión de la tierra.

  • Si algo se descompone, llaman al dueño para que se lo arregle.
  • Cuando llega la cuenta de los impuestos, la pasan al dueño.

NO HAY TANTA RESPONSABILIDAD, PERO TAMPOCO HAY POSESIÓN.  NO HAY HERENCIA QUE PASAR A LA SIGUIENTE GENERACIÓN.

Antes de que Dios nos entrega una posesión a nuestras manos, nos lleva por un desierto, un proceso, para desarrollar en nosotros la disposición, las habilidades, y las disciplinas necesarias para ocupar la tierra. Si no fuera así la perderíamos rápidamente.

Yo visité a una nación socialista en la cual casas hermosas de lujo fueron expropiadas de los que las edificaron, y que fueron dadas a gente pobre. Dentro de poco tiempo esas casas comenzaron a deteriorarse.  Ya que han pasado unos pocos años, esas casas ahora están literalmente en ruinas.

Las casas no se deterioraron porque la gente era pobre, sino porque ellos todavía pensaron como habitantes de favelas en vez de dueños de casas de lujo. No tenían ningún concepto de lo que se necesitaba para mantener y sostener esas propiedades.

Los que recibieron las casas no habían invertido nada en la edificación, y no estaban dispuestos a desarrollar las disciplinas ni la mentalidad necesaria para mantenerlas.

A la mayoría ni se les ocurrió desarrollar la capacidad de hacerlo. En vez de aprovechar la oportunidad de vivir una vida mejor, comenzaron a quejar.  Querían que el gobierno (que les entregó la casa) la mantuviera por ellos.

He visto a personas que ganaron la lotería y volvieron millonarios de noche a la mañana. Pero dentro de seis meses habían gastado todo y más, resultándose endeudados, literalmente más pobres al final que al principio. No todos saben cómo administrar una bendición. No todos han desarrollado la habilidad de invertir en algo para realizar una multiplicación y avanzarse.

Dios permitió Israel a poseer la tierra prometida poco a poco, a la medida que ellos estaban preparados a ocuparla y mantenerla.

Antes que Dios nos permite poseer nuestra tierra prometida, nos guiará por un proceso de preparación. Puede parecer como el entrenamiento básico de un soldado.  Está difícil.  Pero es necesario.  Nos enfadamos del desierto.  Quejamos de la multitud de repeticiones que tenemos que hacer en los ejercicios.  Pero en todo Dios tiene un propósito.

De vez en cuando Dios nos manda una prueba, un examen, para ver si estamos listos para el siguiente nivel. Nos permite tener un encuentro con un escuadrón de filisteos o amorreos.  Resistencia.  Algo que exige de nosotros más disciplina, más fe, una mentalidad de guerrero.

¿Vamos a responder como esclavos? ¿O como conquistadores?

Si respondamos bien, podemos proceder al siguiente paso, más cerca a nuestra herencia. Si no, hacemos otra vuelta rodeando el desierto del proceso.

¿Quiere usted avanzar hacia su herencia? ¿Desea que el tiempo en el desierto sea más corto?  ¿Desea por fin comenzar a entrar a su tierra prometida? 

Una de las cosas que podemos hacer para abreviar nuestro tiempo en el desierto es CAMBIAR NUESTRA MENTALIDAD de esclavo a guerrero, de temor a la fe, de ASUMIR MAYOR RESPONSABILIDAD por donde nos encontramos ahora mismo.

Queremos una ciudad, pero ¿qué hemos hecho con las minas pequeñas que Dios nos entregó para administrar?  (Mateo 25:14-30)

Pida a Dios que le revele las cosas que Él desea ver desarrollado en su vida. ¿Cuáles disciplinas y habilidades son necesarias para sostener, administrar y proteger a la herencia que Dios le quiere dar? Comience a hacer un esfuerzo de desarrollar esas capacidades y habilidades.  Comience a pensar y actuar como un guerrero, como un dueño en vez de un esclavo.

En vez de quejar del calor del desierto, dé gracias a Dios que no le permitió recibir una bendición solo para perderla.

