PARTE 2 – LAS TORMENTAS CREADAS POR DECISIONES MALAS
Cada clase de tormenta requiere una respuesta diferente. En el artículo anterior investigamos las tormentas que Dios nos envía. En este artículo veremos lo de las tormentas causadas por las decisiones malas, sean las nuestras o las hechas por otros.
Un versículo clave es:
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Gálatas 6:7
Nuestras decisiones y acciones siempre tienen consecuencias, para el bien o para el mal. Y no apenas afectan a nosotros, sino también a otros.
El Rey David no pensó en las consecuencias cuando pecó con Betsabé (2ª Samuel 11). Aunque Dios le tuvo misericordia y le perdonó, hubo consecuencias difíciles que cambiaron el cuadro de su vida, familia y su legado por siempre (2ª Samuel 12:13-14).
Los que rompen los mandamientos de Dios tendrán que vivir con las consecuencias de rechazar el amor de Dios. Es el amor de Dios que nos dio Sus mandamientos. 1ª Juan 5:3 dice: “Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.”
A mí me gusta mucho esa última frase, porque Sus mandamientos son diseñados para que vivamos nuestra mejor vida, no para negarnos nada.
Todos hemos hecho malas decisiones en algún momento, decisiones que nos costaban mucho: una relación, dinero, tiempo, o más.
He aprendido la manera difícil que nunca es una buena idea hacer una decisión de vida en medio de la desesperación. No es sabio hacer esa clase de decisión mientras que estamos presionados por otros o por las emociones. Es mejor esperar para tomarse el tiempo con calma para contemplar bien las opciones y buscar al Señor y Su Voluntad.
Dios siempre está presente, y nos quiere guiar por Su Espíritu Santo (Romanos 8:14). En Salmo 32:8 Dios nos dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.”
Pero después de haber hecho una decisión y acción equivocada, y nos da cuenta de que nos habíamos equivocado, ¿ahora qué?
Cuando hemos hecho una decisión mala, Dios no nos abandona. Como con David, nuestro futuro será diferente que si nunca habíamos hecho esa decisión. Pero Dios no nos deja sin esperanza. Siempre hay esperanza.
Al darnos cuenta de un error, es tiempo de humillarnos delante del Señor, buscar Su Rostro, confesar nuestro error, y pedir de Su misericordia. Si hagamos eso, el Espíritu Santo “recalcula la ruta” como un sistema de GPS, y nos ayudará a encontrar el camino para llegar al destino.
Lamentaciones 3:22-25 dice:
22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. 24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. 25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
Cuando identificamos un destino con el GPS del carro (o usando su teléfono) el GPS escoge la ruta mejor. Al comenzar el viaje, si te desvíes de la ruta, de inmediato el sistema lo detecta y le avisa. Te trata de convencer cambiar tu dirección (arrepentimiento) para volver a la ruta preferida.
El GPS no toma control del volante y no nos fuerza llegar a nuestro destino. Podemos resistir y hasta apagar al GPS y terminar en un destino diferente si lo deseamos. Pero si no lo apaguemos, el GPS seguirá hablándonos, guiándonos, y recalculará la ruta hasta que volvamos al camino y lleguemos a nuestro destino. Así es con el Espíritu Santo.
Busque a Dios con sinceridad. Sea sensible a la Voz del Espíritu Santo. Él le ayudará, le dará de Su misericordia para guiarle al destino que tiene para su vida.
UN EJEMPLO BIBLICO: JOSUÉ Y GABAÓN
En Josué Capítulo 9 vemos que los gabaonitas tenían miedo de Israel. Dios había mandado a Israel a aniquilar a los gabaonitas, a no tener misericordia de ellos ni hacer alianza con ellos.
Los gabaonitas enviaron una delegación especial para engañar a Josué a hacer una alianza con ellos. Se disfrazaron y fingieron que venían de una tierra lejana.
Josué debía de haber consultado a Jehová, pero no lo hizo. Josué confió en su propia sabiduría e hizo alianza con ellos.
Tres días después, Josué se dio cuenta de su decisión equivocada. ¡Había desobedecido a Dios con algo tan serio que afectaba a la nación entera! El problema es que Josué no pudo romper la alianza que él y los líderes habían jurado.
Cuando nos arrepentimos y pidamos misericordia de Dios, Él es fiel para traer un plan redentor. El cuadro será diferente. Todavía hay consecuencias. Pero Dios no nos abandona.
Josué se arrepintió, y Dios le dio un plan redentor. Los gabaonitas fueron permitidos a vivir, pero volvieron esclavos de los judíos y los que llevaban agua y leña para la casa del Señor.
Cuando nos arrepentimos y pidamos misericordia de Dios, Él es fiel para traer un plan redentor. Ahora bien, las acciones no fueron borradas. El cuadro será diferente. Israel estaba ligado a los gabaonitas por siempre. Pero Dios no les abandonó. Todavía entraron a la tierra prometida. Así también con nosotros. El cuadro saldrá diferente, pero Dios nos ayudará a llegar a nuestro destino.
