Parte 2 ¿Qué pasó? Cuando una profecía personal NO se cumple.

Esta es la segunda parte de una serie de dos partes acerca de cómo responder cuando una profecía NO se cumple.  Si no lo ha hecho, se le recomiendo leerlo desde el inicio haciendo un clic en la foto a la derecha. 

A continuación…

DIOS UTILIZA  A VASOS DE BARRO

Dios utiliza seres humanos, vasos de barro (2ª Corintios 4:7), y que somos falibles para ministrar en la profecía.  El elemento humano involucrado en la profecía garantiza que habrá errores ocasionales.

Obviamente, los que conocen mejor las Escrituras, la naturaleza de Dios y el Corazón y propósito de Dios, que caminan en el temor de Dios y que aman a los otros tal como Dios los ama podrá comunicar el mensaje de Dios con mayor precisión y consistencia.  Los que faltan en esas cosas lo podrán hacer con menos consistencia. 

SOMOS MANDADOS A JUZGAR A LAS PROFECÍAS

Por causa del elemento humano involucrado, somos mandados por Dios, con relación a las profecías, a “examinad lo todo; retened lo bueno (1ª Tesalonicenses 5:20-21).

Estas palabras actualmente implican que dentro de una profecía precisa pueda haber un elemento de origen humano y no “bueno”. El elemento humano involucrado en la profecía garantiza errores ocasionales.

¿Si encontramos un detalle no preciso, desechamos la profecía entera?

¿Le gustan los mariscos?  ¿Cuántas veces al comer un pescado, le ha picado una espina?  Cuando eso sucedió, ¿acaso rechazó el platillo entero? ¿Denunció el chef como chef falso? Por supuesto que no. Eso sería ridículo.  ¿Qué hace uno entonces?  Antes de comer más, lo examina para remover las demás espinas y aproveche de la comida rica.

En vez de rechazar a una profecía o a un profeta por causa de una “espina” de influencia humana, debamos examinarla mejor, dejar a un lado lo que no era de Dios, pedir a Dios cómo interpretar lo que sí es de Dios, y entonces aplicar lo bueno a nuestras vidas.

El Espíritu Santo nos fue dado a cada hijo de Dios para guiarnos a toda la verdad y ayudarnos con tales asuntos. (Juan 16:13-15) Es Su deleite hacerlo, y nunca le negará lo que necesita para poder vivir en Su perfecta voluntad.

RENDICIÓN DE CUENTAS

Cuando los médicos cirujanos hacen un error, tienen que revisar lo acontecido, evaluar lo que fue hecho bien, identificar lo que fue hecho mal o que pudo ser mejorado, y entonces determinar cuáles acciones necesitan tomar la próxima vez para no repetir el mismo error. A veces el médico está puesto bajo la supervisión de otro, o hasta su licencia es suspendida hasta que pueda recibir más preparación y asegurar que no repite el mismo error.    Rinden cuentas con otros médicos y consulten el uno al otro para mejorar su práctica médica.  LO MISMO DEBE DE ACONTECER ENTRE LOS PROFETAS.

“Hablan los profetas dos o tres, y los demás juzguen.” 1ª Corintios 14:29

Cuando dice, “los demás juzguen,” (1ª Corintios 14:29) ¿a quién se refiere?

Puede referir a todos nosotros, pero creo que implica más a los demás profetas presentes y también los líderes de la congregación.

Un profeta verdadero no tendrá ningún problema si alguien tenga una pregunta sincera acerca de lo que profetizó. Los que se ofenden al cuestionar una profecía que han dado revelan su inmadurez y soberbia, cualidades que indican que no es un profeta verdadero o que fue nombrado prematuramente.

Dios pone una responsabilidad mayor sobre los que son líderes de una congregación para que vigilen y que juzguen lo que está siendo proclamado en la iglesia para proteger a los que son nuevos y vulnerables.