Confíe en el amor de Dios, en Su bondad, en Sus promesas, en Su fidelidad, y milite la buena milicia con las profecías que haya recibido (1ª Timoteo 1:18).

Utilice cada paso en el desierto como un ejercicio para desarrollar los músculos necesarios para trabajar la tierra prometida cuando por fin sus pies llegan a pisarla.

“Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza. 12 No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas.” Hebreos 6:11-12

Mientras que come su sopa de maná, comience a planear cuál será su primera siembra, y visualícese trabajando en su jardín de legumbres.

Un banco no otorga un préstamo a un cliente si no tiene un buen plan de negocio. Dios frecuentemente opera de una manera similar. Comience a hacer un plan para administrar la promesa cuando Dios la entrega a sus manos.  

Sea agradecido por lo que tiene, y sea un buen administrador de lo poco que tiene, para que Dios pueda confiar en usted más.

Los que no son generosos con lo poco, rara vez vuelven generosos con lo mucho.

La herencia viene a aquellos que primero han pasado exitosamente el entrenamiento del desierto.

Por Cliff Bell, © 2 de diciembre, 2017, Todos los derechos reservados.

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DE POTENCIAL PROFETA, A ADIVINO – Parte 2

UNA DE LAS MANERAS MÁS SEGURAS PARA IDENTIFICAR A UN ADIVINO DISFRAZADO DE “PROFETA” ES QUE NO RINDE CUENTAS CON NADIE. SON INDEPENDIENTES. Aunque dicen que tienen una cobertura, si lo investiga, descubrirá que su “cobertura” es en nombre solamente, y que no hay actualmente ninguna rendición de cuentas. Son “llaneros solitarios” que sirven a sí mismos.  No tienen ninguna relación ni conexión significante con nadie.

Números 22-24   Balaam, profetizaba palabras acertadas, pero era un adivino

Balaam significa, “no del pueblo”. Balaam no tenía un pueblo.  No sirvió a ninguna autoridad. Josué 13:22 identifica Balaam como un adivino.   Su negocio literalmente era adivinar por una “cuota.”  Los emisarios de Balac, vinieron con “dádivas de adivino” (una “ofrenda” de pago) para convencerle “hacer el trabajo” de maldecir a Israel (Números 22:7).  

Es cierto que Balaam pudo oír la Voz de Dios. PERO TAMBIÉN PUDO OÍR LAS VOCES DE DEMONIOS, Y ACUDIÓ A LA VOZ DE MÁS LE CONVENÍA. Yo creo que la razón que Balaam pudo oír la Voz de Dios tan fácilmente en este caso es porque Dios intervino por cuanto el futuro de Su Pueblo Israel estaba siendo arriesgado.

NUESTROS OÍDOS ESPIRITUALES PUEDEN OÍR VOCES O SONIDOS ESPIRITUALES A PESAR DEL ORIGEN. O sea, podemos oír la voz del diablo o la voz de Dios con los mismos oídos espirituales. 

Como seres espirituales, todos tenemos oídos espirituales (Proverbios 20:12). Hebreos 5:14 revela que tenemos que ejercitar nuestros sentidos para discernir entre el bien y el mal. De la misma manera, tenemos que ejercitar nuestros oídos espirituales para discernir entre la Voz de Dios y la voz del enemigo.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Apocalipsis 2:7

CUÁL VOZ VAMOS A OÍR MÁS FUERTEMENTE DEPENDE MUCHO DE NOSOTROS. Como un radio, depende de cómo estamos “sintonizados” y que tan cerca de la difusora estamos viviendo.

Santiago 4:8 dice, “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.”  La rebeldía, un espíritu independiente, la ofensa, el pecado sexual, y otras cosas nos puedan impedir la habilidad de “sintonizarnos” a la Voz de Dios, y abren la puerta para la influencia demoníaca.

¿Cómo podemos “sintonizarnos” a oír mejor la Voz de Dios?

