7 Pasos Prácticos para ver su Cumplimiento

CÓMO RESPONDER A LA PROFECÍA PERSONAL – PARTE 3

7 Pasos Prácticos para ver su Cumplimiento

Esta es la TERCERA PARTE de tres enseñanzas acerca de cómo responder a la profecía personal. En esta última parte voy a destacar ocho pasos prácticos que puedes implementar para responder bíblicamente a tus profecías personales para ver el cumplimiento.

En la primera parte yo compartí cómo el vocero humano y falible pueda afectar a la profecía, y por qué tenemos que juzgar las profecías.  La segunda parte examina la naturaleza de la profecía personal. Recomiendo que te tomes el tiempo de leer toda la serie. Al final ofreceré los enlaces para las primeras dos partes.

SIETE PASOS PRÁCTICOS EN RESPUESTA A UNA PROFECÍA PERSONAL

1) ESCRIBA LA PROFECÍA SOBRE UN PAPEL

«Escribe la visión y grábala claramente en tablas para que corra el que las lea.» Habacuc 2:2

Cuando transcribes una profecía, te ayuda mucho porque así puedes leer y analizar el contenido de la profecía sin la voz y la personalidad de la persona que te profetizó. Podrás ver, entonces, precisamente qué fue declarado en la profecía.

Es por eso por lo que, en Christian International, insistimos que grabemos todas las profecías personales. Si creemos que Dios nos está hablando, ¡entonces queremos tener alguna forma de documentar lo que nos dijo!

Cuando tienes una transcripción de la profecía, puedes juzgarla con mayor precisión. Si la profecía no está grabada, entonces estás a merced de tu memoria. No podemos recordar cada palabra pronunciada y, como seres humanos, tendemos a escuchar lo que queremos en vez de lo que Dios quería decirnos. Además, tendemos aplicar y acomodar la profecía a nuestro gusto, ¡y ambas tendencias son peligrosas!

2) JUZGA LA PROFECÍA CONFORME A PRINCIPIOS BÍBLICOS Y EL TESTIMONIO DEL ESPÍRITU SANTO

El Testimonio de la Escritura. (2ª Timoteo 3:16; Salmo 89:34; Hebreos 13:8; Malaquías 3:6; Gálatas 1:8). Toda profecía personal está sujeta a la Santa Biblia (2ª Pedro 1:20). Dios no se contradice. Si la profecía no está de acuerdo con los principios bíblicos y la doctrina de los apóstoles del Nuevo Testamento, no es de Dios.

Dios nunca te instruirá a romper uno de Sus principios bíblicos establecidos. Dios nunca te instruirá a divorciarte de tu pareja, sino a vivir en fidelidad y guardar los pactos, porque Él ya ha establecido, «lo que Dios juntó, no lo separe el hombre» (Mateo 19:6).

Dios nunca te instruirá para calumniar a otros o dividir una congregación para lanzar tu propio ministerio (Efesios 4:1-3). Dios nos ha mandado honrar a los que están en autoridad y buscar la paz con todos tanto como sea posible (2 Timoteo 2:1-3; Romanos 12:18). Cristo quiere edificar su Iglesia, no dividirla (Mateo 16:18).

El Testimonio del Espíritu Santo.

De la misma manera que el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu humano redimido de que somos hijos de Dios (Romanos 8:16), el Espíritu Santo puede dar testimonio a nuestro espíritu cuando una profecía, o una porción de una profecía personal, es de Dios o no.

Normalmente, el testimonio del Espíritu Santo viene en forma de una paz interior e inexplicable. Tu mente aún puede tener preguntas. Es posible que no tengas idea de cómo se podría cumplir la profecía, pero si es de Dios, habrá una paz inexplicable y una confianza de que Dios, de alguna manera, lo cumplirá.

TESTIMONIO PERSONAL – Hace muchos años, Dios dio a mi esposa y a mí una profecía diciendo que nos daría una casa propia. La profecía fue confirmada múltiples veces. No sabíamos cómo se podía cumplirse, pues en lo natural era imposible. No obstante, sabíamos sin duda que si seguíamos viviendo en fe y en obediencia, Dios lo haría posible.

Por fin, sabíamos que se acercaba el tiempo del cumplimiento. Interesantemente nuestras circunstancias naturales estaban aún menos favorables que antes. Pero teníamos una paz inexplicable a pesar de las circunstancias contrarias. Seguíamos orando juntos como familia. Dios nos dio dirección específica, y comenzamos a hacer pasos de fe.  Dios honró nuestros pasos de fe y abrió camino en donde no hubo camino antes.  Por medio de una serie de milagros Dios hizo posible lo imposible y cumplió Su promesa profética.

UNA PALABRA DE EQUILIBRIO: No es suficiente tener un “buen sentir” acerca de una profecía. TODA profecía está sujeta a los principios de las Escrituras. A veces la carne o la mente natural se sentirá muy a gusto con algo que Dios prohíbe.  Tenemos que discernir entre lo que procede de la mente natural y lo que procede de la Mente de Dios.

Si Dios te ha ordenado que hagas algo y no lo haces, entonces no estás en condiciones de recibir el favor de Dios. Además, si la desobediencia se convierte en un patrón de comportamiento, te vuelves vulnerable a un espíritu de autoengaño (Santiago 1:22).

Es posible engañar a ti mismo si deseas fuertemente algo que Dios no ha autorizado.

Había una mujer que estaba obsesionada con la idea de casarse con su pastor. ¡Estaba orando para que la verdadera esposa de su pastor muriera para que ella pudiera tomar su lugar! ¡Eso es un fuerte engaño!  Esas “oraciones” suyas eran brujería, pero a su mente carnal le gustó tanto la idea que no estaba dispuesta a aceptar la corrección de nadie. Cerró los ojos a las Escrituras y sus oídos a la verdadera Voz de Dios.

Esa mujer estaba sorda a la Voz de Dios. Te recomiendo una serie de enseñanzas que tengo publicadas en YouTube acerca de las cosas que provocan ceguera y sordez espiritual… La serie se llama, «Removiendo los Obstáculos Para Oír la Voz de Dios.»

Aun cuando tenemos confirmación que una profecía es de Dios, tenemos que vivir en obediencia para realizar el cumplimiento. Por ejemplo, una de las cosas más básicas para recibir el favor de Dios en nuestras finanzas es el diezmar y ofrendar con fidelidad, gratitud y alegría (Malaquías 3:8-12; 2ª Corintios 9:6-12; Mateo 23:23). El que no lo hace no tiene derecho de anticipar la bendición de Dios sobre su vida. Todas las promesas de Dios son CONDICIONALES (una de las cualidades de la naturaleza de la profecía personal explicada en la segunda parte de esta serie).

La profecía personal no anula la necesidad de recibir consejo sabio de nuestros pastores (Hebreos 13:7-9, 17; Deuteronomio 19:15). El hecho que hemos recibido una palabra verdadera del Señor no es una licencia para regresar a casa como un independiente sintiéndonos espiritualmente superiores.

La profecía personal es sólo UN MÉTODO ENTRE MUCHOS por los cuales podemos conocer la voluntad específica de Dios. El consejo pastoral es otro método legítimo y necesario y los dos deben complementarse y fluir juntos.

Tus pastores te pueden ayudar a analizar tu vida para identificar problemas que puedan bloquear o tardar el cumplimiento de tus profecías personales. Tus pastores también te pueden ayudar a identificar en dónde estás ubicado con relación al cumplimiento, y los pasos que puedes tomarte para apurar el cumplimiento. Puede ser que la profecía se refiere al Capítulo Nueve de tu vida mientras que estás viviendo actualmente en el Capítulo Tres.

La mayoría de las personas creen que están en mejor forma ante Dios de lo que es la realidad. He conocido a personas quienes pensaban que estaban lo suficiente maduras para ser lanzados a un ministerio profético mientras que su carácter estaba en completo desorden. Esto es lo que llamamos tener un “punto ciego” y el problema con los puntos ciegos es que no puedes verlos.

Un granjero sabio entiende que no puede comer su semilla y esperar una cosecha el siguiente año. Conocí a una persona que esperaba que Dios le regalara una empresa propia sin hacer ningún esfuerzo. Mientras tanto no diezmaba, no ofrendaba, malgastaba lo que sí tenía, consumió toda la semilla que Dios le había dado. Ese hombre sigue esperando y viviendo en la misma pobreza y situación desesperante que antes.

3) MEDITA EN LA PROFECÍA, Y PIDE QUE EL ESPÍRITU SANTO TE AYUDE A JUZGAR, ENTENDER, INTERPRETAR Y APLICARLA. (Josué 1:8; Juan 14:26 y 16:13)

Cuando Dios te habla mediante una profecía, no está tratando de confundirte sino comunicarse contigo.  El mismo Espíritu Santo que inspiró la profecía te quiere ayudar a entenderla. Pídale Su ayuda. Juan 14:26 dice que parte del trabajo del Espíritu Santo es enseñarte todas las cosas.

Si hay terminología en la profecía que no entiendes, puede ser útil preguntar a la persona que te profetizó qué precisamente es lo que percibió al profetizarle, o qué quiso decir al usar cierta palabra.  Diferentes grupos cristianos tienen definiciones diferentes para algunas palabras.

4) RESEÑE LA PROFECÍA PARA DETERMINAR CUALES ÁREAS DE TU VIDA REQUIEREN UN CAMBIO.

¿Cuáles actitudes o hábitos tuyos necesitarán ser ajustados antes de que tu profecía pueda cumplirse? Puede ser que sea solo un cambio de actitud, como pasar de la duda a la fe; de una mentalidad de víctima a una de vencedor, de la murmuración a la gratitud, etc. Puede ser que tengas que arrepentirte de un pecado que te tiene atado.

Puede ser que haya una debilidad de carácter que debes corregir para que Dios pueda bendecirte. Tal vez sea necesario desarrollar tu capacidad para ser un administrador competente de las finanzas. Si ese es el caso, ¡entonces la gracia de Dios se extiende hacia ti para que des esos pasos!

¡Dios te ama tal como eres, pero te ama demasiado para dejarte en esa condición! Su meta es que seas como Cristo: santo, justo, íntegro, victorioso, productivo, gozoso y bendito. (Romanos 8:29)

¿Cuál es la debilidad que Dios quiere quitar de tu vida antes de que se cumpla tu profecía? No podemos avanzar al siguiente nivel en Dios si estamos atados a una debilidad pasada. Si te arrepientes y te sometes a su proceso, Dios te ayudará a convertir tu debilidad en fortaleza. En la mayoría de los casos, el área donde tienes tu mayor lucha es precisamente donde Dios te ha llamado a tener la mayor unción y fortaleza si te sometes a Él. Su gracia y poder se perfeccionan en nuestra debilidad. Así Él recibe la gloria (2 Corintios 12:9).

¿Cuáles acciones tuyas serán necesarias para ver el cumplimiento? Si Dios te habló de un ministerio internacional, no solamente será necesario prepararte para el ministerio, ¡tendrás que conseguir un pasaporte! Si Dios te habló acerca de abrir un negocio, necesitas planear ese negocio y aprender cómo administrarlo.

Hay algunos elementos las profecías que solo Dios puede hacer cumplir y con tales elementos, no podemos forzar nada, sino simplemente esperar con fe y paciencia (Hebreos 6:12).

5) ESPERA LA CONFIRMACIÓN ANTES DE TOMAR CUALQUIER DECISIÓN IMPORTANTE.

No hagas ninguna decisión grande basada solamente en una profecía (Proverbios 11:14, 15:22). Estoy hablando de decisiones como la de mudarse geográficamente, despedirse de un empleo, el casarse en matrimonio, el hacer una inversión grande, etc.

Cuando nosotros nos mudamos a la frontera de Texas y México y compramos la casa en que ahora vivimos, Dios lo había confirmado múltiples veces. Las confirmaciones nos dan mayor seguridad de actuar con la fe.

Algunos buscan una confirmación de una manera no prudente. Por ejemplo, no es prudente ir a un profeta y decirle, “Dios me dijo tal y tal cosa y necesito que me des una confirmación.”

En primer lugar, llenaste la cabeza de ese profeta con información natural. Ahora está “contaminado” con información que le puede influenciar. En segundo lugar, si dices: “Dios me dijo”, entonces le presentaste esa información como inspiración divina, y ¿quién puede discutir con Dios? ¡Acabas de poner palabras en la boca del profeta! Necesitamos que Dios ponga las palabras en la boca del profeta.

No pidas una confirmación de un profeta. No se busca confirmación, hay que esperarla. Dios iniciará a Su manera y en Su tiempo. Entre tanto, siga orando y pídale a Dios que Él confirme lo que a Él Le parece bien.  Espera confiando en que Él te dará la confirmación a Su manera y en Su tiempo perfecto. Dios te ama y será fiel en confirmar lo que es Su Palabra en el tiempo perfecto. Puedes confiar en Su fidelidad.

6) ACTÚA CON LA FE

Después de averiguar lo que es una profecía verdaderamente de Dios, responda con fe, recordando que la fe implica acción. (Santiago 2:17,18) La fe sin acción está muerta e inútil.  Haces lo que crees, y crees solamente lo que estás dispuesto a respaldar con tus acciones.

Define algunas metas de corto plazo y de largo plazo. Pida a Dios la sabiduría y gracia para cumplir tu parte confiando que Él será fiel para hacer Su parte, lo que tú no puedes.

Cuando Dios te dice, “Voy a hacer esto con tu vida,” normalmente significa que tú lo harás mientras que Él te habilita divinamente para hacerlo. Dios utilizará tus manos y tus pies; tus pasos de fe.

7) MILITE LA BUENA MILICIA

“Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia…” 1ª de Timoteo 1:18

La profecía es una “rhema” de Dios. “Rhema” es la palabra griega que es traducida “palabra” en Mateo 4 cuando Jesús le dijo al diablo, “No solamente de pan vivirá el hombre sino de toda PALABRA que sale de la boca de Dios.” Se refiere a una palabra específica que Dios te habla por Su Espíritu a tu vida.

