Actitudes de semilla de mala hierba, y problemas de raíz que sabotean tu vida y ministerio.

¿Te encuentres en medio de un proceso de Dios?  Romanos 11:22 declara, «…toma en cuenta la bondad y la severidad de Dios.»

La bondad de Dios se manifiesta en que nos otorga de Sus dones y nos llama a servirle. ¡Qué privilegio!  Su severidad se revela en el proceso de prepararnos para que seamos dignos y competentes para ser comisionados a ese llamado.  Entre el llamado y el tiempo de comisión siempre hay una serie de procesos.

Este es un principio que se aplica a todo cristiano, especialmente a todo aquel que tiene un llamado al ministerio.  A pesar de tu llamado individual, todos tenemos más potencial que alcanzar en Dios y todos somos llamados a ser hechos conformes a la imagen de Cristo (Rom. 8:29).

No podemos ignorar que el diablo también está enterado de tu potencial y busca sabotearte. En la parábola del trigo y de la cizaña…  “mientras durmieron” un enemigo vino y sembró cizaña entre el trigo (Mateo 13).  Nadie se dio cuenta hasta que brotó y comenzó a crecer. Esa tierra tuvo que someterse a un proceso largo para eliminar la cizaña del campo.

De la misma forma, tienes un enemigo que busca abortar o limitar la eficacia de tu testimonio o ministerio, y espera los tiempos cuando estás dormido o distraído para sembrar semilla mala. La semilla mala, sin ser tratada y eliminada, se desarrolla en problemas de raíz, y produce toda clase de fruto malo que puede limitar severamente o hasta abortar a un ministerio por completo.

¿Cuáles son las actitudes de semilla mala? ¿Cómo sabemos si ya se convirtió en un problema de raíz? ¿Cuál es el remedio de Dios?  ¿Cómo podemos someternos al proceso de Dios, ser restaurado, y avanzar?

En esta serie vamos a investigar las vidas de diferentes personajes bíblicos para identificar los problemas de raíz y actitudes negativas que les impidieron en sus ministerios y cómo nosotros podemos evitar esas mismas trampas y permitir que Dios nos siga moldeando para hacernos conformes a la imagen de Cristo.

Le comparto una nueva serie de enseñanzas basadas en la primera parte del libro por el Dr. Bill Hamon, «Los Profetas, Peligros y Principios».

Aquí está el video de la primera parte de la serie:

 

Para ver la lista de la serie completa de 14 partes, sigue este link:

https://www.youtube.com/playlist?list=PLZSO6hYMnUYXRU-RzygiOu-4xo4meXVmr

 

 



Diferencias entre los Profetas del Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto

Al oír de un profeta ¿qué visualizas? ¿Acaso surge una imagen de alguien de cabello largo y una barba larga, vestido de piel de camello, que come langostas y que está pronunciando juicio sobre los pecadores?

¿Alguien similar en estilo a Elías, Jonás o Juan el Bautista?

Hay mucho que podemos aprender de las vidas y ministerios de los profetas del Antiguo Testamento, pero no debamos usarles como un modelo en todo. Dios quiere que seamos actualizados al Nuevo Testamento. El modelo del profeta del Nuevo Pacto es Jesucristo Mismo.

El ministerio del profeta es la única de las cinco vocaciones ministeriales (Efesios 4:1,11) que se encuentra en ambos Testamentos en la Biblia.

Cuando Cristo inició Su Iglesia y nos cambió del Antiguo al Nuevo Testamento, dio continuidad al ministerio del profeta, pero los hizo como una parte de un equipo (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros nombrados en Efesios 4:11-16).

Cada una de estas cinco vocaciones ministeriales representa una quinta parte del ministerio de Cristo Mismo a Su iglesia, y son dadas para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para edificar a la Iglesia, cada una con su unción y función particular.

La función del profeta (lo que hace) no ha cambiado entre el Antiguo y el Nuevo Pacto. No obstante, aunque la función no ha cambiado, la apertura del Nuevo Testamento y la época de gracia (en vez de la Ley) demandan un cambio en el enfoque y el mensaje proclamado por los profetas.

Hay algunas personas que luchan con el concepto de profetas modernos por cuanto creen que una función de un profeta es producir más Escrituras. Ese es un concepto erróneo.  Dios usó a muy pocos de los profetas para producir lo que es ahora Sagrada Escritura.

La Biblia hace mención de cientos de profetas, algunos por nombre, pero la gran mayoría no fueron nombrados. 1ª Reyes 18:4 revela que hubo una matanza de profetas por Jezabel (no sabemos cuántos ella logró matar), y que hubo 100 profetas más escondidos en cuevas por Abdías. De los cientos, tal vez miles de profetas que vivieron durante el Antiguo Testamento, menos de a 30, produjeron escritos que están incluidos en la Santa Biblia.

Gracias a Dios, las Escrituras ahora están completas. Nadie hoy puede agregar a las Santas Escrituras. Toda profecía declarada hoy está sujeta a la Biblia ya escrita.

Aquí quiero destacar las diferencias más notables entre el ministerio del profeta del Antiguo Pacto y el del Nuevo Pacto.

DIFERENCIA #1
LOS PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO MINISTRABAN BAJO LA LEY; LOS DE HOY MINISTRAN BAJO LA GRACIA.

Bajo la Ley, la pena de muchos pecados era la muerte, y los culpables fueron apedreados: los blasfemos, idólatras, los que incitaban otros a la idolatría, los fornicaros y adúlteros, y hasta los hijos rebeldes y borrachos. (Deuteronomio 13, 17, 21, 22; Levítico 24). Hubo muchas reglas estrictas que tuvieron que guardar.

CONSIDERANDO LA SEVERIDAD DE LA LEY, NO ES, ENTONCES, UNA MARAVILLA QUE LAS PROFECÍAS DE LOS PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO SE ENFOCARON MUCHO EN EL PECADO Y EL JUICIO.

En el Antiguo Pacto tuvieron que hacer sacrificios continuos de animales para “pagar el enganche” para el pecado hasta que el precio entero pudo ser pagado. …algo que solo la Sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios, pudo pagar el precio en su totalidad (Hebreos 10:11-14).

EN CONTRASTE, LOS PROFETAS DEL NUEVO TESTAMENTO MINISTRAMOS EN LA ÉPOCA DE LA GRACIA. El precio del pecado, de TODO pecado, fue puesto sobre Cristo en la Cruz del Calvario.

Toda la ira de Dios fue derramada sobre Cristo para que nosotros pudiésemos recibir misericordia y gracia. Dios nos ha dado el “ministerio de la reconciliación” (2ª Corintios 5:18). Dios nos ofrece perdón y vida eterna por medio de la obra completa de Cristo.

POR LO TANTO, LOS PROFETAS HOY EN DÍA NO DEBEN ESTAR TAN ENFOCADOS EN PECADO Y JUICIO, SINO EN RESTAURACIÓN, RECONCILIACIÓN (2ª Corintios 5:18), y en EDIFICAR A LA IGLESIA (1ª Corintios 14:3, 12) en EQUIPAR A LOS SANTOS para la obra del ministerio (Efesios 4:11-16) Y PREPARAR CAMINO para la venida del Señor (Lucas 1:17 y 3:4). Debamos proclamar el mensaje de restauración y declarar cuál es el corazón de Dios por ellos.

Poca profecía es para PREDECIR. La mayoría es para PROCLAMAR cual es la voluntad, la mente y el corazón de Dios. Las profecías que ministramos deben de edificar y de ministrar vida (Juan 6:63). Aunque podemos aprender mucho de las vidas de los profetas del Antiguo Testamento, nuestro ejemplo principal que seguir no debe de ser Elías, ni Ezequiel ni Jeremías, sino Jesucristo Mismo, el Profeta (Hechos 3:22-23).

DIFERENCIA #2
EN EL NUEVO PACTO, EL ESPÍRITU SANTO YA DESCENDIÓ Y AHORA HABITA EL CORAZON DEL CREYENTE

Durante el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo moraba entre los querubines que estaban en el propiciatorio del arca del pacto (Éxodo 25), detrás del velo del Tabernáculo o del Templo.

El Espíritu Santo descendía sobre los profetas mientras profetizaban, pero no moraba en ellos. Una y otra vez leemos que “el Espíritu de Jehová vino sobre él…” y la persona hizo cierta cosa. Ejemplo: El Espíritu del Señor vino sobre Jahaziel, y profetizó en 2ª Crónicas 20:14-20. Pero no leamos que el Espíritu Santo “moraba en” alguien como es cierto para los creyentes del Nuevo Testamento.