Teniendo un corazón correcto delante de Dios (2ª Crónicas 16:9), vivir en obediencia (Juan 14:15-16), valorando la verdad aunque nos duela (Juan 14:6, 17), siendo humildes de corazón (Santiago 4:6), siendo motivados por el amor por Dios y por otros (1ª Corintios 13; 1ª Juan 4), y ejercitando la fe en la Palabra de Dios (Hebreos 11:6). Será bueno estudiar esas Escrituras y meditar en ellas.

Mas estas cosas no estaban en la vida de Balaam.  Hoy en día hay muchos que tenían un llamado (el potencial) de profeta, pero se han vuelto adivinos porque estas cosas no fueron desarrolladas en ellos tampoco.

Balaam era independiente; se sirvió a sí mismo, no a Dios. La única razón por la que Balaam profetizó bendición a Israel en vez de maldición fue porque Dios le amenazó con muerte si Le desobedecía.

Balaam sirvió únicamente a sí mismo; fue motivado por la avaricia y el egocentrismo. Cuando Dios le impidió maldecir a Israel, él halló una estrategia para lograr el mismo resultado sin tener que declarar nada, y lo compartió con el Rey Balac para que Israel se maldijera a sí mismo.

LOS ADIVINOS NO HONRAN A LOS QUE ESTÁN EN AUTORIDAD. Suelen no profetizarle en la presencia de su pastor.  Suelen tomarle a un lado, en el estacionamiento, en un pasillo, u otro lugar no visto por los que tienen autoridad.  O VAN DE CASA EN CASA PARA PODER DECIRLE LO QUE NUNCA DIRÁN EN FRENTE DE SU PASTOR.  Es parte de su operación clandestina y diabólica.

EL ESPÍRITU DE ADIVINACIÓN EN ELLOS BUSCA UNA OFENSA O SEMILLA DE REBELDÍA EN USTED QUE PUEDA ALIMENTAR, y decirle lo que quiere oír.  En el proceso CASI SIEMPRE HECHA DUDA SOBRE LA INTEGRIDAD DE SU PASTOR Y SIEMBRA DIVISIÓN en la congregación. Quiere separarle de su pastor.  Es lo que hace un lobo depredador.

Como ya destaqué, algunas de estas personas tienen un llamado (un potencial futuro) verdadero, pero se han adelantado en los tiempos.

SI ES QUE VAMOS A TENER AUTORIDAD, TENEMOS QUE ESTAR BAJO AUTORIDAD Y RENDIR CUENTAS CON ALGUIEN POR NUESTRAS ACCIONES.

MUCHOS DICEN QUE TIENEN UN PASTOR. PERO POCOS PERMITEN QUE SUS PASTORES LES PASTOREAN.  No les permitan proveer retroalimentación a sus vidas.  Si él intente hacerlo, se enojan. Tales personas, a pesar de cuál sea su llamado, son peligrosas porque rápidamente comienzan a operar en la adivinación y la hechicería.

1ª Pedro 5:5-7 dice: “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. 6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;”

La Mano de Dios son las Cinco vocaciones ministeriales, los cuales Cristo estableció en la Iglesia para representar Su Autoridad.  Dios nos manda a someternos a la autoridad que Él ha establecido.  Por supuesto, el adivino no pueden creer que su pastor fue establecido por Dios; no reconoce a nadie que no le reconoce a él mismo.

Entiendo que en ocasiones pueda haber un desacuerdo legítimo y una separación temporal entre ministros y amigos.  Aconteció entre Pablo y Bernabé. Pero si alguien nunca puede hallar a ningún pastor a quien rendir cuentas, es una señal fuerte de peligro. Debemos ser miembros de una comunidad de fe en donde podamos aprender, servir y rendir cuentas.

Entiendo que hay también pastores falsos, pastores inmaduros y pastores no bien entrenados.  Pero si usted se siente rechazado por uno, no es correcto atacarles.  Simplemente declare la verdad en amor.  No conozco a nadie que entró al ministerio con motivo de herir a otros.  Entraron con un deseo genuino de servir a Dios y a otros.  Es por eso que cuando yo veo un error, simplemente proclamo la verdad sin señalar el dedo de juicio a nadie.