En Efesios 6, la «espada del Espíritu» es la palabra (rhema) de Dios. Por lo tanto, cuando Dios te da una profecía te está entregando una espada con la cual tendrás que guerrear. 1ª de Timoteo 1:18 nos indica que somos MANDADOS (no sugeridos) a guerrear con nuestras profecías. Esto significa que debes orar e interceder según lo que Dios te ha declarado en la profecía personal.

El diablo siempre se opone a la voluntad de Dios. No es de extrañar, entonces, que el diablo se resista al cumplimiento de la voluntad de Dios en tu vida. La profecía que has recibido es una espada con la que puedes luchar para obtener la victoria. Si eres pasivo y no asumes la responsabilidad de luchar contra las promesas que Dios te dio en la Biblia y en tus profecías personales, entonces corres el riesgo de perder (o al menos retrasar) el cumplimiento y la bendición que Dios quiere darte.

El enemigo pone obstáculos en nuestro camino, trata de desviarnos, distraernos o tentarnos a pecar para que dejemos la protección y bendición de Dios. Cuando esto sucede, muchos se desaniman y desisten de concluir que la profecía no debe haber sido de Dios.

Tenemos que aceptar nuestra identidad como guerreros y decidirnos a actuar. Si usamos las herramientas y las armas que Dios nos ha dado, tenemos todo lo que necesitamos para vivir en santidad, en victoria y ver el cumplimiento de nuestras profecías personales.

«Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia…» 2ª Pedro 1:3

«Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.» Mateo 11:12

Es mi oración sincera y ferviente que leyendo estas enseñanzas, que te levantarás ahora con mayor comprensión y una renovada dedicación para colaborar con Dios. ver el cumplimiento de tus profecías personales y poseer la tierra prometida personal que Dios tiene reservada para ti.

 

Por Cliff Bell, © primera publicación, 4 de marzo, 2012. Editada y ampliada el 9 de julio, 2022, Todos los derechos reservados.

Para leer la primera parte, haz un clic aqui.

Para leer la segunda parte, haz un clic aqui.

 

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La Naturaleza de la Profecía Personal

 

CÓMO RESPONDER A LA PROFECÍA PERSONAL – PARTE 2

La Naturaleza de la Profecía Personal

Esta es la segunda de tres partes de la enseñanza acerca de cómo responder a una profecía personal. La primera parte trató sobre cuál es la actitud bíblica que debemos tener con respecto a las profecías personales. Aprendimos cómo el elemento humano puede introducir errores en la profecía. Debido a ese elemento humano involucrado en la profecía, se nos ordena tomar responsabilidad personal y juzgar las profecías, examinarlas bien y retener lo que es bueno (1 Corintios 14:29; 1 Tesalonicenses 5:19-21).

2ª Crónicas 20:20 dice: «¡Crean en el SEÑOR su Dios, y estarán seguros! ¡Crean a sus profetas y serán prosperados!» La Nueva Versión Internacional lo dice de esta manera: «¡Confíen en el Señor, y serán librados! ¡Confíen en sus profetas, y tendrán éxito!»

Todos queremos ser prosperados en nuestro camino y tener éxito. Confiamos en Dios, pero tomando en cuenta el elemento humano en la profecía y la posibilidad de errores, también necesitamos juzgar toda profecía.

¿Cómo podemos mantener el equilibrio entre creer la profecía y también juzgarla? No queremos volver sospechosos y críticos, pero tenemos que ser discernidos y usar la sabiduría.

Para poder apreciar la profecía personal y responder correctamente necesitamos entender las tres cualidades de la naturaleza de la profecía personal. Aquí explicaré brevemente estas tres cualidades:

1) LA PROFECÍA PERSONAL ES PARCIAL

«Porque conocemos solo en parte y en parte profetizamos; Ahora vemos oscuramente por medio de un espejo» (1ª Corintios. 13:9, 12). Aun las profecías muy precisas son parciales. O sea, ninguna profecía personal te podrá dar el cuadro completo. Dios no te explica todo porque requiere que uses tu fe y dependas de Él (Romanos 1:17).

Dios quiere que conozcamos Su Palabra en la Escritura y que pongamos nuestra atención y confianza ahí primero. La profecía personal nunca nos fue dada para tomar el lugar de nuestra responsabilidad de conocer lo que nos ha dicho en las Escrituras ni de buscar a Dios por nosotros mismos.

Romanos 8:14 dice – «porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son los hijos de Dios.» El Espíritu Santo vino a hablarnos, a enseñarnos, a hacernos saber la voluntad del Padre (Juan 16:13-15).

Si estás sinceramente buscando a Dios por Su voluntad, Él no te negará la información y dirección que necesitas para poder obedecerle y seguir en Su plan por tu vida. Piénsalo – Jesús dio Su vida por ti; ¡te ama más que a Su propia vida! Puedes confiar en Su amor, en Su bondad y en Su tiempo perfecto. Puedes confiar que Él será fiel para ayudar todas las cosas para tu bien si Le amas (Romanos 8:28).

«¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no eximió ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente también con él todas las cosas?» Romanos 8:31-32

2) LA PROFECÍA PERSONAL ES PROGRESIVA.

Dios no te muestra el camino completo de tu vida de antemano. No te dará un mapa que muestre cada giro y detalle del camino. Pero Dios te hará saber en qué dirección ir y cuál es el próximo paso. Da ese primer paso y Él te mostrará el siguiente.

Dios mandó a Abram a salir de la tierra de su parentela sin decirle cuál era su destino (Génesis 12). Abram tuvo que confiar en la dirección progresiva de Dios y comenzar a caminar.

Dios mandó a Felipe levantarse e ir por cierto camino en el desierto sin revelarse el por qué. Felipe tuvo que obedecer a Dios y confiar en Su dirección progresiva para encontrarse en el lugar correcto en el tiempo correcto y poder guiar al etíope a la salvación. (Hechos 8:26-39) Dios requiere que vivamos por fe todos los días (Hebreos 11:6). Dios nos da el maná de “cada día”, no maná de cada año.

Salmo 119:105 dice – «Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino

¿Te imaginas en un camino oscuro cargando una linterna antigua? La linterna ilumina una parte del camino, pero no todo el camino, solo lo suficiente para dar el siguiente paso. Cuando das un paso adelante, la luz ilumina el siguiente paso. Así es con la guía de Dios en nuestras vidas. La profecía personal es solo una de las muchas formas en que Dios hará brillar su luz en nuestro camino.

Muchos siguen a los profetas de un congreso a otro buscando una y otra ministración profética. Dios les ha dado ya mucha dirección, pero si no obedecemos lo que Dios ya nos haya dicho, ¿por qué pensamos que Dios nos dirá más? Somos responsables por lo que Dios ya nos haya dicho y necesitamos poner en práctica lo que ya sabemos.

3) LA PROFECÍA PERSONAL ES CONDICIONAL – no importa si las condiciones están especificadas dentro de la profecía o no.

Hay múltiples ejemplos bíblicos de profecías verdaderas que no se cumplieron tal como fueron declaradas por causa de la manera inadecuada en la cual la persona respondió a la palabra. Unos ejemplos son:

Moisés no entró a Canaán como le fue profetizado por causa de su desobediencia (Éxodo 3; Deuteronomio 34:4,5).

Interesantemente, esta profecía vino directamente por la boca de Dios y no por medio de un siervo humano. ¡Dios no se equivocó! La razón por la cual no se cumplió esta profecía no era por causa del Mensajero. No se cumplió porque Moisés desobedeció.

La profecía que Dios habló a Samuel para entregar a Saúl hubiera establecido la simiente de Saúl sobre el trono de Israel por siempre. Por causa de la rebelión de Saúl esa profecía fue transferida a David. (1ª Samuel 13:13,14)

Lo mismo es verdad en una forma positiva. La destrucción de Nínive fue tardada, y no se cumplió en el tiempo indicado en la profecía dada por el Profeta Jonás (“40 días”). ¿Por qué? Los ciudadanos de Nínive se arrepintieron y Dios les tuvo misericordia, y cambió Su plan (Jonás 3:6-10).

Las profecías no se cumplirán simplemente porque es la voluntad de Dios y porque un profeta las profetizó. Tenemos una responsabilidad de cooperar con Dios, vivir en fe y en obediencia.

La voluntad de Dios no siempre se cumpla.

Dios quiere que todos sean salvos – Cristo se murió y pagó el precio de los pecados de TODO el mundo (Juan 3:16, 2ª Pedro 3:9). Sin embargo, miles se mueren sin Cristo cada día. ¿Por qué? Una razón es porque los cristianos no hemos obedecido lo suficiente la Gran Comisión.  Es nuestro trabajo compartir las Buenas Nuevas. Otros no vienen a la salvación porque cuando escuchan las Buenas Nuevas no la crean o no responden con fe ni obediencia.

Es tiempo de reconocer y cumplir cual es nuestra responsabilidad

No creas que la voluntad de Dios se cumplirá en tu vida si no tomes tú responsabilidad a cooperar con Dios.

  • Si tienes llamado al ministerio tendrás que dedicarte a preparar para ese ministerio, entrar la disciplina del estudio bíblico, la oración, y comenzar a servir en las áreas que se presenten.
  • Si Dios te ha dicho que tienes llamado a ser un empresario, tendrás que prepararte, hacer pasos, correr riesgos.
  • Si Dios te haya dicho que te va prosperar con millones de dólares, tendrás que ser un buen mayordomo con los 10 dólares que tienes.
  • Si eres fiel con lo poco, Dios te podrá dar más (Mateo 25:23).

La provisión de Dios viene a la medida de nuestra preparación

En 2ª Reyes 4 leamos de la viuda de uno de los hijos de los profetas que fue dejada con una deuda. Ella llegó al profeta Eliseo y explicó su dilema. Si la deuda no fuera pagada, los acreedores llevarían a sus dos hijos como siervos hasta que la deuda fuese pagada.

El profeta no le preguntó cuánto necesitaba, sino que le preguntó qué tenía. Ella tenía solamente una vasija de aceite. En vez de levantar una ofrenda por ella, le mandó pedir prestado vasijas vacías de sus vecinos, y agregó, “no pocas”. Su instrucción era llenar las vasijas vacías con el poco aceite que tenía.

La viuda obedeció al hombre de Dios, y Dios milagrosamente multiplicó el aceite hasta que todas las vasijas prestadas quedaban llenas. Al quedar llena la última vasija, según su preparación, el aceite cesó de fluir.

Si la viuda había pedido prestado solo 10 vasijas la provisión milagrosa hubiera llegado hasta esa medida. Gracias a Dios, ella pidió prestado muchas vasijas, para que la provisión de Dios fuera suficiente para pagar la deuda ¡y tener suficiente con que vivir!

La provisión de Dios no se cae del cielo solo porque hay una necesidad. Dios nunca prometió responder a la necesidad, pero sí prometió responder a la fe y la obediencia. Cuando obedecemos a Dios, y hacemos nuestra parte de preparación que podemos, el Señor provee lo que no podemos.

Dios nunca te negará ninguna cosa que necesitas para cumplir Su propósito para tu vida. ¿Cuáles cosas te ha mandado Dios hacer? ¿Ya hiciste la preparación?

 

Por Cliff Bell, © primera publicación 2 de marzo, 2012. Editado y ampliado el 8 de julio, 2022. Todos los derechos reservados.

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Lo que Dios me ha mostrado para este tiempo – octubre 2020

Los profetas conocemos en parte y en parte profetizamos. No tengo todo, pero voy a compartir la parte que Dios me ha dado para esta próxima temporada.

Hemos entrado el año hebraico 5781, y hay un nuevo mover del Espíritu de Dios sobre la tierra. Es tiempo de celebración y de alabanza a Dios, y al mismo tiempo, de guerra espiritual intensificada.

Dios ha usado la pandemia para traer disciplina a Su Iglesia. Nos ha dado una oportunidad para actualizarnos, de volver a nuestro primer amor, para poder colaborar con Él.

Dios sigue purificando a Su Iglesia. Dios está permitiendo la remoción de todas las cosas movibles para que permanezcan lo inconmovible, Su Reino. Cualquiera cosa que no está compatible con el Reino de Dios se está derribando. Lo comparo a la selección de los guerreros en el tiempo de Gedeón; de 32,000 quedaron apenas 300. ¡Pero esos pocos guerreros comprometidos fueron todo lo que Dios necesitaba para traer una gran victoria sobre los madianitas!

El despertar espiritual y la cosecha ha comenzado, y la guerra espiritual continuará mientras que poseemos nuestra herencia, ¡las naciones!

Para aquel que es parte del remanente justo, aquel que ha respondido a los tratos de Dios, ¡prepárate para quedar asombrado por lo que Dios hará por ti y por medio de ti!

Hay un nuevo soplo del Espíritu Santo de Dios. El despertar espiritual no es para mañana, es para ahora mismo.

ACTUALÍZATE – en tu relación con Dios en temor reverencial. Remueva toda distracción, ¡y vuélvete a tu primer amor! No hay tiempo para jugar. No permites que el pecado de otro sea un impedimento en tu propia relación con Dios.

CONÉCTATE – con tu iglesia local. El mosto está en el racimo de uvas. Hay una razón por la cual el enemigo quiso aislarte. Es tiempo de vivir en el amor, el perdón, la humildad y el servicio.

AVÍVATE – Somos mandados a avivar el fuego del don de Dios que hemos recibido. Renuncia al temor y comienza a hacer pasos de fe.

MOVILÍZATE – Dios quiere usarte para esta cosecha de millones. La Gran Comisión fue dada a cada hijo de Dios. No eres excluido. Abre tus ojos y Dios te mostrará las oportunidades que hay. No existe una alegría mayor que guiar a otro a los pies de Cristo.

En este video comparto de estas cosas y mucho más que Dios me ha mostrado y algunas cosas que están aconteciendo que los noticieros no te han dicho.  Hay algunas profecías generales, y otras más específicas para Argentina, Uruguay, México, Honduras, y Venezuela.

 

Negociad Entre Tanto Que Vengo

¡Estamos viviendo en tiempos proféticos!  En medio del caos que está en el mundo, ¡es emocionante ver lo que Dios está haciendo!  