Cuando Cristo exclamó, “acabado es” y rindió Su Vida, el precio del pecado fue pagado en completo, y el velo que separaba al hombre de Dios fue roto (Mateo 27:51).

Dios ya no habita en templos hechos por las manos de hombres (Hechos 7:44-50), sino que ahora habita en los corazones de aquellos que han creído en Su Nombre (1ª Corintios 3:16-17; Romanos 8:9-11).

Ya no tenemos que esperar que “descienda la unción del Espíritu Santo” sobre nosotros. ¡El Espíritu Santo ya descendió! El Espíritu Santo ha sido derramado desde el Día de Pentecostés, y no se ha ido.

El Espíritu Santo ahora está dispuesto a manifestarse por medio de cualquiera persona que se disponga por la fe.

Los que somos hijos de Dios somos templo del Espíritu Santo Quien habita en nosotros (1ª Corintios 3:16). Ahora debamos buscar Su Rostro y avivar el fuego del don de Dios que ya está en nosotros (2ª Timoteo 1:6).

¿Estás actualizado al Nuevo Testamento? ¡Espero que sí!

DIFERENCIA #3
LA MOTIVACIÓN DEL AMOR EN LA MINISTRACIÓN
.

Actualmente, no es tanto un cambio completo.  Dios siempre ha sido amor (1ª Juan 4:8) tanto como verdad y justicia. 

Pero en el Nuevo Pacto, Cristo puso un énfasis mayor sobre la condición del corazón del ministro.  De hecho, el Apóstol Pablo declaró que sin la motivación del amor, un ministerio con milagros y buenas obras no tiene ningún valor con Dios.

En el Nuevo Pacto hemos sido dados el ministerio de la reconciliación. Algunos preguntan ¿entonces no debe el profeta del Nuevo Pacto confrontar al pecado? ¿No debamos llamar las personas al arrepentimiento? Pues sin arrepentimiento no puede haber reconciliación con Dios.

Por supuesto, la profecía puede llamarnos al arrepentimiento. Hay tiempos en los cuales Dios pide a un PROFETA MADURO (estas cosas no se deja a un neófito) a confrontarle a alguien con el fin de restaurarle en amor.

No obstante, la MANERA en la cual lo hacemos no debe de ser una que humilla a las personas, especialmente si estamos ministrando públicamente.

En el Nuevo Pacto, Dios puso un énfasis fuerte y primordial sobre nuestras MOTIVACIONES como ministros. Nos hizo saber que hablando la verdad no era suficiente, no es el mensaje completo.

Las motivaciones del corazón penetran el mensaje que entregamos. Si no somos motivados por el amor, no podemos representar correctamente la Persona de Dios hacia las personas a las cuales estamos ministrando.

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.” 1ª Corintios 13:1-3

Dios es un Dios de verdad y de amor al mismo tiempo.  Tenemos que ministrar de una manera que los impulsa correr hacia Dios, no que se escondan de Él. Debe de ser la verdad EN AMOR. Efesios 4:15 dice:

“Más bien, AL HABLAR LA VERDAD EN AMOR, creceremos en todos los aspectos en Aquél que es la cabeza, es decir, Cristo…” (NBLH)

La triste realidad es que muchos con llamados verdaderos de profeta no se han preparado lo suficiente, y se han quedado atorados en el Antiguo Pacto. No han permitido que el carácter de Cristo, el amor de Dios, sea desarrollado en sus corazones. Se ofenden por el pecado de otros (sin poder ver sus propias debilidades), y se apresuran para juzgar a otros y a pronunciar juicio sobre ellos.

Los que tienen un llamado a la vocación ministerial del profeta deban de prepararse ANTES de ser lanzados o nombrados.

El tener un llamado, una unción y una manifestación de dones no es lo suficiente para ser un representante correcto del Corazón de Dios al nivel de un profeta.

Todos tenemos dones (1ª Corintios 12:7; 14:12,31). El Espíritu Santo vive en cada creyente y todos debamos de manifestar los dones del Espíritu Santo para provecho (1ª Corintios 3:16; Juan 14:12).

El Capítulo 13 de 1ª de Corintios nos explica en gran detalle cuál debe de ser nuestra motivación con la ministración de los dones y la profecía dentro del Nuevo Pacto: el amor.

Medite usted en lo siguiente:

  1. Dios ama aún el pecador más vil más que a Su propia Vida,
  2. Cada ser humano fue creado en la imagen y semejanza de Dios y es digno de ser tratado con dignidad y respeto,
  3. Cristo pagó el precio entero del pecado,
  4. Cristo nos entregó el ministerio de la reconciliación (2ª Corintios 5:18-19),
  5. Todos estamos en necesidad de la misericordia de Dios.

Cuando comprendemos estas cosas como debamos, entonces procuraremos profetizar de una manera que refleja el amor de Dios. No andaremos pronunciando juicios sobre otros a la ligera.

Si nuestro corazón no se rompe como el Corazón de Dios al pensar de la severidad de las consecuencias del pecado en la vida de alguien, no somos cualificados a ofrecer una palabra de corrección a nadie.

Aún en el Antiguo Pacto, Dios buscó oportunidades para extender de Su misericordia y perdón.

El ejemplo clásico es la Ciudad de Nínive en el libro de Jonás. Dios envió Jonás a la Ciudad de Nínive, la capital de la nación que por años había oprimido y devastado a Israel, la niña de los Ojos de Dios. Siendo judío, Jonás tenía una aversión por Nínive y no quiso ir, pero Dios le “torció el brazo”.

Jonás llegó y proclamó el mensaje de juicio y de destrucción que Dios le había dado sin mencionar una oportunidad de recibir misericordia si se arrepintieran. Pero cuando el pueblo se arrepintió, Dios detuvo el juicio.

Al terminar los 40 días especificados en la profecía, el juicio no vino. Tristemente, Jonás no pudo apreciar la misericordia de Dios extendida a Nínive, y Dios le tuvo que reprender al profeta.

Si aún en el Antiguo Pacto Dios buscó oportunidades de tener misericordia de la humanidad, ¿cuánto más ahora, bajo la Gracia, busca Dios oportunidades de extender la misericordia y perdón para los que se arrepienten?

“6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.” Romanos 5:6-11

Dios no solamente ama; Él es amor. Romanos 2:4 nos revela que ES LA BENIGNIDAD DE DIOS QUE NOS GUÍA AL ARREPENTIMIENTO. No el temor de Su ira. Si queremos reconciliar alguien a Dios debamos ser un reflejo de Su benignidad. Dios desea un cambio de corazón motivado por amor a Él no motivado por temor de un castigo.

CLAVES IMPORTANTES ACERCA DE PALABRAS DE CORRECCIÓN

Hay una MANERA de entregar una profecía que llama al arrepentimiento para que el ministrado sepa de qué se trata, y Dios lo sabe, pero que no estamos alimentando al espíritu de chisme dentro de la congregación ni humillando a nadie.

Normalmente esa clase de profecía es DADA EN PRIVADO y por medio de alguien que tenga una relación establecida como una autoridad en la vida de esa persona, …ALGUIEN QUE AMA a la persona y que desea verlo restaurado y no destruido.

1ª Pedro 1:22-23 “22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;”

Reitero que en vez de enfocarnos en juicios sobre los pecadores, debamos enfocarnos en el mensaje de restauración y declarar cuál es el corazón de Dios por ellos. La profecía personal debe de proclamar cual es la voluntad, la mente y el corazón de Dios hacia la persona de una manera que edifica y que ministre vida.

DIOS QUIERE QUE SEPAN CUÁLES SON SUS PLANES BUENOS QUE TIENE POR ELLOS (Jeremías 29:11), CUÁL ES EL POTENCIAL QUE TIENEN EN DIOS, Y LO QUE DIOS PUEDA HACER SI ES QUE RESPONDAN A SU AMOR.

Los que persisten en ministrar con una actitud de ofensa, de ira y de superioridad (como si nosotros no tenemos necesidad de la misma misericordia de Dios) y que juzgan a otros, proclamando juicios sobre otros últimamente cosecharán de lo mismo.

Mateo 7:1-41 No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” (Vea también Lucas 6:27-38)

SEAMOS UN REFLEJO DEL AMOR DE DIOS.

  • Permitamos que Dios purifique nuestras motivaciones y que Su amor sea derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu que nos fue dado (Romanos 5:5).
  • Permitamos que Dios nos ayude a mirar a las personas mediante Sus Ojos, para que veamos el valor que tienen y que les fue impartido por el precio que Él pagó por ellos.
  • Solo entonces podremos ministrar efectivamente como ministros del Nuevo Pacto.

