Actitudes de semilla de mala hierba, y problemas de raíz que sabotean tu vida y ministerio.

¿Te encuentres en medio de un proceso de Dios?  Romanos 11:22 declara, «…toma en cuenta la bondad y la severidad de Dios.»

La bondad de Dios se manifiesta en que nos otorga de Sus dones y nos llama a servirle. ¡Qué privilegio!  Su severidad se revela en el proceso de prepararnos para que seamos dignos y competentes para ser comisionados a ese llamado.  Entre el llamado y el tiempo de comisión siempre hay una serie de procesos.

Este es un principio que se aplica a todo cristiano, especialmente a todo aquel que tiene un llamado al ministerio.  A pesar de tu llamado individual, todos tenemos más potencial que alcanzar en Dios y todos somos llamados a ser hechos conformes a la imagen de Cristo (Rom. 8:29).

No podemos ignorar que el diablo también está enterado de tu potencial y busca sabotearte. En la parábola del trigo y de la cizaña…  “mientras durmieron” un enemigo vino y sembró cizaña entre el trigo (Mateo 13).  Nadie se dio cuenta hasta que brotó y comenzó a crecer. Esa tierra tuvo que someterse a un proceso largo para eliminar la cizaña del campo.

De la misma forma, tienes un enemigo que busca abortar o limitar la eficacia de tu testimonio o ministerio, y espera los tiempos cuando estás dormido o distraído para sembrar semilla mala. La semilla mala, sin ser tratada y eliminada, se desarrolla en problemas de raíz, y produce toda clase de fruto malo que puede limitar severamente o hasta abortar a un ministerio por completo.

¿Cuáles son las actitudes de semilla mala? ¿Cómo sabemos si ya se convirtió en un problema de raíz? ¿Cuál es el remedio de Dios?  ¿Cómo podemos someternos al proceso de Dios, ser restaurado, y avanzar?

En esta serie vamos a investigar las vidas de diferentes personajes bíblicos para identificar los problemas de raíz y actitudes negativas que les impidieron en sus ministerios y cómo nosotros podemos evitar esas mismas trampas y permitir que Dios nos siga moldeando para hacernos conformes a la imagen de Cristo.

Le comparto una nueva serie de enseñanzas basadas en la primera parte del libro por el Dr. Bill Hamon, «Los Profetas, Peligros y Principios».

Aquí está el video de la primera parte de la serie:

 

Para ver la lista de la serie completa de 14 partes, sigue este link:

https://www.youtube.com/playlist?list=PLZSO6hYMnUYXRU-RzygiOu-4xo4meXVmr

 

 



Al Que Venciere

Algunos publican “profecías” en las redes sociales y que dicen cosas como: «¡Profetizo que tu rompimiento viene hoy! ¡Tu milagro ya está en camino! ¡Hoy es tu día de promociones, aumento de salario, y de ver el favor de Dios! ¡Escribe ‘AMEN’ y comparta si lo recibes!» ¿Las has visto?

Yo no publico tales cosas, pues la verdad es que la mayoría del tiempo esas publicaciones me molestan.  Permítame explicarte el por qué…

Mi problema con tales publicaciones es que son escritas como “profecías” a todo el mundo igualmente, y esa esa clase de profecía nunca es una palabra legitima de Dios para todos.  Para ser muy franco, Dios no está diciendo eso a todo el mundo… ni siquiera si todos fueran cristianos viviendo en fe y en obediencia, …pero mucho menos a los demás.

Teológicamente sabemos que Dios ama y quiere bendecir a todos Sus hijos (Juan 3:16; Deuteronomio 28:1-14).  Él es amor (1ª Juan 4:8), y rico en misericordia (Efesios 2:4). Esas son doctrinas bíblicas y yo las creo.  Sin embargo, tenemos que entender que LOS TRATOS DE DIOS CON SUS HIJOS SON INDIVIDUALIZADOS.  NO SE PUEDE DECLARAR NI APLICAR UNA PROFECÍA QUE PROCLAME PROSPERIDAD A TODO EL MUNDO IGUALMENTE.

Además, nuestra comodidad personal siempre toma segundo lugar al propósito de Dios para nosotros que es que seamos hechos conformes a la imagen de Cristo (Romanos 8:29).

Algunos cuantos cristianos están por entrar un tiempo de bendición y cosecha, mientras que otros hijos de Dios están por entrar en un tiempo de prueba.  Proféticamente, estamos en los tiempos de los dolores de parto antes de la venida de Cristo, y habrá más tiempos de crisis (Mateo 24).

En los tiempos de crisis nuestra definición de “prosperidad” suele cambiar de “ser un millonario” a “tener lo que necesito (comida y techo) para hoy y algo más que compartir con los que están en necesidad.”  Cristo nos ha declarado y garantizado que vamos a pasar por tiempos de prueba. (Juan 16:33).

Con la siguiente Escritura voy a poner en letra mayúscula algunas palabras claves:

«Esto les causa gran regocijo, aun cuando les sea NECESARIO soportar por algún tiempo diversas pruebas y aflicciones; pero CUANDO LA FE DE USTEDES SEA PUESTA A PRUEBA, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!» (1ª Pedro 1:6-7)

La Escritura no dice “por si acaso” sino “cuando” la fe sea puesta a prueba. Y tampoco indica que cuando pasemos por una prueba que es por una falta de fe.  Al contrario, es para que nuestra fe sea probada por fuego, como el oro, para que sea aún más preciosa.  El oro es refinado por el fuego, y al terminar tiene más valor por ser más puro, y eso es de agrado a Dios.  La fe no probada no tiene valor.

No debamos temer las pruebas, ni tener mentalidad de víctima.  Al contrario, el Apóstol Santiago nos amonesta, «Hermanos míos, TENGAN POR SUMO GOZO cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Pero que la paciencia tenga su obra completa para que sean completos y cabales, no quedando atrás en nada.» Santiago 1:2-4

Las pruebas son parte del proceso necesario para ser hechos conforme a la imagen de Cristo (Romanos 8:29), cual es la meta principal de Dios para cada uno de nosotros.

También hay otros cristianos están al punto de ser disciplinados por el Mismo Dios amoroso por cuanto ellos no han guardado pacto.  Aun entre los que son seguidores de Cristo y a quienes Dios quiere bendecir, no todos se han posicionado para recibir el favor de Dios.

El Apóstol Juan nos compartió estas palabras de Jesús:

«Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción…»  (Juan 16:33)

Gracias a Dios, Él tiene paz por nosotros a pesar de la circunstancia.  El versículo continúa, «pero confíen, yo he vencido al mundo.»

Dios siempre es fiel para darnos una palabra de esperanza aun en medio de una amonestación. Dios quiere que tengamos paz y gozo en medio de dificultades porque confiamos en Él sabiendo que Él cuidará de nosotros.  La crisis nos da una oportunidad para ver la Mano poderosa de Dios a nuestro favor.

En Apocalipsis 2:10 Cristo escribió a la Iglesia de Esmirna: «No tengas miedo de lo que vas a sufrir, pues el diablo pondrá a prueba a algunos de ustedes…»  Yo creo que esta palabra se aplica a nosotros ahora.

Si Dios ahora solo da profecías de bendición a todo el mundo, Él tuviera que pedir perdón a los miles de cristianos que acaban de ser asesinados en Iraq, Irán, Afganistán, Nigeria y en muchas otras partes simplemente porque fueron obedientes y siervos fieles de Dios.

Yo entiendo que hay una diferencia entre persecución y las pruebas.  No todos seremos perseguidos como los creyentes actuales en esas naciones que mencioné, pero todos pasaremos por las pruebas de Dios.

Hay pocos profetas que profetizan, «aférrate a la esperanza que tienes en Cristo porque estás entrando un tiempo de prueba.»  No me agrada profetizar esa clase de palabra, pero hay tiempos que lo he tenido que hacer.  Normalmente cuando Dios nos da esa clase de palabra se continúa diciendo algo como, «Te digo esto de antemano para que no estés sorprendido cuando venga la tormenta.  Pero si confíes en Mi, Yo te libraré.»

Dios no desea que vivamos en temor sino en fe.  Así que una profecía verdadera de Dios nos debe aumentará la fe, aunque nos advierte de un tiempo venidero de dificultad.

El Salmo 34:19 declara: «El justo pasa por muchas aflicciones, pero el Señor lo libra de todas ellas.»

Yo creo que algunos que piensan que están profetizando, y que declaran bendición y prosperidad a todo el mundo, están hablando de su convicción doctrinal, y por sus deseos personales para la gente en vez de una verdadera inspiración (rhema) de Dios.  No debamos profetizar de nuestra convicción doctrinal sino de inspiración del Espíritu Santo. Tristemente, otros declaran lo que la gente quiere oír para aumentar su número de seguidores.

Las profecías personales son para una persona o un grupo específico de personas en un momento específico.  Además, debamos recordar que las profecías personales son siempre condicionales, aunque las condiciones no estén especificadas dentro de la profecía.  Voy a estar hablando más acerca de esto en mi transmisión en vivo el 9 de julio, 2022.

Sería prudente incluir con las profecías de bendición alguna aclaración indicando que hay condiciones (la fe y la obediencia), y no declarar esa clase de profecía de manera general para todo el mundo.  Sería aún más prudente

No escribo esto para condenarle a nadie.   Ni estoy diciendo que todos son “falsos”, pues la palabra “falso” implica un deseo de engañar (aunque hay algunos de esos también).   Estoy diciendo que a veces es difícil distinguir entre una convicción fuerte personal y una palabra “rhema” actual de Dios, especialmente cuando estamos entretejidos emocionalmente con una persona o situación.  Debamos usar prudencia en cuanto a lo que atribuimos como palabra de Dios, especialmente si la publicamos en nombre de una «profecía de Dios» en las redes sociales.  Esa es una razón que necesitamos más tiempos de entrenamiento.

Hay cristianos sintiendo condenados porque no están viviendo vidas de comodidad, lujo y de prosperidad a cada rato por causa de esas palabras presuntuosas.  Tenemos que recordar que según 2ª Corintios 3:18, Dios nos lleva «de gloria EN gloria».

«Por tanto, todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.» 2 Corintios 3:18

Esa palabra “en” (entre un tiempo de gloria y otra­) indica que entre los tiempos de gloria habrá algo diferente a gloria.  Es mi experiencia que esa pequeña palabrita «en» pueda durar meses o hasta años.

Si te encuentras en esa posición, sea libre ahora mismo de toda condenación y duda.  Confía en el amor de Dios y reciba Su paz.  Puedes confiar que tu Padre Fiel no te dejará ni te desamparará.  Él que venció al mundo está contigo.