¡Que privilegio es ser escogido a vivir justamente en este tiempo para colaborar con Dios para ver Sus propósitos eternos logrados en la tierra!

Algunos cristianos están perturbados al escuchar que están declarando paz entre algunas naciones árabes e Israel.  ¿Significa que ya es el fin?

Cristo viene, y viene pronto.  Pero la Biblia está clara que no vendrá HASTA que todas las cosas profetizadas se cumplen de acuerdo con Hechos 3:21 y Hebreos 10:13. 

Entre tanto, ¡tenemos trabajo que hacer!

A través de Su parábola de las 10 Minas (Lucas 19), Cristo dio instrucciones que siguen vigentes para nosotros hoy… «Negociad entre tanto que vengo…»

En este video comparto varios pasajes bíblicos que hablan directamente a nosotros hoy en día, que nos ayudarán a colaborar con Dios para cumplir Sus propósitos eternos, y que resultarán en que mayor bendición de Jehová para tu vida.

Navegando las tormentas de la vida. Parte 3/3

Parte 3 – LAS TORMENTAS CREADAS POR EL DIABLO

Unos pastores se comunicaron conmigo porque habían estado luchando con una “tormenta” de enfermedad. La esposa tenía semanas con síntomas de mareo y de dolor intenso de la cabeza. Los médicos habían hecho toda clase de estudio, pero no pudieron hallar ninguna explicación.

Frecuentemente, cuando no hay una causa clara natural, es una indicación fuerte que pueda ser un ataque espiritual.

Esta tormenta provocada por el enemigo los estaba tratando de robar salud, tiempo y dinero a esos pastores. Discernimos que el ataque fue iniciado por causa de hechicería hecha en su contra. Entonces oramos juntos por teléfono y reprendimos al enemigo en el Nombre de Jesucristo y cancelamos esa tormenta demoníaca. Dentro de minutos los síntomas desaparecieron.

Para reiterar, hay tres clases de tormentas. Cada una requiere una respuesta diferente:

  1. las que Dios nos envía (porque quiere exigir una respuesta de nosotros por nuestro bien),
  2. las que son creadas por las decisiones malas nuestras o por otros, y
  3. las que son ataques del enemigo.

En las previas dos partes de esta serie yo enseñé acerca de las primeras dos clases de tormentas. En esta última parte quiero cubrir las tormentas que son ataques del enemigo.

Para iniciar a leer desde la primera parte, oprime la siguiente foto:

En la Biblia, la palabra “Satanás” literalmente significa “adversario” o “oponente”. Es la naturaleza del diablo oponer a Dios, a todos los que están aliados con Dios o que están colaborando con Dios. Así que no lo debamos contar como algo raro que el diablo nos odia, o que nos intenta atacar.

No debemos temer al diablo. Dios es mucho mayor y peleará por nosotros.

“Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquél que está en ustedes que el que está en el mundo.” 1ª Juan 4:4

Una de las metas del diablo es provocar temor en nosotros. Pues sabe que si respondemos con temor que nos quita de nuestra posición protectora de fe. Si respondemos con temor, le da a él la ventaja. Si queremos mantener la ventaja sobre el diablo tenemos que seguir firmes en la fe y con gozo por nuestra confianza en Dios. Isaías 12:3 dice: “Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.”

Con el fin de resistir a Dios y de estorbar los planes de Dios, el diablo siempre busca destruir (si fuera posible), resistir, desviar, contaminar, engañar o distraer al cristiano.

Por eso somos mandados a vivir sobrios, en alerta, como soldados de luz. Estamos en una guerra verdadera, y no podemos esperar lograr victoria si nos presentamos en el día de batalla vestidos de pijama y pantuflas.

8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” 1ª Pedro 5:8-10

Cristo dijo en Juan 10:10, El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

El Apóstol Juan afirmó el propósito de Cristo: 1ª Juan 3:8, Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”

Cristo envió a los discípulos con poder para vencer al diablo y para librar los cautivos.

17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” Lucas 10:17-20

Yo he incluido el versículo 20 en donde Cristo les amonestó no permitir que ese poder se les inflara la cabeza. Obviamente Cristo sabía que algunos, al ver manifestaciones del poder de Dios, comenzarían a pensar más de sí mismos que lo que deberían. (Algunas cosas no cambian).

Cristo fue enviado por Su Padre como Representante Suyo en la tierra. Por lo tanto, el Padre Le envió con poder sobre el diablo.   Cristo, a Su vez, envió a Sus discípulos, y ahora a nosotros, como representantes Suyos con esa misma autoridad y poder delegada sobre el diablo y sus demonios.

Jesús declaró en Juan 20:21: “Como me envió el Padre, así también yo os envío.”

Esta autoridad y poder está disponible para aquellos que están viviendo dentro del pacto que Él hizo por nosotros. Esto significa que tenemos que vivir en obediencia a Su Palabra y con fe.

Sea usted un apóstol, profeta, diácono, empresario, alumno, ama de casa, anciano o niño, si usted está viviendo dentro del Pacto, usted tiene esa autoridad y respaldo Celestial usando el Nombre de Jesucristo.

Reitero, la autoridad delegada y el poder se ejerza por medio del Nombre de Jesucristo. No está en aceite, ni sal, ni otros objetos. El corazón idólatra del hombre siempre busca un objeto o fórmula (obras nuestras), pero la Biblia nos enseña que el poder y la autoridad están en el NOMBRE de Jesucristo.

9 Por lo cual Dios también le exaltó (a Cristo) hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:9-11

Así como un abogado representa a su cliente, y hace todo a nombre de ese cliente, nosotros representamos a Cristo y todos los “trámites” espirituales que hacemos los hacemos en el Nombre de Jesucristo.

Así como el abogado no puede hacer nada que no representa correctamente a su cliente, nosotros no podemos hacer nada fuera de la voluntad de nuestro Señor y Rey Jesús. No estamos sirviendo a nosotros mismos sino a la Voluntad del Rey. Tenemos que buscar primeramente Su Reino y Su justicia (Mateo 6:33).

Tristemente, muchos cristianos no viven en obediencia a la Palabra de Dios, y como resultado están fuera del pacto, el lugar de protección y poder. Otros tienen más fe en el poder del diablo que en el poder de Dios para librarles. Éstos son vulnerables a más ataques del diablo. El diablo aprovecha de la ignorancia de los hijos de Dios. Por eso somos exhortados a no ser ignorantes de las maquinaciones del diablo (2ª Corintios 2:11).

Si hemos discernido que una tormenta es un plan maligno del diablo, podemos usar nuestra autoridad en el Nombre de Jesucristo para cancelar ese plan. El diablo tiene que sujetarse al Nombre de Jesucristo. Dios diseñó el orden que nosotros tenemos que colaborar con Él para ver Su voluntad hecha en la tierra.

Una palabra de equilibio…

No podemos echar la culpa al diablo por cada situación negativa que se presenta. Si alguien habitualmente no se cuida de sí mismo, sino se desgasta y come mal, eventualmente habrá consecuencias. Eso se llama la ley de la siembra y la cosecha.

Podemos orar que Dios nos sane, y Dios por Su gran misericordia pueda hacerlo. No voy a juzgar a nadie, pero si eso le sucede, por favor, ¡aprenda de la lección y comience a vivir más sanamente! Es necio seguir invitando problemas de salud simplemente por no cuidarnos.

Colaboramos con Dios para cancelar a las tormentas del diablo principalmente a través de la oración. Por eso fuimos instruidos a orar, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mateo 6:10)

Usamos las armas que Dios nos dio:

LA ORACIÓN

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7

EL AYUNO:

Cristo indicó dos razones por las cuales Sus discípulos no pudieron echar fuera el demonio del muchacho. Primero, su falta de fe. En segundo lugar, con algunas batallas espirituales, es necesario combinar la oración con el ayuno.

Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19  Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20  Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21  Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” Mateo 17:18-21

LA ALABANZA:

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.” Salmo 8:2

La NVI dice: “Por causa de tus adversarios has hecho que brote la alabanza de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho, para silenciar al enemigo y al rebelde.

Interpretamos este versículo usando la máxima Autoridad, la manera que Cristo Mismo la citó en Mateo 21:16, “Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: ‘De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza’?”

Vemos que la alabanza es una arma para callar la boca del diablo. Esto es ilustrado a través de toda la Biblia en ambos Testamentos.

EL PODER DE ATAR Y DESATAR (prohibir y permitir) lo que Dios ya atado o desatado en el Cielo:

A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y lo que desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos.” Mateo 16:19 RVA2015

Esto es lo que Cristo hizo al calmar la tempestad. Cristo no empleó la oración de petición ni de súplica. No pidió que Su Padre calmara la tormenta.

Cristo usó Su autoridad y mandó que hubiese calma, …y la tormenta obedeció. Ese fue un decreto profético verdadero. Jesús sabía cuál era la Voluntad de Su Padre, y como Representante Suyo, hizo el decreto que la ejecutó.

Hay tiempos cuando sabemos cuál es la voluntad de Dios. Como representantes Suyos, entonces, podemos dar el orden en el Nombre de Jesús para ejecutarla.

LA OBEDIENCIA:

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.” 2ª Corintios 10:3-6

Dios ha hecho toda la provisión para que podamos vivir en victoria. Podemos colaborar con Él para cancelar los planes del enemigo y establecer Su Voluntad en la tierra como en el Cielo.

Si usted está viviendo dentro del pacto, y ha discernido que hay un ataque del enemigo en su contra, ¡no se desanime! Al contrario, ¡alégrate! Porque estás en una posición para ver una vez más al enemigo avergonzado y el Nombre de Jesús glorificado.

Pida de Dios cuál sea Su estrategia para la victoria, y comience a implementarla.

Dé seguimiento con persistencia. En Lucas 18:1-8 Cristo nos enseñó de la necesidad de persistir en la oración sin desmayar.

A veces un ataque pueda requerir más que una simple oración. Cuando no veamos resultados inmediatos, pida de Dios si hay otra cosa que quiere de usted. A veces será necesario implementar el ayuno, alguna otra forma de guerra espiritual, o reclutar a otros que se unan con nosotros en la oración del acuerdo. Pero la clave más importante es dar seguimiento y no cansarnos en hacer el bien.

Si Dios no le da instrucciones adicionales, sea persistente y consistente en hacer lo que ya le ha mandado. Entre tanto, nunca dude de la bondad de Dios ni de Su amor y gracia que nos es extendida. Manténgase firme en su fe, porque eso agrada a Dios. Al final de las cuentas, Dios es Él que pelea por nosotros, ¡y Él nunca ha perdido una batalla!

Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.” 2ª Corintios 2:14

Por Cliff Bell, © 14 de febrero, 2020, Todos los derechos reservados.

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Para leer la primera parte de esta serie, PARTE 1 – LAS TORMENTAS QUE DIOS NOS ENVÍA, oprime la siguiente foto…

Otra Escritura que considerar y meditar…

“10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”Efesios 6:10-18

 

Parte 1 ¿Qué pasó? Cuando una profecía personal NO se cumple.

Después de haber ministrado como profeta por 23 años, y haber profetizado a aproximadamente 50,000 personas puedo atestiguar que la palabra profética verdadera trae vida.  Yo mismo he recibido bastantes profecías que me han sido de provecho.

Tenemos miles de testimonios de vidas edificadas, gente transformada y milagros realizados.  Es raro que voy a un lugar ahora en donde no encuentro alguien que me dice, “usted me profetizó tal y tal cosa, y todo se ha cumplido al pie de la letra.”

Pero cuando una profecía NO se cumple tal como habíamos anticipado, nos deja con muchas preguntas.  No es justo ignorar este tema como si no existe.  

Obviamente Dios no miente.  Entonces, ¿qué pasó?   ¿Fue una profecía falsa? ¿Acaso no respondemos adecuadamente?  ¿Quién falló?  ¿Fue un profeta falso?

Primero, le avisaré que esta publicación será larga, porque hay muchas variables que considerar, y con cada situación las variables cambian.  Solo Dios conoce el cuadro completo.

Pero todos conocemos de profecías que no se cumplieron.  En algún momento tenemos que tratar con las preguntas difíciles con relación a los profetas y las profecías personales.  Necesitamos ofrecer entendimiento bíblico con relación a algunas posibilidades que considerar cuando no se cumplen.

Algunos de los temas que vamos a investigar son:

  • ¿Es absoluta la prueba de Deuteronomio 18:20-22?
  • ¿Existen otras pruebas bíblicas que debamos considerar?
  • La naturaleza condicional de las profecías.
  • ¿Cuáles responsabilidades tiene la persona que fue ministrada?
  • ¿Son infalibles los profetas verdaderos?
  • O ¿Puede un profeta verdadero equivocarse o hablar presuntuosamente en ocasiones?
  • ¿Qué diferencia hay entre los profetas que Dios usó para darnos la Santa Escritura y otros profetas?
  • ¿Qué responsabilidad tiene el profeta si es comprobada que la profecía fue presuntuosa? ¿Cómo debamos responder?
  • ¿Qué dijo Cristo acerca de cómo discernir entre los profetas falsos y los verdaderos?
  • ¿Qué hacemos con nuestras preguntas que quedaron sin respuestas?

Le invito a conseguirse una taza de café, abrir su Biblia, y acompañarme en este estudio revelador.

PRIMERA PREGUNTA: ¿CUÁLES SON LAS PRUEBAS DE UN PROFETA VERDADERO?

Muchos citan a Deuteronomio 18:20-22 como la única prueba para determinar profetas verdaderos o falsos.  La prueba es simplemente: si lo que profetiza se cumple se le consideren un profeta verdadero; y si no se cumple, entonces es un profeta falso. Se le acuerdo que los falsos profetas fueron apedreados.  ¿Ahora cuántos se animan a ser un profeta?

Veamos primero lo que dice este pasaje:

“20 El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.

21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?;

22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.”

Este pasaje es bastante claro.  Pero cualquier alumno serio de la Biblia sabe que para hallar sana doctrina tenemos que comparar Escritura con Escritura para saber lo que dice el pleno consejo de la Escritura. 