Una razón principal por la cual hay tantas iglesias dañadas por falsos profetas no es por tanto por los falsos profetas.  Siempre han existido.  Es la falta de conocimiento bíblico.  Si la estudiaran y si la guardaran en su corazón, podrían detectar una profecía falsa la mayoría del tiempo.  Los pastores necesitan ayudar a sus congregantes a desarrollar la disciplina personal de leer y estudiar la Palabra de Dios.

Para nuestra vergüenza, hay muchos pastores que carecen de conocimiento bíblico y de discernimiento.  Tales pastores que permiten a falsos profetas a devastar a la Iglesia también rendirán cuentas al Señor.

No hay ninguna razón que un cristiano hoy en día no tenga y lea una Biblia. Si usted está leyendo este artículo en su teléfono inteligente, puede descargar una Biblia digital y estudiarla.

Tristemente, mucha gente hoy en día quiere ser entretenida, y mientras tiene comezón de oír, el diablo es fiel para enviar alguien que le dirá lo que desea oír. Los que no valoran a la verdad, y los que son ignorantes de la Biblia son más vulnerables al engaño. (2ª Tesalonicenses 2:9-12)

GRABACIÓN DE LAS PROFECÍAS PERSONALES

En Christian International insistimos en grabar las profecías personales y hacerle llegar una copia a la persona que fue ministrada.  Así hay un registro de todo lo que fue declarado.  Es una protección tanto para el profeta como la persona siendo ministrada.

Es peligroso soltar profecías personales sin grabarlas.  Es demasiado fácil que alguien se acuerde apenas de lo que le agradó, y sacarlo fuera de contexto mal aplicando la profecía. Y después la echa culpa al profeta…

Está el ejemplo clásico involucrando el Dr. Bill Hamon. 

Un hombre vino a su pastor muy feliz y le comentó que Dios le había dado permiso para divorciar a su esposa.  Por supuesto, su pastor no quedó convencido. Entonces el hombre declaró, “Sí, pues el Dr. Bill Hamon me profetizó que yo pudiera divorciar de mi mujer.  De hecho, yo tengo la grabación,” sacando un casete de su bolsillo.

Su pastor no le pudo creer, e insistió en escuchar exactamente lo que había sido profetizado.  Al reproducir el casete, escucharon que la profecía decía, “hijo, te voy a librar de la carga que has llevado por años…”

Otra vez veamos a una profecía precisa, pero una interpretación y aplicación incorrecta.

APLICAMOS LA PRUEBA DE DEUTERONOMIO 18 AL REVÉS… 

¿Puede un PROFETA FALSO proclamar una profecía que se cumple?

La respuesta obvia es que si no fuera así, ¡no tendríamos a tantos falsos profetas, ni adivinos!  ¿Cómo piensa usted que adivinos como Walter Mercado tienen tanto éxito?  El diablo puede inspirar y hacer cumplir una “profecía” cuando el hombre se pone de acuerdo con él y coopere con él.

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” 1ª Juan 4:1-2

Ejemplo 1:  Balaam nos dio la única profecía mesiánica en el Libro de los Números (Capítulo 24:17-19), la cual era actualmente de Dios; pero la Biblia le etiquetó como un adivino (Josué 13:22), no como un profeta.

Creo que el hecho de que Balaam actualmente profetizó unas profecías de Dios fue una intervención especial de Dios, no lo normal.  Números 22:5 dice que, “Jehová puso palabra en la boca de Balaam…” Balaam no sirvió a Dios sino a sí mismo.  Su motivación era el lucro.  La única razón que no maldijo a Israel es que Dios le amenazó con muerte.

Fue otra ocasión como cuando Dios permitió que el espíritu de Samuel apareciera a Saúl cuando Saúl consultó a una bruja.  Hasta la bruja se sorprendió; ¡no era lo que anticipaba!  (1ª Samuel 28:7-20) Dios llama la adivinación y la brujería abominaciones y nos prohíbe que los consultemos. Pero en estas dos ocasiones parece que Dios intervino por causa de Su Pueblo Israel.  Se le acuerdo que Dios todavía considera la adivinación y la hechicería como abominaciones.