Cuanto sea posible Dios nos manda vivir en paz con todos, a amar a nuestros enemigos, bendecir a los que nos maldicen (Mateo 5:44-46). Nos mandó a honrar y obedecer a los que están en autoridad, y orar por ellos (1ª Pedro 2:17, 1ª Timoteo 2:1-2; 5:17; Hebreos 3:17). Si hacemos eso, Dios es fiel para corregir a Sus hijos y lidiar con los falsos.  Dios no le ha comisionado a nadie a ser la policía, el juez y verdugo del Cuerpo de Cristo.  Si usted conoce de un ministro que está en un error, ore por él que Dios haga Su voluntad en él.

No podemos controlar a otros. Pero podemos controlarnos a nosotros mismos. Debemos, entonces enfocarnos en hacer los cambios que Dios quiere hacer en nuestras propias vidas.  Es una parte de Su proceso de purificar a nuestros corazones para ser representantes dignos de la vocación a la cual hemos sido llamados (Efesios 4:1-3).

Amado lector, al leer este artículo, ¿puede ser que el Espíritu Santo trajo convicción a su corazón acerca de algo? ¿Habrá un cambio que Dios quiere hacer en su vida?   Entonces ahora es el tiempo de responder a la Voz de Dios. 

Por Cliff Bell, © 5 de septiembre, 2017, Todos los derechos reservados.

 

Se le acuerdo que esta es la segunda parte de una serie de dos enseñanzas. Si no lo ha hecho ya, le animo a leer la primera parte (que está en mi página).

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Permisos

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DE POTENCIAL PROFETA, A ADIVINO – Parte 1

Yo he publicado varias veces acerca de cómo el ESPÍRITU DE LA ADIVINACIÓN SE DISFRAZA COMO LA PROFECÍA e INVADE A MUCHAS CONGREGACIONES DE MANERA CLANDESTINA. Obviamente, el diablo no puede hacer nada si no tiene a alguien dispuesto a ser su agente.   El enemigo busca aprovechar de las debilidades de carácter que se presenten en individuos dentro de la congregación, como se aprovechó de Acán que codició lo que era dedicado a Dios, para frenar el avance de la congregación entera (Josué 7). 

Interesantemente, Acán era de la tribu de Judá que significa “alabanza.”  Frecuentemente, uno de los grupos que el diablo odia y que busca más poder infiltrar o atacar es el grupo de alabanza. El diablo sabe que si puede limitar nuestra alabanza, puede limitar nuestro avance.

El diablo tiene que usar a personas que están rendidas a él, de la misma forma que Dios necesita a alguien rendido a Él para usarle.

ALGUNAS DE LAS PERSONAS QUE AL DIABLO LE ES MÁS FÁCIL Y MÁS COMÚN UTILIZAR SON PERSONAS QUE:

(1) LOS QUE ESTÁN COMENZANDO A MANIFESTAR EL DON DE LA PROFECÍA Y CREEN EQUIVOCADAMENTE QUE ESTO SIGNIFICA QUE TIENEN UN LLAMADO DE PROFETA. Esto está sucediendo como una epidemia.

Muchos no entienden la diferencia entre la operación del don de la profecía por medio de cualquier creyente (1ª Corintios 14:31), y la vocación ministerial del profeta que se aplica a relativamente pocos (Efesios 4:11).  Éstos tratan de ejercer la autoridad de un profeta maduro cuando ni tienen la preparación, la madurez, ni el llamado actual.

Hay una diferencia grande entre tener una habilidad de profetizar y poseer un llamado de profeta. Igualmente, hay una diferencia grande entre poseer un llamado de profeta, y ser lo suficiente preparado y maduro para ejercer esa vocación y autoridad.  Hay demasiados que andan “profetizando” equivocadamente el uno al otro que es profeta, cuando la mayoría apenas tienen el don de la profecía.