EJEMPLO:  Sabemos que Dios es amor (1ª Juan 4:8) y que hizo la provisión para la salvación de todos.  Algunos llevan esa verdad a un extremo para decir que un Dios amoroso no enviaría nadie al infierno.  Obviamente se les olvidaron interpretar la Escritura que habla del amor de Dios con las que hablan de cómo Dios es un Dios también de Verdad, Justicia, Santidad, y de Juicio.  Para hallar la sana doctrina tenemos que tomar en cuenta el pleno consejo de la Palabra.

Obviamente, que las profecías sean precisas (inspiradas por Dios, de acuerdo con las Escrituras y con los hechos), es una prueba muy importante, pero no es la única prueba bíblica de un profeta.

CONSIDERAMOS LO SIGUIENTE:

PRIMERO, notamos que muchas de las profecías de los profetas en la Biblia NO se cumplieron durante sus vidas. La mayoría de sus profecías eran para futuras generaciones. Por lo tanto, si los hebreos hubieran usado los cumplimientos como su ÚNICA plomada para los profetas, entonces casi todos los profetas del Antiguo Testamento hubieran sido considerados falsos durante sus vidas.

SEGUNDO: Consideremos que algunas de las profecías de los profetas verdaderos y bíblicos NUNCA se cumplieron tal cual como fue profetizado, pero no fueron considerados falsos profetas.

(EJEMPLO 1) El Profeta Jonás profetizó que Nínive sería destruido en 40 días (Jonás 3:4). Esa era una profecía muy específica. Pero como la ciudad se arrepintió DIOS CAMBIÓ SU PLAN y les extendió misericordia (Jonás 3:10). La profecía no se cumplió.

(EJEMPLO 2) Moisés y lo que profetizó a la primera generación que salió de Egipto. Moisés les profetizó que Dios les llevará a la tierra prometida (Levítico 20:24, y muchas más). Pero como esa generación no creyó esa profecía NO se cumplió tal como fue profetizada. El cumplimiento fue trasferido a la siguiente generación (Números 14:26-35). DIOS CAMBIÓ SU PLAN por la rebeldía y por la duda de esa primera generación.

Estos dos primeros ejemplos nos confirman LA NATURALEZA CONDICIONAL DE LAS PROFECÍAS PERSONALES.

EL PRINCIPIO DE LAS CUATRO CLASES DE TIERRA

La profecía viene como una semilla, y tenemos que ser buena tierra y cumplir la palabra y voluntad de Dios.  No queremos perder el provecho de la semilla por causa de nuestra dureza de corazón, falta de madurez o por ser distraídos por los afanes de la vida.  (Lea la parábola del sembrador en Mateo 13:1-23.  Esa parábola se podría ser llamada “la parábola de las cuatro clases de tierra.”)

Después de determinar que una profecía es de Dios, tenemos que creer la palabra, cambiar las cosas en nuestras vidas que están contrarias a Su voluntad, tomar pasos de preparación y de fe hacia adelante, y militar la buena milicia en guerra espiritual (1ª Timoteo 1:18).  Pues, el diablo siempre buscará abortar el plan de Dios influenciando o tentando a los hombres.

EJEMPLO PERSONAL Yo recibí muchas profecías que estaría ministrando en muchas diferentes naciones.  Pero si yo nunca hubiera servido en la iglesia local, si no me hubiera preparado, si no hubiera desarrollado mi relación con Dios, si no hubiera conseguido un pasaporte, ¿a cuántas naciones piensa usted que yo hubiera ministrado?

No quiero en ninguna manera echar culpa sobre nadie, ni agregar dolor a alguien que ya esté sufriendo.  Pero si queremos un estudio completo, tenemos que preguntar:

  • ¿Cuántas profecías fueron abortadas porque no regamos la semilla de la profecía con las lágrimas de la intercesión?  Dios nos mandó orar en Mateo 6:10 que venga Su Reino y que Su voluntad se cumpliese.  ¿No necesita Dios, entonces, que nosotros oremos para que estas cosas sucedan?
  • ¿Cuántas profecías no llegaron a su cumplimiento porque hubo resistencia demoníaca, y no hubo suficientes que entrasen en la guerra espiritual?1ª Timoteo 1:18 “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,”
  • ¿Cuántas fueron abortadas porque alguien rehusó creer la palabra ministrada?  Hebreos 4:2 “…pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.”
  • ¿Cuántas fueron abortadas porque alguien no quiso abandonar el pecado?Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
  • ¿Cuántas no se cumplieron porque la persona nunca quiso tomar un paso de fe y hacer algo que nunca antes había hecho?  Santiago 2:17  “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
  • ¿Cuántas fueron canceladas porque la persona no quiso desarrollar una disciplina necesaria en su vida? Mateo 25:26-27  “Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente… 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.”

PROFECÍAS VERDADERAS CAÍDAS EN MALA TIERRA

Conozco de un hombre que tiene mucho más potencial que yo.  Tenía unción.  Tenía dones.  Parece que pudo hacerlo todo.  Tuvo un buen inicio y Dios le estaba usando poderosamente al nivel de la iglesia local.  Recibió profecías que indicaron un llamado como profeta.  Esa era la intención y voluntad de Dios por aquel hombre.

Tristemente, ese hombre rehusó disciplinarse.  Siempre estaba distraído con otras cosas. En fin, cayó en pornografía, adulterio, y terminó en divorcio.  Hoy en día no está involucrado en ningún ministerio, y ni se congrega.  Todos que le conocemos estamos convencidos que las profecías fueron precisas, pero el provecho de la profecía nunca se realizó.

El tener un llamado no es suficiente.  Muchos son llamados, pero pocos son escogidos. 

(EJEMPLO 3) EL PROFETA NATÁN Y LA PALABRA PRESUNTUOSA

Desde su oficio y autoridad de profeta, Natán proclamó al Rey David que podía implementar su plan de construir un templo para el Señor. Le declaró, “Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo” (2ª Samuel 7:5).

Lo que Natán declaró pareció estar de acuerdo con las Escrituras y doctrinalmente sana. Pareció una propuesta genial. Pues David ya tenía su palacio. ¿Por qué no construir un templo para la gloria de Dios.  Pero no era la voluntad de Dios para David.  Dios tenía Sus razones.

Aprendemos que no podemos profetizar de una convicción del logos (doctrina bíblica); tenemos que recibir una rhema (palabra inspirada) del Señor.  No podemos profetizar sanidad a cada enfermo simplemente porque está de acuerdo con la doctrina correcta. 

Tal vez la amistad y confianza que tenía Natán con David le influenció.  Puede ser que conocemos y amamos a la persona y no podemos entender por qué Dios permitiera que no fuese sanada.  Puede ser que sienta una convicción fuerte, pero eso no siempre indica que ha recibido una rhema departe de Dios.

Cuanto más conocimiento natural tenemos del asunto, y cuanto más estamos entretejidos emocionalmente con la persona, menos somos indicados para ofrecer una profecía pura y precisa.

La presunción es una trampa demasiada fácil en qué caer. Nuestro conocimiento natural y nuestras emociones gritan tan fuertemente que nos impidan oír claramente el silbo apacible y delicado del Espíritu Santo.  O puede ser que al escuchar esa Voz, no la prestamos atención porque podemos estar tan influenciados convencidos por una conexión personal.

Cuando alguien me cuenta su historia, y me involucra con conocimiento natural y una conexión emocional, le digo que ya no le puedo profetizar.  Le comparto principios bíblicos y hago una oración.  Si percibo que he recibido algo del Señor, se lo comparto sin atribuir a Dios el mensaje.

Regresando a Natán y David…  Esa noche el Señor habló a Natán avisándole que había hablado presuntuosamente y que David no era el indicado para construir el templo sino su hijo que reinaría después de él (2ª Samuel 7:12-13). Natán tuvo que tomar responsabilidad por su error y volver a David y avisarle que había hablado presuntuosamente.  David no pensó mal de Natán, sino que aceptó sus palabras e hizo los preparativos para el templo que si hijo Salomón construyera.  David siguió honrando a Natán como profeta.

Años después, Natán tuvo que confrontar a David acerca de su pecado con Betsabé (2ª Samuel 12:7-12). David pudo haber levantado protesta por causa de la palabra presuntuosa anterior, pero no lo hizo. David le siguió honrando como profeta de Dios.

Esto NO nos da licencia para hablar presuntuosamente, ¡claro que NO!  Sigue siendo una cosa muy seria.  Pero SÍ nos indica que HAY MÁS QUE CONSIDERAR QUE PROFECÍAS CUMPLIDAS con relación a profetas.

Vemos por espejo, oscuramente. Lo que conocemos y profetizamos es en parte.

Dios le habló a Moisés en el Monte de Sinaí, con relámpagos, temblores y humo. Aún en la Biblia eso era muy inusual.  Dios habló de tal manera con Moisés porque era necesario establecer a Israel como nación nueva habiéndoles apenas sacado de Egipto, y quiso sacar la influencia de Egipto de ellos.

En contraste, nosotros, “conocemos en parte, y profetizamos en parte… vemos por espejo oscuramente,” (1ª Corintios 13:9,12).  Dios no revela todo a nadie.  Y lo que nos dice frecuentemente viene a través de impresiones y pensamientos del Espíritu, sueños o visiones.  ¡No conozco de un profeta moderno al cual Dios le envió el Ángel Gabriel sonando una trompeta!

¿QUÉ RESPONSABILIDAD TIENE EL PROFETA CUANDO UNA PROFECÍA ES DETERMINADA COMO PRESUNTUOSA?

Si una profecía personal es juzgada y determinada contundentemente como una profecía no precisa, que no era actualmente inspirada por Dios, el profeta debe de tomar responsabilidad por lo que profetizó tal como lo hizo Natán. 

La disculpa debe de ser tan pública y fuerte como el error.  Cuanto sea posible, debe de haber un esfuerzo de traer la verdad a todos que fueron afectados e involucrados. 

Este es un principio bíblico que se aplica a todo.  Por ejemplo, si alguien acusa a otro erróneamente, y lo hace delante de la congregación, entonces una disculpa sincera debe de ser echa delante de la congregación para borrar las dudas.  No es suficiente hablar a la persona en privado si la acusación fue hecha en público.   

Por otro lado, si era un asunto de poca importancia no hay razón de exigir sangre sobre un asunto trivial.   

EJEMPLO: 

Hubo un “profeta” que visitó una congregación. Durante su visita el pastor le comentó en privado que tenía un conflicto con cierta hermana, y que sospechaba que estaba en rebeldía. 

Cuando el profeta se había ido, el pastor tuvo oportunidad de platicar con la hermana, y se dio cuenta que había mal entendido la situación y que ella estaba en orden. El pastor y la hermana quedaron reconciliados y siguieron adelante. 

Varios meses más tarde volvió el profeta, y viendo a la hermana en la congregación la profetizó públicamente que estaba en rebeldía, y que estaba bajo maldición.  Ella quedó devastada. 

Aquí vemos que el profeta profetizó de su conocimiento natural y equivocado, no de inspiración de Dios.  Pero lo hizo con tanta fuerza a gritos que hasta el pastor (que sabía que no era cierto) sintió intimidado y no dijo nada.

El pastor debería haber interrumpido al “profeta” y corregido el error de inmediato, cancelado toda palabra de maldición.  Pero como no lo hizo, la mayoría de la congregación siguió creyendo la acusación falsa y pensando mal de la hermana.

Unos ancianos me llamaron preocupados por la hermana que se había caído en una depresión sintiendo confundida, y rechazada por el pastor y por Dios por causa de la “profecía”.

Cuando yo me enteré, conversé con el pastor, y le pregunté si él creyó que la profecía era precisa, y me dijo que no.  Él también admitió que no era justo que la hermana fuera acusada públicamente.  Entonces le dije que necesitaba declarar delante de la congregación que esa profecía no era de Dios y romper la maldición tan públicamente como había sido declarada.

Tristemente, nunca lo hizo porque era muy pasivo.  Gracias a Dios, yo pude orar por la hermana para romper la maldición.

Tenemos que ser discernidos, pero al mismo tiempo no vivir en la sospecha ni andar buscando a quién apedrear.

¿QUÉ DE PROFECÍAS QUE PARECEN SER NO PRECISAS?

Es necesario comprobar que una profecía es no precisa sin lugar a duda antes de declararla como tal.    A veces una profecía que parece faltar precisión hoy, pueda ser comprobada como profecía precisa si es dada suficiente tiempo para su cumplimiento. No siempre sabemos el tiempo de lo que profetizamos.

EJEMPLO:  En Juan 11:4 Jesús profetizó acerca de Lázaro, “Esta enfermedad no es para muerte.”  Otras versiones traducen Sus palabras, “Esta enfermedad no terminará en muerte.”

Los discípulos pensaron que Lázaro no iba morirse. Tenían una profecía precisa, pero una interpretación incorrecta.  Sabemos que Lázaro falleció antes de que Cristo pudiese llegar.  Pero Cristo le levantó de los muertos cuatro días después, así que no terminó en muerte.

¿PUEDE UN PROFETA VERDADERO EQUIVOCARSE?

Tal como con los médicos cirujanos, entre los profetas no hay lugar para errores porque le puede costar la vida o destino de alguien.   Pero si decimos que nunca fallamos, entonces nos convertimos en herejes, porque la Biblia nos revela que solo Dios es infalible.   

Muchos han puesto sobre los profetas un estándar imposible de cumplir y que en muchos casos es motivado por un espíritu legalista y fariseo que últimamente le lleva a manipulación y control.   Por otro lado, si el profeta revela su humanidad haciendo un error, corre el riesgo de ser acusado de ser un  falso profeta.

CONSIDERE LO SIGUIENTE:

(1) Si mantenemos la posición de que profetas tienen que profetizar siempre 100% precisos y acertados, siempre libre de errores…  ¿Cómo, pues, entrenaremos a más profetas?

Para los que dicen que a profetas no se les entrena, se le acuerdo que aún en el Antiguo Testamento tenían escuelas de profetas.  Los “hijos de los profetas” estaban bajo la tutela de los profetas experimentados, reconocidos y maduros.