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,  11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.” Deuteronomio 18:10-12

Ejemplo 2:  En Hechos 16, lo que gritaba la muchacha que tenía espíritu de adivinación era palabra precisa y correcta según los hechos.  Sin embargo, fue inspirada y controlada por un espíritu maligno y Pablo lo discernió.  El demonio en ella quiso distraer de lo que Dios estaba haciendo, y quiso implicar que ella ofrecía lo mismo que Pablo y Silas.

Se le acuerdo que hay tres fuentes posibles de una profecía:  Dios, el hombre o el diablo.  Salmo 103:20 revela que los ángeles de Dios ejecutan lo que es la palabra declarada de Dios en la tierra.

“Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto.” Salmo 103:20

Por otro lado, los demonios son ángeles caídos dedicados a resistir la Voluntad de Dios, y buscan ejecutar palabras que van en contra de la Voluntad de Dios.  O sea, nuestras palabras pueden ser empoderadas y ejecutadas por ángeles o por demonios dependiendo de la fuente que nos ha inspirado.

“La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios 18:21

Estoy convencido que muchos profetas falsos profetizan inspirados por demonios de adivinación y de hechicería.  Por lo tanto, hay demonios dispuestos a ejecutar la palabra falsa.  Esa es una razón por la cual necesitamos entrar en la guerra espiritual, para atar esa actividad demoníaca, y para militar la buena milicia con lo que Dios ha declarado.

LOS FALSOS PROFETAS PUEDEN HASTA PRODUCIR MILAGROS.

Cristo nos dijo contundentemente en Mateo 7:21-23 que aunque uno hace milagros y señales en el nombre de Jesús, ¡NO significa que es un hijo de Dios! Claramente, el hecho de que produce profecías acertadas o que se cumplan, o que haya milagros NO es suficiente prueba de que son profetas verdaderos de Dios, ni hijos de Dios.

UNA NUEVA PLOMADA PARA LOS PROFETAS EN EL NUEVO TESTAMENTO

Los profetas deban de proclamar profecías precisas,  pero eso nunca ha sido una prueba absoluta.  Cristo estableció una nueva plomada con relación a los profetas del Nuevo Testamento.  Siempre tenemos que considerar el contenido de sus profecías.  Pero Cristo NO dijo que conoceríamos a los profetas por sus profecías acertadas, ni por sus milagros, ni demostración de poder sobrenatural.

Cristo afirmó MÚLTIPLES VECES que conoceríamos a los profetas “POR SUS FRUTOS”  (Mateo 7:15-23).

¿A QUÉ SE REFIERE “LOS FRUTOS”?

Los frutos se refieren al resultado de la profecía y de la ministración. ¿Qué produjo ese ministro?:

  • ¿División o unidad? Dios no anda dividiendo a congregaciones.
  • ¿Muerte o vida? Debe de ministrar vida. (Juan 6:63)
  • ¿Confusión o claridad? Dios no es el Autor de confusión, sino de paz y de orden.
  • ¿Edificación, exhortación y consolación?  ¿O condenación y destrucción?
  • La iglesia de Jesucristo debe de ser edificada y el Nombre de Cristo exaltado.

Además, “el fruto” también habla del fruto de nuestras vidas, aspectos de nuestro carácter:

  • la motivación correcta (1a Corintios 13)
  • un matrimonio sano,
  • en cuanto a su moralidad – intachable,
  • en su ministración es maduro y sabio al tratar con asuntos delicados,
  • no un neófito,
  • que tiene un mensaje bíblico y equilibrado,
  • que usa métodos éticos y bíblicos,
  • que sigue el protocolo correcto,
  • que honra a otros,
  • que maneja bien y con transparencia el dinero, etc.
  • Por supuesto, debe de haber una consistencia en ministrar profecías precisas y edificantes.

¿PROFETA FALSO?

No es sabio etiquetar a una persona como “falso” a la ligera, porque eso implica que tiene la motivación para engañar.  Nunca debamos estar apresurados a etiquetar a nadie así, porque es raro que comprendamos el cuadro completo.  No siempre es tan obvio todo lo que está en el corazón de las personas involucradas.