CUALIDADES DEL AMOR DE DIOS

“4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido (“no se comporta con rudeza” NVI), no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” 1ª Corintios 13:4-7 RVR60

Los que ministramos los dones del Espíritu debamos crucificar a la carne y permitir que el FRUTO del Espíritu también sea evidente en lo que ministramos.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” Gálatas 5:22-26

Este mismo pasaje se continúa en Capítulo 6, y nos enseña cómo debamos restaurar a los que son hallados en un pecado. Enfatiza que NUESTRO PROPÓSITO NO ES CASTIGAR, SINO RESTAURAR Y RECONCILIAR. Y otra vez, nos amonesta considerar a nuestro propio corazón.

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” Gálatas 6:1

Juntamente con el amor, nos dice que tenemos que restaurarlos con “un espíritu de mansedumbre.” Mansedumbre (Strongs #4240, “praúteetos”). Significa “con humildad, apacibilidad, suavidad, y templanza.”

El confrontar al pecado en amor con el fin de reconciliar es solo una parte del ministerio profético. Dios quiere animar y edificar a Su Pueblo.

Dios quiere proclamar sanidad a los heridos y quebrantados de corazón, libertad a los cautivos, esperanza a los que no la tienen.

Dios desea impartir visión a los que no han podido ver cuál es el plan de Dios para sus vidas.

“18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor.” Lucas 4:18-19

Además, Dios desea identificar e impartir dones y unciones para empoderar a Su pueblo a ser más efectivos en representarle en la tierra. (1ª Timoteo 4:14).

Es fácil hallar pecado y debilidades. Pero los que son ministros proféticos deban poder ver en otros también su potencial, el tesoro, los dones y talentos que Dios les haya dado a cada uno y entonces proclamar un mensaje que les ministre vida.

Por Cliff Bell, © 16 de junio, 2017, editada y ampliada el 4 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

– – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –


PERMISO DE COMPARTIR

Se le permite compartir en las redes sociales esta publicación en su totalidad directamente desde esta página.  De hecho, le animamos a hacerlo.  Abajo hay iconos a las redes sociales para facilitarlo.  Permiso también es dado a imprimirlo para su estudio personal, o para compartirlo en su grupo pequeño o congregación.  Pero se prohíbe “copiar y pegar” esta reflexión a otra publicación, sea digital o impresa, sin el consentimiento previo del autor.  Gracias por su comprensión.

  

¿LE HA SIDO DE EDIFICACIÓN ESTE MINISTERIO?

Si este ministerio le haya sido de edificación, le invitamos a considerar sembrar una ofrenda para ayudarnos a alcanzar a otros.  En el menú arriba hay una pestaña que dice “Donar con PayPal” que le guiará a un sitio seguro en donde podrá hacerlo.  Por supuesto, no hay ninguna obligación. Muchas gracias.  Creemos que usted estará sembrando en buena tierra.

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 2

En la primera parte de esta enseñanza, descubrimos que un ministerio legítimo necesita más que dones activados y una unción. Por supuesto que debe de haber esas cosas, pero esas cosas en sí no es suficiente para producir un ministerio fructífero y duradero. Así como un árbol requiere raíces profundas y bien desarrolladas para alcanzar su potencial, producir el fruto esperado, y poder aguantar las tormentas de la vida, un ministerio verdadero necesita raíces también.

Otra analogía que pudiéramos utilizar es de un edificio. Se requiere más que ladrillos, paredes, y techo.  Si no tiene un fundamento, no podrá ser duradero.  Con la primera lluvia fuerte el edificio se debilitará y en tiempo se caerá.  Si acaso viene un temblor, durará menos tiempo.

Cuanto más alto el edificio es, más profundo y fuerte tiene que ser el fundamento. Cualquier ministerio que es una amenaza al enemigo recibirá resistencia y ataques.  Los ministerios que no tiene su fundamento en orden no aguantarán.

Uno puede sostener la apariencia del éxito ministerial por un tiempo corto con unas “fachadas.”  Me refiero a las “fachadas” de música conmovedora, una personalidad carismática, con gritos, la habilidad de hacer un show y de entretener a la gente.

Hasta los del mundo pueden reunir a una audiencia con un buen show, y pagarán para verlo. Pero no medimos el éxito espiritual por el tamaño de la audiencia ni de las ofrendas generadas.  Si no están las raíces, el fundamento correcto, no estará presente la sustancia que produce vidas edificadas ni transformadas, y faltará la unción verdadera que pudre los yugos del enemigo.

Desgraciadamente, hay muchos ministerios que apenas tienen fachadas, una apariencia exterior de vida, pero al examinarlo de cerca, no hay fundamento ni sustancia. Estos ministerios, tarde o temprano, vendrán para abajo hiriendo a muchos en el proceso.  ¿Acaso usted no lo ha observado?  No vuelva usted una estadística de fracaso.  Invierte en desarrollar a sus raíces ministeriales y personales.

Ya hemos examinado las raíces de la INTIMIDAD CON DIOS y el ESTUDIO BÍBLICO sistemático y consistente. Ahora vamos a examinar la raíz de las relaciones sanas.  

RAÍZ 3 – Relaciones sanas con otros.

Ya hemos hablado de nuestra relación con Dios (la intimidad con Dios). Pero un ministerio que permanecerá también se requiere relaciones claves con otros, relaciones sanas y en orden.

Al diablo le es de mucho beneficio cuando hay cristianos, matrimonios o grupos de cristianos (iglesias) llenos de conflicto, ofensa, y división.  Los demonios tienen una fiesta en donde existen esas cualidades en la atmósfera o en un corazón.  El diablo sabe que tales personas o ministerios son contaminados por su ofensa y por su amargura (Hebreos 12:15), y vulnerables a toda clase de influencia demoníaca.

Estos cristianos contaminados están engañados si piensan que pueden funcionar como ministros de reconciliación (2ª Corintios 5:18). En vez de ser una luz en la comunidad, traen vergüenza al Nombre de Cristo.

Si no hay arrepentimiento y sanidad, en tiempo vuelven voceros de demonios: pensando que están profetizando, lanzan adivinación y maldiciones. Sus jóvenes vuelven enfadados y corren de la iglesia pensando que Dios es así (Hebreos 12:15) porque Le hemos mal representado.  Sí, al diablo le encanta esa clase de cristiano.

Por otro lado, Salmo 133 nos revela que en donde hay unidad también viene la bendición de Dios.  Por eso es tan importante guardar en orden nuestras relaciones.

LA PRIMERA RELACIÓN ES CON SU ESPOSA (o si usted es mujer, con su esposo). Bíblicamente tenemos apenas dos relaciones que son de pacto sagrado: la primera es con Dios y la segunda es nuestro matrimonio. Para un ministerio fructífero y duradero nuestras prioridades tienen que estar en este orden:

  1. Dios es siempre Primero.
  2. Matrimonio
  3. Familia
  4. Ministerio

Si nuestra relación con Dios sufre, entonces nuestras demás relaciones sufrirán. Pero tenemos que poner el matrimonio y la familia ANTES que nuestro ministerio.  Si el matrimonio está enfermo, el ministerio también volverá “enfermo,” anémico espiritualmente.  Es igual con la familia.

Tenemos que invertir en nuestro matrimonio.  Somos seres humanos, y cometeremos errores. Un matrimonio sano es uno en el cual ambos han aprendido a comunicarse frecuentemente y abiertamente, a perdonar mucho, a orar juntos, y a buscar juntos el rostro de Dios. Un esposo sabio invierte tiempo con su esposa; es bueno si trabajan o ministren juntos, pero también es necesario tomar tiempos de refrigerio juntos.

Yo he conocido a muchos ministros que se dedicaron tanto al ministerio que descuidaron a sus familias. Muchos de ellos terminaron en divorcio, con hijos desviados, o peor.

No hay caso tener a un ministerio grande si su familia termina destruida y sus hijos en el infierno.

La familia es la primera institución que Dios creó, ANTES que la Iglesia y el ministerio.  El matrimonio es una figura profética de la relación entre Cristo y Su Iglesia, y tenemos que invertir en ello.

Ningún ministro, ningún pastor o apóstol o profeta es El Mesías. Usted no puede hacerlo todo y salvar a todo el mundo.  Dios nunca nos llamó a hacerlo todo a solas.  La carga del mundo entero no está apenas sobre sus hombros.

  • El mejor regalo que puede dar a su esposa es amar a Dios con todo su corazón y buscar agradarle. Esto incluye amarla a ella tal como Cristo ama a la Iglesia y dio Su Vida por ella.
  • El mejor regalo que puede dar a sus hijos es amar a su esposa. Doy gracias a Dios por el ejemplo que me dieron mis padres, el del amor para toda la vida.
  • El mejor regalo que puede dar a su congregación es el ejemplo de un matrimonio sano y una familia sana.