El Apóstol Pablo frecuentemente también sufrió tiempos difíciles, pero aprendemos de él cómo mantener una actitud de gratitud y de fe, pues él escribió: «…el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.»  2ª Corintios 2:14

Dios es fiel para ayudar TODAS las circunstancias para nuestro bien si amamos a Dios y si somos llamados conforme a Su propósito (Romanos 8:28).

Cristo siguió en Su carta a la Iglesia de Esmirna, «SÉ FIEL hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. EL QUE VENCIERE, no sufrirá daño de la segunda muerte.» (Apocalipsis 2:11)

En cada una de las cartas que Cristo envió a las siete iglesias (Apocalipsis 2 y 3), incluyó promesas para “al que venciere”.  Dios no hubiera dado tantas promesas a “al que venciere” si no tuviéramos que vencer algo.  Lo bueno es que Dios nos ha diseñado a ser “más que vencedores” si continuamos fiel a Su Palabra.

«¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligros, o espada? Como está escrito: Por tu causa somos muertos todo el tiempo; fuimos estimados como ovejas para el matadero.  Más bien, EN TODAS ESTAS COSAS SOMOS MÁS QUE VENCEDORES por medio de aquel que nos amó.» Romanos 8:35-37

No sé lo que estás pasando.  Pero quiero animarte que Dios sigue siendo fiel, sigue siendo amoroso, el Todopoderoso, el Fiel y Verdadero, el Libertador, Salvador, Sanador, y Él que levanta tu cabeza.  Tu Padre Celestial sigue presente contigo en medio de las tribulaciones, y nunca te abandonará.  Si sigues posicionado(a) en fe y en obediencia, te llevará a victoria, serás vencedor y más que vencedor, y el Nombre de Jesucristo será glorificado por medio de tu vida.

«Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.» Apocalipsis 12:11

 

Oración:

Padre Santo, Te doy gracias por el privilegio de ser llamado “hijo de Dios”, por Tu gran amor, Tu sublime gracia, Tu grande misericordia, Tu poder infinito, Tu provisión abundante, protección, y por Tu cuidado de mí. 

Gracias por darme la vida eterna, perdón de pecados, y la redención por medio de Jesucristo, mi Señor y Salvador.  Gracias que me amas lo suficiente para impulsarme a cumplir mi potencial y propósito eterno permitiendo el fuego purificador y las pruebas que obran el fruto del Espíritu en mi vida. 

Gracias porque en medio de cualquier prueba, nunca me dejas, sino que me sostienes, me infundes aliento, me fortaleces y me guíes por Tu Espíritu Santo. 

Declaro en voz alta que yo confío en Ti. Rindo mi voluntad a Tu Voluntad y propósito divinos.  Reconozco que esta vida es temporal, y yo valoro y elijo las riquezas eternas.  Me aferro a Tu Palabra, a Tus promesas, y declaro que nada me separará del amor de Cristo. Echo toda mi ansiedad sobre Ti, porque tienes cuidad de mí.  

Perfeccione Tu buena voluntad en mi vida, y me dedico a seguir dependiendo en Tu gracia para ser llamado entre los que han vencido.  En el Nombre de Jesucristo, amén. 

 

Por Cliff Bell, 2 de julio, 2022

 

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Gracias por su comprensión.



Discerniendo la Voluntad de Dios en tus decisiones.

El hacer decisiones difíciles es parte de la vida, especialmente si eres un líder.  Con más responsabilidad vienen más decisiones que afectan a más gente.  Como cristianos, queremos estar seguros de que estamos permaneciendo en la voluntad de Dios.

Hay decisiones por las cuales la decisión mejor es muy obvia cuando aplicamos los principios bíblicos y el sentido común. Pero hay momentos cuando las opciones no están claras, y no queremos quedarnos paralizados por el temor de hacer la decisión equivocada. Muchos agonizan al tomar decisiones y carecen de confianza en la dirección de Dios en sus vidas.

Sería genial si Dios cada vez nos diera una señal sobrenatural y contundentemente, que las puertas equivocadas desaparecieran, que el ángel Gabriel apareciera, vestido de ropas resplandecientes y nos tomara por la mano y nos indicara la puerta correcta.  Pero ¿cuántas veces les aconteció así por los apóstoles del Nuevo Testamento?  No voy a limitar a Dios, pero esa clase de intervención es la excepción y no la regla.

Igualmente, Dios tampoco nos envía un profeta con una respuesta cada vez que queremos.

Dios se deleita en hablarnos directamente. Dios es amor y el amor se comunica. Sus ovejas oyen Su Voz.  Si eres hijo(a) de Dios, puedes tener confianza en Su amor y dirección, pero tenemos que prestar atención y esperar Su respuesta con confianza.

  • ¿Cuál es un proceso de discernir la voluntad de Dios para nuestras decisiones?
  • ¿Cómo buscamos a Dios?
  • ¿Cuáles preguntas podemos hacer?
  • ¿Cómo nos responde el Señor?

El video anexado cubre estas preguntas y mucho más.  Sé que le será un tiempo poderoso de equipamiento que te infundirá mayor confianza para las decisiones que están por delante.

El Reino de Dios por medio de ti: Sal, Luz y Levadura

Cristo habló mucho acerca de la influencia, el efecto, la diferencia que el cristiano debe de tener en el mundo.  Nos declaró que somos la sal de la tierra y la luz del mundo.

«Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.»  Mateo 5:13 -16

Las cualidades de la sal y de la luz son cualidades del Reino de Dios que deben estar evidentes y funcionales por medio del cristiano. 

Luego, Cristo habló acerca de la levadura.  Normalmente, la levadura fue usada como una ilustración de algo negativo, pero aquí, Cristo comparó Su Reino con la levadura que fue mezclada en una masa.

«Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.» 

Mateo 13:33

En esta enseñanza, «El Reino de Dios por medio de ti: Sal, Luz y Levadura», comparto de las cualidades de estos tres elementos, y cómo deben de estar manifestando a través de nuestras vidas en el Marketplace y por dondequiera que vayamos. 

¡Vas a querer escuchar esto y aplicar las verdades a tu vida!

Navegando las tormentas de la vida. Parte 2/3

PARTE 2 – LAS TORMENTAS CREADAS POR DECISIONES MALAS

Cada clase de tormenta requiere una respuesta diferente. En el artículo anterior investigamos las tormentas que Dios nos envía. En este artículo veremos lo de las tormentas causadas por las decisiones malas, sean las nuestras o las hechas por otros.

Un versículo clave es:

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”  Gálatas 6:7

Nuestras decisiones y acciones siempre tienen consecuencias, para el bien o para el mal. Y no apenas afectan a nosotros, sino también a otros.

El Rey David no pensó en las consecuencias cuando pecó con Betsabé (2ª Samuel 11).  Aunque Dios le tuvo misericordia y le perdonó, hubo consecuencias difíciles que cambiaron el cuadro de su vida, familia y su legado por siempre (2ª Samuel 12:13-14).

Los que rompen los mandamientos de Dios tendrán que vivir con las consecuencias de rechazar el amor de Dios. Es el amor de Dios que nos dio Sus mandamientos. 1ª Juan 5:3 dice: “Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.”

A mí me gusta mucho esa última frase, porque Sus mandamientos son diseñados para que vivamos nuestra mejor vida, no para negarnos nada.

Todos hemos hecho malas decisiones en algún momento, decisiones que nos costaban mucho: una relación, dinero, tiempo, o más.

He aprendido la manera difícil que nunca es una buena idea hacer una decisión de vida en medio de la desesperación. No es sabio hacer esa clase de decisión mientras que estamos presionados por otros o por las emociones. Es mejor esperar para tomarse el tiempo con calma para contemplar bien las opciones y buscar al Señor y Su Voluntad.

Dios siempre está presente, y nos quiere guiar por Su Espíritu Santo (Romanos 8:14). En Salmo 32:8 Dios nos dice: Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.”

Pero después de haber hecho una decisión y acción equivocada, y nos da cuenta de que nos habíamos equivocado, ¿ahora qué?

Cuando hemos hecho una decisión mala, Dios no nos abandona. Como con David, nuestro futuro será diferente que si nunca habíamos hecho esa decisión. Pero Dios no nos deja sin esperanza. Siempre hay esperanza.

Al darnos cuenta de un error, es tiempo de humillarnos delante del Señor, buscar Su Rostro, confesar nuestro error, y pedir de Su misericordia. Si hagamos eso, el Espíritu Santo “recalcula la ruta” como un sistema de GPS, y nos ayudará a encontrar el camino para llegar al destino.

Lamentaciones 3:22-25 dice:

22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.  23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.  24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. 25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.

Cuando identificamos un destino con el GPS del carro (o usando su teléfono) el GPS escoge la ruta mejor. Al comenzar el viaje, si te desvíes de la ruta, de inmediato el sistema lo detecta y le avisa. Te trata de convencer cambiar tu dirección (arrepentimiento) para volver a la ruta preferida.

El GPS no toma control del volante y no nos fuerza llegar a nuestro destino. Podemos resistir y hasta apagar al GPS y terminar en un destino diferente si lo deseamos. Pero si no lo apaguemos, el GPS seguirá hablándonos, guiándonos, y recalculará la ruta hasta que volvamos al camino y lleguemos a nuestro destino. Así es con el Espíritu Santo.

Busque a Dios con sinceridad. Sea sensible a la Voz del Espíritu Santo. Él le ayudará, le dará de Su misericordia para guiarle al destino que tiene para su vida.

UN EJEMPLO BIBLICO: JOSUÉ Y GABAÓN

En Josué Capítulo 9 vemos que los gabaonitas tenían miedo de Israel. Dios había mandado a Israel a aniquilar a los gabaonitas, a no tener misericordia de ellos ni hacer alianza con ellos.

Los gabaonitas enviaron una delegación especial para engañar a Josué a hacer una alianza con ellos. Se disfrazaron y fingieron que venían de una tierra lejana.

Josué debía de haber consultado a Jehová, pero no lo hizo. Josué confió en su propia sabiduría e hizo alianza con ellos.

Tres días después, Josué se dio cuenta de su decisión equivocada. ¡Había desobedecido a Dios con algo tan serio que afectaba a la nación entera! El problema es que Josué no pudo romper la alianza que él y los líderes habían jurado.

Cuando nos arrepentimos y pidamos misericordia de Dios, Él es fiel para traer un plan redentor. El cuadro será diferente. Todavía hay consecuencias. Pero Dios no nos abandona.

Josué se arrepintió, y Dios le dio un plan redentor. Los gabaonitas fueron permitidos a vivir, pero volvieron esclavos de los judíos y los que llevaban agua y leña para la casa del Señor.