EJEMPLO: Eliseo era uno de los hijos de los profetas, sirvió a Elías, su mentor y padre espiritual. En el tiempo correcto, el manto fue pasado de Elías a Eliseo (2ª Reyes 2).  A su vez, Giezí era el criado de Eliseo y uno de los hijos de los profetas; tristemente no pasó la prueba y nunca se realizó la plenitud de su ministerio (2ª Reyes 5).

Se requiere preparación, entrenamiento y tutela antes de ejercer cualquiera clase de ministerio.

  • Se le nota cuáles son los ministros que faltan preparación bíblica porque son vulnerables al engaño, a los movimientos de hombre que vienen como “modas,” y a las doctrinas de demonios.
  • Los que faltan preparación en su carácter en mayor parte son los que lastiman y trasquilan al pueblo de Dios.
  • Los que faltan preparación en asuntos de liderazgo y administración permanecen con ministerios de poco impacto.  (Lea la parábola de los talentos: Mateo 25:14-30.)
  • Los que no reciben entrenamiento y tutela en la ministración profética típicamente lastiman a multitudes.  En tiempo, vuelven lastimados ellos mismos, o se convierten en adivinos, o líderes manipuladores de grupos pequeños de seguidores ciegos.

(2) Si mantenemos la posición de que los profetas nunca puedan equivocarse, y que sus profecías son siempre 100% puras y tal como Dios lo hubiera dicho, la conclusión sería que son infalibles. 

Si son infalibles, entonces requiere que sus seguidores consideren sus declaraciones proféticas al mismo nivel de autoridad y de revelación como las Escrituras.  ¿Cuál sería el resultado de tal percepción?  Esa es herejía. 

EN EL ANTIGUO PACTO DIOS PUSO MAYOR LA RESPONSABILIDAD SOBRE SUS PROFETAS.   La razón primordial, es que las Escrituras no estaban completas y los profetas eran la manera principal que Dios utilizaba para hablar a Su Pueblo.

LOS PROFETAS QUE PRODUJERON LAS ESCRITURAS FUERON INSPIRADOS POR DIOS.  Sabemos esto porque 2ª Timoteo 3:16-17 dice:

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

Hubo una protección divina sobre los profetas que Dios escogió para producir las Escrituras porque Dios sabía que fuera necesario para el avance de Su Pueblo e Iglesia.  Dios sabía que necesitaríamos una palabra profética más segura para usar como reglón o plomada. La Escritura es esa “palabra profética más segura” (2ª Pedro 1:19).

Nosotros tenemos que usar esta herramienta que Dios nos dio para medir las demás profecías. Pero la Biblia nunca implica que todos los profetas eran precisos 100% del tiempo.

Al contrario: vemos en Deuteronomio 13:1-5, Dios mandó al pueblo que ellos también tenían que usar discernimiento y sentido común.  Dijo que si acaso llegaba un profeta haciendo milagros y profetizando que deberían de seguir otros dioses, que aquel era un falso profeta y que no le debían de creer.

Aún durante el Antiguo Testamento, cada individuo tenía una medida de responsabilidad con relación a cuánto creer de lo que fue profetizado. Tenían que juzgar a las profecías con la vara de medir de la verdad que Dios había establecido hasta ese punto.  Más parece que la mayoría de la responsabilidad fue puesta sobre el profeta por su POSICIÓN DE INFLUENCIA. 

TODOS tenemos una responsabilidad de juzgar las profecías para no ser engañados, pero los con autoridad e influencia llevan una responsabilidad mayor.

“A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Lucas 12:48).  Con la abundancia de Biblias y de herramientas de estudio bíblico, en mi opinión nuestra  generación tiene más responsabilidad que cualquiera otra.

Dios siempre nos hace responsables por la medida de Su Palabra que está a nuestro alcance.  Hoy en día tenemos más acceso a la Verdad bíblica de Dios que en cualquiera otra época en la historia.  Si usted está leyendo esto usando un teléfono inteligente, hay aplicaciones de la Biblia que pueda descargar y emplear con múltiples versiones.

Con la apertura del Movimiento Profético y Apostólico Dios nos dio todas las herramientas apropiadas para poder juzgar a las profecías para determinar si son de Dios o no. Hasta nos permitió la invención de grabadoras para poder grabar las profecías para poder juzgarlas sin depender apenas de la memoria.  Todos somos mandados a conocer las Escrituras para poder juzgar correctamente las profecías.

Como esta enseñanza ha vuelto muy largo, lo voy a continuar en una segunda parte.  Para continuar leyendo, favor de seguir este enlace haciendo un clic en la foto: 

Por Cliff Bell, © 11 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

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Parte 2 ¿Qué pasó? Cuando una profecía personal NO se cumple.

Esta es la segunda parte de una serie de dos partes acerca de cómo responder cuando una profecía NO se cumple.  Si no lo ha hecho, se le recomiendo leerlo desde el inicio haciendo un clic en la foto a la derecha. 

A continuación…

DIOS UTILIZA  A VASOS DE BARRO

Dios utiliza seres humanos, vasos de barro (2ª Corintios 4:7), y que somos falibles para ministrar en la profecía.  El elemento humano involucrado en la profecía garantiza que habrá errores ocasionales.

Obviamente, los que conocen mejor las Escrituras, la naturaleza de Dios y el Corazón y propósito de Dios, que caminan en el temor de Dios y que aman a los otros tal como Dios los ama podrá comunicar el mensaje de Dios con mayor precisión y consistencia.  Los que faltan en esas cosas lo podrán hacer con menos consistencia. 

SOMOS MANDADOS A JUZGAR A LAS PROFECÍAS

Por causa del elemento humano involucrado, somos mandados por Dios, con relación a las profecías, a “examinad lo todo; retened lo bueno (1ª Tesalonicenses 5:20-21).

Estas palabras actualmente implican que dentro de una profecía precisa pueda haber un elemento de origen humano y no “bueno”. El elemento humano involucrado en la profecía garantiza errores ocasionales.

¿Si encontramos un detalle no preciso, desechamos la profecía entera?

¿Le gustan los mariscos?  ¿Cuántas veces al comer un pescado, le ha picado una espina?  Cuando eso sucedió, ¿acaso rechazó el platillo entero? ¿Denunció el chef como chef falso? Por supuesto que no. Eso sería ridículo.  ¿Qué hace uno entonces?  Antes de comer más, lo examina para remover las demás espinas y aproveche de la comida rica.

En vez de rechazar a una profecía o a un profeta por causa de una “espina” de influencia humana, debamos examinarla mejor, dejar a un lado lo que no era de Dios, pedir a Dios cómo interpretar lo que sí es de Dios, y entonces aplicar lo bueno a nuestras vidas.

El Espíritu Santo nos fue dado a cada hijo de Dios para guiarnos a toda la verdad y ayudarnos con tales asuntos. (Juan 16:13-15) Es Su deleite hacerlo, y nunca le negará lo que necesita para poder vivir en Su perfecta voluntad.

RENDICIÓN DE CUENTAS

Cuando los médicos cirujanos hacen un error, tienen que revisar lo acontecido, evaluar lo que fue hecho bien, identificar lo que fue hecho mal o que pudo ser mejorado, y entonces determinar cuáles acciones necesitan tomar la próxima vez para no repetir el mismo error. A veces el médico está puesto bajo la supervisión de otro, o hasta su licencia es suspendida hasta que pueda recibir más preparación y asegurar que no repite el mismo error.    Rinden cuentas con otros médicos y consulten el uno al otro para mejorar su práctica médica.  LO MISMO DEBE DE ACONTECER ENTRE LOS PROFETAS.

“Hablan los profetas dos o tres, y los demás juzguen.” 1ª Corintios 14:29

Cuando dice, “los demás juzguen,” (1ª Corintios 14:29) ¿a quién se refiere?

Puede referir a todos nosotros, pero creo que implica más a los demás profetas presentes y también los líderes de la congregación.

Un profeta verdadero no tendrá ningún problema si alguien tenga una pregunta sincera acerca de lo que profetizó. Los que se ofenden al cuestionar una profecía que han dado revelan su inmadurez y soberbia, cualidades que indican que no es un profeta verdadero o que fue nombrado prematuramente.

Dios pone una responsabilidad mayor sobre los que son líderes de una congregación para que vigilen y que juzguen lo que está siendo proclamado en la iglesia para proteger a los que son nuevos y vulnerables.

Una razón principal por la cual hay tantas iglesias dañadas por falsos profetas no es por tanto por los falsos profetas.  Siempre han existido.  Es la falta de conocimiento bíblico.  Si la estudiaran y si la guardaran en su corazón, podrían detectar una profecía falsa la mayoría del tiempo.  Los pastores necesitan ayudar a sus congregantes a desarrollar la disciplina personal de leer y estudiar la Palabra de Dios.

Para nuestra vergüenza, hay muchos pastores que carecen de conocimiento bíblico y de discernimiento.  Tales pastores que permiten a falsos profetas a devastar a la Iglesia también rendirán cuentas al Señor.

No hay ninguna razón que un cristiano hoy en día no tenga y lea una Biblia. Si usted está leyendo este artículo en su teléfono inteligente, puede descargar una Biblia digital y estudiarla.

Tristemente, mucha gente hoy en día quiere ser entretenida, y mientras tiene comezón de oír, el diablo es fiel para enviar alguien que le dirá lo que desea oír. Los que no valoran a la verdad, y los que son ignorantes de la Biblia son más vulnerables al engaño. (2ª Tesalonicenses 2:9-12)

GRABACIÓN DE LAS PROFECÍAS PERSONALES

En Christian International insistimos en grabar las profecías personales y hacerle llegar una copia a la persona que fue ministrada.  Así hay un registro de todo lo que fue declarado.  Es una protección tanto para el profeta como la persona siendo ministrada.

Es peligroso soltar profecías personales sin grabarlas.  Es demasiado fácil que alguien se acuerde apenas de lo que le agradó, y sacarlo fuera de contexto mal aplicando la profecía. Y después la echa culpa al profeta…

Está el ejemplo clásico involucrando el Dr. Bill Hamon. 

Un hombre vino a su pastor muy feliz y le comentó que Dios le había dado permiso para divorciar a su esposa.  Por supuesto, su pastor no quedó convencido. Entonces el hombre declaró, “Sí, pues el Dr. Bill Hamon me profetizó que yo pudiera divorciar de mi mujer.  De hecho, yo tengo la grabación,” sacando un casete de su bolsillo.

Su pastor no le pudo creer, e insistió en escuchar exactamente lo que había sido profetizado.  Al reproducir el casete, escucharon que la profecía decía, “hijo, te voy a librar de la carga que has llevado por años…”

Otra vez veamos a una profecía precisa, pero una interpretación y aplicación incorrecta.

APLICAMOS LA PRUEBA DE DEUTERONOMIO 18 AL REVÉS… 

¿Puede un PROFETA FALSO proclamar una profecía que se cumple?

La respuesta obvia es que si no fuera así, ¡no tendríamos a tantos falsos profetas, ni adivinos!  ¿Cómo piensa usted que adivinos como Walter Mercado tienen tanto éxito?  El diablo puede inspirar y hacer cumplir una “profecía” cuando el hombre se pone de acuerdo con él y coopere con él.

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” 1ª Juan 4:1-2

Ejemplo 1:  Balaam nos dio la única profecía mesiánica en el Libro de los Números (Capítulo 24:17-19), la cual era actualmente de Dios; pero la Biblia le etiquetó como un adivino (Josué 13:22), no como un profeta.

Creo que el hecho de que Balaam actualmente profetizó unas profecías de Dios fue una intervención especial de Dios, no lo normal.  Números 22:5 dice que, “Jehová puso palabra en la boca de Balaam…” Balaam no sirvió a Dios sino a sí mismo.  Su motivación era el lucro.  La única razón que no maldijo a Israel es que Dios le amenazó con muerte.

Fue otra ocasión como cuando Dios permitió que el espíritu de Samuel apareciera a Saúl cuando Saúl consultó a una bruja.  Hasta la bruja se sorprendió; ¡no era lo que anticipaba!  (1ª Samuel 28:7-20) Dios llama la adivinación y la brujería abominaciones y nos prohíbe que los consultemos. Pero en estas dos ocasiones parece que Dios intervino por causa de Su Pueblo Israel.  Se le acuerdo que Dios todavía considera la adivinación y la hechicería como abominaciones.

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,  11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.” Deuteronomio 18:10-12

Ejemplo 2:  En Hechos 16, lo que gritaba la muchacha que tenía espíritu de adivinación era palabra precisa y correcta según los hechos.  Sin embargo, fue inspirada y controlada por un espíritu maligno y Pablo lo discernió.  El demonio en ella quiso distraer de lo que Dios estaba haciendo, y quiso implicar que ella ofrecía lo mismo que Pablo y Silas.

Se le acuerdo que hay tres fuentes posibles de una profecía:  Dios, el hombre o el diablo.  Salmo 103:20 revela que los ángeles de Dios ejecutan lo que es la palabra declarada de Dios en la tierra.

“Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto.” Salmo 103:20

Por otro lado, los demonios son ángeles caídos dedicados a resistir la Voluntad de Dios, y buscan ejecutar palabras que van en contra de la Voluntad de Dios.  O sea, nuestras palabras pueden ser empoderadas y ejecutadas por ángeles o por demonios dependiendo de la fuente que nos ha inspirado.

“La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios 18:21

Estoy convencido que muchos profetas falsos profetizan inspirados por demonios de adivinación y de hechicería.  Por lo tanto, hay demonios dispuestos a ejecutar la palabra falsa.  Esa es una razón por la cual necesitamos entrar en la guerra espiritual, para atar esa actividad demoníaca, y para militar la buena milicia con lo que Dios ha declarado.

LOS FALSOS PROFETAS PUEDEN HASTA PRODUCIR MILAGROS.

Cristo nos dijo contundentemente en Mateo 7:21-23 que aunque uno hace milagros y señales en el nombre de Jesús, ¡NO significa que es un hijo de Dios! Claramente, el hecho de que produce profecías acertadas o que se cumplan, o que haya milagros NO es suficiente prueba de que son profetas verdaderos de Dios, ni hijos de Dios.