(2) LOS QUE TIENEN UN LLAMADO VERDADERO PARA UN DÍA SER UN PROFETA, PERO TODAVÍA NO ES EL TIEMPO. TODAVÍA LES FALTAN LA PREPARACIÓN, LA MADUREZ, EL DICERNIMIENTO Y EL CARÁCTER NECESARIO PARA SER NOMBRADOS.  Es por eso que es muy importante identificar estas personas y asegurar que reciben la formación necesaria, y que entienden los procesos y los tiempos de Dios.

VOY A ENFOCAR MIS COMENTARIOS HACIA ESTE SEGUNDO GRUPO aunque son mucho menos en número. Lo estoy haciendo a propósito sabiendo que la mayoría de los lectores va a presumir que pertenece a este grupo cuando en realidad pertenece al primero. Entretanto, los principios que voy a compartir se aplican a ambos grupos.

Desgraciadamente, muchos de los que tienen un llamado genuino de profeta SE ADELANTAN EN LOS TIEMPOS de Dios y se auto-proclaman como profeta. COMO SAÚL, NO TIENEN LA PACIENCIA DE ESPERAR PARA QUE VENGA SAMUEL (1ª Samuel 13).  Frecuentemente tienen más celo que sabiduría. No quieren esperar hasta que la autoridad establecida les reconozca, y se meten en aguas profundas sin darse cuenta del peligro.

LA IMPACIENCIA VUELVE EN FRUSTRACIÓN QUE A SU VEZ SE CONVIERTE EN UNA SEMILLA DE REBELDÍA. De repente, cuando profeticen, la fuente puede ser el espíritu de adivinación a pesar de que lo declararon “en el Nombre de Jesús.”  En vez de ser voceros de Cristo, se pueden volver voceros de demonios.  Pues, la rebelión es como el pecado de la adivinación (1ª Samuel 15:23).

Estoy hablando de aquellos que no han recibido suficiente preparación. No han pasado las pruebas necesarias para refinar su carácter. NO ENTIENDEN QUE ES NECESARIO EXPERIMENTAR SUFICIENTE EL RECHAZO HASTA QUE ESTÉN LIBRES DE LA NECESIDAD DE SER RECONOCIDOS Y DE RECIBIR LA APROBACIÓN DEL HOMBRE.  Porque aquel que busca reconocimiento robará la gloria que pertenece a Dios.  Y aquel que necesita agradar al hombre no podrá agradar a Dios. 

FRUSTRADOS, porque sus pastores no les han reconocido todavía, y OFENDIDOS porque quieren ya iniciar, buscan “confirmación” y “afirmación” de otros.

Si uno busca lo suficiente para que alguien que le diga que el mundo está plano, en tiempo lo podrá hallar. EL ESPÍRITU DE ADIVINACIÓN LE DIRÁ LO QUE QUIERE OÍR.  ALIMENTARÁ A SU TEMOR Y A SU OFENSA. Le dirá que usted está completamente en lo correcto y que los demás están mal.  Hasta le pueda impartir una paz falsa de engaño y un sentido falso de seguridad aunque toda su vida personal esté en un desorden.

UN EJEMPLO DEL MUNDO NATURAL: Entre los que profesan a Cristo hay algunos que están convencidos de que el Presidente actual de Venezuela es un mesías y otros creen que es un diablo. Ambos creen tener la verdad no adulterada.  La mayoría desde afuera pueden ver claramente la operación del espíritu de Jezabel ahí, pero otros no lo pueden ver porque están bajo el encanto y el engaño.  ¿Por qué?  Porque les dijo lo que querían oír.  El espíritu de adivinación alimentó a sus temores, a sus ofensas, a sus sospechas, y les dio un kilo de arroz (tal vez no recientemente).

SIEMPRE HAY UN VELO DE ENGAÑO QUE OPERA CON EL ESPÍRITU DE ADIVINACIÓN PARA CEGAR EL ENTENDIMIENTO DEL PUEBLO (2ª Corintios 4:3-4).

Los adivinos suelen profetizarle cualquiera cosa que usted desea oír …ESPECIALMENTE SI LA OFRENDA ES LO SUFICIENTE GRANDE, o si en alguna manera les trae un beneficio personal.