Cuando nos arrepentimos y pidamos misericordia de Dios, Él es fiel para traer un plan redentor. Ahora bien, las acciones no fueron borradas. El cuadro será diferente. Israel estaba ligado a los gabaonitas por siempre. Pero Dios no les abandonó. Todavía entraron a la tierra prometida. Así también con nosotros. El cuadro saldrá diferente, pero Dios nos ayudará a llegar a nuestro destino.

En Capítulo 10, los gabaonitas fueron atacados por cinco reyes (y sus ejércitos combinados) que se juntaron en contra de ellos. Israel tuvo que ir a defenderles y guardar el pacto que había hecho con ellos. Por cuanto se habían arrepentido, Dios les ayudó en la batalla. De hecho, ¡Dios hizo algunos de los milagros más grandes registrados en la Biblia durante esa batalla y literalmente peleó por ellos!

Cuando nos arrepentimos de verdad y clamamos por Su misericordia, Dios no solamente nos ayudará, ¡Él peleará por nosotros!

CUANDO SOMOS AFECTADOS POR LAS DECISIONES MALAS DE OTROS…

Las decisiones malas de David afectaron a él mismo, pero también a muchos más.

  • Betsabé perdió a su esposo Urías y a su hijo.
  • Urías perdió su vida por orden de David.
  • El hijo que nació también perdió su vida.
  • Los padres y familia de Urías perdieron a su hijo / hermano.
  • 2ª Samuel 12:14 dice que las acciones de David hicieron blasfemar a los enemigos de Jehová.

UN EJEMPLO PERSONAL

Mi familia fue cambiada por siempre cuando mi cuñado, en un momento de alta emoción, hizo una decisión que cambió muchas vidas por siempre. Cometió un delito grave y resultó aprisionado. Gracias a Dios, en tiempo, él dio su vida a Cristo dentro de la prisión donde sigue hoy. Pero sus dos hijos que no nos conocían vinieron a vivir con nosotros por varios años. La realidad es que nos costó mucho. Tuvimos que hacer muchos cambios y ajustar a nuestras vidas en maneras radicales.

En vez de resentir lo que sucedió, lo aceptamos como una tarea de Dios para nuestra familia. Doy gracias a Dios que ahora ellos conocen a Cristo y tienen una oportunidad para una vida mejor. Fue un proceso en el cual todos crecimos mucho, pero ahora los contamos como hijos y una parte integral de nuestra familia. Por cuanto buscamos al Señor y dependimos en Él, nos ayudó para cambiar algo negativo en algo positivo.

LA TORMENTA QUE PABLO SUFRIÓ POR LA DECISIÓN DE OTRO.

En Hechos 27, el Apóstol Pablo estaba preso y bajo el cargo de un centurión llamado Julio que lo estaba llevando a Roma por barco. Su vida y su ministerio futuro estaba sujeto a las decisiones del centurión.

Dios le avisó proféticamente a Pablo que hubo una tormenta en el camino y sería mejor esperar. Cuando Pablo lo explicó al centurión, no le hizo caso.

Iniciaron el viaje, y llegó la tormenta tal como Dios había predicho. La tormenta les desvió lejos de la ruta y arriesgó las vidas de todos los que estaban a bordo.

Obviamente no era la voluntad de Dios que sufrieran esa tormenta y que corrieran ese peligro. La decisión mala del centurión afectó a todos.

Pablo clamó a Dios, y Dios le dio otra palabra profética que si todos quedasen en la nave que todos estarían a salvo. Pablo habló al centurión una vez más y esta vez le escuchó. Por fin, en Capítulo 29 vemos que resultaron naufragados pero vivos por una isla llamada Malta.

Parece que Pablo fue desviado de la voluntad perfecta de Dios por la decisión mala del centurión. Pero Dios no abandonó a Pablo. Al contrario, parece que el Espíritu Santo “recalculó la ruta” como el GPS. Le dio influencia para poder predicar el Evangelio delante de las autoridades principales de la isla, abriendo nuevo territorio para el Reino de Dios. Al final de las cuentas, Pablo llegó a Roma y cumplió la voluntad de Dios.

Cuando otros hacen decisiones que nos afectan, tenemos que seguir sensibles a la Voz del Espíritu Santo y depender en Él.

  • Tal vez tendremos que hacer unos cambios no previstos.
  • Quizás el cuadro saldrá un poco diferente que lo que habíamos pensado.
  • Posiblemente nos será costoso, y nos incomodará temporalmente.
  • Pero Dios no nos abandona. Dios puede tomar una situación negativa y cambiarla a una positiva.

Si estamos dispuestos a mantener una buena actitud, oírle y obedecerle, Dios hasta nos puede dar mayor influencia, cosecha y bendición. Él asegurará que nosotros lleguemos a nuestro destino.

Si usted se encuentre en una situación difícil creada por una mala decisión, es mi oración que esto le anima a usted a buscar a Dios y recibir de Su gracia. ¡Dios no le ha abandonado!

Sea dispuesto a arrepentirse si Dios le pide hacerlo, y a cambiar su actitud y perspectiva.

Ejercite su fe para recibir las instrucciones y la sabiduría divina para implementar el plan redentor que Dios quiere realizar. El cuadro tal vez será diferente, pero el Señor le ayudará a llegar a su destino.

Por Cliff Bell, © 21 de diciembre, 2019, Todos los derechos reservados.

Para continuar leyendo de esta serie, Parte 3 – LAS TORMENTAS CREADAS POR EL DIABLO, oprime la siguiente foto…

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Para leer la primera parte de esta enseñanza, oprime la siguiente foto.

REPRESENTANDO BIEN A CRISTO

Milagros y manifestaciones sobrenaturales no significan que Dios aprueba de las acciones, método o carácter del ministro.  Dios frecuentemente permite milagros por amor al pueblo a pesar de un líder que Le está mal representando.

En Números 20, el pueblo de Israel estaba en el desierto y tenía sed y comenzó a murmurar.   Moisés y su hermano Aarón se presentaron delante del Señor.  En versículo 8 Dios le instruyó específicamente a Moisés que HABLASE a la peña para que agua brotara.

Pero Moisés estaba enfadado con la murmuración de la gente.  Se los habló fuertemente y con rabia los llamó “rebeldes”.

Luego, en vez de hablar a la peña, tomó su vara y la GOLPEÓ

– dos veces. 

El agua fluyó.  Era un milagro. 

El pueblo y todos sus animales pudieron saciarse del agua.   Pareció que fue todo un éxito. 

Pero Dios no estaba contento con Moisés y Aarón. 

Números 20:12 dice: 

“Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.”

La Nueva Traducción Viviente lo dice de esta manera:

“«¡Puesto que no confiaron lo suficiente en mí para demostrar mi santidad a los israelitas, ustedes no los llevarán a la tierra que les doy!».”

Dios permitió el milagro por Su misericordia para con el pueblo.  Pero Moisés no había representado bien a Dios, ni Le había honrado como Santo delante de ellos.

Moisés había desobedecido instrucciones específicas.  Sus acciones híper-dramáticos en combinación con su ira y palabras fuertes hacia el pueblo no representó correctamente al Rey de Gloria.   Le costó su entrada a la Tierra Prometida. 

Hay ministros que parecen tener éxito porque los milagros fluyen.  Tienen el reconocimiento del hombre y los aplausos.   Pero, al final de las cuentas, si no representaron bien a Dios, ¿qué les costará?

Milagros no son suficiente prueba de que Dios está feliz con el ministro o que haya aprobado su método, ni mucho menos de una actitud negativa de su corazón. 

Cuando Cristo fue traicionado por Judas en Getsemaní, (Juan 18:10-11), Simón Pedro no representó a Cristo al herir a Malco con su espada cortándole la oreja derecha.  Cristo le tuvo que reprender e instruir a poner su espada en su vaina, y sanó a Malco.   Gracias a Dios que Pedro aprendió de su experiencia y volvió uno de los líderes más importantes de la Iglesia Primitiva.

¿Cuántas veces ministros se ofenden por alguna ofensa percibida de parte del pueblo y se les “corta las orejas” con sus palabras fuertes?  En muchos casos las personas que les han frustrado ni están presentes, pero toda la congregación recibe los golpes.  ¿Cuántos ministros hacen esto para hacerse sentir más grandes, y se auto justifican por los milagros que Dios permite por Su misericordia al pueblo?

Jonás no representó bien a Dios en Nínive. Ni quiso ir porque tenía un disgusto fuerte para esa ciudad que era la capital de la nación que había devastado a su tierra por años.

Jonás no pudo superar a sus sentimientos negativos hacia los habitantes de Nínive.  No pudo comprender por qué Dios les tuviera misericordia y detuviera el juicio que había proclamado cuando Nínive se arrepintió. Jonás estaba más preocupado acerca de su comodidad personal cuando se murió la planta que le daba sombra.

Después de una sola tarea en la cual no representó bien a Jehová, nunca más escuchamos de Jonás.  Su ministerio fue de corta duración. ¿Cuántos ministerios hoy son de corta duración porque no representan bien a Dios?     

Ministros también somos vasos de barro. Es cierto.  Y Dios en Su misericordia nos ha dado una responsabilidad muy grande y temible.  

No fuimos escogidos por nuestro talento, por nuestra sabiduría, ni buen comportamiento.  Es por la gracia de Dios.

Cuando nos creemos muy importantes y ungidos, debamos meditar nuevamente en esta Escritura:

“26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.” 1ª Corintios 1:26-29

La unción no pertenece a nosotros para lanzar según nuestros caprichos, ni para impresionar a los demás con nuestro ministerio.  La unción pertenece a Dios para cumplir Su propósito, y es una responsabilidad temible. 

Tenemos que aprender a morir a nosotros mismos, obedecerle a Dios, y permitir que Cristo sea visto y escuchado por medio de nosotros. 

No podemos permitir que nuestras emociones nos dominen, ni que nuestro estilo robe la gloria que pertenece a Dios. 

Cuando permitamos ser dominados por la frustración, la ira, el orgullo u otro aspecto de nuestra carne  en nuestras vidas, el resultado es que mal representamos el Corazón del Padre a otros  … dejamos de mostrar la Santidad de Jehová a los demás, y arriesgamos nuestro proprio destino profético.

Sea usted un pastor o no, todos representamos Cristo a alguien.  Le invito a orar lo siguiente conmigo. 

Padre Santo, vengo a Ti en el Nombre poderoso de Jesucristo.  Sólo Tú eres Dios, el Gran Yo Soy.  Sólo Tú mereces recibir toda la gloria y honra.

Gracias por haberme amado, salvado, justificado, y llenado con Tu Santo Espíritu (1ª Corintios 6:11).  Gracias por haberme llamado y dado el gran privilegio de ser primeramente Tu hijo (1ª Juan 3:1), y también la responsabilidad uno de Tus representantes aquí en la tierra. Quiero andar como es digno de la vocación con que me llamaste (Efesios 4:1).