UNA NUEVA PLOMADA PARA LOS PROFETAS EN EL NUEVO TESTAMENTO

Los profetas deban de proclamar profecías precisas,  pero eso nunca ha sido una prueba absoluta.  Cristo estableció una nueva plomada con relación a los profetas del Nuevo Testamento.  Siempre tenemos que considerar el contenido de sus profecías.  Pero Cristo NO dijo que conoceríamos a los profetas por sus profecías acertadas, ni por sus milagros, ni demostración de poder sobrenatural.

Cristo afirmó MÚLTIPLES VECES que conoceríamos a los profetas “POR SUS FRUTOS”  (Mateo 7:15-23).

¿A QUÉ SE REFIERE “LOS FRUTOS”?

Los frutos se refieren al resultado de la profecía y de la ministración. ¿Qué produjo ese ministro?:

  • ¿División o unidad? Dios no anda dividiendo a congregaciones.
  • ¿Muerte o vida? Debe de ministrar vida. (Juan 6:63)
  • ¿Confusión o claridad? Dios no es el Autor de confusión, sino de paz y de orden.
  • ¿Edificación, exhortación y consolación?  ¿O condenación y destrucción?
  • La iglesia de Jesucristo debe de ser edificada y el Nombre de Cristo exaltado.

Además, “el fruto” también habla del fruto de nuestras vidas, aspectos de nuestro carácter:

  • la motivación correcta (1a Corintios 13)
  • un matrimonio sano,
  • en cuanto a su moralidad – intachable,
  • en su ministración es maduro y sabio al tratar con asuntos delicados,
  • no un neófito,
  • que tiene un mensaje bíblico y equilibrado,
  • que usa métodos éticos y bíblicos,
  • que sigue el protocolo correcto,
  • que honra a otros,
  • que maneja bien y con transparencia el dinero, etc.
  • Por supuesto, debe de haber una consistencia en ministrar profecías precisas y edificantes.

¿PROFETA FALSO?

No es sabio etiquetar a una persona como “falso” a la ligera, porque eso implica que tiene la motivación para engañar.  Nunca debamos estar apresurados a etiquetar a nadie así, porque es raro que comprendamos el cuadro completo.  No siempre es tan obvio todo lo que está en el corazón de las personas involucradas.

Sabemos que Dios sana (Isaías 53:5; 1ª de Pedro 2:24; Santiago 5:14-15).   Es la voluntad de Dios que seamos sanos (3ª Juan 2).  El producir sanidad y milagros fueron algunos de los aspectos principales del ministerio de Cristo y los apóstoles en el Libro de Los Hechos.  Cristo Mismo declaró que los que creemos en Él haríamos las mismas obras que Él hizo y aún mayores (Juan 14:12).   Pero nuestra doctrina correcta de sanidad no nos autoriza profetizar sanidad a todos cada vez.

  • La profecía al Rey Ezequías en Isaías 38:1 no era, “te voy a sanar.”  Era, “ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.”  Esa era la rhema de Dios.
  • La profecía dada al panadero del faraón mediante un sueño que José interpretó era que sería ejecutado en tres días.  (Génesis 40:18-19)
  • La profecía que Cristo dio a Pedro en Lucas 22:31-32 era, “Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte.”  Eso no suena como las profecías de prosperidad que son muy populares hoy en día.

Dios sabe mejor que nosotros cuál es Su voluntad.  Él conoce de los detalles y los secretos del corazón de cada individuo.  Nosotros no.  Por eso, tenemos que resistir la tentación de profetizar sanidad a CADA enfermo al menos que realmente tenemos una rhema del Señor.   Cristo no sanó a cada enfermo cada vez (Mateo 13:58).

UN EJEMPLO PERSONAL

Hace varios años el hijo joven de un buen amigo se enfermó con cáncer.  Todos le amaban.  Era un adorador, disciplinado, muy trabajador, y muy devoto a Dios.  Yo estaba convencido que Dios le sanaría.  Pero como yo sabía que pudiera ser influenciado por mi amor por mi amigo y por su familia, yo consulté a varios otros profetas y a mi equipo de intercesión.  El consenso de todos era que Dios le sanaría y que no era la voluntad de Dios que este joven falleciera.

Con el temor de Dios, pero con plena convicción de que hacía lo correcto, yo profeticé que joven sería sanado.  Sin embargo, unos meses después, el joven falleció.  Yo estaba tan seguro de la profecía que creí que si fuera necesario Dios le levantaría de los muertos.  Oré en la casa funeraria anticipando que se levantaría.  Pero no se resucitó.

Yo me quedé devastado.  Sentí que había fallado a mi amigo y a su familia.

Yo había sido tan seguro que había oído correctamente la Voz de Dios.  Yo había visto a otros recibir su milagro, y no entendí por qué este joven no recibió el suyo.  Le pedí perdón a la familia por haber profetizado presuntuosamente.  Su familia fue muy amable conmigo, y me dijeron que la profecía sí se cumplió, porque en la Presencia de Dios su hijo y hermano está sano. Pero yo no estaba en paz.  La profecía no se cumplió tal como yo lo había anticipado y deseado.

¿Tenía la familia razón? ¿Puede ser que yo mal-interpreté lo que recibí del Señor, y que Dios me estaba indicando que la sanidad sería al otro lado del velo?  ¿Me faltó más fe?  No creo que el diablo tenga el poder para quitar la vida de un hijo de Dios sin Su permiso.  Por fin, tuve que dejarlo en las Manos del Señor y seguir adelante.  Un día tendremos las respuestas a esa y a otras preguntas.

Como ministros tenemos que caminar en equilibrio entre (1) ejercitar nuestra fe para operar en los dones del Espíritu para profetizar y ver milagros que Dios promete y (2) usar cautela para no confiar en nuestro conocimiento natural ni profetizar ni ministrar presuntuosamente. 

Siempre debamos depender en el Espíritu Santo y no en nuestra propia habilidad o experiencia.  El momento que pensamos que sabemos cómo hacerlo, cambiamos de fe a la soberbia, y Dios nos puede resistir (1ª Pedro 5:5).

¿HA CAMINADO USTED SOBRE EL AGUA?

Muchos critiquen a Pedro por haber quitado sus ojos de Cristo, y por haber fijado en las olas mientras que caminaba sobre el agua mientras que los demás discípulos se quedaron en la comodidad y seguridad de la barca.  ¡Por lo menos Pedro caminó sobre el agua un poco! (Mateo 14:25-31).

Lo mismo se aplica a la profecía y la operación de los donesEstá fácil criticar y acusar a alguien que en medio de una tempestad se equivocó.  Todos afirman después de la situación que pudieron haber hecho mejor.   Pero, ¿en dónde están todos en medio de la tormenta?  Normalmente están en su barca con la boca cerrada y brazos cruzados. 

Los demás se fijen en el momento que falló.  ¡Pero se les olviden que por unos momentos Pedro actualmente caminó sobre el agua!   Pedro no siempre tenía la respuesta correcta para cada situación, pero siempre estaba dispuesto a involucrarse y “echarle ganas.”

Prefiero ser como Pedro y equivocarme de vez en cuando que permitir que mi pasividad le niegue el milagro que otros necesitan.  Gracias a Dios por las multitudes de milagros y cumplimientos, y por las vidas transformadas por causa de profecías precisas.

No siempre sabemos este lado de la Eternidad todo lo que ha pasado aquí en la tierra.

LA NATURALEZA HUMANA QUIERE RESPUESTAS.  DIOS NO SIEMPRE NOS LAS OTORGA.

Cuando algo sucede que percibimos como negativo, la naturaleza humana quiere saber lo que pasó.  Queremos saber quién falló, para poder echarle la culpa y castigarle. Como si pudiéramos causar dolor a otro también que eso solucionara nuestro dolor.  No es así.  Queremos saber ¿por qué?

La realidad es que Dios no siempre nos revela el por qué.  Cuando la respuesta nos es negada, tenemos que dejar ese asunto en las Manos de Dios y seguir confiando en Su amor y bondad aunque no hemos recibido las respuestas.  Uno puede volverse loco tratando de averiguar las respuestas a la pregunta, ¿por qué?

Aún si Dios se lo revelara, ¿qué haría?  ¿Criticar, denunciar y castigar la persona que falló?  ¿En dónde está el provecho en eso?  ¿Cómo recibiera Cristo la gloria en eso? ¿Qué haría si usted mismo era la persona que falló?  Mas vale dar gracias a Dios que la misericordia triunfa sobre el juicio (Santiago 2:13).

Déjalo en las Manos del Juez del Universo.  Siga confiando en Su promesa que ayudará TODAS las cosas para nuestro bien (Romanos 8:28). 

 

En conclusión, permitamos que Dios sea el Juez de los hombres.  Pero nosotros debamos observar y evaluar el fruto de aquellos que ministren en nuestros medios.    Tomamos en cuenta la consistencia en ministrar profecías precisas, pero aún más, prestamos atención a su carácter, el fruto de su vida y ministración. Cuando hay un patrón de demasiado “humo,” a lo mejor hay “fuego” también.   Además, todos somos responsables a juzgar a las profecías a la luz de las Sagradas Escrituras, por el testimonio del Espíritu, y según los hechos.

Espero que esto le ayude a comprender algunas de las dinámicas con relación al ministerio de los profetas y cómo debamos responder.  Es mi oración sincera que el Espíritu de Revelación y de Verdad le guíe a discernir correctamente a las profecías y a los que ministren en sus medios.

Por Cliff Bell, © 11 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

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OTRAS ENSEÑANZAS RELACIONADAS:

 

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 2

En la primera parte de esta enseñanza, descubrimos que un ministerio legítimo necesita más que dones activados y una unción. Por supuesto que debe de haber esas cosas, pero esas cosas en sí no es suficiente para producir un ministerio fructífero y duradero. Así como un árbol requiere raíces profundas y bien desarrolladas para alcanzar su potencial, producir el fruto esperado, y poder aguantar las tormentas de la vida, un ministerio verdadero necesita raíces también.

Otra analogía que pudiéramos utilizar es de un edificio. Se requiere más que ladrillos, paredes, y techo.  Si no tiene un fundamento, no podrá ser duradero.  Con la primera lluvia fuerte el edificio se debilitará y en tiempo se caerá.  Si acaso viene un temblor, durará menos tiempo.

Cuanto más alto el edificio es, más profundo y fuerte tiene que ser el fundamento. Cualquier ministerio que es una amenaza al enemigo recibirá resistencia y ataques.  Los ministerios que no tiene su fundamento en orden no aguantarán.

Uno puede sostener la apariencia del éxito ministerial por un tiempo corto con unas “fachadas.”  Me refiero a las “fachadas” de música conmovedora, una personalidad carismática, con gritos, la habilidad de hacer un show y de entretener a la gente.

Hasta los del mundo pueden reunir a una audiencia con un buen show, y pagarán para verlo. Pero no medimos el éxito espiritual por el tamaño de la audiencia ni de las ofrendas generadas.  Si no están las raíces, el fundamento correcto, no estará presente la sustancia que produce vidas edificadas ni transformadas, y faltará la unción verdadera que pudre los yugos del enemigo.

Desgraciadamente, hay muchos ministerios que apenas tienen fachadas, una apariencia exterior de vida, pero al examinarlo de cerca, no hay fundamento ni sustancia. Estos ministerios, tarde o temprano, vendrán para abajo hiriendo a muchos en el proceso.  ¿Acaso usted no lo ha observado?  No vuelva usted una estadística de fracaso.  Invierte en desarrollar a sus raíces ministeriales y personales.

Ya hemos examinado las raíces de la INTIMIDAD CON DIOS y el ESTUDIO BÍBLICO sistemático y consistente. Ahora vamos a examinar la raíz de las relaciones sanas.  

RAÍZ 3 – Relaciones sanas con otros.

Ya hemos hablado de nuestra relación con Dios (la intimidad con Dios). Pero un ministerio que permanecerá también se requiere relaciones claves con otros, relaciones sanas y en orden.

Al diablo le es de mucho beneficio cuando hay cristianos, matrimonios o grupos de cristianos (iglesias) llenos de conflicto, ofensa, y división.  Los demonios tienen una fiesta en donde existen esas cualidades en la atmósfera o en un corazón.  El diablo sabe que tales personas o ministerios son contaminados por su ofensa y por su amargura (Hebreos 12:15), y vulnerables a toda clase de influencia demoníaca.

Estos cristianos contaminados están engañados si piensan que pueden funcionar como ministros de reconciliación (2ª Corintios 5:18). En vez de ser una luz en la comunidad, traen vergüenza al Nombre de Cristo.

Si no hay arrepentimiento y sanidad, en tiempo vuelven voceros de demonios: pensando que están profetizando, lanzan adivinación y maldiciones. Sus jóvenes vuelven enfadados y corren de la iglesia pensando que Dios es así (Hebreos 12:15) porque Le hemos mal representado.  Sí, al diablo le encanta esa clase de cristiano.

Por otro lado, Salmo 133 nos revela que en donde hay unidad también viene la bendición de Dios.  Por eso es tan importante guardar en orden nuestras relaciones.

LA PRIMERA RELACIÓN ES CON SU ESPOSA (o si usted es mujer, con su esposo). Bíblicamente tenemos apenas dos relaciones que son de pacto sagrado: la primera es con Dios y la segunda es nuestro matrimonio. Para un ministerio fructífero y duradero nuestras prioridades tienen que estar en este orden:

  1. Dios es siempre Primero.
  2. Matrimonio
  3. Familia
  4. Ministerio

Si nuestra relación con Dios sufre, entonces nuestras demás relaciones sufrirán. Pero tenemos que poner el matrimonio y la familia ANTES que nuestro ministerio.  Si el matrimonio está enfermo, el ministerio también volverá “enfermo,” anémico espiritualmente.  Es igual con la familia.