Naciones discipuladas inician con familias discipuladas.   El que sacrifica a su familia sobre el altar del ministerio arriesga perder las dos cosas.

Una necesidad vs. la tarea asignada – Yo he sido criticado por algunos por no viajar y ministrar tanto como ellos. Pero doy gracias a Dios que mi familia está en orden y mis hijos aman a Cristo y buscan servirle.  Aprendí que Dios no me pidió desgastarme respondiendo a cada necesidad.  Dios me llamó a obedecerle y cumplir las tareas que Él me haya asignado.  Cristo no respondió a cada necesidad cada vez. No sanó a cada enfermo cada vez.  Cristo hizo lo que Su Padre Le pidió hacer.

LA SEGUNDA RELACIÓN ES CON NUESTRA COBERTURA ESPIRITUAL.  Cada ministro, aunque sea un apóstol o profeta maduro, necesita cuidado pastoral, alguien a quien rendir cuentas.  Los ministerios que insisten a seguir como independientes tarde o temprano terminan con problemas serios.

Si usted no tiene con quién confesar una debilidad o una lucha y pedir ayuda, oración, o consejo usted es un blanco al enemigo.  2ª Corintios 4:7 nos asegura que Dios ha puesto el tesoro de su gloria en vasos de barro.

Todos somos hechos de barro y necesitamos ayuda de vez en cuando. Si usted no me cree, pregúntale a su esposa o a sus hijos (si no les tiene entrenados a decirle apenas lo que desea oír).  Su familia no está ciega ni tonta, están conscientes de su barro, pero le ama y el amor cubre una multitud de errores.  Si usted se humille y les pida ayuda, no solamente le ayudará, le respetará más. Usted será aún más fuerte y noble en sus ojos. 

Me acuerdo de un ministro de renombre que en su día tenía uno de los ministerios más grandes del mundo, pero cayó en adulterio. Él se había dado cuenta que se estaba resbalando, pero no buscó a nadie.  Comentó después, “yo no tenía nadie con quién platicar.”

La realidad es que ese ministro sí tenía una autoridad, pero se consideró superior a su autoridad por causa de sus logros y audiencias grandes. Se había rodeado de los que nunca expresaba una opinión opositora y  que podía manipular.  Sí tenía con quién hablar, pero no aprovechó de ello. En su orgullo, no deseando que nadie vea que no era perfecto, se aisló.

Cuando todo vino a luz, aquel ministro no se sometió al proceso de restauración que le dio su autoridad porque tenía mentalidad de orfandad en combinación de un complejo de “El Mesías.” Dijo, “si me bajo del púlpito, aunque por un par de años, el mundo se irá al infierno sin mí.”  Que tremendo engaño y soberbio.

Uno puede tener un buen padre espiritual, pero si piensa como huérfano no le podrá reconocer ni responder a su autoridad.  No es una cuestión siempre de la falta de padres verdaderos. También tenemos que aprender a ser hijos verdaderos, a comunicarnos, a ser humildes y corregibles, a pedir ayuda en los tiempos de necesidad. El ministerio de aquel hombre nunca se recuperó completamente.  Yo he visto a esta misma historia triste volver a repetirse una y otra vez.

Una buena cobertura espiritual ofrece:

  1. Un ejemplo que seguir (1ª Corintios 11:1).
  2. Una visión que promover (Colosenses 2:6).
  3. Una unción que recibir y ministrar a otros (1ª Timoteo 4:14; 2ª Timoteo 1:6).
  4. Una autoridad legítima delegada. El que no está bajo autoridad no tiene autoridad. (Juan 12:49). La definición de “autoridad” implica que uno ha sido autorizado por otro. Si piensa usted que Dios es el Único que le reconoce, está caminando sobre hielo delgado.
  5. Una identidad y una familia a la cual pertenecer (Lucas 1:63-64). Fuimos creados para ser miembros de una comunidad cristiana, una “familia ministerial” así como es ilustrada por la Tribu de los Levitas, y las familias sacerdotales bíblicas.
  6. Un respaldo espiritual en intercesión y la guerra espiritual (Colosenses 1:3; Lucas 22:31-32).
  7. Una sinergia en las oraciones mediante el poder del acuerdo (Mateo 18:19; Deuteronomio 32:30).
  8. Consejo bíblico cuando hay confusión (Hechos 15:23-29).
  9. Un líder o “padre” espiritual, alguien a quién se pueda acudir para resolver un asunto, y que puede servir como un mentor (Deuteronomio 19:15; 2ª Tesalonicenses 2:11; Filipenses 2:19-22).
  10. Corrección y disciplina administradas en amor cuando es necesario (Hebreos 12:7-8).
  11. Y muchos otros beneficios más.

EN TERCER LUGAR, LAS RELACIONES CON OTROS MINISTROS.

Tenemos que asegurar que nuestras relaciones con otros ministros también son sanas.  Aunque pertenezcan a otra denominación o red ministerial, si son cristianos somos hermanos y trabajando para el Mismo Dios. Puede haber diversidad de estilos, de métodos, y tal vez no estamos de acuerdo con cada puntos doctrinal (me refiero a doctrinas no esenciales a la salvación), pero podemos respetar y honrar el uno al otro en la unidad de la fe.

Cuando permitimos divisiones, la ofensa, el rencor, celos, la sospecha u otra cosa afectar a nuestras relaciones con otros ministros, nos contamina y entristece el Corazón de Dios.  Además, frena o limita el avivamiento en la ciudad.  No estamos en competencia.  Si estamos en Cristo, estamos en el mismo equipo.  Cuando mi hermano mete un gol para el Reino de Dios, si Cristo es glorificado, todos ganamos.

Si otro cristiano marca un círculo en la tierra para excluirle a usted, entonces haga usted un círculo más grande para incluirle a él. Sonríe.  Determine ser un agente de reconciliación y de unidad.

EN CUARTO LUGAR, NUESTRAS RELACIONES CON LOS INCRÉDULOS.

Romanos 12:18 dice, Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.”

Sobre todo nuestro testimonio delante del mundo tiene que reflejar los valores del Reino de Dios.

Conozco de pastores que nunca hablan con el regidor ni con el acalde al menos que quieren pedirle un favor.  Ni siquiera toman el tiempo para orar por ellos.  

Nosotros somos mandados a orar por aquellos que están en autoridad civil y a procurar la paz, el bienestar, de ellos y a la ciudad (Jeremías 29:7). Dios quiere que Su Iglesia sea como una ciudad asentada sobre un monte y que bendiga a la ciudad con la Luz de Cristo, las buenas obras, la compasión y la generosidad.

¿Cuál es el testimonio o la imagen que tiene usted y su ministerio delante los líderes de la ciudad?

¿Con sus vecinos? 

¿Pueden ver a Cristo en usted?

Parece que voy a tener que continuar con las otras dos raíces en una tercera parte. Entre tanto, si Dios le habló por medio de esta enseñanza, toma usted unos minutos para responderle.

  • Si el Espíritu Santo le trajo convicción, arrepiéntase.
  • Haga una cita con su esposa.
  • Planea un tiempo para disfrutar con sus hijos.
  • Pida a Dios una estrategia divina para reconciliar con aquel hermano con quien quedó una ruptura.

Por Cliff Bell, © 18 de agosto, 2018, Todos los derechos reservados.

Para leer desde la 1ª Parte de esta enseñanza, sigue este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero / Parte 1

Para leer la 3ª Parte de esta enseñanza, siga este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 3

PERMISO DE COMPARTIR
Usted está bienvenido y animado a compartir en las redes sociales este artículo en su totalidad y sin modificaciones directamente desde mi página usando los iconos abajo en donde dice ¡Compártelo! Permiso también es dado a imprimirlo para su estudio personal, o para compartirlo en su grupo pequeño o congregación.  Pero se prohíbe “copiar y pegarlo” a otra publicación, sea digital o impresa, sin el consentimiento previo del autor.  Gracias por su comprensión.

¿LE HA SIDO DE EDIFICACIÓN ESTE MINISTERIO?

Si este ministerio le haya sido de edificación, y desea dar una ofrenda para ayudarnos a alcanzar a otros, lo puede hacer desde la pestaña arriba que dice “Donar con PayPal”. De antemano, se le agradecemos su generosidad.  Creemos que usted estará sembrando en buena tierra.

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 1

No se puede basar un ministerio apenas sobre dones y unción. Son importantes, pero no son suficientes para un ministerio fructífero y duradero.