Te pido perdón por las veces que yo me engrandecí en mis propios ojos, cuando tenía un concepto más alto de mi mismo que lo que debía de tener, cuando traté a los otros como si fueran menores que yo.

Te pido perdón por las veces que no Te he representado bien, y no he mostrado Tu Santidad a otros.  Te pido perdón por  las veces que he perdido la paciencia, que me he frustrado con los otros – los que Tú amas más que a Tu Propia Vida.  Te pido perdón por las veces que me he permitido engrandecer al grado que llamé la atención a mí mismo en vez de a Ti.

Gracias por Tus misericordias que se renuevan cada día (Lamentaciones 3:22-23), y por el perdón que me ofreces (1ª Juan 1:9).  Lo recibo ahora mismo por la fe. Y por cuanto he recibido misericordia, puedo ser misericordioso.  Por cuando he recibido de tu amor, puedo amar a otros. Por cuanto has sido paciente conmigo, puedo ser paciente con los demás.  Hoy ejercito mi fe para que Tu amor sea derramado en mi corazón por el Espíritu Santo que me fue dado (Romanos 5:5).

Señor Jesús, Tú eres el Buen Pastor, la Iglesia es Tuya y no mía.  Necesito representarte bien.  Por lo tanto me someto a Ti, y por el poder de Tu gracia mostraré Tu amor y benignidad, hablaré la verdad en amor (Efesios 4:15) para ser un mejor representante Tuyo desde ahora en adelante.  Me dedico a exhibir el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-24), tratando a otros con respeto y con dignidad sabiendo que es Tu benignidad que nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:4).

Glorifica Tu Nombre a través de mi vida y en Tu Iglesia. Tuyo es el Reino, el poder y la gloria por siempre.  Amén.

Por Cliff Bell, © 24 de agosto, 2019, Todos los derechos reservados.

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Diferencias entre los Profetas del Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto

Al oír de un profeta ¿qué visualizas? ¿Acaso surge una imagen de alguien de cabello largo y una barba larga, vestido de piel de camello, que come langostas y que está pronunciando juicio sobre los pecadores?

¿Alguien similar en estilo a Elías, Jonás o Juan el Bautista?

Hay mucho que podemos aprender de las vidas y ministerios de los profetas del Antiguo Testamento, pero no debamos usarles como un modelo en todo. Dios quiere que seamos actualizados al Nuevo Testamento. El modelo del profeta del Nuevo Pacto es Jesucristo Mismo.

El ministerio del profeta es la única de las cinco vocaciones ministeriales (Efesios 4:1,11) que se encuentra en ambos Testamentos en la Biblia.

Cuando Cristo inició Su Iglesia y nos cambió del Antiguo al Nuevo Testamento, dio continuidad al ministerio del profeta, pero los hizo como una parte de un equipo (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros nombrados en Efesios 4:11-16).

Cada una de estas cinco vocaciones ministeriales representa una quinta parte del ministerio de Cristo Mismo a Su iglesia, y son dadas para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para edificar a la Iglesia, cada una con su unción y función particular.

La función del profeta (lo que hace) no ha cambiado entre el Antiguo y el Nuevo Pacto. No obstante, aunque la función no ha cambiado, la apertura del Nuevo Testamento y la época de gracia (en vez de la Ley) demandan un cambio en el enfoque y el mensaje proclamado por los profetas.

Hay algunas personas que luchan con el concepto de profetas modernos por cuanto creen que una función de un profeta es producir más Escrituras. Ese es un concepto erróneo.  Dios usó a muy pocos de los profetas para producir lo que es ahora Sagrada Escritura.

La Biblia hace mención de cientos de profetas, algunos por nombre, pero la gran mayoría no fueron nombrados. 1ª Reyes 18:4 revela que hubo una matanza de profetas por Jezabel (no sabemos cuántos ella logró matar), y que hubo 100 profetas más escondidos en cuevas por Abdías. De los cientos, tal vez miles de profetas que vivieron durante el Antiguo Testamento, menos de a 30, produjeron escritos que están incluidos en la Santa Biblia.

Gracias a Dios, las Escrituras ahora están completas. Nadie hoy puede agregar a las Santas Escrituras. Toda profecía declarada hoy está sujeta a la Biblia ya escrita.

Aquí quiero destacar las diferencias más notables entre el ministerio del profeta del Antiguo Pacto y el del Nuevo Pacto.

DIFERENCIA #1
LOS PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO MINISTRABAN BAJO LA LEY; LOS DE HOY MINISTRAN BAJO LA GRACIA.

Bajo la Ley, la pena de muchos pecados era la muerte, y los culpables fueron apedreados: los blasfemos, idólatras, los que incitaban otros a la idolatría, los fornicaros y adúlteros, y hasta los hijos rebeldes y borrachos. (Deuteronomio 13, 17, 21, 22; Levítico 24). Hubo muchas reglas estrictas que tuvieron que guardar.

CONSIDERANDO LA SEVERIDAD DE LA LEY, NO ES, ENTONCES, UNA MARAVILLA QUE LAS PROFECÍAS DE LOS PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO SE ENFOCARON MUCHO EN EL PECADO Y EL JUICIO.

En el Antiguo Pacto tuvieron que hacer sacrificios continuos de animales para “pagar el enganche” para el pecado hasta que el precio entero pudo ser pagado. …algo que solo la Sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios, pudo pagar el precio en su totalidad (Hebreos 10:11-14).

EN CONTRASTE, LOS PROFETAS DEL NUEVO TESTAMENTO MINISTRAMOS EN LA ÉPOCA DE LA GRACIA. El precio del pecado, de TODO pecado, fue puesto sobre Cristo en la Cruz del Calvario.

Toda la ira de Dios fue derramada sobre Cristo para que nosotros pudiésemos recibir misericordia y gracia. Dios nos ha dado el “ministerio de la reconciliación” (2ª Corintios 5:18). Dios nos ofrece perdón y vida eterna por medio de la obra completa de Cristo.

POR LO TANTO, LOS PROFETAS HOY EN DÍA NO DEBEN ESTAR TAN ENFOCADOS EN PECADO Y JUICIO, SINO EN RESTAURACIÓN, RECONCILIACIÓN (2ª Corintios 5:18), y en EDIFICAR A LA IGLESIA (1ª Corintios 14:3, 12) en EQUIPAR A LOS SANTOS para la obra del ministerio (Efesios 4:11-16) Y PREPARAR CAMINO para la venida del Señor (Lucas 1:17 y 3:4). Debamos proclamar el mensaje de restauración y declarar cuál es el corazón de Dios por ellos.

Poca profecía es para PREDECIR. La mayoría es para PROCLAMAR cual es la voluntad, la mente y el corazón de Dios. Las profecías que ministramos deben de edificar y de ministrar vida (Juan 6:63). Aunque podemos aprender mucho de las vidas de los profetas del Antiguo Testamento, nuestro ejemplo principal que seguir no debe de ser Elías, ni Ezequiel ni Jeremías, sino Jesucristo Mismo, el Profeta (Hechos 3:22-23).

DIFERENCIA #2
EN EL NUEVO PACTO, EL ESPÍRITU SANTO YA DESCENDIÓ Y AHORA HABITA EL CORAZON DEL CREYENTE

Durante el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo moraba entre los querubines que estaban en el propiciatorio del arca del pacto (Éxodo 25), detrás del velo del Tabernáculo o del Templo.

El Espíritu Santo descendía sobre los profetas mientras profetizaban, pero no moraba en ellos. Una y otra vez leemos que “el Espíritu de Jehová vino sobre él…” y la persona hizo cierta cosa. Ejemplo: El Espíritu del Señor vino sobre Jahaziel, y profetizó en 2ª Crónicas 20:14-20. Pero no leamos que el Espíritu Santo “moraba en” alguien como es cierto para los creyentes del Nuevo Testamento.

Cuando Cristo exclamó, “acabado es” y rindió Su Vida, el precio del pecado fue pagado en completo, y el velo que separaba al hombre de Dios fue roto (Mateo 27:51).

Dios ya no habita en templos hechos por las manos de hombres (Hechos 7:44-50), sino que ahora habita en los corazones de aquellos que han creído en Su Nombre (1ª Corintios 3:16-17; Romanos 8:9-11).

Ya no tenemos que esperar que “descienda la unción del Espíritu Santo” sobre nosotros. ¡El Espíritu Santo ya descendió! El Espíritu Santo ha sido derramado desde el Día de Pentecostés, y no se ha ido.

El Espíritu Santo ahora está dispuesto a manifestarse por medio de cualquiera persona que se disponga por la fe.

Los que somos hijos de Dios somos templo del Espíritu Santo Quien habita en nosotros (1ª Corintios 3:16). Ahora debamos buscar Su Rostro y avivar el fuego del don de Dios que ya está en nosotros (2ª Timoteo 1:6).

¿Estás actualizado al Nuevo Testamento? ¡Espero que sí!

DIFERENCIA #3
LA MOTIVACIÓN DEL AMOR EN LA MINISTRACIÓN
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Actualmente, no es tanto un cambio completo.  Dios siempre ha sido amor (1ª Juan 4:8) tanto como verdad y justicia. 

Pero en el Nuevo Pacto, Cristo puso un énfasis mayor sobre la condición del corazón del ministro.  De hecho, el Apóstol Pablo declaró que sin la motivación del amor, un ministerio con milagros y buenas obras no tiene ningún valor con Dios.

En el Nuevo Pacto hemos sido dados el ministerio de la reconciliación. Algunos preguntan ¿entonces no debe el profeta del Nuevo Pacto confrontar al pecado? ¿No debamos llamar las personas al arrepentimiento? Pues sin arrepentimiento no puede haber reconciliación con Dios.

Por supuesto, la profecía puede llamarnos al arrepentimiento. Hay tiempos en los cuales Dios pide a un PROFETA MADURO (estas cosas no se deja a un neófito) a confrontarle a alguien con el fin de restaurarle en amor.

No obstante, la MANERA en la cual lo hacemos no debe de ser una que humilla a las personas, especialmente si estamos ministrando públicamente.

En el Nuevo Pacto, Dios puso un énfasis fuerte y primordial sobre nuestras MOTIVACIONES como ministros. Nos hizo saber que hablando la verdad no era suficiente, no es el mensaje completo.

Las motivaciones del corazón penetran el mensaje que entregamos. Si no somos motivados por el amor, no podemos representar correctamente la Persona de Dios hacia las personas a las cuales estamos ministrando.