Sabemos que Dios sana (Isaías 53:5; 1ª de Pedro 2:24; Santiago 5:14-15).   Es la voluntad de Dios que seamos sanos (3ª Juan 2).  El producir sanidad y milagros fueron algunos de los aspectos principales del ministerio de Cristo y los apóstoles en el Libro de Los Hechos.  Cristo Mismo declaró que los que creemos en Él haríamos las mismas obras que Él hizo y aún mayores (Juan 14:12).   Pero nuestra doctrina correcta de sanidad no nos autoriza profetizar sanidad a todos cada vez.

  • La profecía al Rey Ezequías en Isaías 38:1 no era, “te voy a sanar.”  Era, “ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.”  Esa era la rhema de Dios.
  • La profecía dada al panadero del faraón mediante un sueño que José interpretó era que sería ejecutado en tres días.  (Génesis 40:18-19)
  • La profecía que Cristo dio a Pedro en Lucas 22:31-32 era, “Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte.”  Eso no suena como las profecías de prosperidad que son muy populares hoy en día.

Dios sabe mejor que nosotros cuál es Su voluntad.  Él conoce de los detalles y los secretos del corazón de cada individuo.  Nosotros no.  Por eso, tenemos que resistir la tentación de profetizar sanidad a CADA enfermo al menos que realmente tenemos una rhema del Señor.   Cristo no sanó a cada enfermo cada vez (Mateo 13:58).

UN EJEMPLO PERSONAL

Hace varios años el hijo joven de un buen amigo se enfermó con cáncer.  Todos le amaban.  Era un adorador, disciplinado, muy trabajador, y muy devoto a Dios.  Yo estaba convencido que Dios le sanaría.  Pero como yo sabía que pudiera ser influenciado por mi amor por mi amigo y por su familia, yo consulté a varios otros profetas y a mi equipo de intercesión.  El consenso de todos era que Dios le sanaría y que no era la voluntad de Dios que este joven falleciera.

Con el temor de Dios, pero con plena convicción de que hacía lo correcto, yo profeticé que joven sería sanado.  Sin embargo, unos meses después, el joven falleció.  Yo estaba tan seguro de la profecía que creí que si fuera necesario Dios le levantaría de los muertos.  Oré en la casa funeraria anticipando que se levantaría.  Pero no se resucitó.

Yo me quedé devastado.  Sentí que había fallado a mi amigo y a su familia.

Yo había sido tan seguro que había oído correctamente la Voz de Dios.  Yo había visto a otros recibir su milagro, y no entendí por qué este joven no recibió el suyo.  Le pedí perdón a la familia por haber profetizado presuntuosamente.  Su familia fue muy amable conmigo, y me dijeron que la profecía sí se cumplió, porque en la Presencia de Dios su hijo y hermano está sano. Pero yo no estaba en paz.  La profecía no se cumplió tal como yo lo había anticipado y deseado.

¿Tenía la familia razón? ¿Puede ser que yo mal-interpreté lo que recibí del Señor, y que Dios me estaba indicando que la sanidad sería al otro lado del velo?  ¿Me faltó más fe?  No creo que el diablo tenga el poder para quitar la vida de un hijo de Dios sin Su permiso.  Por fin, tuve que dejarlo en las Manos del Señor y seguir adelante.  Un día tendremos las respuestas a esa y a otras preguntas.

Como ministros tenemos que caminar en equilibrio entre (1) ejercitar nuestra fe para operar en los dones del Espíritu para profetizar y ver milagros que Dios promete y (2) usar cautela para no confiar en nuestro conocimiento natural ni profetizar ni ministrar presuntuosamente. 

Siempre debamos depender en el Espíritu Santo y no en nuestra propia habilidad o experiencia.  El momento que pensamos que sabemos cómo hacerlo, cambiamos de fe a la soberbia, y Dios nos puede resistir (1ª Pedro 5:5).