Y si le cuentan al adivino de cómo su pastor no le reconoció como profeta, algunos hasta le “harán el trabajo” de maldecirle (hechicería) para alimentar el espíritu de hechicería en su propio corazón. Mientras tanto se sienten completamente auto-justificados, por fin “afirmados”.

Por doquier hay adivinos afirmando el uno al otro como “profetas” y luego ambos usando esa “palabra” en contra de su pastor porque dicen que ya recibieron su “confirmación.” El problema es que la fuente de la “confirmación” era el padre de mentiras en vez de el Espíritu de Verdad.

El espíritu de adivinación en el adivino (disfrazado de profeta), es atraído al espíritu de adivinación en el otro (tanto como a la rebelión, y la ofensa, etc.), y le proclamará “visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón (Jeremías 14:14).

ÉSTE SE VUELVE A SU CIUDAD SINTIENDOSE EMPODERADO POR LA CONFIRMACIÓN FALSA (DADA POR AQUEL QUE NO CONOCE NADA DE SU TESTIMONIO NI CARÁCTER), Y ENTONCES COMIENZA UNA CRUZADA DE DIFAMACIÓN Y ATAQUE EN CONTRA DE SU PASTOR LEGÍTIMO, porque lo considera un impedimento a su ministerio y a Dios.

Como Jezabel persiguió a Elías, persigue a su pastor, pues NO PUEDE TOLERAR LA VERDAD que le han dicho: que es todavía inmaduro y que tiene problemas de carácter que necesitan corregir ANTES de ser lanzado. En vez de cumplir su llamado de profeta, se vuelve un adivino y hechicero que piensa que es profeta y que está sirviendo a Dios.

UNA DE LAS SEÑALES DE UN ADIVINO ES QUE ATACA Y MALDICE A LOS HOMBRES VERDADEROS DE DIOS, ESPECIALMENTE A LOS PASTORES DE SU CIUDAD. Si hubiera esperado los tiempos de Dios, esos mismos pastores pudieron haber sido sus mejores aliados.

CLARO, EL DIABLO PUEDE PRODUCIR SUFICIENTES MANIFESTACIONES Y MILAGROS PARA QUE SIGA ENGAÑADO, Y PARA PODER ENGAÑAR A OTROS EN SU CAMINO. Jesús habló de ellos en Mateo 7:21-23.  Cristo nos declaró que algunos que profetizan y que hacen milagros en Su Nombre no entrarán al Reino de los Cielos, porque los llamará “hacedores de maldad.”

¿Le suena familiar algo de lo que he escrito?   Pídale, entonces al Espíritu Santo cómo Él desea que responda, y obedezca.

Cuando alguien está listo para ser reconocido o lanzado en un ministerio, es porque estará sirviendo consistentemente, fielmente, y gozosamente sin reconocimiento ni título.

  • Cuando es el tiempo de Dios para su reconocimiento, usted ya no sentirá la necesidad de ser reconocido. Los que se sienten desesperados por ser reconocidos solamente están mostrando su inmadurez y falta de carácter.
  • Cuando viene el tiempo de Dios, usted no tendrá que empujar, ni insistir, ni manipular.
  • Cuando Dios otorga el favor, no tendrá que pedírselo a nadie. 
  • Cuando Dios abre la puerta ningún hombre la podrá cerrar.

Usted puede confiar en el amor de Dios por usted. ¡Dios desea, más que usted, que alcance su potencial!  ÉL NO LE NEGARÁ NADA QUE SEA NECESARIO PARA PODER OBEDECERLE Y CUMPLIR SU VOLUNTAD.  Pero Dios no está de prisa.  Dios le quiere a usted más como Su hijo que como Su ministro, y quiere lo suficiente a Su Iglesia para no lanzar a un ministro antes de tiempo.  Solo siga sirviendo, y su llamado y carácter se desarrollará.  De repente, cuando menos lo espera, Dios le sorprenderá. 

Por Cliff Bell, © 5 de septiembre, 2017, Todos los derechos reservados.

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