Un árbol no puede alcanzar su potencial de tamaño ni producir el fruto esperado si no ha desarrollado raíces profundas.  Las raíces no solamente proveen estabilidad para poder sobrevivir las tormentas de la vida sin caerse, le ayudan a alcanzar las aguas del subsuelo y el alimento necesario para su desarrollo.  Es así con cualquier ministerio. Sin las raíces no tendrá estabilidad para permanecer, ni producirá el crecimiento ni el fruto deseado. 

Muchos dicen, “yo tengo dones.” Por supuesto.  ¡Todos tenemos dones! 1ª Corintios 12:7 lo dice bien claro, “pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.”   Capítulo 14 y versículo 31 declara “podéis profetizar todos, uno por uno para que todos aprendan y todos sean exhortados.”

El hecho de que puede profetizar o hacer un milagro no es suficiente evidencia de que sea llamado por Dios a un ministerio quíntuple. Todos hemos sido dados dones tanto como una medida de fe (Romanos 12:3). Si usted puede profetizar, significa que usted funciona. Los dones del Espíritu no operan a base de nuestra madurez ni de nuestro conocimiento bíblico ni de otras cualidades esenciales para un ministerio legítimo y duradero.  En algunas maneras sería más fácil si fuera así, pero Dios, en Su sabiduría, determinó que los dones operan simplemente a base de la fe. Esa es una razón que hay tanto abuso de los dones y la razón que todos necesitan entrenamiento en el uso de sus dones.

Lo bueno es que no se requiere dejar a su empleo secular y ser ordenado como ministro quíntuple para desempeñar su ministerio como miembro del Cuerpo de Cristo.  Necesitamos que cada creyente utilice la unción y los dones que Dios le ha dado en su lugar de empleo, en la ciudad, en el mercado de trabajo, en las escuelas, etc., para ser sal y luz a la comunidad.

Otros dicen, “yo tengo la unción del Espíritu Santo.”  La realidad es que cada creyente nacido de nuevo tiene el Espíritu de Dios morando en sí. 1ª Corintios 3:16 establece que el Espíritu de Dios, de dónde proviene la unción, reside en cada creyente. Todos podemos, y debamos, avivar “el fuego del don de Dios” que está en nosotros (2ª Timoteo 1:6).  Pero el profetizar o ministrar a otros no es algo que debamos tomar a la ligera, sino con el temor de Dios.  No medimos la unción por la cantidad de gritos, de lágrimas, de manos estremecedoras, ni por las personas caídas al suelo. Medimos la unción por el fruto: los yugos podridos, cadenas rotas y vidas transformadas. 

Los que faltan entrenamiento, una motivación de amor y un corazón no contaminado fácilmente pueden volver ungidos por demonios sin darse cuenta.  Éstos, en vez de ministrar palabras que edifican al Cuerpo de Cristo (1ª Corintios 14:12), resultan lanzando maldiciones o palabras de adivinación.

Los que tienen un llamado verdadero no se jactan por poseer una unción, sino que la utilicen para promover los propósitos de Dios y servir a otros. He visto a muchos ministerios que vienen como un cohete con mucho ruido, con señales y milagros, pero si no tienen las raíces desarrolladas desaparecen rápidamente de la escena.  Algunos se caen en un pecado sexual, el divorcio, otros se desvíen por una doctrina errada, o se desanimen por los afanes de la vida. Lo más triste es que las vidas que dañan en el proceso.

¿Cuáles son las raíces de un ministerio fructífero y duradero?  Voy a cubrir un total de cinco en esta serie, iniciando con dos en esta instalación.

RAIZ 1. Una relación íntima con Dios.

Una relación íntima con Dios es un estilo de vida. Es una a vida de oración y de adoración, no apenas algo que hacemos cuando vamos al culto. Cualquier ministro debe de estar tan enamorado con Dios que Le busque con todo su corazón.

Estoy hablando de alguien que teme a Dios y busca agradarle a Él. Por lo tanto usa mucho cuidado al ministrar a otros para no representar incorrectamente a su Amado.  Su deleite es estar en la Presencia de Dios, practica la Presencia de Dios, incluye a Dios en sus decisiones.

Un ministro verdadero es un adorador que no necesita un CD o un grupo musical para dirigirle porque lleva continuamente en su corazón y en su boca un canto de gratitud, de alabanza y de adoración. Es alguien que ha aprendido a oír la Voz de Dios y ser guiado por Su Espíritu Santo dondequiera que esté. No se desanima cuando otros le persiguen o hablen mal de él, porque valora más la aprobación de su Padre.

RAÍZ No. 2. ESTUDIO BÍBLICO SISTEMÁTICO Y CONSISTENTE.

El estudio sistemático de la Palabra de Dios produce en nosotros un conocimiento amplio de las Escrituras que es esencial para todo ministro. Si usted puede profetizar pero no tiene un fundamento bíblico, entonces usted es peligroso. Si no tenemos una reserva bíblica dentro de nosotros, no tendremos nada que ofrecer a otros ministerialmente.

El espíritu de la profecía es el testimonio de Jesucristo (Apocalipsis 19:10). Jesucristo es el LOGOS (el Verbo) de Dios en carne (Juan 1:1 y 14).  Toda la Biblia, (el LOGOS en forma escrita) nació con la profecía (la rhema), siendo inspirada por Dios. Toda profecía (RHEMA) hoy nace (es inspirada por Dios) del conocimiento que tenemos del LOGOS.

Sin un conocimiento amplio escritural no podremos discernir entre la doctrina sana y el error, ni entre lo que nace del espíritu de la profecía y del espíritu de engaño. Hay tantas doctrinas erradas peligrosas disfrazadas con versículos bíblicos torcidos y sacados fuera del contexto.

Tenemos que interpretar Escritura con Escritura. Si no conocemos el pleno consejo de la Escritura seremos vulnerables al engaño. Conozco de varios ministros que iniciaron bien, pero por falta de esta raíz de conocimiento bíblico sus ministerios en poco tiempo fracasaron. Como dijo Cristo, “por sus frutos los conoceréis.”

Cada creyente debe de ser un alumno perpetuo de la Palabra de Dios. Pero un ministro quíntuple (Efesios 4:11), o alguien que se atreve a profetizar a otros tiene una responsabilidad mayor de poder dividir correctamente la Palabra de Verdad (2ª Timoteo 2:15). Esto se requiere un buen entendimiento bíblico y teológico.

Si usted cree que tiene un llamado a una de las vocaciones ministeriales, le urjo a inscribirse en un instituto bíblico o una universidad teológica buena que enseña la Palabra de Dios. Si usted necesita una recomendación, escríbame a mi inbox.

En las siguientes partes hablaré acerca de las raíces de: (3) las relaciones sanas, (4) el fruto del Espíritu (el carácter), y (5) el servicio.  Creo que el contenido le podrá sorprender.

Entre tanto, si Dios le haya hablado por medio de esta enseñanza, tome unos minutos para responderle.  Determine hacer los cambios debidos para desarrollar las raíces necesarias para un ministerio fructífero, duradero, y que cumple el propósito de Dios.

Por Cliff Bell, © 11 de agosto, 2018, Todos los derechos reservados.

Para leer la siguiente parte de esta enseñanza, siga este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero / Parte 2

PERMISO DE COMPARTIR
Usted está bienvenido y animado a compartir en las redes sociales este artículo en su totalidad y sin modificaciones directamente desde mi página usando los iconos abajo en donde dice ¡Compártelo! Permiso también es dado a imprimirlo para su estudio personal, o para compartirlo en su grupo pequeño o congregación.  Pero se prohíbe “copiar y pegarlo” a otra publicación, sea digital o impresa, sin el consentimiento previo del autor.  Gracias por su comprensión.

¿LE HA SIDO DE EDIFICACIÓN ESTE MINISTERIO?

Si este ministerio le haya sido de edificación, y desea dar una ofrenda para ayudarnos a alcanzar a otros, lo puede hacer desde la pestaña arriba que dice “Donar con PayPal”. De antemano, se le agradecemos su generosidad.  Creemos que usted estará sembrando en buena tierra.

 

DE POTENCIAL PROFETA, A ADIVINO – Parte 2

UNA DE LAS MANERAS MÁS SEGURAS PARA IDENTIFICAR A UN ADIVINO DISFRAZADO DE “PROFETA” ES QUE NO RINDE CUENTAS CON NADIE. SON INDEPENDIENTES. Aunque dicen que tienen una cobertura, si lo investiga, descubrirá que su “cobertura” es en nombre solamente, y que no hay actualmente ninguna rendición de cuentas. Son “llaneros solitarios” que sirven a sí mismos.  No tienen ninguna relación ni conexión significante con nadie.