En Capítulo 10, los gabaonitas fueron atacados por cinco reyes (y sus ejércitos combinados) que se juntaron en contra de ellos. Israel tuvo que ir a defenderles y guardar el pacto que había hecho con ellos. Por cuanto se habían arrepentido, Dios les ayudó en la batalla. De hecho, ¡Dios hizo algunos de los milagros más grandes registrados en la Biblia durante esa batalla y literalmente peleó por ellos!
Cuando nos arrepentimos de verdad y clamamos por Su misericordia, Dios no solamente nos ayudará, ¡Él peleará por nosotros!
CUANDO SOMOS AFECTADOS POR LAS DECISIONES MALAS DE OTROS…
Las decisiones malas de David afectaron a él mismo, pero también a muchos más.
- Betsabé perdió a su esposo Urías y a su hijo.
- Urías perdió su vida por orden de David.
- El hijo que nació también perdió su vida.
- Los padres y familia de Urías perdieron a su hijo / hermano.
- 2ª Samuel 12:14 dice que las acciones de David hicieron blasfemar a los enemigos de Jehová.
UN EJEMPLO PERSONAL
Mi familia fue cambiada por siempre cuando mi cuñado, en un momento de alta emoción, hizo una decisión que cambió muchas vidas por siempre. Cometió un delito grave y resultó aprisionado. Gracias a Dios, en tiempo, él dio su vida a Cristo dentro de la prisión donde sigue hoy. Pero sus dos hijos que no nos conocían vinieron a vivir con nosotros por varios años. La realidad es que nos costó mucho. Tuvimos que hacer muchos cambios y ajustar a nuestras vidas en maneras radicales.
En vez de resentir lo que sucedió, lo aceptamos como una tarea de Dios para nuestra familia. Doy gracias a Dios que ahora ellos conocen a Cristo y tienen una oportunidad para una vida mejor. Fue un proceso en el cual todos crecimos mucho, pero ahora los contamos como hijos y una parte integral de nuestra familia. Por cuanto buscamos al Señor y dependimos en Él, nos ayudó para cambiar algo negativo en algo positivo.
LA TORMENTA QUE PABLO SUFRIÓ POR LA DECISIÓN DE OTRO.
En Hechos 27, el Apóstol Pablo estaba preso y bajo el cargo de un centurión llamado Julio que lo estaba llevando a Roma por barco. Su vida y su ministerio futuro estaba sujeto a las decisiones del centurión.
Dios le avisó proféticamente a Pablo que hubo una tormenta en el camino y sería mejor esperar. Cuando Pablo lo explicó al centurión, no le hizo caso.
Iniciaron el viaje, y llegó la tormenta tal como Dios había predicho. La tormenta les desvió lejos de la ruta y arriesgó las vidas de todos los que estaban a bordo.
Obviamente no era la voluntad de Dios que sufrieran esa tormenta y que corrieran ese peligro. La decisión mala del centurión afectó a todos.
Pablo clamó a Dios, y Dios le dio otra palabra profética que si todos quedasen en la nave que todos estarían a salvo. Pablo habló al centurión una vez más y esta vez le escuchó. Por fin, en Capítulo 29 vemos que resultaron naufragados pero vivos por una isla llamada Malta.
Parece que Pablo fue desviado de la voluntad perfecta de Dios por la decisión mala del centurión. Pero Dios no abandonó a Pablo. Al contrario, parece que el Espíritu Santo “recalculó la ruta” como el GPS. Le dio influencia para poder predicar el Evangelio delante de las autoridades principales de la isla, abriendo nuevo territorio para el Reino de Dios. Al final de las cuentas, Pablo llegó a Roma y cumplió la voluntad de Dios.
Cuando otros hacen decisiones que nos afectan, tenemos que seguir sensibles a la Voz del Espíritu Santo y depender en Él.
- Tal vez tendremos que hacer unos cambios no previstos.
- Quizás el cuadro saldrá un poco diferente que lo que habíamos pensado.
- Posiblemente nos será costoso, y nos incomodará temporalmente.
- Pero Dios no nos abandona. Dios puede tomar una situación negativa y cambiarla a una positiva.
Si estamos dispuestos a mantener una buena actitud, oírle y obedecerle, Dios hasta nos puede dar mayor influencia, cosecha y bendición. Él asegurará que nosotros lleguemos a nuestro destino.
Si usted se encuentre en una situación difícil creada por una mala decisión, es mi oración que esto le anima a usted a buscar a Dios y recibir de Su gracia. ¡Dios no le ha abandonado!
Sea dispuesto a arrepentirse si Dios le pide hacerlo, y a cambiar su actitud y perspectiva.
Ejercite su fe para recibir las instrucciones y la sabiduría divina para implementar el plan redentor que Dios quiere realizar. El cuadro tal vez será diferente, pero el Señor le ayudará a llegar a su destino.
Por Cliff Bell, © 21 de diciembre, 2019, Todos los derechos reservados.
Para continuar leyendo de esta serie, Parte 3 – LAS TORMENTAS CREADAS POR EL DIABLO, oprime la siguiente foto…
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