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.” 1ª Corintios 13:1-3

Dios es un Dios de verdad y de amor al mismo tiempo.  Tenemos que ministrar de una manera que los impulsa correr hacia Dios, no que se escondan de Él. Debe de ser la verdad EN AMOR. Efesios 4:15 dice:

“Más bien, AL HABLAR LA VERDAD EN AMOR, creceremos en todos los aspectos en Aquél que es la cabeza, es decir, Cristo…” (NBLH)

La triste realidad es que muchos con llamados verdaderos de profeta no se han preparado lo suficiente, y se han quedado atorados en el Antiguo Pacto. No han permitido que el carácter de Cristo, el amor de Dios, sea desarrollado en sus corazones. Se ofenden por el pecado de otros (sin poder ver sus propias debilidades), y se apresuran para juzgar a otros y a pronunciar juicio sobre ellos.

Los que tienen un llamado a la vocación ministerial del profeta deban de prepararse ANTES de ser lanzados o nombrados.

El tener un llamado, una unción y una manifestación de dones no es lo suficiente para ser un representante correcto del Corazón de Dios al nivel de un profeta.

Todos tenemos dones (1ª Corintios 12:7; 14:12,31). El Espíritu Santo vive en cada creyente y todos debamos de manifestar los dones del Espíritu Santo para provecho (1ª Corintios 3:16; Juan 14:12).

El Capítulo 13 de 1ª de Corintios nos explica en gran detalle cuál debe de ser nuestra motivación con la ministración de los dones y la profecía dentro del Nuevo Pacto: el amor.

Medite usted en lo siguiente:

  1. Dios ama aún el pecador más vil más que a Su propia Vida,
  2. Cada ser humano fue creado en la imagen y semejanza de Dios y es digno de ser tratado con dignidad y respeto,
  3. Cristo pagó el precio entero del pecado,
  4. Cristo nos entregó el ministerio de la reconciliación (2ª Corintios 5:18-19),
  5. Todos estamos en necesidad de la misericordia de Dios.

Cuando comprendemos estas cosas como debamos, entonces procuraremos profetizar de una manera que refleja el amor de Dios. No andaremos pronunciando juicios sobre otros a la ligera.

Si nuestro corazón no se rompe como el Corazón de Dios al pensar de la severidad de las consecuencias del pecado en la vida de alguien, no somos cualificados a ofrecer una palabra de corrección a nadie.

Aún en el Antiguo Pacto, Dios buscó oportunidades para extender de Su misericordia y perdón.

El ejemplo clásico es la Ciudad de Nínive en el libro de Jonás. Dios envió Jonás a la Ciudad de Nínive, la capital de la nación que por años había oprimido y devastado a Israel, la niña de los Ojos de Dios. Siendo judío, Jonás tenía una aversión por Nínive y no quiso ir, pero Dios le “torció el brazo”.

Jonás llegó y proclamó el mensaje de juicio y de destrucción que Dios le había dado sin mencionar una oportunidad de recibir misericordia si se arrepintieran. Pero cuando el pueblo se arrepintió, Dios detuvo el juicio.

Al terminar los 40 días especificados en la profecía, el juicio no vino. Tristemente, Jonás no pudo apreciar la misericordia de Dios extendida a Nínive, y Dios le tuvo que reprender al profeta.

Si aún en el Antiguo Pacto Dios buscó oportunidades de tener misericordia de la humanidad, ¿cuánto más ahora, bajo la Gracia, busca Dios oportunidades de extender la misericordia y perdón para los que se arrepienten?

“6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.” Romanos 5:6-11

Dios no solamente ama; Él es amor. Romanos 2:4 nos revela que ES LA BENIGNIDAD DE DIOS QUE NOS GUÍA AL ARREPENTIMIENTO. No el temor de Su ira. Si queremos reconciliar alguien a Dios debamos ser un reflejo de Su benignidad. Dios desea un cambio de corazón motivado por amor a Él no motivado por temor de un castigo.

CLAVES IMPORTANTES ACERCA DE PALABRAS DE CORRECCIÓN

Hay una MANERA de entregar una profecía que llama al arrepentimiento para que el ministrado sepa de qué se trata, y Dios lo sabe, pero que no estamos alimentando al espíritu de chisme dentro de la congregación ni humillando a nadie.

Normalmente esa clase de profecía es DADA EN PRIVADO y por medio de alguien que tenga una relación establecida como una autoridad en la vida de esa persona, …ALGUIEN QUE AMA a la persona y que desea verlo restaurado y no destruido.

1ª Pedro 1:22-23 “22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;”

Reitero que en vez de enfocarnos en juicios sobre los pecadores, debamos enfocarnos en el mensaje de restauración y declarar cuál es el corazón de Dios por ellos. La profecía personal debe de proclamar cual es la voluntad, la mente y el corazón de Dios hacia la persona de una manera que edifica y que ministre vida.

DIOS QUIERE QUE SEPAN CUÁLES SON SUS PLANES BUENOS QUE TIENE POR ELLOS (Jeremías 29:11), CUÁL ES EL POTENCIAL QUE TIENEN EN DIOS, Y LO QUE DIOS PUEDA HACER SI ES QUE RESPONDAN A SU AMOR.

Los que persisten en ministrar con una actitud de ofensa, de ira y de superioridad (como si nosotros no tenemos necesidad de la misma misericordia de Dios) y que juzgan a otros, proclamando juicios sobre otros últimamente cosecharán de lo mismo.

Mateo 7:1-41 No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” (Vea también Lucas 6:27-38)

SEAMOS UN REFLEJO DEL AMOR DE DIOS.

  • Permitamos que Dios purifique nuestras motivaciones y que Su amor sea derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu que nos fue dado (Romanos 5:5).
  • Permitamos que Dios nos ayude a mirar a las personas mediante Sus Ojos, para que veamos el valor que tienen y que les fue impartido por el precio que Él pagó por ellos.
  • Solo entonces podremos ministrar efectivamente como ministros del Nuevo Pacto.

CUALIDADES DEL AMOR DE DIOS

“4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido (“no se comporta con rudeza” NVI), no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” 1ª Corintios 13:4-7 RVR60

Los que ministramos los dones del Espíritu debamos crucificar a la carne y permitir que el FRUTO del Espíritu también sea evidente en lo que ministramos.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” Gálatas 5:22-26

Este mismo pasaje se continúa en Capítulo 6, y nos enseña cómo debamos restaurar a los que son hallados en un pecado. Enfatiza que NUESTRO PROPÓSITO NO ES CASTIGAR, SINO RESTAURAR Y RECONCILIAR. Y otra vez, nos amonesta considerar a nuestro propio corazón.

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” Gálatas 6:1

Juntamente con el amor, nos dice que tenemos que restaurarlos con “un espíritu de mansedumbre.” Mansedumbre (Strongs #4240, “praúteetos”). Significa “con humildad, apacibilidad, suavidad, y templanza.”

El confrontar al pecado en amor con el fin de reconciliar es solo una parte del ministerio profético. Dios quiere animar y edificar a Su Pueblo.

Dios quiere proclamar sanidad a los heridos y quebrantados de corazón, libertad a los cautivos, esperanza a los que no la tienen.

Dios desea impartir visión a los que no han podido ver cuál es el plan de Dios para sus vidas.

“18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor.” Lucas 4:18-19

Además, Dios desea identificar e impartir dones y unciones para empoderar a Su pueblo a ser más efectivos en representarle en la tierra. (1ª Timoteo 4:14).

Es fácil hallar pecado y debilidades. Pero los que son ministros proféticos deban poder ver en otros también su potencial, el tesoro, los dones y talentos que Dios les haya dado a cada uno y entonces proclamar un mensaje que les ministre vida.

Por Cliff Bell, © 16 de junio, 2017, editada y ampliada el 4 de junio, 2019.  Todos los derechos reservados.

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9 Claves para la Alabanza Poderosa que Rompe Cadenas

Yo acabo de leer un reporte de un tiempo de alabanza y adoración que fue tan ungido y poderoso que la tierra tembló, cambió el ambiente de un lugar de opresión a libertad, literalmente rompió cadenas ¡y resultó en una cosecha de almas!  

No me refiero al último congreso cristiano que llenó un estadio.  Me refiero al tiempo de alabanza que tuvieron Pablo y Silas en la prisión de Filipos y registrado en Hechos Capítulo 16.

Comencé a analizar cómo Pablo y Silas dirigieron ese tiempo tan ungido de alabanza para identificar las claves que son esenciales en los ojos de Dios. 

Es importante notar lo que NO tenían Pablo y Silas tanto como lo que SÍ tenían que transformó una prisión literal de sufrimiento a un avivamiento.

No fue transmitido por Internet, pero fue notado por Dios y registrado en el Nuevo Testamento para nuestro beneficio.

En este artículo voy a comparar esta experiencia sobrenatural de ministración exitosa con lo que es considerado “esencial” en las iglesias de hoy.  ¡Siga usted leyendo!

Para darles contexto, Pablo había echado fuera un espíritu de adivinación de una muchacha que les seguía gritando y distrayendo de la ministración en Filipos.  La muchacha era una esclava y estaba siendo utilizada por sus amos para lucrar adivinando. Estos hombres se enojaron con Pablo y Silas porque la muchacha no podía adivinar sin el demonio.

Así que esos hombres prendieron a Pablo y a Silas y los acusaron delante de los magistrados. Pablo y Silas fueron azotados mucho, encadenados y metidos en la parte interior de la cárcel.  La experiencia completa de Hechos 16 se puede leer al final de este artículo.

Así entraron Pablo y Silas a esta escena.  Estaban en una situación sumamente difícil: sufriendo el dolor ardiente de sus heridas, encadenados en una posición incómoda, y rodeados por oscuridad y olores repugnantes. En la oscuridad se podía oír a otros presos infelices.  Pero en vez de llorar y tener autocompasión de sí mismos, comenzaron a alabar a Dios.

Escuchados por los otros presos, exaltaron a Jesucristo con sus alabanzas.  Dios respondió con un temblor, abrió las puertas y los candados.  En poco tiempo el altar improvisado creado en ese lugar que algunos hubieran considerado el lugar “menos indicado” se llenó de almas entregándose al Señor.

PRIMERO, LO QUE NO TENÍAN:

NO TENÍAN UNA AUDIENCIA FAVORABLE, CRISTIANA NI AVIVADA

Pablo y Silas no tenían una audiencia favorable.  Al contrario, estaban rodeados de paganos, idólatras y criminales.  A lo mejor la mayoría de los demás presos estaban bajo la influencia de demonios. Pablo y Silas no tenían miedo del diablo ni del hombre porque operaban en el temor de Dios.  El temor de Dios le librará del temor del hombre y del temor del diablo

Nunca limite a Dios según cómo responde la audiencia.  Nunca permita que la frialdad o la hostilidad de una audiencia apague la unción que está en usted.  El Espíritu de Dios que está en el creyente verdadero es más poderoso que cualquier demonio.  Pablo y Silas avivaron el fuego del don de Dios y comenzaron a alabar.