Números 22-24   Balaam, profetizaba palabras acertadas, pero era un adivino

Balaam significa, “no del pueblo”. Balaam no tenía un pueblo.  No sirvió a ninguna autoridad. Josué 13:22 identifica Balaam como un adivino.   Su negocio literalmente era adivinar por una “cuota.”  Los emisarios de Balac, vinieron con “dádivas de adivino” (una “ofrenda” de pago) para convencerle “hacer el trabajo” de maldecir a Israel (Números 22:7).  

Es cierto que Balaam pudo oír la Voz de Dios. PERO TAMBIÉN PUDO OÍR LAS VOCES DE DEMONIOS, Y ACUDIÓ A LA VOZ DE MÁS LE CONVENÍA. Yo creo que la razón que Balaam pudo oír la Voz de Dios tan fácilmente en este caso es porque Dios intervino por cuanto el futuro de Su Pueblo Israel estaba siendo arriesgado.

NUESTROS OÍDOS ESPIRITUALES PUEDEN OÍR VOCES O SONIDOS ESPIRITUALES A PESAR DEL ORIGEN. O sea, podemos oír la voz del diablo o la voz de Dios con los mismos oídos espirituales. 

Como seres espirituales, todos tenemos oídos espirituales (Proverbios 20:12). Hebreos 5:14 revela que tenemos que ejercitar nuestros sentidos para discernir entre el bien y el mal. De la misma manera, tenemos que ejercitar nuestros oídos espirituales para discernir entre la Voz de Dios y la voz del enemigo.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Apocalipsis 2:7

CUÁL VOZ VAMOS A OÍR MÁS FUERTEMENTE DEPENDE MUCHO DE NOSOTROS. Como un radio, depende de cómo estamos “sintonizados” y que tan cerca de la difusora estamos viviendo.

Santiago 4:8 dice, “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.”  La rebeldía, un espíritu independiente, la ofensa, el pecado sexual, y otras cosas nos puedan impedir la habilidad de “sintonizarnos” a la Voz de Dios, y abren la puerta para la influencia demoníaca.

¿Cómo podemos “sintonizarnos” a oír mejor la Voz de Dios?

Teniendo un corazón correcto delante de Dios (2ª Crónicas 16:9), vivir en obediencia (Juan 14:15-16), valorando la verdad aunque nos duela (Juan 14:6, 17), siendo humildes de corazón (Santiago 4:6), siendo motivados por el amor por Dios y por otros (1ª Corintios 13; 1ª Juan 4), y ejercitando la fe en la Palabra de Dios (Hebreos 11:6). Será bueno estudiar esas Escrituras y meditar en ellas.

Mas estas cosas no estaban en la vida de Balaam.  Hoy en día hay muchos que tenían un llamado (el potencial) de profeta, pero se han vuelto adivinos porque estas cosas no fueron desarrolladas en ellos tampoco.

Balaam era independiente; se sirvió a sí mismo, no a Dios. La única razón por la que Balaam profetizó bendición a Israel en vez de maldición fue porque Dios le amenazó con muerte si Le desobedecía.

Balaam sirvió únicamente a sí mismo; fue motivado por la avaricia y el egocentrismo. Cuando Dios le impidió maldecir a Israel, él halló una estrategia para lograr el mismo resultado sin tener que declarar nada, y lo compartió con el Rey Balac para que Israel se maldijera a sí mismo.

LOS ADIVINOS NO HONRAN A LOS QUE ESTÁN EN AUTORIDAD. Suelen no profetizarle en la presencia de su pastor.  Suelen tomarle a un lado, en el estacionamiento, en un pasillo, u otro lugar no visto por los que tienen autoridad.  O VAN DE CASA EN CASA PARA PODER DECIRLE LO QUE NUNCA DIRÁN EN FRENTE DE SU PASTOR.  Es parte de su operación clandestina y diabólica.

EL ESPÍRITU DE ADIVINACIÓN EN ELLOS BUSCA UNA OFENSA O SEMILLA DE REBELDÍA EN USTED QUE PUEDA ALIMENTAR, y decirle lo que quiere oír.  En el proceso CASI SIEMPRE HECHA DUDA SOBRE LA INTEGRIDAD DE SU PASTOR Y SIEMBRA DIVISIÓN en la congregación. Quiere separarle de su pastor.  Es lo que hace un lobo depredador.

Como ya destaqué, algunas de estas personas tienen un llamado (un potencial futuro) verdadero, pero se han adelantado en los tiempos.

SI ES QUE VAMOS A TENER AUTORIDAD, TENEMOS QUE ESTAR BAJO AUTORIDAD Y RENDIR CUENTAS CON ALGUIEN POR NUESTRAS ACCIONES.

MUCHOS DICEN QUE TIENEN UN PASTOR. PERO POCOS PERMITEN QUE SUS PASTORES LES PASTOREAN.  No les permitan proveer retroalimentación a sus vidas.  Si él intente hacerlo, se enojan. Tales personas, a pesar de cuál sea su llamado, son peligrosas porque rápidamente comienzan a operar en la adivinación y la hechicería.

1ª Pedro 5:5-7 dice: “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. 6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;”

La Mano de Dios son las Cinco vocaciones ministeriales, los cuales Cristo estableció en la Iglesia para representar Su Autoridad.  Dios nos manda a someternos a la autoridad que Él ha establecido.  Por supuesto, el adivino no pueden creer que su pastor fue establecido por Dios; no reconoce a nadie que no le reconoce a él mismo.

Entiendo que en ocasiones pueda haber un desacuerdo legítimo y una separación temporal entre ministros y amigos.  Aconteció entre Pablo y Bernabé. Pero si alguien nunca puede hallar a ningún pastor a quien rendir cuentas, es una señal fuerte de peligro. Debemos ser miembros de una comunidad de fe en donde podamos aprender, servir y rendir cuentas.

Entiendo que hay también pastores falsos, pastores inmaduros y pastores no bien entrenados.  Pero si usted se siente rechazado por uno, no es correcto atacarles.  Simplemente declare la verdad en amor.  No conozco a nadie que entró al ministerio con motivo de herir a otros.  Entraron con un deseo genuino de servir a Dios y a otros.  Es por eso que cuando yo veo un error, simplemente proclamo la verdad sin señalar el dedo de juicio a nadie.

Cuanto sea posible Dios nos manda vivir en paz con todos, a amar a nuestros enemigos, bendecir a los que nos maldicen (Mateo 5:44-46). Nos mandó a honrar y obedecer a los que están en autoridad, y orar por ellos (1ª Pedro 2:17, 1ª Timoteo 2:1-2; 5:17; Hebreos 3:17). Si hacemos eso, Dios es fiel para corregir a Sus hijos y lidiar con los falsos.  Dios no le ha comisionado a nadie a ser la policía, el juez y verdugo del Cuerpo de Cristo.  Si usted conoce de un ministro que está en un error, ore por él que Dios haga Su voluntad en él.

No podemos controlar a otros. Pero podemos controlarnos a nosotros mismos. Debemos, entonces enfocarnos en hacer los cambios que Dios quiere hacer en nuestras propias vidas.  Es una parte de Su proceso de purificar a nuestros corazones para ser representantes dignos de la vocación a la cual hemos sido llamados (Efesios 4:1-3).

Amado lector, al leer este artículo, ¿puede ser que el Espíritu Santo trajo convicción a su corazón acerca de algo? ¿Habrá un cambio que Dios quiere hacer en su vida?   Entonces ahora es el tiempo de responder a la Voz de Dios. 

Por Cliff Bell, © 5 de septiembre, 2017, Todos los derechos reservados.

 

Se le acuerdo que esta es la segunda parte de una serie de dos enseñanzas. Si no lo ha hecho ya, le animo a leer la primera parte (que está en mi página).

– – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

Permisos

Se le permite compartir en las redes sociales esta publicación en su totalidad directamente desde mi página usando la función de “Compartir.” De hecho, le animamos a hacerlo.  Permiso también es dado a imprimirlo para su estudio personal, o para compartirlo en su grupo pequeño o congregación.  Pero se prohíbe “copiar y pegar” esta reflexión a otra publicación, sea digital o impresa, sin el consentimiento previo del autor.  Gracias por su comprensión.