Tenemos que invertir en nuestro matrimonio.  Somos seres humanos, y cometeremos errores. Un matrimonio sano es uno en el cual ambos han aprendido a comunicarse frecuentemente y abiertamente, a perdonar mucho, a orar juntos, y a buscar juntos el rostro de Dios. Un esposo sabio invierte tiempo con su esposa; es bueno si trabajan o ministren juntos, pero también es necesario tomar tiempos de refrigerio juntos.

Yo he conocido a muchos ministros que se dedicaron tanto al ministerio que descuidaron a sus familias. Muchos de ellos terminaron en divorcio, con hijos desviados, o peor.

No hay caso tener a un ministerio grande si su familia termina destruida y sus hijos en el infierno.

La familia es la primera institución que Dios creó, ANTES que la Iglesia y el ministerio.  El matrimonio es una figura profética de la relación entre Cristo y Su Iglesia, y tenemos que invertir en ello.

Ningún ministro, ningún pastor o apóstol o profeta es El Mesías. Usted no puede hacerlo todo y salvar a todo el mundo.  Dios nunca nos llamó a hacerlo todo a solas.  La carga del mundo entero no está apenas sobre sus hombros.

  • El mejor regalo que puede dar a su esposa es amar a Dios con todo su corazón y buscar agradarle. Esto incluye amarla a ella tal como Cristo ama a la Iglesia y dio Su Vida por ella.
  • El mejor regalo que puede dar a sus hijos es amar a su esposa. Doy gracias a Dios por el ejemplo que me dieron mis padres, el del amor para toda la vida.
  • El mejor regalo que puede dar a su congregación es el ejemplo de un matrimonio sano y una familia sana.

Naciones discipuladas inician con familias discipuladas.   El que sacrifica a su familia sobre el altar del ministerio arriesga perder las dos cosas.

Una necesidad vs. la tarea asignada – Yo he sido criticado por algunos por no viajar y ministrar tanto como ellos. Pero doy gracias a Dios que mi familia está en orden y mis hijos aman a Cristo y buscan servirle.  Aprendí que Dios no me pidió desgastarme respondiendo a cada necesidad.  Dios me llamó a obedecerle y cumplir las tareas que Él me haya asignado.  Cristo no respondió a cada necesidad cada vez. No sanó a cada enfermo cada vez.  Cristo hizo lo que Su Padre Le pidió hacer.

LA SEGUNDA RELACIÓN ES CON NUESTRA COBERTURA ESPIRITUAL.  Cada ministro, aunque sea un apóstol o profeta maduro, necesita cuidado pastoral, alguien a quien rendir cuentas.  Los ministerios que insisten a seguir como independientes tarde o temprano terminan con problemas serios.

Si usted no tiene con quién confesar una debilidad o una lucha y pedir ayuda, oración, o consejo usted es un blanco al enemigo.  2ª Corintios 4:7 nos asegura que Dios ha puesto el tesoro de su gloria en vasos de barro.

Todos somos hechos de barro y necesitamos ayuda de vez en cuando. Si usted no me cree, pregúntale a su esposa o a sus hijos (si no les tiene entrenados a decirle apenas lo que desea oír).  Su familia no está ciega ni tonta, están conscientes de su barro, pero le ama y el amor cubre una multitud de errores.  Si usted se humille y les pida ayuda, no solamente le ayudará, le respetará más. Usted será aún más fuerte y noble en sus ojos. 

Me acuerdo de un ministro de renombre que en su día tenía uno de los ministerios más grandes del mundo, pero cayó en adulterio. Él se había dado cuenta que se estaba resbalando, pero no buscó a nadie.  Comentó después, “yo no tenía nadie con quién platicar.”

La realidad es que ese ministro sí tenía una autoridad, pero se consideró superior a su autoridad por causa de sus logros y audiencias grandes. Se había rodeado de los que nunca expresaba una opinión opositora y  que podía manipular.  Sí tenía con quién hablar, pero no aprovechó de ello. En su orgullo, no deseando que nadie vea que no era perfecto, se aisló.

Cuando todo vino a luz, aquel ministro no se sometió al proceso de restauración que le dio su autoridad porque tenía mentalidad de orfandad en combinación de un complejo de “El Mesías.” Dijo, “si me bajo del púlpito, aunque por un par de años, el mundo se irá al infierno sin mí.”  Que tremendo engaño y soberbio.

Uno puede tener un buen padre espiritual, pero si piensa como huérfano no le podrá reconocer ni responder a su autoridad.  No es una cuestión siempre de la falta de padres verdaderos. También tenemos que aprender a ser hijos verdaderos, a comunicarnos, a ser humildes y corregibles, a pedir ayuda en los tiempos de necesidad. El ministerio de aquel hombre nunca se recuperó completamente.  Yo he visto a esta misma historia triste volver a repetirse una y otra vez.

Una buena cobertura espiritual ofrece:

  1. Un ejemplo que seguir (1ª Corintios 11:1).
  2. Una visión que promover (Colosenses 2:6).
  3. Una unción que recibir y ministrar a otros (1ª Timoteo 4:14; 2ª Timoteo 1:6).
  4. Una autoridad legítima delegada. El que no está bajo autoridad no tiene autoridad. (Juan 12:49). La definición de “autoridad” implica que uno ha sido autorizado por otro. Si piensa usted que Dios es el Único que le reconoce, está caminando sobre hielo delgado.
  5. Una identidad y una familia a la cual pertenecer (Lucas 1:63-64). Fuimos creados para ser miembros de una comunidad cristiana, una “familia ministerial” así como es ilustrada por la Tribu de los Levitas, y las familias sacerdotales bíblicas.
  6. Un respaldo espiritual en intercesión y la guerra espiritual (Colosenses 1:3; Lucas 22:31-32).
  7. Una sinergia en las oraciones mediante el poder del acuerdo (Mateo 18:19; Deuteronomio 32:30).
  8. Consejo bíblico cuando hay confusión (Hechos 15:23-29).
  9. Un líder o “padre” espiritual, alguien a quién se pueda acudir para resolver un asunto, y que puede servir como un mentor (Deuteronomio 19:15; 2ª Tesalonicenses 2:11; Filipenses 2:19-22).
  10. Corrección y disciplina administradas en amor cuando es necesario (Hebreos 12:7-8).
  11. Y muchos otros beneficios más.

EN TERCER LUGAR, LAS RELACIONES CON OTROS MINISTROS.

Tenemos que asegurar que nuestras relaciones con otros ministros también son sanas.  Aunque pertenezcan a otra denominación o red ministerial, si son cristianos somos hermanos y trabajando para el Mismo Dios. Puede haber diversidad de estilos, de métodos, y tal vez no estamos de acuerdo con cada puntos doctrinal (me refiero a doctrinas no esenciales a la salvación), pero podemos respetar y honrar el uno al otro en la unidad de la fe.

Cuando permitimos divisiones, la ofensa, el rencor, celos, la sospecha u otra cosa afectar a nuestras relaciones con otros ministros, nos contamina y entristece el Corazón de Dios.  Además, frena o limita el avivamiento en la ciudad.  No estamos en competencia.  Si estamos en Cristo, estamos en el mismo equipo.  Cuando mi hermano mete un gol para el Reino de Dios, si Cristo es glorificado, todos ganamos.

Si otro cristiano marca un círculo en la tierra para excluirle a usted, entonces haga usted un círculo más grande para incluirle a él. Sonríe.  Determine ser un agente de reconciliación y de unidad.

EN CUARTO LUGAR, NUESTRAS RELACIONES CON LOS INCRÉDULOS.

Romanos 12:18 dice, Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.”

Sobre todo nuestro testimonio delante del mundo tiene que reflejar los valores del Reino de Dios.

Conozco de pastores que nunca hablan con el regidor ni con el acalde al menos que quieren pedirle un favor.  Ni siquiera toman el tiempo para orar por ellos.  

Nosotros somos mandados a orar por aquellos que están en autoridad civil y a procurar la paz, el bienestar, de ellos y a la ciudad (Jeremías 29:7). Dios quiere que Su Iglesia sea como una ciudad asentada sobre un monte y que bendiga a la ciudad con la Luz de Cristo, las buenas obras, la compasión y la generosidad.

¿Cuál es el testimonio o la imagen que tiene usted y su ministerio delante los líderes de la ciudad?

¿Con sus vecinos? 

¿Pueden ver a Cristo en usted?

Parece que voy a tener que continuar con las otras dos raíces en una tercera parte. Entre tanto, si Dios le habló por medio de esta enseñanza, toma usted unos minutos para responderle.

  • Si el Espíritu Santo le trajo convicción, arrepiéntase.
  • Haga una cita con su esposa.
  • Planea un tiempo para disfrutar con sus hijos.
  • Pida a Dios una estrategia divina para reconciliar con aquel hermano con quien quedó una ruptura.

Por Cliff Bell, © 18 de agosto, 2018, Todos los derechos reservados.

Para leer desde la 1ª Parte de esta enseñanza, sigue este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero / Parte 1

Para leer la 3ª Parte de esta enseñanza, siga este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 3

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Orando Efectivamente y Estratégicamente por su Hijo Pródigo

¿Tiene usted un hijo pródigo? ¿Tal vez otro ser querido que está corriendo de Dios y cegado por las cosas del mundo? ¡Este es un tiempo para ejercitar nuevamente nuestra fe para que vuelvan los pródigos y para ver la salvación llegar a toda nuestra familia!

Hechos 16:31 dice: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”  Podemos incluir a nuestros hijos como parte de nuestra casa, y clamar a Dios a favor de la salvación de nuestros hijos. Yo lo estoy haciendo a favor de algunos miembros de mi familia extendida.

A veces nos desanimamos cuando no vemos resultados rápidos. Yo mismo tengo algunos seres queridos que parecen ser muy tercos y que han resistido el amor de Dios.  Hay momentos cuando he sido tentado a dejar de orar por ellos. Pero no debemos cansarnos en hacer el bien.  Gálatas 6:9 declara: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” Es tiempo para recobrar ánimo, volver a ejercitar la fe, y entrar nuevamente en la oración y la guerra espiritual con expectativas de ver resultados.

Dios no quiere que nadie perezca.  2ª Pedro 3:9 dice: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”

Por lo tanto, las oraciones que piden por la salvación de otros ¡son entre las oraciones que a Dios más busca responder!  Dios quiere ver a su hijo salvo más que usted lo quiere.  ¡Dios le ama literalmente más que a Su propia Vida! Tenemos que confiar en esto, y tener la certeza que Él nos oye cuando oramos según Su voluntad y de acuerdo con Su Palabra.

1ª Juan 5:14-15 nos afirma: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”

Sabemos que el enemigo ha cegado los ojos de los que no creen.  2ª Corintios 4:4-5 “…el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.”  Más que simple oración, tenemos que emplear estrategias bíblicas de oración, usar la Espada del Espíritu, ¡y orar la clase de oración que motiva a los ejércitos del Cielo a guerrear a nuestro favor y que remueve las vendas de los ojos de los que no creen!

Cada quién tiene libre albedrío que Dios no violará. Pero el Espíritu Santo ha venido en parte para convencer a los incrédulos de pecado, de justicia y de juicio (Juan 16:8). ¡Dios tiene Sus maneras de torcer brazos y de aplicar presión para impulsarlos a sus rodillas para que puedan ser salvos!

La voluntad de Dios ya está establecida en los cielos, pero no se establece en la tierra hasta que nosotros la comenzamos a orar y declarar con nuestras bocas. Cuando oramos según la Palabra de Dios, los ángeles guerreros de Dios comienzan a ejecutar la Palabra de Dios a favor de la situación. ¡Los ángeles están esperando escuchar la Palabra de Dios saliendo de nuestras bocas en oración para poder ejecutar esa Palabra!

Salmo 103:20 “Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, QUE EJECUTÁIS SU PALABRA, Obedeciendo a la voz de su precepto.”

Por eso, yo quiero compartir algunas estrategias bíblicas de oración que podemos implementar para la salvación de nuestros seres queridos.  Le animo a buscar las Escrituras citadas abajo para comprender mejor la promesa y el contexto y comenzar a orar conforme a la Palabra de Dios.

 

ESTRATEGIAS DE ORACIÓN PARA LA SALVACIÓN DE NUESTROS HIJOS Y SERES QUERIDOS.

Podemos orar:

  1. Que todo espíritu de engaño que los está cegando sea atado, para que ellos puedan ver la luz de la Verdad. (2ª Corintios 4:4; Juan 12:40)
  2. Que el Espíritu Santo venga sobre ellos trayendo convicción de pecado, de justicia y de juicio para que puedan tender arrepentimiento (Juan 16:8).
  3. Que Dios les conceda un amor por la verdad para que puedan ser salvos (2ª Tesalonicenses 2:10).
  4. Que Dios rodeará sus caminos con espinos para que no pueda alcanzar a los compañeros de mala influencia y para que vuelvan al Señor. (Oseas 2:1-7)
  5. Que la unción profética del Espíritu venga sobre ellos para hacer volver los corazones de los hijos a los padres y los corazones de los padres a los hijos. (Malaquías 4:5-6)
  6. Que los hijos se despertarán como el hijo prodigo, que se dé cuenta de su necesidad de su Padre Dios, y que sea motivado a volver en humildad delante del Señor. (Lucas 15:11-24)
  7. Que Dios envíe obreros Suyos en el camino de su hijo, y que su hijos estará preparado por Dios para recibir el mensaje de la verdad. (Mateo 9:38)
  8. Que toda Escritura y Verdad bíblica que su hijo ha escuchado en el pasado sea una semilla viva que brote y que cumpla el propósito de Dios en su vida. (Isaías 55:11).
  9. Que Dios perfeccionará y completará la buena obra que ha comenzado en sus vidas (Filipenses 1:6).

También recomiendo fuertemente, que si usted ha recibido el bautismo del Espíritu Santo que interceda en lenguas como somos mandados a hacer en Efesios 6:18, “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu.”  Según Romanos 8, cuando oremos por el Espíritu ¡estamos orando la perfecta voluntad de Dios! Al mismo tiempo estamos actualmente fortaleciendo a nuestro espíritu humano redimido (1ª Corintios 14:4).

