Por el Profeta Cliff Bell © 2013
Uno de los peligros dentro del movimiento profético y apostólico es cuando alguien esté ministrando sin cobertura. Este siempre ha sido un problema, pero cuando alguien comience a usar las palabras, “Así dice el Señor” es aun más problemático porque hay más potencial de dañar al Cuerpo de Cristo. No necesitamos más de aquellos que dejan una congregación como una zona de guerra, un desastre que entonces el pastor local tiene que reparar…
La palabra profética (rema) es la espada del Espíritu según Efesios 6: 17. Como tal puede traer gran beneficio, libertad y edificación. Pero en las manos de alguien que actúe como burro sin mecate puede causar mucho daño.
Dios está madurando al movimiento profético y apostólico. No queremos ni necesitamos una formalidad religiosa que apaga el fuego de Dios, pero sí necesitamos una forma, un protocolo establecido que pueda permitir que fluya lo que es de Dios y al mismo tiempo impedir a los que solo quieren dañar. Una de las cosas necesarias es la cobertura espiritual.