“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” 1ª Juan 4:4

“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2ª Timoteo 1:6-7

NO TENÍAN INSTRUMENTOS.  Ni siquiera un pandero.  Algunas iglesias parecen creer que no puede ser profético si no soplan 12 shofares.  La Biblia nos anima a adorar a Dios con instrumentos cuando están disponibles (Salmo 100, y 150), pero la disponibilidad de instrumentos no es lo esencial, porque la adoración en espíritu y en verdad mana del corazón.

Yo he participado en adoración con orquestras completas en auditorios elegantes tanto como en lugares humildes y rústicos sin instrumentos. Cuando la adoración viene del corazón, Dios responde igualmente

Yo creo que debamos ofrecer a Dios lo mejor que tenemos. Si es con muchos instrumentos, ¡gloria a Dios!  Si no hay, ¡gloria a Dios!  La excelencia es hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos.

NO TENÍAN SISTEMA DE SONIDO.

No hubo amplificación artificial con tecnología.  No pudieron subir la reverberación para hacer que sus voces sean más resonantes y bonitas.  Cuando el edificio tembló, no era porque habían subido el volumen con el beneficio de bocinas gigantescas.  El nivel del volumen no tiene nada que ver con el nivel de la unción.

NO HUBO LUCES DE LAZER NI MÁQUINA DE HUMO.

Sin luces.  Sin máquinas de humo. Tampoco hubo pantallas grandes con videos de paisajes hermosos con colores vibrantes para captivar la atención de la gente.   ¡Pero no quedaron sin efectos especiales! Dios Mismo trajo los efectos especiales.  ¡Los efectos de Dios son mucho  mejores y más impresionantes!

Permítame declarar que no estoy en contra de la tecnología.  Sin embargo, siento que muchos ministerios de “alabanza” de hoy están dependiendo en la tecnología para crear un ambiente artificial que entretiene y provoca una reacción de los sentidos naturales (del cuerpo) y a las emociones (del alma) sin afectar al espíritu del hombre. 

Me parece como si con algunos fuera un intento de reemplazar la unción del Espíritu Santo que es lo único que alcanza al espíritu y que pudre los yugos del enemigo.

¿En qué ha dependido usted? ¿En dónde ha invertido más?  ¿En su sistema de sonido y luces o en su intimidad con Dios y su vida de oración?

Tristemente, muchos ministren y muchos cantan apenas al nivel del alma.  Pueden provocar una reacción emocional de la multitud, pero somos llamados a ser ministros del Espíritu no entretenedores del alma.  

El provocar lágrimas en una multitud o el poder guiarles todos a brincar y a gritar no significa que hubo un mover del Espíritu Santo.  Un buen concierto secular puede hacer lo mismo.

Cristo dijo, Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Juan 4:23

Con todo respeto, Hillsong no es el patrón que seguir.  EL PATRÓN QUE SEGUIR ES EL TABERNÁCULO DE DAVID Y EL LIBRO DE LOS HECHOS (Amos 9:11-12;  Hechos 15:15-17).

La Iglesia Primitiva no necesitaba las “muletas” ni “trucos manipuladores” de la tecnología.  No dependían en el carisma de cantores especiales, artistas famosos ni en divas del canto porque tenían una relación con la Persona del Espíritu Santo. Ellos permitieron y facilitaron el mover del Espíritu simplemente adorando a Dios en espíritu y en verdad.

CLAVES QUE IMPLEMENTARON PABLO Y SILAS 

¿Cómo lo hicieron, pues? Voy a destacar unas de las cualidades y acciones de Pablo y Silas que provocaron una respuesta divina que trajo libertad y salvación.

(1)  TENÍAN UNA RELACIÓN Y UNA CONFIANZA CON EL ESPÍRITU SANO

La relación que tenían Pablo y Silas es evidenciado por muchas cosas.  Pero una de las importantes aquí notada es mi siguiente punto…  En medio del dolor intenso no pensaron en sí mismos.  Tenían alabanzas en sus corazones que los azotes no pudieron remover.

(2) OFRECIERON UN SACRIFICIO DE ALABANZA

Lo que Pablo y Silas ofrecieron a Dios era un verdadero sacrificio de alabanza. Si no le cueste nada, no es un sacrificio. 

Pablo y Silas no permitieron que el ambiente de represión les afectara a sus espíritus.  Sabían que hubo un cuadro más grande que su dolor personal.  Mantuvieron su enfoque en Dios, en lo de valor eterno, en su propósito.

(3)  ALABARON CON REVELACION BÍBLICA Y CON FE

Sabían que Dios está entronizado sobre nuestras alabanzas (Salmo 22:3), y si algo pudiera cambiar el ambiente era la Presencia Manifiesta del Rey de reyes.  No estaban apenas entonando cantos. Hacían lo que hacían con propósito, con revelación bíblica, y con fe. Salmo 47:7 lo dice de esta manera: “cantad con inteligencia.”

(4) DIRIGIERON SU ALABANZA A DIOS, NO AL HOMBRE

Obviamente un líder de alabanza necesita estar consciente de la audiencia, pero necesita dirigir su alabanza a Dios.  No es un concierto para agradar el hombre.  Es adoración con la meta de agradar el Corazón de Dios.  La mejor forma de dirigir la alabanza y la adoración es alabar y adorar.  No se puede guiar a otros a un lugar que desconoce.

(5)  UNIDAD

No tenían un “grupo de alabanza”, un coro, ni equipo de panderistas.  Ellos dos eran el “equipo” entero, y no sabemos si tenían mucho talento según los criterios modernos.  Pero su equipo humilde tenía unidad.  No hubo contienda ni celos.  No era una competencia para ver quién puede usar el micrófono más.    

Más vale un grupo pequeño con unidad que un grupo grande con contienda. Dios manda bendición en dónde hay unidad (Salmo 133).

(6)  SANTIDAD

Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.” Salmo 29:2

Pablo y Silas adoraron en santidad.  Sabían la importancia del principio de la pureza (Hebreos 12:14-16). 

La persecución es un fuego que trae pureza porque elimina a los no sinceros.  Ellos estaban en medio de una situación de persecución.  Lo que ofrecieron a Dios era un sacrificio puro.

Conozco de una iglesia en donde el pastor permite a un hombre tocar la guitarra el domingo después de ir a los clubes nocturnos el viernes y sábado y además estaba viviendo en fornicación abiertamente.

Le pregunté al pastor por qué permitía tal cosa, porque aquel hombre va transmitir el espíritu que está en él.

El pastor me dijo, “es que la única razón que viene a la iglesia es que le permito tocar con el grupo de alabanza.  Si le prohíbo tocar, dejará de venir.”  En mi opinión, el pastor debería de dejarlo ir aunque signifique que ya no tengan a quién tocar la guitarra.

Es mejor tener a pocos con unidad y con santidad que un grupo grande y “profesional” que transmite un espíritu ajeno.  Su falta de tratar con eso da aprobación tácita a la vida desordenada que lleva el hombre.

(7)  CANTOS CON BASE BÍBLICA

Cantaron cantos bíblicos de adoración.  Yo sé… La Biblia no nos indica cuáles cantos cantaron.  Pero sabemos que ambos conocían bien la Palabra de Dios.  No hubieran cantado algo simplemente porque era el canto popular en la radio cristiana. 

Pablo nunca siguió la moda del día, sino vivió su vida y alabó a Dios de acuerdo con el cimiento profundo bíblico que tenía.  Estoy seguro que eran cantos que actualmente adoraban a Dios.

¿Ha notado usted que muchos de los cantos que son entonados en las iglesias hoy en día son muy egocéntricos?  ¿o parecen “adorar a la música” en vez de a Dios?  Muchos cantos no tienen ninguna base bíblica; apenas tienen un ritmo o música que conmueve el alma sin afectar al espíritu. Y usted, ¿canta cantos para su propio agrado o el de Dios?

(8)  FLUYERON CON EL ESPIRITU SANTO

Cantaron hasta que cambiaron el ambiente del lugar.  Cuando el Espíritu Santo sacudió el lugar con un temblor y abrió todos los candados, Pablo y Silas fueron sensibles a lo que estaba haciendo el Espíritu Santo y comenzaron a colaborar con Él en lo que Él quería hacer:  para ministrar la salvación a la familia del carcelero. 

Tal vez tenían más cantos en su lista que planeaban cantar, pero cuando el Espíritu Santo comenzó a moverse, ellos lo discernieron y fluyeron con lo que quiso hacer el Espíritu

(9)  DIERON SEGUIMIENTO

Pablo y Silas dieron seguimiento a lo que inició el Espíritu Santo.  No solamente dieron oportunidad para que el carcelero y su familia recibieran a Cristo, pero hasta los bautizaron en agua.

Es posible que otros de los presos presentes también fueron bautizados.  ¿Cómo lo sabemos? Porque cuando el carcelero vio las puertas abiertas, temiendo que todos los presos se habían huido, sacó su espada para suicidarse.  Pablo le vio y le dijo, “no te hagas ningún mal, pues TODOS ESTAMOS AQUÍ.” 

Entonces todos oyeron el mensaje del Evangelio. Todos los que estaban en la casa del carcelero creyeron y fueron bautizados.

Aparte de mantener vibrante y actualizada su propia relación con de Dios, el trabajo del líder de alabanza es preparar un ambiente mediante la adoración en espíritu y en verdad para que Dios pueda comenzar a moverse, y entonces facilitar el mover del Espíritu Santo.  Eso requiere que estemos sensibles a lo que quiere hacer el Espíritu Santo, fluir con Él y dar seguimiento.

LÍDERES DE ALABANZA DEBEN DE SER FACILITADORES DEL MOVER DEL ESPÍRITU SANTO DENTRO DEL CULTO. 

No importa lo que está en el ambiente del lugar cuando lleguen o cómo se sienten en lo natural.  Los líderes de alabanza deben estar convencidos de la Presencia de Dios con ellos, y desatar la unción que cambia el ambiente a un ambiente propicio para el mover del Espíritu Santo. 

La meta no es llegar al punto en que todos puedan sentir la Presencia de Dios.  El percibir la Presencia Manifiesta de Dios no es el fin; es apenas el comienzo.  ¡Ahora sea sensible al Espíritu Santo y siga Su dirección!

Lo mismo se aplica a cada creyente en su tiempo de adoración individual.  Dios desea moverse en su vida y por medio de su vida para bendecir a otros. 

No sea influenciado por el ambiente que le rodea; ¡cambia el ambiente con su alabanza a Dios!