 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”   Romanos 8:26-27

Si usted tiene profecías personales acerca de su pródigo, esas son promesas de Dios que usted puede incluir en su oración.  Así podemos usar la profecía, la cual es la espada del Espíritu, la rhema de Dios (Efesios 6:17), y militar la buena milicia con esas profecías que Dios le dio (1ª Timoteo 1:18).

Lo que sigue es un modelo de cómo orar (usted puede llenar los blancos con el nombre de la persona que necesita la salvación.)   Usted puede incluir otras Escrituras que el Espíritu Santo pone sobre su corazón. De hecho, me encantaría si hay otra Escritura que usted está usando en oración, que lo incluyera en los comentarios para traerla a la atención de todos.

 

******** ORACIÓN MODELO *********

 

Padre Santo, vengo a Ti en el Nombre de Jesucristo, creyendo en el poder de Tu Palabra que dice que es Tu voluntad que todos sean salvos y que vengan al conocimiento de la verdad (1ª Timoteo 2:4). Padre, yo sé que amas a __________ mucho más que yo lo pudiera amar.  De hecho, reconozco que lo amas más que a Tu propia vida.  Si mi corazón duele que _______ está lejos de Ti, yo sé que Tu Corazón duele aún más.  ¡Gracias por Tu amor tan inmenso!

Hoy vengo a Ti intercediendo y clamando por la salvación de ______________. En el Nombre de Jesucristo uso la autoridad que me has dado, y rompo el poder de Satanás y sus maquinaciones en contra de su vida.  Anulo cada una de sus armas masivas de distracción lanzadas en contra de ________.  En el Nombre de Jesucristo, ato a todo espíritu de distracción y de seducción diabólica en su vida.  Ato el espíritu de engaño que ha cegado sus ojos de Tu Verdad.  Pido, oh Dios, que le llames por Tu Espíritu, que le hables en sueños, en visiones, en las maneras que Tu determines, para que responda a Tu Verdad.

Sane, Señor, su corazón de toda dureza que le ha impedido a recibir de Tu amor.   Rompo, en el Nombre de Jesucristo a todo enlace de alma que se ha formado y que no sea autorizado por Dios.  Padre, de acuerdo con Tu Palabra, pido que mandes obreros a su camino para testificar de Tu verdad, Tu poder y Tu amor de una manera que lo puede entender y recibir, y que todo argumento mentiroso en contra de Ti sea anulado.

Declaro que su camino será rodeado de espinos, y que no podrá hallar a los de mala influencia. Así como Gomer, la esposa del Profeta Oseas, aunque los buscare, no los hallará.  Sino que se despertará y volverá a Ti y a su familia.

Así cómo la verdad es expresada a _________, yo pido que el Espíritu Santo esté presente para abrir sus ojos a la luz de la Verdad del Evangelio. Convénzale de pecado, de justicia y de juicio, y líbrale de todo engaño para que pueda rendirse al Señorío de Jesucristo.

Padre Santo, así como yo intercedo por __________, yo confío en Tu promesa que Tu Espíritu Santo está presente con él, que Tus ángeles están siendo enviados a guerrear al favor de su salvación, y que todo espíritu maligno que ha operado en su contra está atado ahora mismo.

Desde este momento yo Te doy gracias porque yo sé que velarás sobre Tu Palabra para llevarla a su cumplimiento. Tu Palabra no volverá vacía, sino que será prosperada en aquello para que la enviaste.

Declaro y confieso en fe que como Dios ha iniciado una buena obra en _______, que la perfeccionarás hasta el día de Jesucristo. Que seas glorificado, o Señor;  que Tu voluntad sea hecha, y todo enemigo Tuyo avergonzado.  En el Nombre de Jesucristo.  Amén.

Tengo abajo más Escrituras que usted puede leer y meditar para aumentar a su fe, ¡así que sigue leyendo! 

Y así como usted comience a orar por su pródigo, ¡yo uno mi fe y mis oraciones con las suyas para que esta sea la estación de avivamiento, reconciliación, y salvación para su familia! 

 

Por Cliff Bell, © 23 de junio, 2018, Todos los derechos reservados.

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ALGUNAS ESCRITURAS PARA LEER, ESTUDIAR, MEDITAR Y EMPLEAR EN LA ORACIÓN…

 

Malaquías 4:5-65 He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. 6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.”

Juan 16:7-11 “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.”

Gomer, la esposa de Oseas, no era fiel, y andaba buscando sus amantes. Esto era un cuadro profético de cómo Israel había cometido adulterio espiritual corriendo tras dioses falsos.  Pero Dios planeó algo para Gomer para traer un despertar, separarla de sus amantes (amigos de mala influencia) para que volviera a casa.  Podemos orar que Dios haga lo mismo por nuestros seres queridos que se han caído bajo la influencia de mala compañía.  Esto es lo que Dios declaró…

Oseas 2:6-76 Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos. 7 Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.”

2ª Pedro 3:9El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”

Mateo 18:18De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.”

Mateo 9:37-38Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.”

2ª Timoteo 2:25-26   “que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

Jeremías 1:12 “…yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.”

Isaías 55:11así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.”

Filipenses 1:6estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo

Comprendiendo el propósito del desierto

 

Comprendiendo el propósito del desierto / Apurando la llegada a su destino.

Muchos profetas publican profecías grandiosas y dramáticas como, “¡Tu herencia viene hoy! ¡Dinero hoy llega a tus manos! Arrebate la bendición con un ‘amén’”   Esta clase de post suele ser muy popular.

Yo resisto esa tentación. ¿Quiere usted que le engañe? ¿O prefiere que le diga la verdad? 

La verdad es:

La herencia viene a los quienes primero han pasado exitosamente el entrenamiento del desierto.

¿Se encuentre usted en un desierto? ¿Tiene promesas demoradas? 

No se desespere. Está todavía en el camino correcto.  Pero tenemos que comprender por qué Dios nos llevó por el desierto, y responder a Su voluntad si queremos avanzar más rápidamente hacia nuestra tierra prometida.

El camino al destino es frecuentemente la ruta larga.

Éxodo 13:17-18 “Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18 Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo.”

Hubo una ruta más rápida para llegar a la tierra prometida. Pero Dios, sabía que ellos no estaban listos para encarar la responsabilidad de guerra que sería necesaria para tomar posesión de la tierra.  Todavía pensaron como esclavos de Egipto en vez de conquistadores de Canaán.

Los hebreos estaban acostumbrados a vivir de una manera en la cual siempre hubo otro que era el responsable, otro que hacía las decisiones y que les mandaba. Era incomodo ser un esclavo, pero era una vida sin la responsabilidad de ser dueño de una herencia.

Los hebreos habían vuelto pasivos.

  • No es que no trabajaban, pero se les ha olvidado la pasión y el gozo de sembrar y cosechar en su propia tierra.
  • Habían perdido la iniciativa y la disposición de correr los riesgos del empresario.
  • Ya no conocían el sentido de cumplimiento de haber recibido la ganancia después de planear y ejecutar un buen negocio.
  • No habían tenido que defender una herencia por cientos de años, y por lo tanto, habían perdido su mentalidad de protector y su habilidad de guerrear.
  • Estaban acostumbrados a vivir en temor en vez de por la fe.

Dios sabía esto. Así que, en Su sabiduría divina, Dios llevó Israel por UN CAMINO MÁS LARGO, por un PROCESO, con el fin de desarrollar en ellos la MENTALIDAD y DISPOSICIÓN necesaria para asumir la RESPONSABILIDAD de POSEER, OCUPAR y ADMINISTRAR la tierra.

La incomodidad del desierto nunca era su destino. Dios ya había definido cuál era su herencia, su tierra prometida, y quería que la tomaran, pero sabía que todavía no tenían la capacidad de tomarla ni administrarla.

DIOS TIENE UNA TIERRA PROMETIDA PARA CADA UNO DE NOSOTROS. Tal vez usted ha escuchado promesas preciosas y anhela el día de su cumplimiento.  Me imagino que casi todos piensan que ya están listos para recibir esas bendiciones.  No apreciamos el camino largo por la cual Dios nos ha llevado.

Ni se nos ocurre que Dios pueda estar tratando de desarrollar el guerrero en nosotros, mayor capacidad para administrar nuestra herencia. CON CADA CUMPLIMIENTO DE PROMESAS, CON CADA POSESIÓN VIENE LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGERLA Y SOSTENERLA.

La mayoría de nosotros no entendemos por qué no hemos llegado todavía a nuestra tierra prometida. Como consecuencia, nuestra tendencia es quejar y murmurar igual a los hebreos en el desierto.  Nuestras quejas y murmuraciones en el proceso revelan nuestra inmadurez y falta de fe.

Rara vez pensamos en las responsabilidades que acompañan las bendiciones, las disciplinas personales que se requieren para ocupar nuestra tierra prometida.

Es más fácil rentar un departamento que ser dueño de una casa propia. Muchos de los que rentan una vivienda tienen envidia de los dueños, pero pocos han considerado el precio que fue pagado por los dueños para lograr tener esa posesión, y menos realmente quieren asumir las responsabilidades que acompañan la posesión de la tierra.

  • Si algo se descompone, llaman al dueño para que se lo arregle.
  • Cuando llega la cuenta de los impuestos, la pasan al dueño.

NO HAY TANTA RESPONSABILIDAD, PERO TAMPOCO HAY POSESIÓN.  NO HAY HERENCIA QUE PASAR A LA SIGUIENTE GENERACIÓN.

Antes de que Dios nos entrega una posesión a nuestras manos, nos lleva por un desierto, un proceso, para desarrollar en nosotros la disposición, las habilidades, y las disciplinas necesarias para ocupar la tierra. Si no fuera así la perderíamos rápidamente.

Yo visité a una nación socialista en la cual casas hermosas de lujo fueron expropiadas de los que las edificaron, y que fueron dadas a gente pobre. Dentro de poco tiempo esas casas comenzaron a deteriorarse.  Ya que han pasado unos pocos años, esas casas ahora están literalmente en ruinas.

Las casas no se deterioraron porque la gente era pobre, sino porque ellos todavía pensaron como habitantes de favelas en vez de dueños de casas de lujo. No tenían ningún concepto de lo que se necesitaba para mantener y sostener esas propiedades.

Los que recibieron las casas no habían invertido nada en la edificación, y no estaban dispuestos a desarrollar las disciplinas ni la mentalidad necesaria para mantenerlas.

A la mayoría ni se les ocurrió desarrollar la capacidad de hacerlo. En vez de aprovechar la oportunidad de vivir una vida mejor, comenzaron a quejar.  Querían que el gobierno (que les entregó la casa) la mantuviera por ellos.

He visto a personas que ganaron la lotería y volvieron millonarios de noche a la mañana. Pero dentro de seis meses habían gastado todo y más, resultándose endeudados, literalmente más pobres al final que al principio. No todos saben cómo administrar una bendición. No todos han desarrollado la habilidad de invertir en algo para realizar una multiplicación y avanzarse.

Dios permitió Israel a poseer la tierra prometida poco a poco, a la medida que ellos estaban preparados a ocuparla y mantenerla.

Antes que Dios nos permite poseer nuestra tierra prometida, nos guiará por un proceso de preparación. Puede parecer como el entrenamiento básico de un soldado.  Está difícil.  Pero es necesario.  Nos enfadamos del desierto.  Quejamos de la multitud de repeticiones que tenemos que hacer en los ejercicios.  Pero en todo Dios tiene un propósito.

De vez en cuando Dios nos manda una prueba, un examen, para ver si estamos listos para el siguiente nivel. Nos permite tener un encuentro con un escuadrón de filisteos o amorreos.  Resistencia.  Algo que exige de nosotros más disciplina, más fe, una mentalidad de guerrero.

¿Vamos a responder como esclavos? ¿O como conquistadores?

Si respondamos bien, podemos proceder al siguiente paso, más cerca a nuestra herencia. Si no, hacemos otra vuelta rodeando el desierto del proceso.

¿Quiere usted avanzar hacia su herencia? ¿Desea que el tiempo en el desierto sea más corto?  ¿Desea por fin comenzar a entrar a su tierra prometida? 

Una de las cosas que podemos hacer para abreviar nuestro tiempo en el desierto es CAMBIAR NUESTRA MENTALIDAD de esclavo a guerrero, de temor a la fe, de ASUMIR MAYOR RESPONSABILIDAD por donde nos encontramos ahora mismo.

Queremos una ciudad, pero ¿qué hemos hecho con las minas pequeñas que Dios nos entregó para administrar?  (Mateo 25:14-30)

Pida a Dios que le revele las cosas que Él desea ver desarrollado en su vida. ¿Cuáles disciplinas y habilidades son necesarias para sostener, administrar y proteger a la herencia que Dios le quiere dar? Comience a hacer un esfuerzo de desarrollar esas capacidades y habilidades.  Comience a pensar y actuar como un guerrero, como un dueño en vez de un esclavo.

En vez de quejar del calor del desierto, dé gracias a Dios que no le permitió recibir una bendición solo para perderla.

Confíe en el amor de Dios, en Su bondad, en Sus promesas, en Su fidelidad, y milite la buena milicia con las profecías que haya recibido (1ª Timoteo 1:18).

Utilice cada paso en el desierto como un ejercicio para desarrollar los músculos necesarios para trabajar la tierra prometida cuando por fin sus pies llegan a pisarla.

“Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza. 12 No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas.” Hebreos 6:11-12

Mientras que come su sopa de maná, comience a planear cuál será su primera siembra, y visualícese trabajando en su jardín de legumbres.

Un banco no otorga un préstamo a un cliente si no tiene un buen plan de negocio. Dios frecuentemente opera de una manera similar. Comience a hacer un plan para administrar la promesa cuando Dios la entrega a sus manos.  

Sea agradecido por lo que tiene, y sea un buen administrador de lo poco que tiene, para que Dios pueda confiar en usted más.

Los que no son generosos con lo poco, rara vez vuelven generosos con lo mucho.

La herencia viene a aquellos que primero han pasado exitosamente el entrenamiento del desierto.

Por Cliff Bell, © 2 de diciembre, 2017, Todos los derechos reservados.

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