¿HA CAMINADO USTED SOBRE EL AGUA?

Muchos critiquen a Pedro por haber quitado sus ojos de Cristo, y por haber fijado en las olas mientras que caminaba sobre el agua mientras que los demás discípulos se quedaron en la comodidad y seguridad de la barca.  ¡Por lo menos Pedro caminó sobre el agua un poco! (Mateo 14:25-31).

Lo mismo se aplica a la profecía y la operación de los donesEstá fácil criticar y acusar a alguien que en medio de una tempestad se equivocó.  Todos afirman después de la situación que pudieron haber hecho mejor.   Pero, ¿en dónde están todos en medio de la tormenta?  Normalmente están en su barca con la boca cerrada y brazos cruzados. 

Los demás se fijen en el momento que falló.  ¡Pero se les olviden que por unos momentos Pedro actualmente caminó sobre el agua!   Pedro no siempre tenía la respuesta correcta para cada situación, pero siempre estaba dispuesto a involucrarse y “echarle ganas.”

Prefiero ser como Pedro y equivocarme de vez en cuando que permitir que mi pasividad le niegue el milagro que otros necesitan.  Gracias a Dios por las multitudes de milagros y cumplimientos, y por las vidas transformadas por causa de profecías precisas.

No siempre sabemos este lado de la Eternidad todo lo que ha pasado aquí en la tierra.

LA NATURALEZA HUMANA QUIERE RESPUESTAS.  DIOS NO SIEMPRE NOS LAS OTORGA.

Cuando algo sucede que percibimos como negativo, la naturaleza humana quiere saber lo que pasó.  Queremos saber quién falló, para poder echarle la culpa y castigarle. Como si pudiéramos causar dolor a otro también que eso solucionara nuestro dolor.  No es así.  Queremos saber ¿por qué?

La realidad es que Dios no siempre nos revela el por qué.  Cuando la respuesta nos es negada, tenemos que dejar ese asunto en las Manos de Dios y seguir confiando en Su amor y bondad aunque no hemos recibido las respuestas.  Uno puede volverse loco tratando de averiguar las respuestas a la pregunta, ¿por qué?

Aún si Dios se lo revelara, ¿qué haría?  ¿Criticar, denunciar y castigar la persona que falló?  ¿En dónde está el provecho en eso?  ¿Cómo recibiera Cristo la gloria en eso? ¿Qué haría si usted mismo era la persona que falló?  Mas vale dar gracias a Dios que la misericordia triunfa sobre el juicio (Santiago 2:13).

Déjalo en las Manos del Juez del Universo.  Siga confiando en Su promesa que ayudará TODAS las cosas para nuestro bien (Romanos 8:28). 

 

En conclusión, permitamos que Dios sea el Juez de los hombres.  Pero nosotros debamos observar y evaluar el fruto de aquellos que ministren en nuestros medios.    Tomamos en cuenta la consistencia en ministrar profecías precisas, pero aún más, prestamos atención a su carácter, el fruto de su vida y ministración. Cuando hay un patrón de demasiado “humo,” a lo mejor hay “fuego” también.   Además, todos somos responsables a juzgar a las profecías a la luz de las Sagradas Escrituras, por el testimonio del Espíritu, y según los hechos.

Espero que esto le ayude a comprender algunas de las dinámicas con relación al ministerio de los profetas y cómo debamos responder.  Es mi oración sincera que el Espíritu de Revelación y de Verdad le guíe a discernir correctamente a las profecías y a los que ministren en sus medios.

Por Cliff Bell, © 11 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

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5 thoughts on “Parte 2 ¿Qué pasó? Cuando una profecía personal NO se cumple.

  1. De gran Bendición cada estudio del Profeta Cliff, que Dios siga Bendiciendo su vida y todo lo que usted hace.

  2. Excelente enseñanza. Ha sido de mucha bendición para mi vida y mi esposo. ( La estudiamos juntos). Pudimos entender y aprender mucho. Teníamos varias dudas sobre este tema y esta enseñanza nos ayudó mucho.
    Saludos

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