Tenemos que creer en la Presencia del Espíritu en nosotros antes de poder sentirlo.  Aviva el fuego del don de Dios que está en usted, colabore con Dios para cambiar el ambiente, fluya con el Espíritu Santo y dé seguimiento.

Por Cliff Bell, © 11 de mayo, 2019,  Todos los derechos reservados.  

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Hechos 16:23-34

“23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24  El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. 25  Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

26  Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.

27  Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28  Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.

29  Él entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30  y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

31  Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.  32  Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33  Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34  Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.”

 

Isaías 10:27 “…el yugo se pudrirá a causa de la unción”

 

2ª Corintios 3:6  “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.”

 

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 2

En la primera parte de esta enseñanza, descubrimos que un ministerio legítimo necesita más que dones activados y una unción. Por supuesto que debe de haber esas cosas, pero esas cosas en sí no es suficiente para producir un ministerio fructífero y duradero. Así como un árbol requiere raíces profundas y bien desarrolladas para alcanzar su potencial, producir el fruto esperado, y poder aguantar las tormentas de la vida, un ministerio verdadero necesita raíces también.

Otra analogía que pudiéramos utilizar es de un edificio. Se requiere más que ladrillos, paredes, y techo.  Si no tiene un fundamento, no podrá ser duradero.  Con la primera lluvia fuerte el edificio se debilitará y en tiempo se caerá.  Si acaso viene un temblor, durará menos tiempo.

Cuanto más alto el edificio es, más profundo y fuerte tiene que ser el fundamento. Cualquier ministerio que es una amenaza al enemigo recibirá resistencia y ataques.  Los ministerios que no tiene su fundamento en orden no aguantarán.

Uno puede sostener la apariencia del éxito ministerial por un tiempo corto con unas “fachadas.”  Me refiero a las “fachadas” de música conmovedora, una personalidad carismática, con gritos, la habilidad de hacer un show y de entretener a la gente.

Hasta los del mundo pueden reunir a una audiencia con un buen show, y pagarán para verlo. Pero no medimos el éxito espiritual por el tamaño de la audiencia ni de las ofrendas generadas.  Si no están las raíces, el fundamento correcto, no estará presente la sustancia que produce vidas edificadas ni transformadas, y faltará la unción verdadera que pudre los yugos del enemigo.

Desgraciadamente, hay muchos ministerios que apenas tienen fachadas, una apariencia exterior de vida, pero al examinarlo de cerca, no hay fundamento ni sustancia. Estos ministerios, tarde o temprano, vendrán para abajo hiriendo a muchos en el proceso.  ¿Acaso usted no lo ha observado?  No vuelva usted una estadística de fracaso.  Invierte en desarrollar a sus raíces ministeriales y personales.

Ya hemos examinado las raíces de la INTIMIDAD CON DIOS y el ESTUDIO BÍBLICO sistemático y consistente. Ahora vamos a examinar la raíz de las relaciones sanas.  

RAÍZ 3 – Relaciones sanas con otros.

Ya hemos hablado de nuestra relación con Dios (la intimidad con Dios). Pero un ministerio que permanecerá también se requiere relaciones claves con otros, relaciones sanas y en orden.

Al diablo le es de mucho beneficio cuando hay cristianos, matrimonios o grupos de cristianos (iglesias) llenos de conflicto, ofensa, y división.  Los demonios tienen una fiesta en donde existen esas cualidades en la atmósfera o en un corazón.  El diablo sabe que tales personas o ministerios son contaminados por su ofensa y por su amargura (Hebreos 12:15), y vulnerables a toda clase de influencia demoníaca.

Estos cristianos contaminados están engañados si piensan que pueden funcionar como ministros de reconciliación (2ª Corintios 5:18). En vez de ser una luz en la comunidad, traen vergüenza al Nombre de Cristo.

Si no hay arrepentimiento y sanidad, en tiempo vuelven voceros de demonios: pensando que están profetizando, lanzan adivinación y maldiciones. Sus jóvenes vuelven enfadados y corren de la iglesia pensando que Dios es así (Hebreos 12:15) porque Le hemos mal representado.  Sí, al diablo le encanta esa clase de cristiano.

Por otro lado, Salmo 133 nos revela que en donde hay unidad también viene la bendición de Dios.  Por eso es tan importante guardar en orden nuestras relaciones.

LA PRIMERA RELACIÓN ES CON SU ESPOSA (o si usted es mujer, con su esposo). Bíblicamente tenemos apenas dos relaciones que son de pacto sagrado: la primera es con Dios y la segunda es nuestro matrimonio. Para un ministerio fructífero y duradero nuestras prioridades tienen que estar en este orden:

  1. Dios es siempre Primero.
  2. Matrimonio
  3. Familia
  4. Ministerio

Si nuestra relación con Dios sufre, entonces nuestras demás relaciones sufrirán. Pero tenemos que poner el matrimonio y la familia ANTES que nuestro ministerio.  Si el matrimonio está enfermo, el ministerio también volverá “enfermo,” anémico espiritualmente.  Es igual con la familia.

Tenemos que invertir en nuestro matrimonio.  Somos seres humanos, y cometeremos errores. Un matrimonio sano es uno en el cual ambos han aprendido a comunicarse frecuentemente y abiertamente, a perdonar mucho, a orar juntos, y a buscar juntos el rostro de Dios. Un esposo sabio invierte tiempo con su esposa; es bueno si trabajan o ministren juntos, pero también es necesario tomar tiempos de refrigerio juntos.

Yo he conocido a muchos ministros que se dedicaron tanto al ministerio que descuidaron a sus familias. Muchos de ellos terminaron en divorcio, con hijos desviados, o peor.

No hay caso tener a un ministerio grande si su familia termina destruida y sus hijos en el infierno.

La familia es la primera institución que Dios creó, ANTES que la Iglesia y el ministerio.  El matrimonio es una figura profética de la relación entre Cristo y Su Iglesia, y tenemos que invertir en ello.

Ningún ministro, ningún pastor o apóstol o profeta es El Mesías. Usted no puede hacerlo todo y salvar a todo el mundo.  Dios nunca nos llamó a hacerlo todo a solas.  La carga del mundo entero no está apenas sobre sus hombros.

  • El mejor regalo que puede dar a su esposa es amar a Dios con todo su corazón y buscar agradarle. Esto incluye amarla a ella tal como Cristo ama a la Iglesia y dio Su Vida por ella.
  • El mejor regalo que puede dar a sus hijos es amar a su esposa. Doy gracias a Dios por el ejemplo que me dieron mis padres, el del amor para toda la vida.
  • El mejor regalo que puede dar a su congregación es el ejemplo de un matrimonio sano y una familia sana.

Naciones discipuladas inician con familias discipuladas.   El que sacrifica a su familia sobre el altar del ministerio arriesga perder las dos cosas.

Una necesidad vs. la tarea asignada – Yo he sido criticado por algunos por no viajar y ministrar tanto como ellos. Pero doy gracias a Dios que mi familia está en orden y mis hijos aman a Cristo y buscan servirle.  Aprendí que Dios no me pidió desgastarme respondiendo a cada necesidad.  Dios me llamó a obedecerle y cumplir las tareas que Él me haya asignado.  Cristo no respondió a cada necesidad cada vez. No sanó a cada enfermo cada vez.  Cristo hizo lo que Su Padre Le pidió hacer.

LA SEGUNDA RELACIÓN ES CON NUESTRA COBERTURA ESPIRITUAL.  Cada ministro, aunque sea un apóstol o profeta maduro, necesita cuidado pastoral, alguien a quien rendir cuentas.  Los ministerios que insisten a seguir como independientes tarde o temprano terminan con problemas serios.

Si usted no tiene con quién confesar una debilidad o una lucha y pedir ayuda, oración, o consejo usted es un blanco al enemigo.  2ª Corintios 4:7 nos asegura que Dios ha puesto el tesoro de su gloria en vasos de barro.

Todos somos hechos de barro y necesitamos ayuda de vez en cuando. Si usted no me cree, pregúntale a su esposa o a sus hijos (si no les tiene entrenados a decirle apenas lo que desea oír).  Su familia no está ciega ni tonta, están conscientes de su barro, pero le ama y el amor cubre una multitud de errores.  Si usted se humille y les pida ayuda, no solamente le ayudará, le respetará más. Usted será aún más fuerte y noble en sus ojos. 

Me acuerdo de un ministro de renombre que en su día tenía uno de los ministerios más grandes del mundo, pero cayó en adulterio. Él se había dado cuenta que se estaba resbalando, pero no buscó a nadie.  Comentó después, “yo no tenía nadie con quién platicar.”

La realidad es que ese ministro sí tenía una autoridad, pero se consideró superior a su autoridad por causa de sus logros y audiencias grandes. Se había rodeado de los que nunca expresaba una opinión opositora y  que podía manipular.  Sí tenía con quién hablar, pero no aprovechó de ello. En su orgullo, no deseando que nadie vea que no era perfecto, se aisló.

Cuando todo vino a luz, aquel ministro no se sometió al proceso de restauración que le dio su autoridad porque tenía mentalidad de orfandad en combinación de un complejo de “El Mesías.” Dijo, “si me bajo del púlpito, aunque por un par de años, el mundo se irá al infierno sin mí.”  Que tremendo engaño y soberbio.

Uno puede tener un buen padre espiritual, pero si piensa como huérfano no le podrá reconocer ni responder a su autoridad.  No es una cuestión siempre de la falta de padres verdaderos. También tenemos que aprender a ser hijos verdaderos, a comunicarnos, a ser humildes y corregibles, a pedir ayuda en los tiempos de necesidad. El ministerio de aquel hombre nunca se recuperó completamente.  Yo he visto a esta misma historia triste volver a repetirse una y otra vez.

Una buena cobertura espiritual ofrece:

  1. Un ejemplo que seguir (1ª Corintios 11:1).
  2. Una visión que promover (Colosenses 2:6).
  3. Una unción que recibir y ministrar a otros (1ª Timoteo 4:14; 2ª Timoteo 1:6).
  4. Una autoridad legítima delegada. El que no está bajo autoridad no tiene autoridad. (Juan 12:49). La definición de “autoridad” implica que uno ha sido autorizado por otro. Si piensa usted que Dios es el Único que le reconoce, está caminando sobre hielo delgado.
  5. Una identidad y una familia a la cual pertenecer (Lucas 1:63-64). Fuimos creados para ser miembros de una comunidad cristiana, una “familia ministerial” así como es ilustrada por la Tribu de los Levitas, y las familias sacerdotales bíblicas.
  6. Un respaldo espiritual en intercesión y la guerra espiritual (Colosenses 1:3; Lucas 22:31-32).
  7. Una sinergia en las oraciones mediante el poder del acuerdo (Mateo 18:19; Deuteronomio 32:30).
  8. Consejo bíblico cuando hay confusión (Hechos 15:23-29).
  9. Un líder o “padre” espiritual, alguien a quién se pueda acudir para resolver un asunto, y que puede servir como un mentor (Deuteronomio 19:15; 2ª Tesalonicenses 2:11; Filipenses 2:19-22).
  10. Corrección y disciplina administradas en amor cuando es necesario (Hebreos 12:7-8).
  11. Y muchos otros beneficios más.