DE POTENCIAL PROFETA, A ADIVINO – Parte 1

Yo he publicado varias veces acerca de cómo el ESPÍRITU DE LA ADIVINACIÓN SE DISFRAZA COMO LA PROFECÍA e INVADE A MUCHAS CONGREGACIONES DE MANERA CLANDESTINA. Obviamente, el diablo no puede hacer nada si no tiene a alguien dispuesto a ser su agente.   El enemigo busca aprovechar de las debilidades de carácter que se presenten en individuos dentro de la congregación, como se aprovechó de Acán que codició lo que era dedicado a Dios, para frenar el avance de la congregación entera (Josué 7). 

Interesantemente, Acán era de la tribu de Judá que significa “alabanza.”  Frecuentemente, uno de los grupos que el diablo odia y que busca más poder infiltrar o atacar es el grupo de alabanza. El diablo sabe que si puede limitar nuestra alabanza, puede limitar nuestro avance.

El diablo tiene que usar a personas que están rendidas a él, de la misma forma que Dios necesita a alguien rendido a Él para usarle.

ALGUNAS DE LAS PERSONAS QUE AL DIABLO LE ES MÁS FÁCIL Y MÁS COMÚN UTILIZAR SON PERSONAS QUE:

(1) LOS QUE ESTÁN COMENZANDO A MANIFESTAR EL DON DE LA PROFECÍA Y CREEN EQUIVOCADAMENTE QUE ESTO SIGNIFICA QUE TIENEN UN LLAMADO DE PROFETA. Esto está sucediendo como una epidemia.

Muchos no entienden la diferencia entre la operación del don de la profecía por medio de cualquier creyente (1ª Corintios 14:31), y la vocación ministerial del profeta que se aplica a relativamente pocos (Efesios 4:11).  Éstos tratan de ejercer la autoridad de un profeta maduro cuando ni tienen la preparación, la madurez, ni el llamado actual.

Hay una diferencia grande entre tener una habilidad de profetizar y poseer un llamado de profeta. Igualmente, hay una diferencia grande entre poseer un llamado de profeta, y ser lo suficiente preparado y maduro para ejercer esa vocación y autoridad.  Hay demasiados que andan “profetizando” equivocadamente el uno al otro que es profeta, cuando la mayoría apenas tienen el don de la profecía.

(2) LOS QUE TIENEN UN LLAMADO VERDADERO PARA UN DÍA SER UN PROFETA, PERO TODAVÍA NO ES EL TIEMPO. TODAVÍA LES FALTAN LA PREPARACIÓN, LA MADUREZ, EL DICERNIMIENTO Y EL CARÁCTER NECESARIO PARA SER NOMBRADOS.  Es por eso que es muy importante identificar estas personas y asegurar que reciben la formación necesaria, y que entienden los procesos y los tiempos de Dios.

VOY A ENFOCAR MIS COMENTARIOS HACIA ESTE SEGUNDO GRUPO aunque son mucho menos en número. Lo estoy haciendo a propósito sabiendo que la mayoría de los lectores va a presumir que pertenece a este grupo cuando en realidad pertenece al primero. Entretanto, los principios que voy a compartir se aplican a ambos grupos.

Desgraciadamente, muchos de los que tienen un llamado genuino de profeta SE ADELANTAN EN LOS TIEMPOS de Dios y se auto-proclaman como profeta. COMO SAÚL, NO TIENEN LA PACIENCIA DE ESPERAR PARA QUE VENGA SAMUEL (1ª Samuel 13).  Frecuentemente tienen más celo que sabiduría. No quieren esperar hasta que la autoridad establecida les reconozca, y se meten en aguas profundas sin darse cuenta del peligro.

LA IMPACIENCIA VUELVE EN FRUSTRACIÓN QUE A SU VEZ SE CONVIERTE EN UNA SEMILLA DE REBELDÍA. De repente, cuando profeticen, la fuente puede ser el espíritu de adivinación a pesar de que lo declararon “en el Nombre de Jesús.”  En vez de ser voceros de Cristo, se pueden volver voceros de demonios.  Pues, la rebelión es como el pecado de la adivinación (1ª Samuel 15:23).

Estoy hablando de aquellos que no han recibido suficiente preparación. No han pasado las pruebas necesarias para refinar su carácter. NO ENTIENDEN QUE ES NECESARIO EXPERIMENTAR SUFICIENTE EL RECHAZO HASTA QUE ESTÉN LIBRES DE LA NECESIDAD DE SER RECONOCIDOS Y DE RECIBIR LA APROBACIÓN DEL HOMBRE.  Porque aquel que busca reconocimiento robará la gloria que pertenece a Dios.  Y aquel que necesita agradar al hombre no podrá agradar a Dios. 

FRUSTRADOS, porque sus pastores no les han reconocido todavía, y OFENDIDOS porque quieren ya iniciar, buscan “confirmación” y “afirmación” de otros.

Si uno busca lo suficiente para que alguien que le diga que el mundo está plano, en tiempo lo podrá hallar. EL ESPÍRITU DE ADIVINACIÓN LE DIRÁ LO QUE QUIERE OÍR.  ALIMENTARÁ A SU TEMOR Y A SU OFENSA. Le dirá que usted está completamente en lo correcto y que los demás están mal.  Hasta le pueda impartir una paz falsa de engaño y un sentido falso de seguridad aunque toda su vida personal esté en un desorden.

UN EJEMPLO DEL MUNDO NATURAL: Entre los que profesan a Cristo hay algunos que están convencidos de que el Presidente actual de Venezuela es un mesías y otros creen que es un diablo. Ambos creen tener la verdad no adulterada.  La mayoría desde afuera pueden ver claramente la operación del espíritu de Jezabel ahí, pero otros no lo pueden ver porque están bajo el encanto y el engaño.  ¿Por qué?  Porque les dijo lo que querían oír.  El espíritu de adivinación alimentó a sus temores, a sus ofensas, a sus sospechas, y les dio un kilo de arroz (tal vez no recientemente).

SIEMPRE HAY UN VELO DE ENGAÑO QUE OPERA CON EL ESPÍRITU DE ADIVINACIÓN PARA CEGAR EL ENTENDIMIENTO DEL PUEBLO (2ª Corintios 4:3-4).

Los adivinos suelen profetizarle cualquiera cosa que usted desea oír …ESPECIALMENTE SI LA OFRENDA ES LO SUFICIENTE GRANDE, o si en alguna manera les trae un beneficio personal.

Y si le cuentan al adivino de cómo su pastor no le reconoció como profeta, algunos hasta le “harán el trabajo” de maldecirle (hechicería) para alimentar el espíritu de hechicería en su propio corazón. Mientras tanto se sienten completamente auto-justificados, por fin “afirmados”.

Por doquier hay adivinos afirmando el uno al otro como “profetas” y luego ambos usando esa “palabra” en contra de su pastor porque dicen que ya recibieron su “confirmación.” El problema es que la fuente de la “confirmación” era el padre de mentiras en vez de el Espíritu de Verdad.

El espíritu de adivinación en el adivino (disfrazado de profeta), es atraído al espíritu de adivinación en el otro (tanto como a la rebelión, y la ofensa, etc.), y le proclamará “visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón (Jeremías 14:14).

ÉSTE SE VUELVE A SU CIUDAD SINTIENDOSE EMPODERADO POR LA CONFIRMACIÓN FALSA (DADA POR AQUEL QUE NO CONOCE NADA DE SU TESTIMONIO NI CARÁCTER), Y ENTONCES COMIENZA UNA CRUZADA DE DIFAMACIÓN Y ATAQUE EN CONTRA DE SU PASTOR LEGÍTIMO, porque lo considera un impedimento a su ministerio y a Dios.

Como Jezabel persiguió a Elías, persigue a su pastor, pues NO PUEDE TOLERAR LA VERDAD que le han dicho: que es todavía inmaduro y que tiene problemas de carácter que necesitan corregir ANTES de ser lanzado. En vez de cumplir su llamado de profeta, se vuelve un adivino y hechicero que piensa que es profeta y que está sirviendo a Dios.

UNA DE LAS SEÑALES DE UN ADIVINO ES QUE ATACA Y MALDICE A LOS HOMBRES VERDADEROS DE DIOS, ESPECIALMENTE A LOS PASTORES DE SU CIUDAD. Si hubiera esperado los tiempos de Dios, esos mismos pastores pudieron haber sido sus mejores aliados.

CLARO, EL DIABLO PUEDE PRODUCIR SUFICIENTES MANIFESTACIONES Y MILAGROS PARA QUE SIGA ENGAÑADO, Y PARA PODER ENGAÑAR A OTROS EN SU CAMINO. Jesús habló de ellos en Mateo 7:21-23.  Cristo nos declaró que algunos que profetizan y que hacen milagros en Su Nombre no entrarán al Reino de los Cielos, porque los llamará “hacedores de maldad.”