EN TERCER LUGAR, LAS RELACIONES CON OTROS MINISTROS.

Tenemos que asegurar que nuestras relaciones con otros ministros también son sanas.  Aunque pertenezcan a otra denominación o red ministerial, si son cristianos somos hermanos y trabajando para el Mismo Dios. Puede haber diversidad de estilos, de métodos, y tal vez no estamos de acuerdo con cada puntos doctrinal (me refiero a doctrinas no esenciales a la salvación), pero podemos respetar y honrar el uno al otro en la unidad de la fe.

Cuando permitimos divisiones, la ofensa, el rencor, celos, la sospecha u otra cosa afectar a nuestras relaciones con otros ministros, nos contamina y entristece el Corazón de Dios.  Además, frena o limita el avivamiento en la ciudad.  No estamos en competencia.  Si estamos en Cristo, estamos en el mismo equipo.  Cuando mi hermano mete un gol para el Reino de Dios, si Cristo es glorificado, todos ganamos.

Si otro cristiano marca un círculo en la tierra para excluirle a usted, entonces haga usted un círculo más grande para incluirle a él. Sonríe.  Determine ser un agente de reconciliación y de unidad.

EN CUARTO LUGAR, NUESTRAS RELACIONES CON LOS INCRÉDULOS.

Romanos 12:18 dice, Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.”

Sobre todo nuestro testimonio delante del mundo tiene que reflejar los valores del Reino de Dios.

Conozco de pastores que nunca hablan con el regidor ni con el acalde al menos que quieren pedirle un favor.  Ni siquiera toman el tiempo para orar por ellos.  

Nosotros somos mandados a orar por aquellos que están en autoridad civil y a procurar la paz, el bienestar, de ellos y a la ciudad (Jeremías 29:7). Dios quiere que Su Iglesia sea como una ciudad asentada sobre un monte y que bendiga a la ciudad con la Luz de Cristo, las buenas obras, la compasión y la generosidad.

¿Cuál es el testimonio o la imagen que tiene usted y su ministerio delante los líderes de la ciudad?

¿Con sus vecinos? 

¿Pueden ver a Cristo en usted?

Parece que voy a tener que continuar con las otras dos raíces en una tercera parte. Entre tanto, si Dios le habló por medio de esta enseñanza, toma usted unos minutos para responderle.

  • Si el Espíritu Santo le trajo convicción, arrepiéntase.
  • Haga una cita con su esposa.
  • Planea un tiempo para disfrutar con sus hijos.
  • Pida a Dios una estrategia divina para reconciliar con aquel hermano con quien quedó una ruptura.

Por Cliff Bell, © 18 de agosto, 2018, Todos los derechos reservados.

Para leer desde la 1ª Parte de esta enseñanza, sigue este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero / Parte 1

Para leer la 3ª Parte de esta enseñanza, siga este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 3

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Las raíces de un ministerio fructífero y duradero – Parte 1

No se puede basar un ministerio apenas sobre dones y unción. Son importantes, pero no son suficientes para un ministerio fructífero y duradero.

Un árbol no puede alcanzar su potencial de tamaño ni producir el fruto esperado si no ha desarrollado raíces profundas.  Las raíces no solamente proveen estabilidad para poder sobrevivir las tormentas de la vida sin caerse, le ayudan a alcanzar las aguas del subsuelo y el alimento necesario para su desarrollo.  Es así con cualquier ministerio. Sin las raíces no tendrá estabilidad para permanecer, ni producirá el crecimiento ni el fruto deseado. 

Muchos dicen, “yo tengo dones.” Por supuesto.  ¡Todos tenemos dones! 1ª Corintios 12:7 lo dice bien claro, “pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.”   Capítulo 14 y versículo 31 declara “podéis profetizar todos, uno por uno para que todos aprendan y todos sean exhortados.”

El hecho de que puede profetizar o hacer un milagro no es suficiente evidencia de que sea llamado por Dios a un ministerio quíntuple. Todos hemos sido dados dones tanto como una medida de fe (Romanos 12:3). Si usted puede profetizar, significa que usted funciona. Los dones del Espíritu no operan a base de nuestra madurez ni de nuestro conocimiento bíblico ni de otras cualidades esenciales para un ministerio legítimo y duradero.  En algunas maneras sería más fácil si fuera así, pero Dios, en Su sabiduría, determinó que los dones operan simplemente a base de la fe. Esa es una razón que hay tanto abuso de los dones y la razón que todos necesitan entrenamiento en el uso de sus dones.

Lo bueno es que no se requiere dejar a su empleo secular y ser ordenado como ministro quíntuple para desempeñar su ministerio como miembro del Cuerpo de Cristo.  Necesitamos que cada creyente utilice la unción y los dones que Dios le ha dado en su lugar de empleo, en la ciudad, en el mercado de trabajo, en las escuelas, etc., para ser sal y luz a la comunidad.

Otros dicen, “yo tengo la unción del Espíritu Santo.”  La realidad es que cada creyente nacido de nuevo tiene el Espíritu de Dios morando en sí. 1ª Corintios 3:16 establece que el Espíritu de Dios, de dónde proviene la unción, reside en cada creyente. Todos podemos, y debamos, avivar “el fuego del don de Dios” que está en nosotros (2ª Timoteo 1:6).  Pero el profetizar o ministrar a otros no es algo que debamos tomar a la ligera, sino con el temor de Dios.  No medimos la unción por la cantidad de gritos, de lágrimas, de manos estremecedoras, ni por las personas caídas al suelo. Medimos la unción por el fruto: los yugos podridos, cadenas rotas y vidas transformadas. 

Los que faltan entrenamiento, una motivación de amor y un corazón no contaminado fácilmente pueden volver ungidos por demonios sin darse cuenta.  Éstos, en vez de ministrar palabras que edifican al Cuerpo de Cristo (1ª Corintios 14:12), resultan lanzando maldiciones o palabras de adivinación.

Los que tienen un llamado verdadero no se jactan por poseer una unción, sino que la utilicen para promover los propósitos de Dios y servir a otros. He visto a muchos ministerios que vienen como un cohete con mucho ruido, con señales y milagros, pero si no tienen las raíces desarrolladas desaparecen rápidamente de la escena.  Algunos se caen en un pecado sexual, el divorcio, otros se desvíen por una doctrina errada, o se desanimen por los afanes de la vida. Lo más triste es que las vidas que dañan en el proceso.

¿Cuáles son las raíces de un ministerio fructífero y duradero?  Voy a cubrir un total de cinco en esta serie, iniciando con dos en esta instalación.

RAIZ 1. Una relación íntima con Dios.

Una relación íntima con Dios es un estilo de vida. Es una a vida de oración y de adoración, no apenas algo que hacemos cuando vamos al culto. Cualquier ministro debe de estar tan enamorado con Dios que Le busque con todo su corazón.

Estoy hablando de alguien que teme a Dios y busca agradarle a Él. Por lo tanto usa mucho cuidado al ministrar a otros para no representar incorrectamente a su Amado.  Su deleite es estar en la Presencia de Dios, practica la Presencia de Dios, incluye a Dios en sus decisiones.

Un ministro verdadero es un adorador que no necesita un CD o un grupo musical para dirigirle porque lleva continuamente en su corazón y en su boca un canto de gratitud, de alabanza y de adoración. Es alguien que ha aprendido a oír la Voz de Dios y ser guiado por Su Espíritu Santo dondequiera que esté. No se desanima cuando otros le persiguen o hablen mal de él, porque valora más la aprobación de su Padre.

RAÍZ No. 2. ESTUDIO BÍBLICO SISTEMÁTICO Y CONSISTENTE.

El estudio sistemático de la Palabra de Dios produce en nosotros un conocimiento amplio de las Escrituras que es esencial para todo ministro. Si usted puede profetizar pero no tiene un fundamento bíblico, entonces usted es peligroso. Si no tenemos una reserva bíblica dentro de nosotros, no tendremos nada que ofrecer a otros ministerialmente.

El espíritu de la profecía es el testimonio de Jesucristo (Apocalipsis 19:10). Jesucristo es el LOGOS (el Verbo) de Dios en carne (Juan 1:1 y 14).  Toda la Biblia, (el LOGOS en forma escrita) nació con la profecía (la rhema), siendo inspirada por Dios. Toda profecía (RHEMA) hoy nace (es inspirada por Dios) del conocimiento que tenemos del LOGOS.

Sin un conocimiento amplio escritural no podremos discernir entre la doctrina sana y el error, ni entre lo que nace del espíritu de la profecía y del espíritu de engaño. Hay tantas doctrinas erradas peligrosas disfrazadas con versículos bíblicos torcidos y sacados fuera del contexto.

Tenemos que interpretar Escritura con Escritura. Si no conocemos el pleno consejo de la Escritura seremos vulnerables al engaño. Conozco de varios ministros que iniciaron bien, pero por falta de esta raíz de conocimiento bíblico sus ministerios en poco tiempo fracasaron. Como dijo Cristo, “por sus frutos los conoceréis.”

Cada creyente debe de ser un alumno perpetuo de la Palabra de Dios. Pero un ministro quíntuple (Efesios 4:11), o alguien que se atreve a profetizar a otros tiene una responsabilidad mayor de poder dividir correctamente la Palabra de Verdad (2ª Timoteo 2:15). Esto se requiere un buen entendimiento bíblico y teológico.

Si usted cree que tiene un llamado a una de las vocaciones ministeriales, le urjo a inscribirse en un instituto bíblico o una universidad teológica buena que enseña la Palabra de Dios. Si usted necesita una recomendación, escríbame a mi inbox.

En las siguientes partes hablaré acerca de las raíces de: (3) las relaciones sanas, (4) el fruto del Espíritu (el carácter), y (5) el servicio.  Creo que el contenido le podrá sorprender.

Entre tanto, si Dios le haya hablado por medio de esta enseñanza, tome unos minutos para responderle.  Determine hacer los cambios debidos para desarrollar las raíces necesarias para un ministerio fructífero, duradero, y que cumple el propósito de Dios.

Por Cliff Bell, © 11 de agosto, 2018, Todos los derechos reservados.

Para leer la siguiente parte de esta enseñanza, siga este enlace:

Las raíces de un ministerio fructífero y duradero / Parte 2

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