¿Le suena familiar algo de lo que he escrito?   Pídale, entonces al Espíritu Santo cómo Él desea que responda, y obedezca.

Cuando alguien está listo para ser reconocido o lanzado en un ministerio, es porque estará sirviendo consistentemente, fielmente, y gozosamente sin reconocimiento ni título.

  • Cuando es el tiempo de Dios para su reconocimiento, usted ya no sentirá la necesidad de ser reconocido. Los que se sienten desesperados por ser reconocidos solamente están mostrando su inmadurez y falta de carácter.
  • Cuando viene el tiempo de Dios, usted no tendrá que empujar, ni insistir, ni manipular.
  • Cuando Dios otorga el favor, no tendrá que pedírselo a nadie. 
  • Cuando Dios abre la puerta ningún hombre la podrá cerrar.

Usted puede confiar en el amor de Dios por usted. ¡Dios desea, más que usted, que alcance su potencial!  ÉL NO LE NEGARÁ NADA QUE SEA NECESARIO PARA PODER OBEDECERLE Y CUMPLIR SU VOLUNTAD.  Pero Dios no está de prisa.  Dios le quiere a usted más como Su hijo que como Su ministro, y quiere lo suficiente a Su Iglesia para no lanzar a un ministro antes de tiempo.  Solo siga sirviendo, y su llamado y carácter se desarrollará.  De repente, cuando menos lo espera, Dios le sorprenderá. 

Por Cliff Bell, © 5 de septiembre, 2017, Todos los derechos reservados.

– – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

Permisos

Se le permite compartir en las redes sociales esta publicación en su totalidad directamente desde mi página usando la función de “Compartir.” De hecho, le animamos a hacerlo.  Permiso también es dado a imprimirlo para su estudio personal, o para compartirlo en su grupo pequeño o congregación.  Pero se prohíbe “copiar y pegar” esta reflexión a otra publicación, sea digital o impresa, sin el consentimiento previo del autor.  Gracias por su comprensión.

El SER LLAMADO VS. SER COMISIONADO

Me profetizaron que soy profeta.  ¿Ahora qué?

Por Profeta Cliff Bell, © 2014

Hay una diferencia grande entre recibir un llamado y el ser comisionado…potencial

Una de las cualidades poderosas de la profecía personal es que nos indica cuál es nuestro POTENCIAL en Cristo.  No necesariamente habla de nuestra REALIDAD del momento sino de lo que pueda suceder en nuestras vidas si cooperemos con Dios.   Si respondemos adecuadamente a dicha profecía, entonces el potencial se pueda convertir en realidad.  Ese proceso pueda ser un proceso rápido o pueda durar años.

Muchos se han animado porque alguien les profetizó que tienen llamado a la vocación ministerial de profeta.  Mas debamos tomar en cuenta que la profecía personal (especialmente por medio de alguien que no es nuestro pastor o padre espiritual) NO es para comisionarnos o instalarnos a una posición o vocación ministerial.

Como regla (aunque no una regla fija) una profecía personal que indica un llamado a uno de las cinco vocaciones (ministerios Efesios 4:11) debe de venir por medio de uno que es profeta reconocido y no por medio de alguien operando en el don de la profecía.  No recomendamos a los que se mueven en el don de la profecía andar profetizando vocaciones ministeriales a otros, sino reservar ese nivel de responsabilidad a aquellos que ejercen una vocación ministerial madura y reconocida.

El don de la profecía por medio del creyente normalmente es reservado para asuntos menos pesados, asuntos de edificación, exhortación, y la consolación (1ª Corintios 14:3).  Claro, un creyente operando en el don de la profecía pueda recibir revelación mayor que su autoridad.  Tenemos que recordar que revelación no implica autorización.  Dios nos dará revelación mayor que nuestra autoridad para probarnos y para ver si sabemos cuándo callar la boca tanto como para abrirla.

La comisión (o el nombramiento) viene por medio de nuestros padres espirituales (pastores) quienes nos conocen, han caminado con nosotros, nos han observado, y tienen una idea clara de nuestro estado de preparación, madurez, y carácter.

El profeta itinerante solo percibe el potencial, no necesariamente la condición actual.  Es peligroso comisionar u ordenar alguien a una vocación ministerial (nombramiento a uno de los cinco ministerios Efe. 4:11) si no conoce bien a esa persona.  Los que se atreven hacerlo no son sabios y están corriendo riesgos grandes que puedan provocar confusión y daño.

Muchos son llamados, pero pocos son escogidos. (Mateo 22:14)  Todos tienen más potencial que lo que han realizado.  Pocos son aquellos que han pasando por las pruebas necesarias del carácter con la actitud positiva, y que hayan hecho la inversión para prepararse con estudio bíblico,  sirviendo con fidelidad en el ministerio de otro.

La parábola de los talentos nos ilustra el principio clave de que solo recibimos más responsabilidad y autoridad cuando hemos sido fieles con lo poco, y con lo que pertenece a otro (Mateo 24:14-30).  Esto también se puede ver claramente en la vida de Eliseo quien sirvió primero a Elías antes de entrar a su propio ministerio.

Me preocupan los que a base de una o dos profecías comiencen a auto-nombrarse como “profeta” o “apóstol”.  Primero los nombramientos deben venir por medio de otros, por medio de nuestros padres espirituales.  En segundo lugar, los nombramientos deben de venir solo cuando ya existe suficiente EVIDENCIA que la persona YA está operando en dicha unción.  Los nombramientos deben de ser más bien un reconocimiento público de lo que ya se ha realizado y evidenciado en la vida del candidato. 

Además, tenemos que reconocer que HAY DIFERENTES NIVELES DE LLAMADO Y DE COMISIÓN. 

David fue llamado y hasta ungido por Dios por medio del Profeta Samuel para ser rey de Israel.  Su tiempo de llamado y ungimiento ocurrió cuando era apenas un adolescente.  DAVID ERA UN ADOLESCENTE NOBLE, PERO NO TENÍA LA MADUREZ, SABIDURÍA, EXPERIENCIA, NI FUERZA DE CARÁCTER PARA SER REY EN ESE MOMENTO. 

steps up the stairsDespués de recibir su profecía personal, David entró al proceso largo y duro de ser preparado.  Su nombramiento a “Rey de Israel” fue realizado EN ESCALAS así como él fue PROBADO EN CADA ÁREA DE SU VIDA.  Antes de ser nombrado como rey, fue probado como:

  • Hijo fiel de Isaí
  • Adorador
  • Pastor de ovejas, lidiando con un oso y a un león.
  • Tañedor por el Rey Saúl
  • Matador de gigantes…
  • Guerrero por Saúl
  • Yerno de Saúl
  • Perseguido por Saúl
  • Líder de una banda pequeña de hombres endeudados, deprimidos, y desanimados.  Los formó en guerreros valientes.
  • General de un ejército pequeño
  • Gobernador de Siclag
  • Rey de dos Tribus de Israel
  • Rey de todo Israel.

Dios no está de prisa.  Dios prefiere la calidad que a los números.  Dios nos ama lo suficiente para probarnos en cada área del corazón antes de encargarnos la responsabilidad, autoridad, y unción que de otro modo nos podría inflar la cabeza y hacernos caer en la soberbia o peor.

Si usted sabe que tiene llamado profético, usted pueda confiar en Dios a proveer todo lo necesario para que cuando llegue el cumplimiento del tiempo podrá desempeñar su ministerio.  Mientras tanto,

  1. Sea un fiel alumno de la Palabra de Dios, la Biblia.
  2. Aprenda todo lo que pueda de otros quienes ya están reconocidos e instalados en el mismo ministerio.
  3. Siga bajo cobertura espiritual y sirviendo y apoyando el ministerio y visión de otro.  Dios nos probará si somos fieles en el ministerio de otro antes de entregarnos lo nuestro.
  4. Aprovéchese de las oportunidades a servir – sea con los niños, en el asilo de ancianos, en el penal, en la cocina, en donde quiera que pueda servir.  Dios usa más a los quienes ya están haciendo lo que puedan con lo que tienen.

El servicio demuestra que tenemos el corazón correcto.  Los quienes se consideren demasiado importante para ministrar a los niños se han hecho mayores que Cristo Mismo.   Cristo ministró también a los niños y a los quienes no Le pudieron ofrecer nada. kitty is a lion

Usted puede confiar en que Dios tiene los tiempos de su vida y minsterio en Sus manos.  ¡Dios será fiel a usted!  Confíe en Su amor, bondad, y dirección en su vida.

 

Si esta enseñanza le ha sido de provecho y edificación, ¡entonces compártala con otros!